Si pudiera elegir mi paisaje

Hagamos un trato

Táctica y estrategia

Me sirve y no me sirve

Todavía

No te salves

Hasta mañana

Y tambien viceversa

Noción de patria

Quién hubiera creido

Tengo una soledad tan concurrida

 

La vida cotidiana es un instante

Todavía tengo casi todos mis dientes

Mi amigo que es poeta

Es una l´stima que no estés conmigo

Te propongo construir

Podés querer el alba

Tus manos son mi caricia

Ellos tienen razón

Varón urgente

Más de una vez me siento expulsado

 

Compañero remoto en tu fe de madera

Porque te tengo y no

Hoy tu tiempo es real

Ustedes cuando aman

Puedo reconciliarme con una luna tediosa

Una mujer desnuda y en lo oscuro

¿Y si Diós fuera mujer?

Un viento misionero sacude las ventanas

Soñamos juntos

La muerte va al encuentro de la infancia

Defender la alegriía como una trinchera

 

 

 

 

 

 

Si puediera elegir mi paisaje

 

Si pudiera elegir mi paisaje
De cosas memorables, mi paisaje
De otoño desolado,
Elegiría, robaría esta calle
Que es anterior a mí y a todos.

Ella devuelve mi mirada inservible,
La de hace apenas quince o veinte años
Cuando la casa verde envenenaba el cielo.
Por eso es cruel dejarla recién atardecida
Con tantos balcones como nidos a solas
Y tantos pasos como nunca esperados.

Aquí estarán siempre, aquí, los enemigos,
Los espías aleves de la soledad,
Las piernas de mujer que arrastran a mis ojos
Lejos de la ecuación de dos incógnitas.

Aquí hay pájaros, lluvia, alguna muerte,
Hojas secas, bocinas y nombres desolados,
Nubes que van creciendo en mi ventana
Mientras la humedad trae lamentos y moscas.

Sin embargo existe también el pasado
Con sus súbitas rosas y modestos escándalos
Con sus duros sonidos de una ansiedad cualquiera
Y su insignificante comezón de recuerdos.

Ah si pudiera elegir mi paisaje
Elegiría, robaría esta calle,
Esta calle recién atardecida
En la que encarnizadamente revivo
Y de la que sé con estricta nostalgia
El número y el nombre de sus setenta árboles.

 

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Hagamos un trato 

 

Cuando sientas tu herida sangrar
Cuando sientas tu voz sollozar
Cuenta conmigo.

Compañera,
Usted sabe
Puede contar
Conmigo
No hasta dos
O hasta diez,
Sino contar
Conmigo.

Si alguna vez
Advierte
Que la miro a los ojos
Y una veta de amor
Reconoce en los míos
No alerte sus fusiles
Ni piense "qué delirio",
A pesar de la veta
O tal vez porque existe
Usted puede contar
Conmigo.

Si otras veces
Me encuentra
Huraño sin motivo
No piense "qué flojera",
Igual puede contar
Conmigo,

Pero hagamos un trato,
Yo quisiera contar
Con usted,
Es tan lindo
Saber que usted existe,
Uno se siente vivo
Y cuando digo esto
Quiero decir contar
Aunque sea hasta dos
Aunque sea hasta cinco,
No ya para que acuda
Presurosa en mi auxilio
Sino para saber
A ciencia cierta
Que usted sabe que puede
Contar conmigo.

 

 

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Táctica y estrategia 

 

Mi táctica es mirarte
Aprender como sos
Quererte como sos
Mi táctica es hablarte
Y escucharte,
Construir con palabras
Un puente indestructible.

Mi táctica es
Quedarme en tu recuerdo
No sé cómo, ni sé
Con qué pretexto
Pero quedarme en vos,
Mi táctica es ser franco
Y saber que sos franca
Y que no nos vendamos
Simulacros,
Para que entre los dos
No haya telón ni abismos.

Mi estrategia es
En cambio
Más profunda y más simple,
Mi estrategia es
Que un día cualquiera,
No sé cómo ni sé
Con qué pretexto
Por fin me necesites.

 

 

 

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Me sirve y no me sirve 

 

La esperanza tan dulce,
Tan pulida, tan triste,
La promesa tan leve,
No me sirve.

No me sirve tan mansa
La esperanza,
La rabia tan sumisa,
Tan débil, tan humilde,
El furor tan prudente,
No me sirve.

No me sirve tan sabia
Tanta rabia,
El grito tan exacto
Si el tiempo lo permite,
Alarido tan pulcro,
No me sirve.

