El dysangelium(1) según Antonio Baseotto

Antonio Baseotto

Odio a la libertad

Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo.

Voltaire

Los italianos tienen una gran deuda respecto a la Iglesia de Roma. Merced a su ejemplo perdimos la verdadera religión convirtiéndonos en unos completos descreídos. Es norma que cuanto más cerca se halla una nación de la curia romana, tanto menos religión posee.

Nicolás Maquiavelo

No soy católico, mis padres si lo son, toda mi familia lo es y lo ha sido. A pesar de no ser ateo,  jamás pude creer una palabra de lo que dicen los sacerdotes de este credo. No puedo creer en quienes han atacado la libertad de las personas al menos desde el siglo IV y continúan haciéndolo. Lo que aquí voy a escribir puede molestar a muchos. Yo no odio a los católicos. Ciertamente no me gusta su jerarquía sacerdotal en términos generales, pero puedo reconocer que muchos sacerdotes son buenas personas y no son justas para ellos muchas de las afirmaciones que haré en este artículo. No es a estos últimos a quienes las dirijo. Esto no constituye una advertencia para que el artículo no sea leído, por el contrario deseo que lo lean y que en lugar de ofenderse reflexionen sobre el. Que lo refuten si así lo desean, no soy yo el que afirma tener la revelación divina acerca de "la verdad". No deseo tampoco atacar la libertad religiosa de nadie, sólo exijo que no arrebaten mi libertad en nombre de la religión. Soy partidario de una total separación de la Iglesia y el Estado. Creo que las razones de esto quedaran claras a lo largo de este texto

Hace poco tiempo una exposición del artista León Ferrari fue levantada por presiones de la Iglesia Católica. Nos privaron a todos de la posibilidad de elegir ver la exposición. Se habló de una campaña de desprestigio contra la Iglesia Católica. Yo afirmo que dicha campaña existe efectivamente, pero no es organizada por León Ferrari sino por los propios sacerdotes católicos. Son ellos los que desprestigian a su Iglesia y a Dios mismo desde hace al menos mil setecientos años. La actitud anticlerical de Ferrari no es parte de dicha campaña sino un efecto de ella. Si la imagen de Jesús es asociada con un avión de combate, con Videla, o con Hitler; esto no es culpa del artista, ni de Jesús, sino de los propios cristianos (los católicos en ocasiones) que utilizaron su nombre para cometer todo tipo de atrocidades. Sospecho que no es a Cristo a quien critica Ferrari sino a la Iglesia. La clausura de su exposición será una nueva inspiración para otras obras similares.

Aún estaba furioso con la Iglesia por esto cuando, el 19 de febrero del 2005, pude leer en el diario lo siguiente:

LE ENVIÓ UNA DURÍSIMA CARTA A GINES GONZÁLEZ GARCÍA
El obispo castrense dijo que el ministro de Salud merecería ser "tirado al mar"

Monseñor Antonio Baseotto criticó al funcionario por su defensa del aborto. Y por la campaña oficial de reparto de preservativos para la prevención del SIDA.

El obispo castrense monseñor Antonio Baseotto, acusó al ministro de Salud argentino, Ginés González García, de apología del delito por propiciar la 'multiplicación' de los abortos en el país y sugirió, con una cita evangélica, que merecería que 'le cuelguen una piedra de molino al cuello y lo tiren al mar' por repartir preservativos entre los jóvenes.

La primera pregunta era evidente: ¿Cómo puede alguien propiciar la multiplicación de abortos repartiendo preservativos? Aunque los preservativos no posean un cien por ciento de efectividad, su uso tiende a disminuir los embarazos no deseados y por ende los abortos además de reducir sustancialmente el riesgo de contraer SIDA y otras enfermedades. La realidad es que la mayoría de los adolescentes comienzan a tener relaciones sexuales aproximadamente a los catorce años de edad. Lo grave es que lo hacen sin una adecuada preparación ni información alguna sobre los métodos anticonceptivos. Y esto se debe a las presiones de la Iglesia. 

Continúe la lectura:

'La multiplicación de los abortos que usted propicia con fármacos conocidos como abortivos es apología del delito de homicidio', le recordó el prelado en una carta dirigida al funcionario tras leer una entrevista periodística en la que se manifestaba a favor de despenalizar el aborto.

Monseñor Baseotto le reconoció en la misiva que 'cuando usted repartió públicamente profilácticos a los jóvenes, recordaba el texto del Evangelio donde nuestro Señor afirma que 'los que escandalizan a los pequeños merecen que le cuelguen una piedra de molino en el cuello y lo tiren al mar'.

Busqué en la Biblia la cita. Puede hallarse en cualquiera de los evangelios sinópticos(2), por ejemplo en Mateo 18:6:

 18:6 Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en lo profundo del mar.

A esta altura comencé a preguntarme si Jesús tenía en mente al decir estas palabras el reparto de preservativos del ministro, o los frecuentes abusos sexuales a menores ocasionados por sacerdotes católicos.

No me agrada este gobierno, sin embargo no puedo menos que defender al ministro en este caso. Cuando una persona como Baseotto ataca, lo atacado por él se hace por esto mismo distinguido. Es un honor para  Ginés González García tener contra sí a este individuo. 

Propiciar un cambio en la legislación  no es apología del delito. Si alguien incitara a la población a incumplir una ley, esto sería apología del delito. Por ejemplo, si alguien propusiera no pagar un impuesto, esto sería apología del delito, pero propiciar una ley que derogue dicho impuesto no lo sería. El ministro no instigó a nadie a que realice un aborto, simplemente porque nadie está "a favor del aborto", sino a favor de su despenalización que es algo bien distinto. Todos deseamos que se terminen los abortos y por supuesto ninguna mujer desea pasar por una situación así. El punto es que discrepamos radicalmente en como lograr ese objetivo común. Asimismo algunos piensan que hay que prohibir todos los abortos, otros que la practica del aborto debe permitirse en forma restrictiva, mientras que otros abogan por la despenalización total. Que el ministro pretenda despenalizar el aborto no significa que lo apruebe ni que admita que es moral en todos los casos, sólo es una manera de reconocer que es más prudente para una sociedad autorizarlo que prohibirlo. La prohibición nunca hará desaparecer el aborto; sólo puede llevarlo a la clandestinidad y convertirlo en un  riesgo letal. Ginés González García sólo manifestó su opinión acerca de como debería ser la ley.  

