La naturaleza, como el destino tiene reglas inmutables y ritmo constante. Intentar oponerse a un ciclo natural conducirá a un fracso estrepitoso. La persona tozuda y obstinada que intente cambiar el orden de los acontecimientos lo lamentará.
La naturaleza, como el destino tiene reglas inmutables y ritmo constante. Intentar oponerse a un ciclo natural conducirá a un fracso estrepitoso. La persona tozuda y obstinada que intente cambiar el orden de los acontecimientos lo lamentará.
|
|
|
|