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28 de octubre de 2003

SI ELLOS LO DICEN...

RABINO DE ROMA: CON ESTE PAPA, HAY UNA 
NUEVA RELACIÓN ENTRE CATÓLICOS Y JUDÍOS

Ricardo Segni hace un balance
de estos 25 años de pontificado

   ROMA, 28 octubre 2003 (ZENIT.org).- Con el pontificado de Juan Pablo II se ha abierto una nueva era de relaciones entre católicos y judíos, constata el rabino jefe de Roma.

   Nacido en 1949, casado y padre de tres hijos, médico especialista en Radiología en el Hospital San Juan de Roma, Riccardo di Segni asumió el cargo a inicios de 2002, en sustitución de Elio Toaff, que había desempeñado esa actividad, durante 50 años.

   «No ha habido un Papa en la historia que haya promovido tan buenas relaciones entre el judaísmo y la Iglesia católica como Juan Pablo II. Desde nuestro punto de vista, nos encontramos ante situaciones no comunes en la historia de la Iglesia y de sus relaciones con la comunidad judía», afirma Di Segni en esta entrevista concedida a Zenit al concluir las celebraciones del vigesimoquinto aniversario de este pontificado.

   --¿Cómo ha cambiado Juan Pablo II las relaciones entre católicos y judíos?

   --Rabino Segni: En la historia se han dado diversos problemas en el diálogo judeocristiano, especialmente los prejuicios en relación con los judíos. Durante siglos hemos percibido que se daba una desconfianza, alimentada por ideologías y viejas costumbres. Este tipo de acercamiento a la diversidad judía ha sido desmantelado por una serie de gestos de Juan Pablo II, antes incluso que por sus discursos.

   Me refiero, en particular, a la visita del Papa a la Sinagoga de Roma y a la visita al Muro de las Lamentaciones de Jerusalén.

   Juan Pablo II ha cancelado los sentimientos de desprecio y ha instaurado una relación basada en el respeto y la dignidad recíproca.

   --Cristianos y judíos comparten muchos valores…

   --Rabino Segni: Esto depende del hecho de que son dos religiones que nacen de la Biblia. La tradición bíblica subraya la importancia de la dignidad y de la vida del hombre, el sentido que la vida debe tener un ideal, el sentido de la solidaridad social. Se trata de valores fundamentales. Valores bíblicos que son intrínsecos y compartidos por judíos y cristianos. Desde este punto de vista, estos dos mundos siempre se han encontrado e incluso imitado, con frecuencia en un círculo virtuoso.

   --¿Cuál es su juicio sobre este pontificado?

   --Rabino Segni: Positivo, aunque se mantienen en pie aspectos problemáticos de orden teológico. Ciertamente en este pontificado hemos llegado a un pleno respeto de la dignidad humana y de las tradiciones religiosas, pero en otras cuestiones la discusión sigue abierta.

   --¿Cómo calificaría este pontificado?

   --Rabino Segni: Juan Pablo II ha sido capaz de dar una gran imagen positiva de su obra y de lo que hace la Iglesia. No sé hasta qué punto los fieles acogen sus exhortaciones con suficiente responsabilidad.

   --¿Qué quiere decir?

   --Rabino Segni: La mayor parte de las personas siente una extraordinaria admiración por este Papa, que tiene un gran impacto personal. Un impacto mediático, por lo que ha tenido que soportar, el sufrimiento, la capacidad que tiene para mover a centenares de millones de personas en torno a sus iniciativas.

   Pero no sé cómo cambia esto en el comportamiento de las personas. No sé cuántas personas comparten, por ejemplo, su oposición al divorcio, o la no aceptación de ciertos comportamientos sexuales, como indica la moral católica.

   --Defensa de la vida, oposición a la eutanasia, defensa de la dignidad de la persona y de los derechos humanos, son temas que para ustedes son muy importantes…

   --Rabino Segni: Por lo que se refiere a la oposición a la eutanasia, nuestra posición es parecida a la de la Iglesia católica, mientras que tenemos posiciones diferentes en lo que los católicos entienden por defensa de la vida. No es que no defendamos a la vida naciente, sino que, según la teología judía, el inicio de la vida es reglamentado jurídicamente con criterios diferentes a los que proclama la Iglesia católica, con todo el respeto de lo que afirma la Iglesia. Por tanto, las posiciones doctrinales no están totalmente en la misma línea.

   Por lo que se refiere a los derechos humanos de la persona sentimos el máximo respeto.

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