Examinando bien la cita, uno se da cuenta de inmediato que no son las palabras del ministro una apología del delito de homicidio, pero si las del sacerdote.  Por otro lado, teniendo en cuenta la historia argentina de los últimos treinta años, las relaciones que algunos sectores de la Iglesia mantuvieron con la última dictadura militar y que Baseotto es el obispo castrense, es fácil asociar esta cita bíblica con los llamados "vuelos de la muerte", cuando detenidos durante la última dictadura eran arrojados al mar desde aviones. Más aún, en agosto de 2000 el ex marino Adolfo Scilingo reveló que la eliminación de detenidos políticos en “vuelos de la muerte” tuvo el apoyo “de monseñor Adolfo Tortolo, el vicario castrense, y otros altos sacerdotes”. Lamentablemente, este tipo de pensamiento florece en algunos sectores de la Iglesia Católica. Un tipo de pensamiento que no tolera la diferencia de opinión, no soporta el enfrentamiento, no se dialoga y no se intercambia. Simplemente se impone. 

No se puede escuchar el discurso de Baseotto sin sentir predilección por lo que en el resulta maltratado.

El aborto

Para no eludir el tema, si bien no es el objetivo de esta nota hablar del aborto y no soy la persona más adecuada para tratar algo tan complejo, diré que yo soy partidario su despenalización. La principal resistencia a la despenalización del aborto proviene de convicciones religiosas y no morales por lo que debe tenerse en cuenta que las ideas religiosas no deben influir en el contenido del orden jurídico. Los legisladores no deben seguir rigiéndose por presuntas "leyes divinas" que no son otra cosa que la ley de los sacerdotes. Deben apoyarse en la ciencia para definir los límites neurológicos de la vida consciente.

En todo el mundo, el mayor adversario de la liberalización de las leyes sobre el aborto es El Vaticano, sea frontalmente o por vía de sus organizaciones instrumentales, como las asociaciones "pro-vida". En Argentina y otros países de Latinoamérica, el peso de la Iglesia Católica impide impulsar un amplio debate público acerca de este tema.

Hay casos en los que es claramente necesario despenalizar el aborto y la oposición de ciertos sectores religiosos resulta completamente necia. El caso de los bebés anaencefálicos es uno de ellos, pues son bebés que nacen sin cerebro pero sí con el tronco encefálico; es por eso que estos bebés pueden permanecer vivos algún tiempo pero jamás pueden alcanzar el estado de conciencia. La legislación argentina no contempla estos casos adecuadamente. Los casos de violación tampoco son contemplados. Al ultraje físico y mental de que ha sido víctima una mujer violada, se le añade la afrenta de tener que cargar con el hijo del violador. La Iglesia afirma que es un grave pecado que una niña de doce años aborte tras haber sido violada, incluso si el violador es su mismo padre. 

En el año 1992, obligada a parir el fruto de una violación efectuada por el padre de su mejor amiga, una adolescente irlandesa amenazó con el suicidio y el Tribunal Supremo falló que el aborto es lícito si permite conjurar el riesgo de muerte de la mujer, incluido el suicidio. Pero aunque la sentencia lo permite, en Irlanda no se practican abortos porque el Colegio de Médicos lo impide, por lo cual las irlandesas tienen que viajar a Londres. Ese mismo año se realizó un referéndum y el pueblo aprobó el derecho a informarse sobre el aborto y a abortar fuera del país. Diez años después, en 2002, Irlanda votó que el riesgo de suicidio de la madre es una causa aceptable para permitir la interrupción del embarazo.

Tratar la problemática del aborto y decidir al respecto es, en todos los casos tomar una decisión respecto de la vida o la muerte. Ahora bien, una de las discusiones más clásicas a este respecto se sitúa en la controversia de si ese ser que puede morir a causa del aborto es o no persona, o es o no ser humano.  Es decir, este debate sobre el aborto, es interpretado como un debate acerca de si el feto es o no una persona. Esto puede ser irrefutable desde el punto de vista de la Iglesia Católica, pero no lo es desde un punto de vista científico. A la aceptación incuestionada del concepto de vida formulada desde la perspectiva católica actual se contrapone una perspectiva que toma en consideración otros elementos, como la calidad de vida, la responsabilidad individual y la libertad, y que se apoya en la diferencia entre la vida vegetativa y la vida consciente, basada en la actividad cerebral. Cabe destacar con respecto a esto que investigaciones llevadas a cabo demuestran que la “vida cerebro” (capacidad para la inteligencia humana) no se alcanza sino después de la vigésimo octava semana de vida fetal. 

La Iglesia enseña que el alma es infundida en el momento de la concepción, y una buena parte de los católicos piensa que esto es un artículo de fe. En realidad no es así. Ningún concilio se pronunció al respecto y ningún papa reivindicó su infalibilidad al pronunciarse sobre este tema. Hay una razón para ello: Durante mil cuatrocientos años, hasta finales del siglo XIX, todos los católicos, incluidos los papas, dieron por supuesto que el alma no es infundida en la concepción. En la antigüedad la Iglesia, asumiendo la primitiva embriología de Aristóteles, consideraba al aborto como un pecado por ser obra de fornicación y el adulterio, pero no como un homicidio (3)

Quienes argumentan en contra la despenalización del aborto señalan que después, de la fertilización del óvulo por el espermatozoide, queda constituido definitivamente un código genético, único que se diferencia de todos los demás, lo que no es discutible, pero ¿qué consecuencias morales pueden extraerse de ello?.

El desarrollo de un ser humano es un proceso gradual, si tomamos el huevo fertilizado, cigoto, inmediatamente después de la concepción es difícil sentirse perturbado por su muerte. El cigoto es una delgada esfera de células por lo que no seria posible que sintiera dolor, o fuera consciente de algo. Muchos cigotos fracasan al intentar implantarse en el útero, y son expulsados mediante el flujo, sin que la mujer advierta nada propio ¿por qué causaría entonces preocupación la remoción deliberada de un cigoto no querido? ¿por qué tiene un código genético? La humanidad en sentido genético no es condición suficiente para establecer que un ente es una persona especialmente cuando se esta interesado en determinar si ese ente es o no persona para derivar de este hecho importantes consecuencias morales. 

Hoy en día, la cuestión crucial sobre el aborto ha pasado de tratar de esclarecer la humanidad de los seres no nacidos a determinar quién decide si nacen o no. La alternativa se da entre quienes, sin asumir la responsabilidad de su crianza tienen poder para impedir o favorecer que se den esos nacimientos y quienes los tendrán que asumir afectiva y económicamente en el día a día. Como la consigna del Vaticano de aceptar "todos los hijos que Dios mande" no esta respaldada materialmente por ninguna instancia de la Iglesia católica, y como ningún estado garantiza tampoco las condiciones básicas para una vida digna  para esos hijos, ni está dispuesto a solventar los costos económicos que dicho anhelo requiere, tener o no tener esos hijos se vive como una decisión individual.

