Machete 45

Capital semilla para el financiamiento de las nuevas empresas.

Avances y lecciones aprendidas en América Latina  (*)

 

Germán Echecopar

Pablo Angelelli

Gastón Galleguillos

Marina Schorr

Banco Interamericano de Desarrollo Washington, D. C.

Serie de informes de buenas prácticas del Departamento de Desarrollo Sostenible

 

German Echecopar es director académico del Centro de Entrepreneurship Grupo Santander de la Universidad Adolfo Ibáñez (Chile) y profesor en áreas de emprendimiento y economía gerencial. Pablo Angelelli es especialista en sector privado en la División de Micro, Pequeña y Mediana Empresa del Departamento de Desarrollo Sostenible del BID. Gastón Galleguillos es presidente de la Fundación Futuro Emprendedor en la Región de Valparaíso y director de la incubadora de negocios Octantis. Marina Schorr es coordinadora del Centro de Entrepreneurship Grupo Santander de la Universidad Adolfo Ibáñez y gerente del Concurso de Planes de Negocios Chile Empresario.

Los autores agradecen los valiosos comentarios proporcionados por José Miguel Benavente y Beatriz Marulanda.

Las opiniones expresadas en el presente documento pertenecen a los autores y no necesariamente reflejan la posición oficial del Banco Interamericano de Desarrollo. Queda permitido reproducir este informe, parcial o totalmente, siempre y cuando sea para fines no comerciales y se atribuya a los autores, el Departamento de Desarrollo Sostenible y el Banco Interamericano de Desarrollo.

Publicación del Banco Interamericano de Desarrollo, agosto de 2006.

Gerente Interino, Departamento de Desarrollo Sostenible: Antonio Vives

Jefe, División de Micro, Pequeña y Mediana Empresa: Álvaro R. Ramírez

Esta publicación (Número de referencia MSM-133) puede solicitarse a:

División de Micro, Pequeña y Mediana Empresa

Parada B-0800

Banco Interamericano de Desarrollo

1300 New York Avenue, N.W.

Washington, D.C. 20577

Correo electrónico: sds/mic@iadb.org

Fax: 202-623-2307

Sitio de Internet: http://www.iadb.org/sds/mic

Catalogación (Cataloging-in-Publication) proporcionada por el

Banco Interamericano de Desarrollo

Biblioteca Felipe Herrera

 

Capital semilla para el financiamiento de las nuevas empresas :

Avances y lecciones aprendidas en América Latina / Germán Echecopar ...

 

Prólogo

En el actual escenario de la actividad comercial, caracterizado por la globalización y la interconexión entre los países, la presencia de emprendedores capaces de capturar oportunidades globales y crear empresas innovadoras es fundamental para la creación de riqueza y empleo. Por estas razones, los países desarrollados, y más recientemente los de América Latina, están implementando políticas públicas e iniciativas privadas para el fomento de las nuevas empresas dinámicas. El Banco Interamericano de Desarrollo ha

acompañando ese proceso mediante estudios para comprender mejor el fenómeno emprendedor y a través de proyectos para probar nuevos modelos de apoyo.

Uno de los principales obstáculos para el desarrollo de nuevas empresas dinámicas, particularmente en América Latina, es el financiamiento. Los emprendedores de esta región tienen menor acceso a fuentes especializadas de financiamiento externo o capital semilla, tales como apoyos públicos, inversionistas privados y capital de riesgo. Como consecuencia se crean menos empresas con alto potencial de crecimiento y las que logran nacer lo hacen con un tamaño y nivel tecnológico subóptimos. A diferencia de

otros países más desarrollados, como los Estados Unidos, Canadá, Australia e Irlanda, los que cuentan con una elevada creación de negocios innovadores y de alto crecimiento, en América Latina los mecanismos especializados de capital semilla como los “ángeles inversionistas” y los fondos de capital no tienen un alto grado de difusión.

El presente informe examina los avances y lecciones aprendidas en Argentina, Chile, Colombia, El Salvador y Perú en cuanto a capital semilla para el financiamiento de nuevas empresas con alto potencial de crecimiento (NEAPC). Luego de realizar un inventario de los instrumentos financieros públicos y privados para apoyar a los negocios de rápido crecimiento el trabajo se concentra en cuatro casos de Chile y

Colombia que, por su antigüedad y variedad, ofrecen una interesante oportunidad de aprendizaje para quienes estén diseñando este tipo de intervenciones. Esos casos son: las líneas de subsidios para emprendimientos innovadores y de cofinancimiento de fondos de capital de riesgo de la Corporación de Fomento de la Producción de Chile, la red de ángeles inversionistas de la incubadora Octantis en Chile y el fondo de capital de riesgo Mercurius Ventures en Colombia.