No me sirve tan bueno
Tanto trueno,
El coraje tan dócil,
La bravura tan chirle,
La intrepidez tan lenta,
No me sirve
No me sirve tan fría
La osadía,

Sí me sirve la vida
Que es vida hasta morirse,
El corazón alerta
Sí me sirve,
Me sirve cuando avanza
La confianza,
Me sirve tu mirada
Que es generosa y firme,
Y tu silencio franco
Sí me sirve,
Me sirve la medida
De tu vida,

Me sirve tu futuro,
Que es un presente libre,
Y tu lucha de siempre
Sí me sirve,
Me sirve tu batalla
Sin medalla,
Me sirve la modestia
De tu orgullo posible,
Y tu mano segura
Sí me sirve,
Me sirve tu sendero
Compañero.

 

 

 

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Todavía 

 

No lo creo todavía,
Estás llegando a mi lado
Y la noche es un puñado
De estrellas y de alegría.

Palpo gusto escucho y veo
Tu rostro, tu paso largo,
Tus manos y, sin embargo,
Todavía no lo creo.

Tu regreso tiene tanto
Que ver contigo y conmigo,
Que por cábala lo digo
Y por las dudas lo canto.

Nadie nunca te reemplaza
Y las cosas más triviales
Se vuelven fundamentales,
Porque estás llegando a casa,
Sin embargo todavía
Dudo de esta buena suerte,
Porque el cielo de tenerte
Me parece fantasía.

Pero venís y es seguro
Y venís con tu mirada,
Y por eso tu llegada
Hace mágico el futuro.

Y aunque no siempre he entendido
Mis culpas y mis fracasos,
En cambio sé que en tus brazos
El mundo tiene sentido.

Y si beso la osadía
Y el misterio de tus labios
No habrá dudas ni resabios,
Te querré más todavía.

 

 

 

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No te salves 

 

No te quedes inmóvil
Al borde del camino,
No congeles el júbilo,
No quieras con desgana,
No te salves ahora
Ni nunca,
No te salves,
No te llenes de calma,
No reserves del mundo
Sólo un rincón tranquilo,
No dejes caer los párpados
Pesados como juicios,
No te quedes sin labios,
No te duermas sin sueño,
No te pienses sin sangre,
No te juzgues sin tiempo.

Pero si pese a todo
No puedes evitarlo
Y congelas el júbilo,
Y quieres con desgana,
Y te salvas ahora,
Y te llenas de calma,
Y reservas del mundo
Sólo un rincón tranquilo,
Y dejas caer los párpados
Pesados como juicios,
Y te secas sin labios,
Y te duermes sin sueño,
Y te piensas sin sangre,
Y te juzgas sin tiempo,
Y te quedas inmóvil
Al borde del camino,
Y te salvas,
Entonces...
No te quedes conmigo.

 

 

 

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Hasta mañana

 

Voy a cerrar los ojos en voz baja,
Voy a meterme a tientas en el sueño.
En este instante el odio no trabaja
Para la muerte, que es su pobre dueño.

La voluntad suspende su latido
Y yo me siento lejos, tan pequeño,

Que a Dios invoco, pero no le pido
Nada, con tal de compartir apenas
Este universo que hemos conseguido
Por las malas y a veces por las buenas.

 

¿Por qué el mundo soñado no es el mismo
Que este mundo de muerte a manos llenas?
Mi pesadilla es siempre el optimismo:
Me duermo débil, sueño que soy fuerte,
Pero el futuro aguarda. Es un abismo.

No me lo digan cuando me despierte.

 

 

 

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Y también viceversa 

 

Tengo miedo de verte,
Necesidad de verte,
Esperanza de verte,
Desazones de verte.

Tengo ganas de hallarte,
Preocupación de hallarte,
Certidumbre de hallarte,
Pobres dudas de hallarte.

Tengo urgencia de oírte,
Alegría de oírte,
Buena suerte de oírte,
Y temores de oírte.

O sea, resumiendo,
Estoy jodido y radiante,
Quizá más lo primero
Que lo segundo
Y también viceversa.

 

 

 

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Noción de patria

 

Cuando resido en este país que no sueña,
Cuando vivo en esta ciudad sin párpados
Donde sin embargo mi mujer me entiende,
Y ha quedado mi infancia y envejecen mis padres,
Y llamo a mis amigos de vereda a vereda,
Y puedo ver los árboles desde mi ventana,
Olvidados y torpes a las tres de la tarde,
Siento que algo me cerca y me oprime
Como si una sombra espesa y decisiva
Descendiera sobre mí y sobre nosotros
Para encubrir a ese alguien que siempre afloja
El viejo detonador de la esperanza.