Mientras los curas se dedican a examinar la inmoralidad de las prácticas contraconceptivas, en las zonas más pobres del mundo proliferan la prostitución, el trato miserable a los niños y a las mujeres y los abusos sexuales. Mujeres que tienen más de siete hijos a los cuales no pueden sostener económicamente, ni afectivamente y mucho menos educar, niños desnutridos y analfabetos, reciben como respuesta por parte de la Iglesia y del Estado: Deus providebit (Dios proveerá).

En la actualidad ningún país cuenta con un sistema social que se haga cargo de todas las criaturas que nacen y al mismo tiempo, permita que los progenitores continúen su relación con ellas. Al gestar una criatura, hay que asumir en forma privada e individual su crianza, con algunos apoyos estatales en las sociedades desarrolladas que requieren alentar el crecimiento de su población. Pero no existe la opción de entregar a los hijos a una institución para que los alimente y los eduque, y que, al mismo tiempo permita a quienes lo gestaron sostener una relación afectiva con ellos. En los orfelinatos destinados a recoger criaturas huérfanas se encuentran muchas que han sido abandonadas.

En Occidente, los hijos son propiedad privada de los padres y, a excepción de unos cuantos interesantes experimentos de socialización-como los kibbutzim en Israel- el carácter "privado" de la crianza infantil ha marcado las políticas de reproducción de los estados. Como las consecuencias de reproducirse duran de por vida, las personas son cada vez más cautelosas en eso de tener hijos. Que la crianza sea una responsabilidad individual incide en la consideración del aborto como una decisión privada. Ningún estado tiene interés en asumir los costos sociales y económicos que significan criar hijos rechazados por sus progenitores. La liberalización de las legislaciones sobre la interrupción voluntaria del embarazo que ha tenido lugar en gran parte del mundo tiene que ver con el carácter privado de la responsabilidad sobre los hijos. A finales del siglo XX , un vistazo al panorama mundial en materia de reglamentaciones sobre la práctica del aborto permitía apreciar una tendencia mundial hacia la despenalización.

Lo cierto es que para evitar los abortos, lo mejor es prevenirlos, y la única forma de hacerlo es proporcionar una amplia educación sexual y una gran difusión de los métodos anticonceptivos. Sin embargo, la oposición de la Iglesia al uso de métodos anticonceptivos, está basada sobre todo en el rechazo del placer sexual por parte de esta institución. La Iglesia considera pecaminoso el sexo cuando no existe en el acto sexual posibilidad de procreación. Sólo considera lícito para el control de la natalidad el método cíclico "Porque no impide o pone en peligro la consumación del acto natural y sus ulteriores consecuencias naturales", según las palabras de Pío XII.

Es a través de los pecados que los sacerdotes manipulan el poder. Exigiendo la virtud de que ellos mismos son capaces, se dan grandes aires de luchar por la virtud. Dicen glorificar a Dios cuando en realidad solo se glorifican a ellos mismos. Cuando todas las cosas naturales de la vida quedan reglamentadas por la religión, el sacerdote se hace indispensable. La oposición de la Iglesia a la utilización de métodos anticonceptivos no se debe a un afán por  de proteger a la vida sino una actitud criminal e irresponsable, a un sentimiento de desprecio por el placer, por la vida y por la humanidad misma. A partir de esto puede considerarse a la Iglesia Católica como promotora del aborto.

La Iglesia Católica condena a quien realiza un aborto, al mismo tiempo boicotea las soluciones para evitar su difusión. Impide la educación sexual proponiendo en su lugar una ridícula forma de adoctrinamiento moral.  Es mojigata e hipócrita en el manejo de los valores morales, promueve la reproducción , pero se pone del lado de los poderosos que reparten en forma injusta los alimentos y los recursos para el desarrollo. Eleva  a niveles de idealización heroica a muchas mujeres, pero relega y condena sus derechos más elementales e íntimos.

Odio a la vida

Lo maravilloso de la guerra es que cada jefe de asesinos hace bendecir sus banderas e invocar solemnemente a Dios antes de lanzarse a exterminar a su prójimo.

Voltaire

Los que dicen que soy hipócrita, que cómo puede comulgar, y esas cosas... No hay contradicción en mí. No hay dualidad en absoluto. Esto daría para hablar toda una tarde, es una cuestión filosófica. Yo digo que soy religioso y no creo ser hipócrita. No es contradictorio lo que la religión me impone y el deber que el Estado me imponía.

Jorge Rafael Videla

Cristo en la cruz. Desordenadamente 
piensa en el reino que tal vez lo espera, 
piensa en una mujer que no fue suya. 
No le está dado ver la teología, 
la indescifrable Trinidad, los gnósticos, 
las catedrales, la navaja de Occam, 
la púrpura, la mitra, la liturgia, 
la conversión de Guthrum por la espada, 
la Inquisición, la sangre de los mártires;
las atroces Cruzadas, Juana de Arco, 
el Vaticano que bendice ejércitos. 

Del poema "Cristo en la cruz" de Jorge Luis Borges 

El derecho a la vida siempre debe ser tenido en cuenta. Por eso, con el criterio utilizado por la Iglesia para prohibir el aborto, la guerra también debería ser prohibida pues conduce inevitablemente a la muerte. Así la Iglesia, como en el caso del aborto, tendría que defender este derecho reclamando a los militares católicos el abandono de esta profesión bajo pena de excomunión. Los primeros cristianos se opusieron a las luchas de gladiadores, y para ellos la vocación militar también estaba prohibida. Cuando Constantino derrotó a Majencio en el puente Milvio bajo el signo de Cristo, todo cambió. A partir de ese momento los cristianos participaron del poder establecido con propiedades y una posición para defender. Mientras que hacia el año 175 no había un sólo soldado cristiano en el ejército romano, en 416, por un edicto de Teodosio, solamente a los cristianos les estaba permitido alistarse. Antonio Baseotto es obispo castrense y también es conocido por haber procurado garantizar la impunidad para los crímenes cometidos por los militares durante la dictadura. Para los primitivos cristianos no cabría imaginar mayor blasfemia ¿Cómo se defiende el derecho a la vida reclamando que hundan a un hombre en lo profundo del mar?

