¡SOMOS CATÓLICOS!

 
ÍNDICE NOTICIAS ARCHIVOS GALERÍA
DE FOTOS
PREGUNTAS FRECUENTES
a
 

.

BENEDICTO XVI VE AL CONCILIO VATICANO II
COMO UNA REFORMA SIN RUPTURA

   Benedicto XVI reivindicó ayer una interpretación no rupturista del concilio Vaticano II, de cuya clausura se ha celebrado este año el 40. º aniversario, en un largo y densísimo discurso a la curia romana durante el tradicional intercambio de felicitaciones navideñas. El Papa - que empleó casi una hora en leer el texto ante cardenales y obispos en la sala Clementina del palacio Apostólico- argumentó que el Vaticano II debería ser la base para la renovación de la Iglesia católica, pero que en su día fue analizado como un acontecimiento rompedor, lo cual ha creado confusión entre los fieles.

   Según Joseph Ratzinger, la confusión en torno a los resultados del Vaticano II - asamblea convocada por Juan XXIII y cllausurada por Pablo VI, que se desarrolló entre 1962 y 1965- nace del choque de dos hermenéuticas (interpretaciones) contrarias: "La hermenéutica de la discontinuidad y de la ruptura,que contó con frecuencia con la simpatía de los medios de comunicación y de una parte de la teología moderna", y "la hermenéutica de la reforma, de la renovación en la continuidad del único sujeto-Iglesia". La primera interpretación, arguye el Pontífice, "corre el riesgo de terminar en una ruptura entre Iglesia preconciliar e Iglesia posconciliar", mientras que la segunda, la de la reforma, asegura la continuidad al enlazar con la trayectoria anterior de la Iglesia católica.

   La visión "rupturista" del Vaticano II ha sido muy difundida entre teólogos del ala eclesial progresista, sobre todo en la época del mayo del 68, y muy poco amada por la corriente conservadora. De hecho, el propio Ratzinger simpatizaba en aquellos años con ese ala renovadora, junto al teólogo suizo Hans Küng, disidente en tiempos de Juan Pablo II, y a quien el actual Pontífice recibió el pasado septiembre. Ayer en su discurso navideño - cita a la que acude por primera vez, y en la que los Papas suelen hacer balance del año transcurrido- Benedicto XVI recordó que ya Pablo VI había dicho que "el concilio debía determinar de forma nueva la relación entre la Iglesia y la edad moderna".

   Según Joseph Ratzinger, eso se traduce en tres cuestiones: relación entre fe y ciencia, relación entre Iglesia y Estado moderno (en especial, el problema de la libertad religiosa), y relación entre Iglesia y fe de Israel.

   "Los que esperaban que con este sí fundamental (de la Iglesia católica) a la edad moderna todas las tensiones se aflojasen y la ´apertura hacia el mundo´ transformase todo en armonía pura habían concedido poca importancia a las tensiones interiores y a las contradicciones de la misma edad moderna", puntualizó el Papa, en alusión implícita a las controversias que periódicamente sacuden la relación entre la Iglesia católica y la sociedad, el Estado y la ciencia: divorcio, aborto, homosexualidad, libertad religiosa, investigación con embriones, Dios en la esfera pública... Al final, resumió el Pontífice, "el paso dado por el concilio hacia la edad moderna (...) pertenece en definitiva al problema perenne de la relación entre fe y razón, que se presenta siempre en formas nuevas", y los católicos deberían leerlo "guiados por una justa hermenéutica", que Benedicto XVI ve de reforma, no de ruptura.