Cuando vivo en esta ciudad sin lágrimas,
Que se ha vuelto egoísta de puro generosa,
Que ha perdido su ánimo sin haberlo gastado,
Pienso que al fin ha llegado el momento
De decir adiós a algunas presunciones
De alejarse tal vez y hablar otros idiomas
Donde la indiferencia sea una palabra obsena.

Confieso que otras veces me he escapado.
Diré ante todo que me asomé al Arno
Que hallé en las librerías de Charing Cross
Cierto Byron firmado por el vicario Bull
En una navidad de hace setenta años.
Desfilé entre los borrachos de Bowery
Y entre los Brueghel de la Pinacoteca,
Comprobé cómo puede trastornarse
El equipo sonoro del Chateau de Langeais
Explicando medallas e incensarios,
Cuando en verdad había sólo armaduras.

Sudé en Dakar por solidaridad,
Vi turbas galopando hasta la Monna Lisa
Y huyendo sin mirar a Botticelli,
Vi curas madrileños abordando a rameras
Y en casa de Rembrandt turistas de Dallas
Que preguntaban por el comedor,
Suecos amontonados en dos metros de sol,
Y en Copenhague la embajada rusa
Y la embajada norteamericana
Separadas por un lindo cementerio.

Vi el cadáver de Lídice cubierto por la nieve
Y el carnaval de Río cubierto por la samba,
Y en Tuskegee el rabioso optimismo de los negros,
Probé en Santiago el caldillo de congrio
Y recibí el Año Nuevo en Times Square
Sacándome cornetas del oído.

Vi a Ingrid Bergman correr por la Rue Blanche
Y, salvando las obvias diferencias,
Vi a Adenauer entre débiles aplausos vieneses,
Vi a Kruschev saliendo de Pennsylvania Station
Y, salvando otra vez las diferencias,
Vi un toro de pacífico abolengo
Que no quería matar a su torero.
Vi a Henry Miller lejos de sus trópicos
Con una insolación mediterránea,
Y me saqué una foto en casa de Jan Neruda,
Dormí escuchando a Wagner en Florencia,
Y oyendo a un suizo entre Ginebra y Tarascón
Vi a gordas y humildes artesanas de Pomaire,
Y a tres monjitas jóvenes en el Carnegie Hall
Marcando el jazz con negros zapatones
Vi a las mujeres más lindas del planeta
Caminando sin mí por la Vía Nazionale.

Miré,
Admiré,
Traté de comprender,
Creo que en buena parte he comprendido
Y es estupendo,
Todo es estupendo,
Sólo allá lejos puede uno saberlo
Y es una linda vacación,
Es un rapto de imágenes,
Es un alegre diccionario,
Es una fácil recorrida,
Es un alivio.

Pero ahora no me quedan más excusas
Porque se vuelve aquí,
Siempre se vuelve.
La nostalgia se escurre de los libros,
Se introduce debajo de la piel
Y esta ciudad sin párpados,
Este país que nunca sueña
De pronto se convierte en el único sitio
Donde el aire es mi aire,
Y la culpa es mi culpa,
Y en mi cama hay un pozo que es mi pozo,
Y cuando extiendo el brazo estoy seguro
De la pared que toco o del vacío,
Y cuando miro el cielo
Veo acá mis nubes y allí mi Cruz del Sur,
Mi alrededor son los ojos de todos
Y no me siento al margen,
Ahora ya sé que no me siento al margen.

Quizá mi única noción de patria
Sea esta urgencia de decir "Nosotros",
Quizá mi única noción de patria
Sea este regreso al propio desconcierto.

 

 

 

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 Quién hubiera creido

 

1

Quién hubiera creido que se hallaba
Sola en el aire, oculta,
Tu mirada.
Quién hubiera creído esa terrible
Ocasión de nacer puesta al alcance
De mi suerte y mis ojos,
Y que tú y yo iríamos, despojados
De todo bien, de todo mal, de todo,
A arrojarnos en el mismo silencio,
A inclinarnos sobre la misma fuente
Para vernos y vernos
Mutuamente espiados en el fondo,
Temblando desde el agua,
Descubriendo, pretendiendo alcanzar
Quién eras tu detrás de esa cortina,
Quién era yo detrás de mí.

