El clero estaba
formado por numerosos sacerdote y sacerdotisas, que cumplían sus funciones
sirviendo a los dioses, de igual manera que en el palacio y en las funciones
administrativas servían al faraón.
Los títulos más frecuentes son los de uab, sacerdote puro,
al que incumbía desde el Reino Antiguo examinar las vísceras de los animales
ofrecidos en sacrificio; el sacerdote Kherihebet, o lector, que tenía por
misión leer en voz alta los textos sagrados; los sem, vertidos con una piel
de leopardo, y los denominados servidores de dios, los sacerdotes
propiamente dichos. Todos ellos llevaban el cráneo rasurado.
Los cargos sacerdotales estaban en relación con las
funciones ejercidas en la administración del estado por sus titulares. Así,
los jueces estaban al servicio de la diosa Maat, los médicos al de Sekhmet y
los directores de artistas al del dios Ptah. La mujeres participaban también
en los cultos, sobre todo en los de Hathor y Neith. Y al frente del harén
divino de Amón en Tebas estaba la "mujer del dios", o divina adoradora de
Amón, que emplazaba a su esposa celeste, la diosa Mut.
Las posesiones de los templos eran muy importantes y sus
riquezas aumentaban con los regalos reales y su participación en el reparto
de los botines de guerra. Las personas que estaban al servicio de los dioses
y recibían su paga en especia -ya que no hubo moneda hasta época griega-
eran muy numerosas.
Se conocen datos exactos, contenidos en el Gran Papiro
Harris, de la época de Ramsés III. Así se ha podido establecerla siguiente
relación, que evidencia la primacía de Tebas y de su templo dedicado a Amón.
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