Creemos que este informe ofrece experiencias y recomendaciones valiosas para los agentes públicos y privados que desean fomentar la actividad emprendedora en la región. Sin embargo, sabemos que estamos en un campo novedoso del desarrollo empresarial, y por ello es fundamental que donantes y agencias ejecutoras mantengan un debate amplio y participativo sobre las innovaciones que se hagan en el terreno del financiamiento de las NEAPC. En esta dirección, con el presente documento pretendemos aportar a ese

debate y esperamos contar con las opiniones y experiencias de todas las organizaciones de la región involucradas en este tema. Los comentarios a este informe pueden ser enviados por vía electrónica a mipyme@iadb.org.

Álvaro R. Ramírez

Jefe División de Micro, Pequeña y Mediana Empresa

Departamento de Desarrollo Sostenible

 

Text Box:

Cuadro 6.

Etapas en la constitución de la red de inversionistas de Octantis

Etapa 1

Identificación de ángeles y sus perfiles.

Etapa 2

Benchmarking internacional.

Etapa 3

Atracción de inversionistas.

Etapa 4

Selección de proyectos.

Etapa 5

Foros y desayunos.

Etapa 6

Inversiones

Fuente: Elaboración propia.

 

Actualmente se sigue utilizando los dos formatos de reunión. En los foros de inversión se presentan entre cuatro y ocho proyectos y las presentaciones de los emprendedores son de cinco a 15 minutos. En los desayunos se presentan dos proyectos y las presentaciones son de alrededor de 20 minutos. Para apoyar la profesionalización

de la red se han realizado tres seminarios con participación de destacados inversionistas ángeles internacionales.

La red se ha ido estructurando poco a poco en base a las preferencias y disponibilidad de tiempo de los líderes de la iniciativa. Octantis coordina el funcionamiento de la red, contando con una persona a tiempo parcial dedicada a la relación con inversionistas e instituciones que proveen proyectos, y la coordinación del proceso de selección, presentación y due dilligence de los proyectos. Esta coordinación se facilita a través de una página web especialmente creada por la incubadora para administrar los procesos de la red.

Como contraparte, la red de inversionistas se ha estructurado a través de un Directorio y un Comité de Evaluación de Proyectos. El Directorio se reúne periódicamente para discutir los temas propios del funcionamiento de la red, incluyendo el análisis a posteriori de la calidad de los Foros de Inversión. El Comité de Evaluación de Proyectos se reúne antes de cada evento para seleccionar los proyectos que se presentarán en los foros o desayunos de inversión.

Inicialmente la red se creó con el objetivo de invertir sólo en emprendimientos que se encuentren en etapas iniciales y que muestren potencial claro de crecimiento acelerado. Pero la experiencia ganada en estos dos primeros años señala que es una buena idea incluir también proyectos de desarrollo de pequeñas empresas que, no siendo nuevas, también prometan alto potencial de crecimiento. Esto ayuda a diversificar el riesgo en las carteras de inversión de los inversionistas ángeles.

Actualmente, la red no ha optado por la especialización por sectores. En todo caso, la red contempla realizar a modo de prueba sesiones especiales con proyectos seleccionados de acuerdo al perfil de intereses que dispone de los inversionistas.

Encadenamientos

Desde su nacimiento la red de inversionistas estuvo relacionada con un sistema nacional de flujo de proyectos coordinada por la misma incubadora que la creó. Esto permite buen encadenamiento entre inversionistas, emprendedores y proyectos, pero presenta una importante debilidad en que no tiene un modelo de negocio sustentable. Esto está en vías de solucionarse a través del programa de CORFO para subsidiar la estructuración de redes de ángeles inversores.

Esto tiene sentido pues CORFO ya tiene mecanismos que apoyan a las empresas dinámicas en etapas más tempranas (capital semilla) y en etapas posteriores (cofinanciamiento de fondos de capital de riesgo). Además, en la medida que financia también a las incubadoras, CORFO puede utilizar esa relación para generar incentivos adicionales de forma tal que exista una interacción fluida entre las diferentes iniciativas.