Y todavía no hemos visto nada.
Espero que alguien venga, inexorable,
Siempre temo y espero,
Y acabe por nombrarnos en un signo,
Por situarnos en alguna estación
Por dejarnos allí, como dos gritos
De asombro.

Pero nunca será. Tú no eres ésa,
Yo no soy ése, ésos, los que fuimos
Antes de ser nosotros.
Eras, si, pero ahora
Suenas un poco a mí.
Era, si, pero ahora
Tengo un poco de tí.
No demasiado, solamente un toque,
Acaso un leve rasgo familiar,
Pero que fuerce a todos a abarcarnos
A tí y a mí cuando nos piensen solos.

2

Hemos llegado al crepúsculo neutro
Donde el día y la noche se funden y se igualan.
Nadie podrá olvidar este descanso.
Pasa sobre mis párpados el cielo fácil
A dejarme los ojos vacíos de ciudad.
No pienses ahora en el tiempo de agujas,
En el tiempo de pobres desesperaciones.
Ahora sólo existe el anhelo desnudo,
El sol que se desprende de sus nubes de llanto,
Tu rostro que se interna noche adentro
Hasta sólo ser voz y rumor de sonrisa.

3

Puedes querer el alba
cuando ames.
Puedes
venir a reclamarte como eras.
He conservado intacto tu paisaje.
Lo dejaré en tus manos
Cuando éstas lleguen, como siempre,
Anunciándote,
Puedes
Venir a reclamarte como eras.

Aunque ya no seas tú.
Aunque mi voz te espere
Sola en su azar
Quemando,
Y tu sueño sea eso y mucho más.

Puedes amar el alba
Cuando quieras.
Mi soledad ha aprendido a ostentarte.
Esta noche, otra noche
Tú estarás
Y volverá a gemir el tiempo giratorio,
Y los labios dirán
Esta paz ahora, esta paz ahora.
Ahora puedes venir a reclamarte,
Penetrar en tus sábanas de alegre angustia,
Reconocer tu tibio corazón sin excusas,
Los cuadros persuadidos,
Saberte aquí.

Habrá para aprender otra piedad
Y el momento del sueño y el amor
Que aquí permanecieron.
Esta noche, otra noche
Tú estarás
Tibia, estarás al alcance de mis ojos,
Lejos ya de la ausencia que no nos pertenece.
He coservado intacto tu paisaje
Pero no sé hasta dónde está intacto sin tí,
Sin que tú le prometas horizontes de niebla,
Sin que tú le reclames su ventana de arena.

Puedes querer el alba cuando ames.
Debes venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú,
Aunque contigo traigas
Dolor y otros milagros.
Aunque seas otro rostro
De tu cielo hacia mí.

 

 

 

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Tengo una soledad tan concurrida 

 

Tengo una soledad
Tan concurrida
Tan llena de nostalgias
Y de rostros de vos
De adioses de hace tiempo
Y besos bienvenidos
De primeras de cambio
Y de último vagón

Tengo una soledad
Tan concurrida
Que puedo organizarla
Como una procesión
Por colores
Tamaños
Y promesas
Por época
Por tacto
Y por sabor

Sin un temblor de más
Me abrazo a tus ausencias
Que asisten y me asisten
Con mi rostro de vos

Estoy lleno de sombras
De noches y deseos
De risas y de alguna
Maldición

Mis huéspedes concurren
Concurren como sueños
Con sus rencores nuevos
Su falta de candor
Yo les pongo una escoba
Tras la puerta
Porque quiero estar solo
Con mi rostro de vos

Pero el rostro de vos
Mira a otra parte
Con sus ojos de amor
Que ya no aman
Como víveres
Que buscan a su hambre
Miran y miran
Y apagan mi jornada

Las paredes se van
Queda la noche
Las nostalgias se van
No queda nada

Ya mi rostro de vos
Cierra los ojos
Y es una soledad
Tan desolada.