Poco tiempo después de que los diarios dieran a conocer estas declaraciones, el gobierno solicitó al Vaticano la destitución de Baseotto, y los diarios revelaron otro hecho sumamente grave que involucraba a este obispo. La solicitud fue apoyada por la DAIA, pues entre los antecedentes de Baseotto, se encontraba el haber hecho declaraciones antisemitas el 27 de julio de 1986, cuando aún no era obispo, en una columna televisiva en Santiago del Estero que suscitaron en aquel momento estupor y una suerte de disculpas del secretariado general del Episcopado. En aquella ocasión, Baseotto dijo que la mayoría de la comunidad judía se dedica "con mucha habilidad y muchísimas veces con muy pocos principios morales a grandes negocios". Añadió que "no le importa con qué medio se enriquece. Y si la pornografía es buen negocio, vende pornografía. Y si la droga es buen negocio, vende droga, y si para ganar más conviene chantajear, chantajea."

Aunque Juan Pablo II pidió perdón por las atrocidades cometidas por los cristianos contra los judíos e indicó claramente que el antisemitismo constituye un grave pecado, durante su pontificado Baseotto fue nombrado obispo. Recordemos también que los cristianos, solían justificar sus actos criminales contra los judíos con estos dos versículos del evangelio según San Mateo(4)  

27:24 Entonces Pilato, viendo que nada adelantaba, sino que más bien se promovía tumulto, tomó agua y se lavó las manos delante de la gente diciendo: "Inocente soy de la sangre de este justo. Vosotros veréis."
27:25 Y todo el pueblo respondió: "¡Su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!"

Baseotto se dice cristiano, pero de esta forma insultó a Jesús que era judío. No puede sorprender entonces que bajo este tipo de guía espiritual la plaga del antisemitismo se haya esparcido en nuestras fuerzas  armadas. 

Hay abundantes testimonios del apoyo que en el pasado brindaron obispos castrenses a golpes de estado y dictaduras militares. Se ha señalado que el vicario castrense monseñor Tortolo, confesor de la madre de Videla, también visitaba a Isabel para sugerirle la resignación cristiana del poder. Para evocar el clima de colaboración entre la dictadura y el obispado es interesante reproducir algunas declaraciones de aquel tiempo:

Desde luego, en diferentes niveles del servicio religioso castrense y policíacos han salido a la luz casos de participación en los crímenes de la dictadura, como el del ex-capellán de la policía de la provincia de Buenos Aires, Christian Von Wernich, detenido en 2003 por complicidad con los crímenes cometidos por el gobierno militar de 1976 a 1983, acusado de "privación ilegal de la libertad, torturas y participación en homicidio calificado".

Tampoco nos podemos sorprender por esto. El Vaticano hizo una alianza con la Casa Blanca y el Pentágono para destruir al marxismo y al comunismo, arrasando con todo lo que se asemejara o pareciera asemejarse a esas doctrinas. Mucho se han destacado los discursos de Juan Pablo II en contra del flagelo de la pobreza sin embargo una de las más reconocidas “obras” de Karol Wojtytla fue la persecución de la llamada Teología de la Liberación y el alineamiento de los obispos, sacerdotes y monjas que trabajan en América Latina, con la doctrina oficial emanada de la Santa Sede y, particularmente, de la cabeza del actual papa Joseph Ratzinger, por entonces jefe de la Inquisición, hoy llamada eufemísticamente Congregación de la Doctrina de la Fe. La teología de la liberación buscaba justamente comunicar a la conciencia cristiana que ante la pobreza y sus causas no se puede ser indiferente, y que los cristianos no pueden permanecer pasivos ante la misma. La Iglesia Católica, le dio un sustento ético y religioso al comportamiento opresivo de las oligarquías latinoamericanas que se han enriquecido como nunca antes en nuestra región. Hoy, gracias la conducción de la Iglesia Católica, los grupos privilegiados de América Latina, encuentran consuelo y legitimidad moral en su accionar.

Juan Pablo II con Ronald Reagan

Videla, un verdadero católico
Cuide su monitor

Juan Pablo II con George Bush Jr.

Por otra parte, los obispados militares plantean el problema de la presencia dentro de las fuerzas que salvaguardan la soberanía de los países de agentes que dependen de una institución extranacional poderosísima, que tiene su propia agenda política con proyectos de reformas legales contra el aborto, divorcio, etc, y que es la iglesia de Roma. 

Si en el pasado algunos prelados militares fueron amigos naturales de las dictaduras castrenses, bajo el pontificado de Juan Pablo II se han esforzado por apoyar movimientos pro-vida que a su vez obstaculizan cualquier avance en materia de salud sexual y reproductiva.

Odio al sexo

Una de las supersticiones del ser humano es creer que la virginidad es una virtud.

Voltaire

...la Iglesia previene hasta contra la limpieza (la primera medida tomada por los cristianos en España después de la expulsión de los moriscos fue la clausura de los baños públicos, de los cuales sólo en Córdoba había unos doscientos setenta)

Friedrich Nietzche

...¿Y no ha añadido un dogma de la inmaculada concepción? Pero de este modo ha maculado la concepción.

Friedrich Nietzche

Ser inmortal es baladí; menos el hombre, todas las criaturas lo son, pues ignoran la muerte; lo divino, lo terrible, lo incomprensible, es saberse inmortal. He notado que, pese a las religiones, esa convicción es rarísima. Israelitas, cristianos y musulmanes profesan la inmortalidad, pero la veneración que tributan al primer siglo prueba que sólo creen en el, ya que destinan todos los demás, en numero infinito, a premiarlo o a castigarlo.

Jorge Luis Borges

La nota continuaba así:

En cuanto a la prevención del SIDA, el obispo le señala: "Todos queremos que nadie sea aquejado por semejante enfermedad. Pero usted sabe, como lo sabe toda persona medianamente informada, que los poros del látex permiten el paso del virus. Y no son la barrera que tanto pregona la industria del látex, que mueve cifras millonarias".

Añade que "al facilitarle a los jóvenes e inducirlos a la vida sexual prematura de hecho los están induciendo a contagiarse de la enfermedad que dicen combatir ¿Por qué nunca dicen que ser casto, dueño de sí mismo, es el medio más eficaz de prevención? ¿No lo están haciendo ya los EE .UU., donde están de vuelta de esta libertad suicida?"

Decir que una persona que no tiene sexo, nunca va a contagiarse el SIDA por vía sexual es una obviedad. Lo que no dice Baseotto, pero esta suficientemente documentado, es la cantidad de enfermedades psicológicas, abortos y vidas arruinadas que han provocado sus ideas victorianas acerca de la sexualidad. 