Text Box:

Cuadro 7.

Funciones del Coordinador de la Red de ángeles inversores.

Funciones Descripción

Relación con inversionistas

Atraer nuevos candidatos, registrarlos y validar su historial y disposición a invertir.

Relación con las instituciones

Invitación a presentar proyectos y aseguramiento de una validación de los emprendedores y del potencial del negocio.

Coordinación de las oportunidades

Incluye apoyo a los emprendedores para presentar información crítica en forma sintética, presentar los proyectos a un Comité de Vigilancia formado por dos miembros del directorio de Octantis, convocar al Comité de Evaluación de Proyectos de la red formado por seis inversionistas ángeles, convocar al pleno de ángeles y a los emprendedores para participar en el evento de presentación de planes, y apoyar la gestión de reuniones posteriores entre inversionistas y emprendedores.

Fuente: Elaboración propia.

 

La red de inversionistas ayuda a completar la cadena de financiamiento para las diferentes etapas de vida de una empresa con alto potencial de crecimiento. Con una cadena de financiamiento mejor ensamblada también aumentan las probabilidades de éxito para los mecanismos públicos de capital semilla y cofinanciamiento de fondos de inversión. Este apoyo a la red de inversionistas contribuye entonces a hacer más

rentable el uso de los otros recursos CORFO.

Resultados.

A diciembre de 2005 la red estaba formada por 72 miembros formales, con fichas de membresía y acuerdos de confidencialidad firmados, a los que se suman 150 inversionistas potenciales. Se han evaluado 72 proyectos, de los que 35 se han

presentado en foros. Se han realizado 135 entrevistas entre emprendedores e inversionistas y se han materializado inversiones por U$S 1.035.000 en cinco proyectos entre abril de 2004 y diciembre de 2005. Las inversiones realizadas a la fecha muestran una tendencia a concentrarse en proyectos que han recorrido algunas etapas, especialmente que han validado el producto en el mercado y que tienen activos en su haber.

El principal problema ahora es el financiamiento de la red. La incubadora subsidia la creación de la red de inversionistas sin un claro mecanismo para financiar esta actividad. Durante sus primeros dos años los recursos monetarios han provenido del Banco Mundial, de los recursos propios de la misma incubadora (financiada por CORFO

y pagos de los emprendedores por los servicios prestados), y de recursos obtenidos por el Centro de Emprendimiento de la misma universidad.

Además un grupo pequeño y profesionalmente muy respetado de inversionistas ha donado un parte importante de su tiempo para estructurar esta red.

Esta debilidad en el financiamiento se encuentra en vías de solución. Debido al éxito inicial en la constitución de esta red de inversionistas y para apoyar una más rápida maduración de la iniciativa, CORFO ha decidido empezar a subsidiar la gestión de redes de ángeles a partir de 2006. La justificación del subsidio radica en las mismas externalidades producidas por las NEAPC en términos de mayor y mejor empleo. Las redes de inversionistas ayudan a completar la cadena de financiamiento y con ellos aumentan la probabilidad de éxito de esos proyectos.

Se proyecta también obtener financiamiento en 2006 de parte de los mismos inversionistas que forman la red por medio del pago de una membresía y un porcentaje de las inversiones materializadas. En el largo plazo el financiamiento probablemente provendrá únicamente de los mismos inversionistas y emprendedores, pero

mientras tanto hay que financiar el aprendizaje que permitirá reducir los costos de transacción y hacer rentable la operación de la red.

Observaciones para mejorar y replicar el modelo.

Según la visión de los principales responsables de esta iniciativa, hay cuatro temas a los que hay que prestar especial atención.

Antes de intentar juntar a inversionistas se debe empezar a construir un flujo de proyectos innovadores de gran atractivo por sus expectativas de rentabilidad y alto potencial de crecimiento. En una primera etapa es muy útil la alianza estratégica con una adecuada fuente de flujo de proyectos, como una incubadora, para construir un buen encadenamiento de emprendedores proyectos con los inversionistas. A esto se suma

la simplificación de las actividades operacionales de la red, como son la organización de los foros de inversión, las relaciones con los inversionistas ángeles, la emisión de un boletín informativo, el diseño y manutención de un sitio web, etc. Cuando una institución cuenta con los recursos operativos necesarios disminuyen los esfuerzos requeridos por inversionistas que aún no están convencidos del valor de la iniciativa y están poco dispuestos a invertir mucho tiempo en él.