 

 

 

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 La vida cotidiana es un instante

 

La vida cotidiana es un instante
De otro instante que es la vida total del hombre
Pero a su vez cuántos instantes no ha de tener
Ese instante del instante mayor

Cada hoja verde se mueve en el sol
Como si perdurar fuera su inefable destino
Cada gorrión avanza a saltos no previstos
Cómo burlándose del tiempo y del espacio
Cada hombre se abraza a alguna mujer
Como si así aferrara la eternidad

En realidad todas estas pertinacias
Son modestos exorcismos contra la muerte
Batallas perdidas con ritmo de victoria
Reos obstinados que se niegan
A notificarse de su injusta condena
Vivientes que se hacen los distraídos

La vida cotidiana es también una suma de instantes
Algo así como partículas de polvo
Que seguirán cayendo en un abismo
Y sin embargo cada instante
O sea cada partícula de polvo
Es también un copioso universo

Con crepúsculos y catedrales y campos de cultivo
Y multitudes y cópulas y desembarcos
Y borrachos y mártires y colinas
Y vale la pena cualquier sacrificio
Para que ese abrir y cerrar de ojos
Abarque por fin el instante universo
Con una mirada que no se avergüence
De su reveladora
Efímera
Insustituible
Luz.

 

 

 

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Todavía tengo casi todos mis dientes

 

Todavía tengo casi todos mis dientes
Casi todos mis cabellos y poquísimas canas
Puedo hacer y deshacer el amor
Trepar una escalera de dos en dos
Y correr cuarenta metros detrás del omnibús
O sea que no debería sentirme viejo
Pero el grave problema es que antes
No me fijaba en estos detalles.

 

 

 

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 Mi amigo que es poeta

 

Mi amigo
Que es un poeta
Convocó a los poetas.

Hay que escribir un poema
Sobre la bomba atómica
Es un horror
Nos dijo
Un horror horroroso
Es el fin
Es la nada
Es la muerte
Nos dijo
No es que te mueras solo
En tu cama
Rodeado
Del llanto y la familia
Del techo y las paredes
No es que llegue una bala
Perdida o encontrada
A cortarte el aliento
A meterse en tu sueño
No es que el cáncer te marque
Te perfore
Te borre
No es tu muerte
La tuya
La nada que ganaste

Es el aire viciado
Es la ruina de todo
Lo que existe
De todo
Nadie llorará a nadie
Nadie tendrá sus lágrimas

Y eso es lo más horrible
La muerte sin testigos
Sin últimas palabras
Y sin sobrevivientes
La muerte toda muerte
Toda muerte
¿Me entienden?
Hay que escribir un poema
Sobre la bomba atómica.

Quedamos en silencio
Con las bocas abiertas
Tragamos el terror
Como saliva helada
Luego nos fuimos todos
A cumplir la consigna.

Juro que lo he intentado
Que lo estoy intentando
Pero pienso en la bomba
Y el lápiz se me cae
De la mano.

No puedo.

A mi amigo el poeta
Le diré que no puedo.

 

 

 

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 Es una lástyima que no estés conmigo

 

Es una lástima que no estés conmigo
Cuando miro el reloj y son las cuatro
Y acabo la planilla y pienso diez minutos
Y estiro las piernas como todas las tardes
Y hago así con los hombros para aflojar la espalda
Y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
Cuando miro el reloj y son las cinco
Y soy una manija que calcula intereses
O dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
O un oído que escucha como ladra el teléfono
O un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
Cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte por sorpresa
Y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
Yo con la mancha roja de tus labios
Tú con el tizne azul de mi carbónico.

 

 

 

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Te propongo construir

 

Te propongo construir
Un nuevo canal
Sin excusas
Sin exclusas
Que comunique por fin
Tu mirada atlántica
Con mi natural
Pacífico.

 

 

 

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Podés querer el alba 

 

Podés querer el alba
Cuando quieras
He conservado intacto
Tu paisaje
Podés querer el alba
Cuando ames
Venir a reclamarte
Como eras
Aunque ya no seas vos
Aunque mi amor te espere
Quemándose en tu azar
Y tu sueño sea eso
Y mucho más
Esta noche otra noche
Aquí estarás
Y cuando gima el tiempo
Giratorio
En esta paz ahora
Dirás
Quiero esta paz
Ahora podés
Venir a reclamarte
Penetrar en tu noche
De alegre angustia
Reconocer tu tibio
Corazón sin excusas
Los cuadros
Las paredes
Saberte aquí
He conservado intacto
Tu paisaje
Pero no sé hasta dónde
Está intacto sin vos
Podés querer el alba
Cuando quieras
Venir a reclamarte
Como eras
Aunque el pasado sea
Despiadado
Y hostil
Aunque contigo traigas
Dolor y otros milagros
Aunque seas otro rostro
De tu cielo hacia mí.