Ningún método de prevención del SIDA es cien por ciento eficaz, pero los médicos han determinado que el uso del preservativo reduce considerablemente el riesgo de contagio. Una atrocidad similar a esta es practicada por los Testigos de Jehová, que consideran pecaminosas las transfusiones de sangre y con la aparición del SIDA encontraron un "argumento" para "justificar" su absurdo precepto. Resulta afortunado que Baseotto, que siempre esta ansioso por participar de las decisiones del gobierno en materia de salud publica, no haya recordado y sacado de contexto en medio de la epidemia de cólera este otro versículo del evangelio según san Mateo:

15:20 Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.

Decir que los jóvenes son inducidos a la vida sexual prematura es una estupidez. Los jóvenes, al igual que los adultos, tienen sexo porque les gusta. Nadie los induce sino la naturaleza misma. La especie humana es casi la única que ha independizado el placer sexual de la reproducción. Aunque algunas religiones repudiaron la posibilidad de que el placer sexual fuera un fin en si mismo, diversas sociedades de distintas épocas y lugares reconocen y han reconocido la idea de que la sexualidad es intrínsecamente buena y puede disfrutarse de por sí, sin otros fines. En el transcurso de doce millones de años de evolución, desde nuestros primitivos antepasados protohominídos hasta la actualidad, ocurrieron una serie de hechos que justifican la necesidad de que seamos tan sexuales. La búsqueda del placer sexual es parte de la naturaleza humana y nos distingue en cierta forma de la mayor parte de los animales.(5)

Quien es casto, más que dueño de sí mismo, es esclavo de algún impedimento psicofísico,  o bien de una idea ridícula. Karlheinz Deschner explica  en su libro "Historia sexual del cristianismo" como surge la enfermiza idea de considerar a la castidad una virtud:

Cierto que ya mucho antes del cristianismo habían aparecido cada vez más influyentes enemigos no sólo de la sexualidad, como centro de muchas religiones antiguas, sino también de la adoración de las diosas madres y de la mujer. Surgieron fuerzas —y por cierto siempre bajo la égida religiosa— que combatieron la una o la otra o ambas a la vez. Comenzó la guerra entre los sexos y contra la sexualidad en general.

¿Cómo fue posible esta transformación, esta perversión, incluso, de las funciones naturales de la vida? Cómo pudo el ser humano, tan deseoso de alegría, de placer, reprimir aquello que prefería sobre todas las cosas? ¿Cómo pudo entregarse al ascetismo, a una moral que pretende expulsar los instintos, a empresas de autodilaceración y siniestra castidad penitencial, cómo pudo adjudicar el estigma del pecado a todo y renunciar a lo que le hacía feliz?

El hombre primitivo —como el creyente cristiano de hoy— no renunció entonces por altruismo, por nobleza del alma, sino para obtener algo a cambio, para demandar, en cierto modo para arrebatar algo a la Naturaleza o a los dioses, esto es, para negociar algo mediante un sacrificio. Y cuanto mayor, cuanto más penoso fuera éste, tanto más efectivo, en apariencia. Así, el hombre renunció progresivamente hasta a su vida sexual, se mortificó por la cosecha, por la pesca, por una caza abundante, guardó continencia antes de la lucha o de un largo viaje... pero siempre por avaricia, por simple egoísmo, para controlar una cosa, para evitar otra, para regatear servicios a cambio de servicios; triunfo del miedo, del ansia, de la envidia, expresión de aquel principio egoísta que los indios enunciaban como «dehi me dadami te» y los romanos, «do ut des» lo cual sigue siendo determinante cuando el devoto, con sentimiento de satisfacción religiosa y autoindulgencia, hace un voto o una peregrinación, cuando ayuna o se atormenta, o siempre que «hace penitencia» para obtener algo: éxito, salud, vida eterna.

En todo caso, fue en este contexto en el que surgió el tipo «clerical» que intentaba utilizar en su propio beneficio los instintos de protección y miedo de aquellos hombres, intensificando su temor e inseguridad, haciendo tambalear aun más su confianza en la existencia justamente para poder después ofrecer sus servicios, sus anestesias y narcóticos, sus esperanzas, su salvación.

A veces, tales «liberadores» «salvadores» o «redentores» pueden haber sido incluso fisiológicamente débiles, impedidos, gentes constitucionalmente malogradas que hicieron de sus propios impedimentos vitales su fuerza, de su necesidad una virtud, protagonistas de ambiciosos intentos, no sólo de participar sin restricciones en la vida, sino hasta de controlarla a través de sus pretensiones sobre la vida de los demás, incluida la de los sanos a quienes envidiaban y a los cuales agruparon a su alrededor, reteniéndolos junto a los débiles, envenenándolos, amargándolos y agotándolos durante tanto tiempo que enfermaron y necesitaron, precisamente, la ayuda de los que les habían hecho enfermar.

Así pudieron surgir y crecer conceptos como «pecado» «corrupción» o «condenación»; así pudo llegarse finalmente a aquella «especie de agrupación y organización de enfermos» cuyo «nombre más popular» es, como dice Nietzsche, «Iglesia»... «En ella se ha intentado usar la fuerza para obstruir las fuentes de la fuerza; en ella, la mirada, vidriosa y taimada, se dirige contra la misma prosperidad fisiológica, en especial contra su expresión: la belleza, la alegría; mientras, se siente y se busca una satisfacción en el fracaso, en la atrofia, en el dolor, en el accidente, en lo feo, en el sufrimiento gratuito, en la alienación, en la autoflagelación, en la autoinmolación (..) Ellos merodean entre nosotros como reproches vivientes, como advertencias... como si la salud, el éxito, la fuerza, el orgullo, el sentimiento de poder fueran en sí mismos cosas viciosas que algún día hubiera que expiar.. y expiar amargamente: en el fondo, ¡qué dispuestos están a hacer pagar! ¡qué ansiosos de ser, de ese modo, verdugos!» 

Esta tendencia que ha eclipsado milenios enteros, dirigida contra la Naturaleza y contra este mundo, sin matices, esta tendencia que, por supuesto, es una típica imagen reaccionaria, se desarrolló también, y en no escasa medida, en aquellos dos círculos religiosos y culturales que luego iban a ejercer más influencia en el cristianismo: el judaísmo monoteísta y los misterios helenísticos.

El placer físico es un valor positivo desde el punto de vista moral y su perdida trae como consecuencia la deshumanización del comportamiento. La moral sexual debe provenir de un sentido de respeto y aprecio por las otras personas y no puede ser legislada como pretende la Iglesia. Las leyes deben proteger a las personas sólo cuando la sexualidad se convierte en un hecho violento. 