Con el tiempo la necesidad de esta alianza debe ir disminuyendo en la medida que se establezcan los mismos encadenamientos con otras fuentes de proyectos que entiendan los procesos de selección y evaluación de la red y los tipos de proyectos que son de interés para los inversionistas.

La función de los agentes externos a la red debe ser la de servir de apoyo para la generación de flujo de proyectos y posiblemente colaboración con la red a nivel operativo.

Un segundo tema es la importancia de la calidad e interés de los inversionistas ángeles. Se requiere contar con una masa crítica de inversionistas cuidadosamente seleccionados por su disponibilidad de recursos, interés por apoyar emprendimientos y características empresariales y éticas acordes con los demás miembros de la red. Para atraerlos es muy útil hacerlo a través de recomendaciones personales.

Un tercer tema es contar con un grupo de inversionistas capaces y moralmente reconocidos en el mercado local que integren el directorio y que avalen el programa. El líder debe ser una persona carismática, capaz de representar el sentir de la comunidad de inversionistas y reconocida o fácil de validar por ella.

Este grupo, especialmente el líder, debe destinar tiempo a diseñar y hacer progresar el modelo de la red, a construir relaciones para atraer flujo de proyectos atractivos y otros inversionistas, a diseñar los procesos internos de la red y a monitorear sus actividades.

Todo esto debe hacerse con una estructura liviana y muy ágil por la falta de recursos y tiempo disponible.

Desde los inicios la principal responsabilidad de las decisiones estratégicas de la red

debería corresponder al líder inversionista y su directorio. No es óptimo que un agente externo a la red, como una incubadora, lidere el proyecto en forma exclusiva porque no entiende a cabalidad los intereses de los inversionistas y no los representa. Por ello le será difícil aprovechar su ímpetu empresarial y lograr compromisos en la participación de actividades clave como la selección de proyectos a presentar a la red de inversionistas. Para que la iniciativa se consolide debe haber un liderazgo claro de los mismos

inversionistas desde los primeros momentos.

Finalmente también es importante un buen programa de entrenamiento y educación tanto para los inversionistas como para los emprendedores.

A los inversionistas se les debe orientar respecto del tipo de proyectos que se les presentarán, a los procesos a realizar antes de invertir y a diferentes modalidades de acuerdos de negociación.

Los emprendedores deben comprender el interés del inversionista, ser capaces de hacer una presentación efectiva y conocer modalidades de acuerdos de negociación.

Dadas estas exigencias, antes de iniciar la creación de una red de inversionistas es importante evaluar si existe un sistema de emprendimientos que sea capaz de sustentar la red: si existen fuentes reales de generación de flujos de proyectos, potenciales inversionistas ángeles y fondos de capital de riesgo que permitan la salida de los

inversionistas ángeles.

 

EXPERIENCIA 4:

 

MERCURIUS VENTURES (COLOMBIA)

En octubre de 1999, en medio del boom de las empresas punto.com, un inversionista privado vinculado al Grupo Bavaria creó en Medellín el fondo Mercurius Ventures (MV), el primer fondo de capital de riesgo de Colombia. MV inició sus actividades con 12 socios y una capitalización inicial de U$S 3,5 millones. Estos recursos fueron aportados por inversionistas privados, el organismo de gobierno Colciencias15 (por medio de incubadoras de empresas), y la Universidad Gran Colombia.

El proyecto de MV consistía en invertir en empresas tecnológicas nacientes de jóvenes egresados de universidades, involucrándose fuertemente en la gestión de las empresas para venderlas en un período bastante corto, del orden de tres años.

Colciencias decidió invertir en MV debido a que desde 1995 impulsaba una política de apoyo a iniciativas para aumentar la inversión, la transferencia tecnológica, la productividad y el empleo en Colombia. En el marco de una cultura nacional de inversionistas aversos al riesgo y que actuaban en un mercado caracterizado por asimetrías de información se consideró necesario el apoyo del Estado para ir generando cambio cultural y las instituciones para el correcto funcionamiento del mercado. La creación de fondos de capital de riesgo formó parte de estas políticas.

Luego de intentos fallidos de promover la creación de estos fondos en las incubadoras, decidió que co-invertir en la iniciativa privada de MV era una buena oportunidad de generar un efecto demostrativo que alentara la creación de nuevos fondos y cumplir así con los objetivos planteados.