 

 

 

 volver

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tus manos son mi caricia

 

Tus manos son mi caricia
Mis acordes cotidianos
Te quiero porque tus manos
Trabajan por la justicia
Si te quiero es porque sos
Mi amor, mi cómplice y todo
Y en la calle codo a codo
Somos mucho más que dos
Tus ojos son mi conjuro
Contra la mala jornada
Te quiero por tu mirada
Que mira y siembra futuro
Tu boca que es tuya y mía
Tu boca no se equivoca
Te quiero porque tu boca
Sabe gritar rebeldía
Si te quiero es porque sos
Mi amor mi cómplice y todo
Y en la calle codo a codo
Somos mucho más que dos
Y por tu rostro sincero
Y tu paso vagabundo
Y tu llanto por el mundo
Porque sos pueblo te quiero
Y porque amor no es aureola
Ni cándida moraleja
Y porque somos pareja
Que sabe que no está sola
Te quiero en mi paraíso
Es decir que en mi país
La gente vive feliz
Aunque no tenga permiso
Si te quiero es porque sos
Mi amor mi ccómplice y todo
Y en la calle codo a codo
Somos mucho mas que dos.

 

 

 

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 Ellos tienen razón

 

Ellos tienen razón
Esa felicidad
Al menos con mayúscula
No existe
Ah, pero si existiera con minúscula
Sería semejante a nuestra breve
Presoledad
Después de la alegría la presoledad
Después de la plenitud viene la soledad
Después del amor viene la soledad

Ya sé que es una pobre deformación
Pero lo cierto es que en ese durable minuto
Uno se siente solo en el mundo

Sin asideros
Sin pretextos
Sin abrazos
Sin rencores
Sin las cosas que unen o separan

Y en esa sola manera de estar solo
Ni siquiera uno se apiada de uno mismo
Los datos objetivos son como sigue

Hay diez centímetros de silencio
Entre manos y mis manos
Una frontera de palabras no dichas
Entre tus labios y mis labios
Y algo que brilla así de triste
Entre tus ojos y mis ojos
Claro que la soledad no viene sola

Si se mira sobre el hombro mustio
De nuestras soledades
Se verá un largo y compacto imposible
Un sencillo respeto por terceros y cuartos
Ese percance de ser buena gente

Después de la alegría
Después de la plenitud
Después del amor
Viene la soledad

Conforme
Pero
Qué vendrá después
De la soledad

A veces no me siento
Tan solo

Si imagino
Mejor dicho si sé
Que más allá del mi soledad
Y de la tuya
Otra vez estás vos
Aunque preguntándome a solas
Qué vendrá después
De la soledad.

 

 

 

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Varón urgente

 

Varón urgente
Hembra repentina

No pierdan tiempo
Quiéranse

Dejen todo en el beso
Palpen la carne nueva
Gasten el coito único
Destrúyanse

Sabiendo

Que el tiempo pasará
Que está pasando

Que ya ha pasado para
Los dos
Urgente viejo
Anciana repentina.

 

 

 

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Más de una vez me siento expulsado 

 

Más de una vez me siento expulsado.
Y con ganas
De volver al exilio que me expulsa
Y entonces me parece
Que ya no pertenezco a ningún sitio
A nadie

¿Será un indicio de que nunca más
Podré no ser un exiliado?

¿Qué aquí o allá o en cualquier parte
Siempre habrá alguien
Que vigile y piense
Éste a que viene?

Y vengo sin embargo
Tal vez a compartir cansancio y vertigo
Desamparo y querencia
También a recibir mi cuota de rencores
Mi reflexiva comisión de amor

En verdad a qué vengo
No lo sé con certeza
Pero vengo.

 

 

 

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Compañero remoto en tu fe de madera 

 

Compañero remoto en tu fe de madera
Alerta en la querella que no se desvanece
Trancurres por los sueños y el incierto futuro
Sin parpadear ni vernos/ custodio de la noche

Hacedores de inviernos y socorros mendigos
Legatarios de brumas y expiaciones
Se borran y te borran del próximo presagio
Dictándote el olvido y olvidándote

De poco y nada sirven los residuos
De las dulzuras o de las borrascas
Pero aun así proteges tu dolor bajo llave
Igual han de llegarte mi alarma y mi consuelo

Compañero de olvido/ en el olvido
Estamos recordándonos/ sabiéndonos
Solidarios sin nombre/ solitarios
De uno a uno o en montón pero insepultos

Compañero de olvido/ no te olvido
Tus tormentos asoman en mis sienes blancuzcas
El mundo cambia pero no en mi mano
Ni aunque dios nos olvide/ olvidaremos.