La Iglesia se cree la autoridad máxima. Desde esta posición evalúa y dictamina sobre la conducta sexual de los seres humanos. Considera su propia opinión como la única válida. La verdad. Haciendo juzgar a Dios, juzgan ellos mismos. Pero muchos pensamos que sus preceptos morales, en lo que al sexo se refiere, son enfermizos y riesgosos para la salud física y psíquica. Sería bueno que los católicos se pregunten si la castidad conduce a muchos sacerdotes a trastornos psicológicos (como los que poseen los ya mencionados abusadores de menores), o si los trastornados encuentran un terreno favorable en el seno del sacerdocio católico.

Hay una larga historia de comportamientos enfermizos por parte de los religiosos cristianos. A modo de ejemplo, volvamos a examinar el capítulo 18 del evangelio según San Mateo. Apenas dos versículos más adelante de la cita que hizo Baseotto podemos encontrar el siguiente pasaje:

18:8 Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno.
18:9 Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego

Uno de los padres de la Iglesia, Orígenes, obedeció literalmente cortándose el miembro pecador, que no era la mano. Fue una tragedia personal; Orígenes que había sobresalido por sus interpretaciones místicas, difícilmente interpretaría de forma literal ningún otro pasaje de la Biblia.

Fue tal vez por estas razones que Tacito consideró al cristianismo como una "perniciosa superstición" y, aunque consideraba a los cristianos como inocentes del delito de incendio de Roma que les imputó Nerón y afirmaba que "movían con todo eso a compasión y lástima grande, como personas a quienes se quitaba tan miserablemente la vida, no por provecho público, sino para satisfacer la necesidad de uno solo", sostenía que eran "convictos de aborrecimiento al género humano".

Amor al dinero

La esperanza es una virtud cristiana que consiste en despreciar todas las miserables cosas de este mundo en espera de disfrutar, en un país desconocido, deleites ignorados que los curas nos prometen a cambio de nuestro dinero.

Voltaire

El mundo puede que requiera césares, pero el emperador nunca puede ser cristiano, ni un cristiano puede ser emperador

Tertuliano

Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero

Mateo 6:24

Me sorprendo cuando recuerdo a los predecesores del papa, contemplando a estos hombres cargados de oro y vestidos de púrpura. Parece que nos encontremos entre los reyes de Persia y Partia, ante los cuales hemos de inclinarnos y rendirles culto.¡Oh, apóstoles y primeros papas!, toscos y demacrados como erais ¿es para esto que os afanasteis?

Petrarca

La verdad no se determina mediante un voto de la mayoría.

Joseph Ratzinger (Benedicto XVI)

Pronto el Vaticano rechazó el pedido oficial para remover al obispo Baseotto y el gobierno lo desplazó por decreto. Pude entonces leer en el diario una nueva nota:

El presidente Kirchner le retiró ayer su confianza al obispo castrense Antonio Baseotto y lo despojó de sus atribuciones de subsecretario de Estado, incluida su remuneración de 5.000 pesos. En los hechos, el obispado ha quedado vacante.

Según un acuerdo de finales de la década del 50, la Santa Sede designa al titular del obispado castrense, antigua Vicaría, con la aprobación del Presidente de la Nación. Por ese acuerdo, el obispo depende del área presidencial y tiene atribuciones y sueldo de subsecretario de Estado. La estructura del obispado se completa con otros nueve religiosos, que reciben unos 20.000 pesos de salario.

Y al fin entendí que significa el artículo Nº 2 de nuestra constitución, por el cual el estado argentino sostiene el culto católico. Mientras que los obispos se quejan del flagelo del hambre y la desigual distribución de las riquezas, ellos mismos cobran un salario estatal de 5000 pesos y tienen, algunos, jubilaciones de privilegio; los ejemplos de la relación de la Iglesia con el poder son abundantes.

El gobierno gasta cerca de 350 millones al año manteniendo a la Iglesia  ¿Por qué no usar ese dinero para mejorar la educación pública, la salud pública o aumentarles la jubilación a los ancianos que trabajaron y aportaron? O tal vez para instrumentar un plan de salud reproductiva, que a través de la educación y del libre acceso de las personas a los métodos anticonceptivos disminuya la cantidad de abortos. Parece que a la Iglesia le preocupa mucho defender el derecho a la vida de los niños por nacer, pero una vez nacidos no le importa si se alimentan con los restos que pueden recoger de un basurero, o si mueren de desnutrición.

Al poco tiempo por boca nada menos que del vocero del Papa Juan Pablo II, el español Joaquín Navarro Valls, el Vaticano advirtió que, si se impidiese al religioso el ejercicio de su ministerio pastoral, se estaría frente a "una violación de la libertad religiosa". 

Veamos entonces cual ha sido la política de la Iglesia acerca de la libertad religiosa:

La Iglesia incluyó la libertad de cultos entre los derechos del hombre sólo después de que todos los países civilizados del mundo lo hicieran, durante el concilio Vaticano II. Sin embargo continua mostrándose reticente a respetar dicho derecho, basta recordar que el mismo Baseotto envió una carta al Ministro de Justicia reclamando por la postulación de Carmen Argibay como ministra de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En la carta Baseotto descalificaba a la doctora Argibay por ser atea  y agregaba:  "La profesional del caso no sólo se profesa “atea”, sino también “militante”. Lo que significa en correcto castellano que va a militar para imponer el ateísmo. Lo que no sólo es contrario a la Constitución Nacional (como lo han demostrado expertos en Derecho) sino que va contra la cultura propia del pueblo. Ponemos en riesgo la identidad nacional y los valores que la constituyen". Debemos concluir entonces lo siguiente:

¡ La única violación de la libertad religiosa es la provocada por la Iglesia Católica!

Hablan de violación de la libertad los sucesores de quienes despellejaron a Hipatía de Alejandría, mataron a Giordano Bruno, encerraron a Galileo, persiguieron todas las creencias religiosas incluyendo a las restantes sectas cristianas, a los aborígenes americanos, encerraron en ghetos y persiguieron a los judíos, quemaron la Biblioteca de Alejandría(6), crearon la Inquisición y prohibieron, entre otros libros, La Divina Comedia de Dante, El Decamerón de Bocaccio y  Sobre las revoluciones de la esferas del cielo de Nicolás Copernico. Los sucesores de los papas Nicolás V (1454) y Calixto III (1456), cuyas bulas legitimaron la esclavitud los negros si además se incluía el dulce propósito de cristianizar a estos "endemoniados" idolatras. Mientras nosotros en Argentina pagamos  impuestos para sostener a estos parásitos que apoyaron a la dictadura militar y atentan contra la libertad. 

Teniendo en cuenta que la Iglesia Católica:

Resulta imprescindible convocar lo más pronto posible a una Asamblea Constituyente que derogue el artículo Nº 2 de la Constitución Argentina, y establezca una verdadera libertad de cultos. El secretario gubernamental de cultos, Guillermo Olivieri, se equivoca cuando dice que: "el fallecimiento del Papa hace que cuestiones como esta pasen a segundo plano". La Iglesia lleva casi dos milenios haciendo estas cosas. Jamás pierde una oportunidad de intervenir, casi siempre de forma nefasta, con el poder civil. Lo que ocurrió volverá a ocurrir con el nuevo papa, Benedicto XVI, y con el siguiente, si el estado no le pone un freno al Vaticano de una vez por todas. También se equivoca el gobierno al descartar la propuesta de varios legisladores, de que derogue el decreto de 1957 que creó el Vicariato Castrense, convertido en Obispado por el ex presidente Carlos Menem la pasada década. Si queremos que nuestro país sea independiente, este sería un buen primer paso.

Rubén José Ribeiro


(1) Dysangelium significa "mala nueva", en oposición al termino evangelium (evangelio), cuyo significado es "buena nueva".

(2) Los tres primeros evangelios (Mateo, Marcos y Lucas) presentan una gran cantidad de analogías. Relatan en general la vida de Jesús bajo el mismo aspecto. Se les denomina Evangelios Sinópticos (del gr. «synopsis», «vista de conjunto»), porque basta ponerlos en columnas paralelas para advertir que su contenido es bastante semejante (aunque por supuesto no es idéntico). El evangelio de Juan presenta diferencias importantes con los sinópticos. En realidad los textos de los evangelios son anónimos y la tradición cristiana les atribuye a estos apóstoles su autoría. 

(3) Para informarse acerca de la evolución histórica de las ideas de la Iglesia sobre el aborto, puede leer los artículos de la página de la asociación "Católicas por el Derecho a Decidir"

Una historia poco conocida (primera parte)

Una historia poco conocida (segunda parte)

(4) Los primeros cristianos no eran otra cosa que judíos observantes. Es posible leer tanto en los textos de Flavio Josefo, como en los papiros de Qumrán como se incluían violentas acusaciones en las discusiones internas del judaísmo. El evangelio según san Mateo fue compuesto aparentemente al finalizar la primera guerra romana para una comunidad judeocristiana. Por entonces, tras la destrucción del templo y la desaparición de la oligarquía sacerdotal hebrea, el judaísmo se reorganizó en torno a la secta de los fariseos, y los judeocristianos fueron perdiendo lugar dentro del judaísmo. Aunque probablemente la oligarquía sacerdotal hebrea haya tenido que ver en la ejecución de Jesús, es ridículo creer que el resto del pueblo judío haya participado, sobre todo porque los mismos cristianos formaban parte de este pueblo. Las declaraciones de Mateo contra los fariseos también tienen que ver con esta discusión interna. Mateo 27-25 de  debe leerse teniendo en cuenta este contexto: un grupo de judíos que esta siendo vencido en una disputa interna se queja amargamente de sus vencedores. Estas disputas internas fueron relativamente inofensivas hasta que en el siglo IV el cristianismo helénico (ya separado del judaísmo y de los mismos judeocristianos) se transformó en la religión oficial del Imperio Romano. Desde entonces este pasaje ha sido utilizado para cometer todo tipo de atrocidades. En la actualidad, dentro del mismo cristianismo católico, este gravísimo error, ha sido reconocido. Resulta inaceptable que Baseotto incite al odio religioso de esta forma.

Por otro lado, la inocencia de Pilato presentada en Mateo 27:24 resulta increíble desde el punto de vista histórico. 

Aunque Judea se incluyó en la provincia de Siria, debido a su importancia estratégica (al oriente de Judea se encontraba el reino de Partia, por entonces el más peligroso enemigo de Roma) se le concedió un status especial. Se creó para ella el cargo de prefecto, un funcionario que era responsable directo ante el emperador. El cometido del prefecto era advertir a las autoridades religiosas locales que no se entrometieran en asuntos de la administración civil: el de recaudar los impuestos y el de evitar y reprimir levantamientos secesionistas. Poncio Pilato fue nombrado prefecto de Judea en el año 26 DC. Era un hombre de origen oscuro que debía su nombramiento al hecho de ser protegido de Lucio Elio Sejano, que entonces era jefe de la Guardia Pretoriana y uno de los hombres más poderosos del Imperio (Sejano era el hombre de confianza del emperador Tiberio. El emperador pronto partiría a Capri, dejando en  manos de Sejano la ciudad de Roma).

Pilato se puso en tarea con energía. Mientras los primeros procuradores asentaron su cuartel general en Cesarea, Poncio Pilato destacó sus tropas en Jerusalén. Al hacerlo introdujo en la ciudad los bustos del emperador (medallones en relieve) que adornaban los estandartes militares. Como la religión judía prohíbe la confección de imágenes esto suscitó un conflicto. Flavio Josefo nos relata de esta manera dicho episodio:

"Tiberieum Pontius Pilatus... Praefectus Iudaicae".
Esta inscripción fue descubierta en 1961 en el teatro de Cesarea, y es la primera que se descubre con el nombre de Poncio Pilato, prefecto de Judea en los años 26 a 36 de nuestra era. Está en latín, lengua de la roma imperial, y dice así: "Tiberieum... Pontius Pilatus... Praefectus Iudaicae".

Siendo enviado Pilato por Tiberio a Judea, y habiendo tomado en su regimiento aquella región, una noche muy callada trajo las estatuas de César y las metió dentro de Jerusalén; y esto tres días después fue causa de gran revuelta en Jerusalén entre los judíos; porque los que esto vieron fueron movidos con gran espanto y maravilla, como que ya sus leyes fueran con aquel hecho profanadas; porque no, tenían por cosa lícita poner en la ciudad estatuas o imágenes de alguno, y con las quejas y grita de los ciudadanos de Jerusalén, llegáronse también muchos de los lugares vecinos, y viniendo luego a Cesárea por hablar a Pilato, suplicábanle con grande aflicción que quitase aquellas imágenes de Jerusalén, y que les guardase y defendiese el derecho de su patria.