 

 

 

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Porque te tengo y no 

 

Porque te tengo y no
Porque te pienso
Porque la noche está de ojos abiertos
Porque la noche pasa y digo amor
Porque has venido a recoger tu imagen
Y eres mejor que todas tus imágenes
Porque eres linda desde el pie hasta el alma
Porque eres buena desde el alma a mí
Porque te escondes dulce en el orgullo
Pequeña y dulce
Corazón coraza

Porque eres mía
Porque no eres mía
Porque te miro y muero
Y peor que muero
Si no te miro amor
Si no te miro

Porque tú siempre existes dondequiera
Pero existes mejor donde te quiero
Porque tu boca es sangre
Y tienes frío
Tengo que amarte amor
Tengo que amarte
Aunque esta herida duela como dos
Aunque te busque y no te encuentre
Y aunque
La noche pase y yo te tenga
Y no.

 

 

 

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 Hoy tu tiempo es real

 

Hoy tu tiempo es real, nadie lo inventa
Y aunque otros solviden tus festejos
Las noches sin amos quedaron lejos
Y lejos el pesar que desalienta

Tu edad de otras edades se alimenta
No importa lo que digan los espejos
Tus ojos todavía no están viejos
Y miran, sin mirar, más de la cuenta

Tu esperanza ya sabe su tamaño
Y por eso no habrá quien la destruya
Ya no te sentirás solo ni extraño

Vida tuya tendrás y muerte tuya
Ha pasado otro año, y otro año
Les has ganado a tus sombras, aleluya.

 

 

 

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Ustedes cuando aman 

 

Ustedes cuando aman
Exigen bienestar
Una cama de cedro
Y un colchón especial
Nosotros cuando amamos
Es fácil de arreglar
Con sábanas qué bueno
Sin sábanas da igual
Ustedes cuando aman
Calculan interés
Y cuando se desaman
Calculan otra vez
Nosotros cuando amamos
Es como renacer
Y si nos desamamos
No la pasamos bien
Ustedes cuando aman
Son de otra magnitud
Hay fotos chismes prensa
Y el amor es un boom
Nosotros cuando amamos
Es un amor común
Tan simple y tan sabroso
Como tener salud
Ustedes cuando aman
Consultan el reloj
Porque el tiempo que pierden
Vale medio millón
Nosotros cuando amamos
Sin prisa y con fervor
Gozamos y nos sale
Barata la función
Ustedes cuando aman
Al analista van
Él es quien dictamina
Si lo hacen bien o mal
Nosotros cuando amamos
Sin tanta cortedad
El subconsciente piola
Se pone a disfrutar
Ustedes cuando aman
Exigen bienestar
Una cama de cedro
Y un colchón especial
Nosotros cuando amamos
Es fácil de arreglar
Con sábanas qué bueno
Sin sábanas da igual.

 

 

 

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Puedo reconciliarme con la luna tediosa

 

Puedo reconciliarme
Con la luna tediosa y congelada
Con la puerilidad de los profetas
Con el viejo sudario del crepúsculo

Puedo reconciliarme
Con el milagro de las pesadillas
Con el recodo del triste invierno
Con la cursilería del laúd

Pero nunca podré reconciliarme
Con los buhoneros de la muerte
Los cascabeles del olvido
Los sicofantes de mi pánico

Nunca podré reconciliarme
Con los depredadores de mi gente
El aguinaldo de los delatores
La desmemoria de los fusileros.

 

 

 

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 Una mujer desnuda y en lo oscuro

 

Una mujer desnuda y en lo oscuro
Tiene la claridad que nos alumbra
De modo que si ocurre un desconsuelo
Un apagón o una noche sin luna
Es conveniente y hasta imprecindible
Tener a manor una mujer desnuda

Una mujer desnuda y en lo oscuro
Genera un resplandor que da confianza
Entonces dominguea el almanaque
Vibran en su rincón las telarañas
Y los ojos felices y felinos
Miran y de mirar nunca se cansan

Una mujer desnuda y en lo oscuro
Es una vocacion para las manos
Para los labios es casi un destino
Y para el corazón un despilfarro
Una mujer desnuda es un enigma
Y siempre es una fiesta descifrarlo

Una mujer desnuda y en lo oscuro
Genera una luz propia y nos enciende
El cielo raso se convierte en cielo
Y es una gloria no ser inocente
Una mujer herida o vislumbrada
Desvaratada por una vez la muerte.

 

 

 

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¿Y si Dios fuera mujer? 