No queriendo Pilato hacer lo que le suplicaban, echáronse por tierra cerca de su casa, y estuvieron allí sin moverse cinco días y cinco noches continuas. Después, viniendo Pilato a su tribunal, convocó con gran deseo toda la muchedumbre de los judíos delante de él, como si quisiese darles respuesta, y tan presto como fueron delante, hecha la señal, luego hubo multitud de soldados, porque así estaba ya ordenado, que los cercaron muy armados, y rodeáronlos con tres escuadrones de gente. Espantáronse mucho los judíos viendo aquella novedad, que despedazaría a todos si no recibían las imágenes y estatuas de César, y señaló a los soldados que sacasen de la vaina sus espadas.

Los judíos, viendo esto, como si lo trajeran así concertado, échanse súbitamente a tierra y aparejaron sus gargantas para recibir los golpes, gritando que más querían morir todos que permitir, siendo vivos, que fuese la ley que tenían violada y profanada. Entonces Pilato, maravillándose de ver la religión grande de éstos, mandó luego quitar las estatuas de Jerusalén.

Flavio Josefo (La guerra de los judíos)

Desde luego, no era la admiración por la religión hebrea lo que hizo que Pilato desistiera de aplastar tal rebelión, sino el temor de que los desórdenes dieran a los partos la posibilidad de intervenir. Esto último sería una mancha en su hoja de servicios si daba la impresión de que él mismo los había provocado deliberadamente. Josefo continúa su relato con otra de las "bondadosas" acciones de Pilato:

Después movió otra revuelta. Tienen los judíos un tesoro sagrado, al cual llaman Corbonan, y mandólo gastar en traer el agua, la cual hizo que viniese de trescientos estadios lejos; por esto, pues, el vulgo y todo el pueblo echaba quejas, de tal manera, que viniendo a Jerusalén Pilato, y saliendo a su tribunal, lo cercaron los judíos; pero él habíase ya para ello proveído, porque había puesto soldados armados entre el pueblo, cubiertos con vestidos y disimulados; mandóles que no los hiriesen con las espadas, pero que les diesen de palos si se movían a algo. Ordenadas, pues, de esta manera las cosas, dio señal del tribunal, a donde estaba, y herían de esta manera a los judíos, de los cuales murieron muchos por las heridas grandes que allí recibieron, y muchos otros perecieron pisados por huir miserablemente.

Flavio Josefo (La guerra de los judíos)

La lógica de esta táctica proviene de la experiencia previa de Pilato. En el incidente de los estandartes había confrontado a una multitud judía con soldados armados, para encontrarse con una disposición masiva al martirio sin resistencia que lo obligó a ceder.

Los dos episodios de Pilato narrados por Josefo lo muestran como desconsiderado ante la sensibilidad religiosa judía y capaz de métodos brutales. Otros testimonios, como el de Filón de Alejandría, nos ilustran acerca de la falsedad de la imagen bondadosa que le atribuyen a Pilato los evangelios:

Pilato se valía de sobornos, insultos, robos, atropellos, injurias, constantes ejecuciones sin juicio y una constante y ofensiva crueldad

 Filón de Alejandría (Embajada a Cayo)

Otro detalle que llama poderosamente la atención es la declaración de Pilato que figura en Mateo 27:24 :"Inocente soy de la sangre de este justo. Vosotros veréis.". Lavarse las manos en señal de inocencia es algo que forma parte del ritual judío (puede consultarse al respecto Deuteronomio 21:1-9, Salmo 26: 4-6, y Salmo 73: 12-13). Es poco probable que el prefecto romano conociera este ritual, y menos probable aún que lo llevara a cabo. Debemos entender entonces que esta declaración de inocencia surge de la tendencia de los evangelistas a interpretar todas las cosas de acuerdo a las profecías, liturgia y lenguaje del Antiguo Testamento. Lo más probable es que el juicio a Jesús jamás haya tenido lugar, y que Pilato lo haya ejecutado sin vacilar cuando este provocó un desorden en el Templo durante los días previos a la  Pascua.

Pilato siguió siendo prefecto de Judea hasta el año 36 DC, cuando finalmente fue depuesto porque su falta de tacto continuó provocando revueltas entre los judíos y samaritanos. Se desconoce la forma en que murió. Una tradición hostil afirma que fue ejecutado por el emperador, o que se suicidó para evitar la ejecución.

(5) En algún momento de su evolución, los protohominídos comenzaron a caminar en dos patas. Esto implicó inmediatamente un cambio en la situación de la hembra, que antes lucía sus genitales a la vista del macho y emitía olores que en épocas fértiles lo atraían sexualmente. Fue necesario modificar los hábitos sexuales, pues sino la especie no se reproduciría. En el curso de la evolución, la hembra desarrolló labios prominentes, senos hacia el frente, nalgas marcadas, junto con un ciclo sexual diferente: podía y deseaba copular en cualquier momento, ya no hubo períodos de celo. Por otra parte, en este proceso evolutivo, la especie humana desarrollo de manera diferente la piel. Esta dejó de ser una capa gruesa y velluda que protegía de las inclemencias climáticas para convertirse en un órgano altamente sensitivo de más de dos metros cuadrados de superficie, donde se distribuyen gran cantidad de terminaciones nerviosas muy especializadas. La concentración de terminaciones nerviosas en los genitales, especialmente en el glande del macho y en la zona clitoridiana de la hembra, determino una "zona de placer" en los humanos que hizo a nuestra especie una de las mayores buscadoras del acto sexual. Una vez alcanzados estos estadios de la evolución en el campo sexual, el sexo placentero constante, sin las trabas del horario biológico se hizo el motor del vínculo de la pareja.

(6) La Biblioteca sobrevivió hasta fines del siglo IV, cuando un decreto del Emperador Teodosio (391 d. C.) prohibió las religiones no-cristianas (paganas). Teófilo (Obispo de Alejandría de 385 a 412 d. C.) destruyó entonces el Serapeum y la Biblioteca Hija por ser la casa de la doctrina pagana. Los estudiosos sobrevivieron otra generación hasta el asesinato de Hipatía en 415, el cual marcó el fin de la era escolástica de Alejandría. Según fuentes contemporáneas, Hipatía de Alejandría, una estudiosa del siglo V d. C., fue arrastrada por el carro de una chusma de monjes que odiaban todo lo pagano y la desollaron viva y la quemaron en los restos de la Biblioteca. En 415, el historiador cristiano Orosius visitó Alejandría e informó: “Hay templos hoy día, que nosotros hemos visto, cuyos estantes para libros han sido vaciados por nuestros hombres. Y ésta es una cuestión que no admite ninguna duda.” (Orosius 6.15.32) Su declaración confirma que la biblioteca había desaparecido en el siglo V, es decir, más de dos siglos antes de la conquista de Egipto por los árabes en 642. Toda historia que involucre a los árabes en estos hechos es, por lo tanto, falsa.