 

¿Y si dios fuera mujer?
Pregunta juan sin inmutarse

Vaya vaya si dios fuera mujer
Es posible que agnósticos y ateos
No dijéramos no con la cabeza
Y dijéramos sí con las entrañas

Tal vez nos acercáramos a su divina
Desnudez
Para besar sus pies no de bronce
Su pubis no de piedra
Sus pechos no de mármol
Sus labios no de yeso

Si dios fuera mujer la abrazaríamos
Para arrancarla de su lontananza
Y no habría que jurar
Hasta que la muerte nos separe
Ya que sería inmortal por antonomasia
Y en vez de transmitirnos sida o pánico
Nos contagiaría su inmortalidad

Si dios fuera mujer no se instalaría
Lejana en el reino de los cielos
Sino que nos aguardaría en el zaguán del
Infierno
Con sus brazos no cerrados
Su rosa no de plástico
Y su amor no de ángeles

Ay dios mío dios mío
Si hasta siempre y desde siempre
Fueras una mujer
Qué lindo escándalo sería
Qué venturosa espléndida imposible
Prodigiosa blasfemia.

 

 

 

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 Un viento misionero sacude las ventanas

 

Un viento misionero sacude las ventanas
No sé qué jueves trae
No sé qué noche lleva
Ni siquiera el dialecto que propone

Creo reconocer endechas rotas
Trocitos de hurras
Y batir de palmas
Pero todo se mezcla en un aullido
Que también puede ser deleite o salmo

El viento bate franjas de aluminio
Llega de no sé donde a no sé donde
Y en ese rumbo enigma soy apenas
Una escala precaria y momentánea

No abrazo hospitalidad
No ofrezco resistencia
Simplemente lo escucho
Arrinconado
Mientras en el recinto vuelan nombre
Papeles y cenizas

Después se posarán en una baldosa
En su alegre centímetro
En su lástima
Ahora vuelan como barriletes
Como murciélagos como hojas

Lo curioso lo absurdo es que a pesar
De que aguardo mensajes y pregones
De todas las memorias y de todos
Los puntos cardinales

Lo raro lo increíble es que a pesar
De mi desamparada expectativa

No sé qué dice el viento del exilio.

 

 

 

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 Soñamos juntos

 

Soñamos juntos
Juntos despertamos
El tiempo hace o deshace
Mientras tanto
No le importan tu sueño
Ni mi sueño
Somos torpes
O demasiado cautos
Pensamos que no cae
Esa gaviota
Creemos que es eterno
Este conjuro
Que la batalla es nuestra
O de ninguno
Juntos vivimos
Sucumbimos juntos
Pero esa destrucción
Es una broma
Un detalle una ráfaga
Un vestigio
Un abrirse y cerrarse
El paraíso
Ya nuestra intimidad
Es tan inmensa
Que la muerte la esconde
En su vacío
Quiero que me relates
El duelo que te callas
Por mi parte te ofrezco
Mi última confianza
Estás sola
Estoy solo
Pero a veces
Puede la soledad
Ser
Una llama.

 

 

 

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 La muerte va al encuentro de la infancia

 

La muerte va al encuentro de la infancia
La prepara la educa la adoctrina
Le enseña tantas fábulas
Como hilachas da el magma del azar

La lleva ante el espejo catequista
Para que él la transforme
De ufana en taciturna

La muerte va al encuentro de la infancia
Y cuando al fin la forma
La alienta la organiza
La pule le da rumbo

La infancia va al encuentro de la muerte.

 

 

 

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 Defender la alegría como una trinchera

 

Defender la alegría como una trinchera
Defenderla del escándalo y la rutina
De la miseria y los miserables
De las ausencias transitorias
Y las definitivas
Defender la alegría como un principio
Defenderla del pasmo y las pesadillas
De los neutrales y de los neutrones
De las dulces infamias
Y los graves diagnósticos
Defender la alegría como una bandera
Defenderla del rayo y la melancolía
De los ingenuos y de los canallas
De la retórica y los paros cardiacos
De las endemias y las academias
Defender la alegía como un destino
Defenderla del fuego y de los bomberos
De los suicidas y los homicidas
De las vacaciones y del agobio
De la obligación de estar alegres
Defender la alegría como una certeza
Defenderla del óxido y de la roña
De la famosa pátina del tiempo
Del relente y del oportunismo
De los proxenetas de la risa
Defender la alegría como un derecho
Defenderla de dios y del invierno
De las mayúsculas y de la muerte
De los apellidos y las lástimas
Del azar
Y también de la alegría.

 

 

 

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