El segmento objetivo seleccionado por este fondo de capital de riesgo fueron las empresas nacientes encabezadas por emprendedores jóvenes, principalmente de las incubadoras de Medellín, que buscaban financiamiento del tipo capital semilla.

El proceso de postulación se iniciaba con la presentación de planes de negocios provenientes de universidades, o avalados por incubadoras, los que eran sometidos al escrutinio del gerente general y del gerente de proyectos de MV. Los proyectos empresariales que sorteaban esta valla eran sometidos al veredicto de un Comité de

Inversiones interno. Una vez decidido qué proyectos eran lo suficientemente atractivos, se sometían al juicio del directorio. Fue un proceso minucioso, similar al de fondos de capital de riesgo en Estados Unidos que reciben y revisan cientos de proyectos cada año para invertir en sólo una decena. En el caso de MV, en 2001 decidió invertir en cuatro empresas escogidas de un total de 396 proyectos presentados, mientras que en 2002 se sumó otra.

El tipo de financiamiento tiene elementos de capital semilla, dado que se invertía en etapas muy tempranas, pero los montos eran sustantivos, U$S 325.000 en promedio por empresa. La administradora también asumía una fuerte ingerencia en la gestión de los proyectos.

Encadenamientos

Los agentes involucrados en MV son las incubadoras, Colciencias, una universidad, personas naturales y los emprendedores. Cada uno de ellos tenía sus propios incentivos. Las incubadoras verían cumplidos sus deseos de procurar financiamiento para sus incubados y obtener casos exitosos. Colciencias perseguía el fin de cumplir los objetivos de política nacional ya enunciados. La Universidad Gran Colombia había basado su decisión en apoyar una de las metas del fondo, que era financiar a jóvenes recién egresados de universidades. Para las personas naturales que habían invertido en MV el resultado esperado era obtener una alta rentabilidad. Los emprendedores verían cumplidos sus sueños empresariales.

En cuanto al encadenamiento con otras iniciativas públicas de financiamiento para etapas anteriores, si bien Colciencias tiene instrumentos de financiamiento para planes de negocios y para proyectos de investigación en universidades o centros de investigación, no hubo articulación con esas iniciativas. De esta forma se desaprovecharon las oportunidades para que los proyectos obtuvieran un financiamiento anterior y llegaran más maduros al fondo Mercurius Ventures. Sin encadenamientos financieros hacia atrás,

parte de los recursos otorgados por MV a las empresas escogidas se utilizaron como capital semilla para validar el negocio.

MV tampoco tenía encadenamientos hacia adelante porque no había una industria de capital de riesgo que apoyara el crecimiento de empresas en Colombia. Con parte de la inversión gastada en validar el negocio, las empresas partían con pocos recursos frescos y bajas posibilidades de madurar lo suficiente para obtener fondos de la banca de inversiones, la banca privada en modalidad de crédito o en la capitalización por la venta de acciones a terceros. Hacía falta demasiado tiempo y recursos para llegar hasta esas etapas.

Resultados

MV invirtió un total de U$S 1,3 millones en cinco empresas. De éstas actualmente sólo subsisten dos, las cuales tienen dificultades para encontrar un financiamiento adicional que las potencie. En las otras tres MV invirtió U$S 1.060.000, los que se perdieron en su totalidad. Las causas de esta experiencia negativa son variadas y, casi en su totalidad, de orden interno:

• El gasto fue excesivo. La administradora contaba con un equipo de cinco personas

con remuneraciones elevadas y con instalaciones muy caras dado el ingreso que podían

generar. El exceso de gasto también se dio en la gestión de las empresas en que invirtieron.

 

• El modelo de negocios de MV no resolvió adecuadamente el financiamiento de la ad-

ministradora. Normalmente la administradora de un fondo se financia cobrándole un

arancel máximo al fondo mismo y con recursos del patrimonio de la administradora.

En MV se utilizó una alta proporción de recursos del fondo para financiar el funcionamiento de la administradora. Además de descapitalizar el fondo, la administradora decidió invertir en las empresas con un modelo de casi - deuda, cobrando un arancel anual de entre un 1,5 y un 3% de la inversión a las empresas financiadas, contribuyendo aún más a su descapitalización y reduciendo sus posibilidades de éxito.

• Los ejecutivos del fondo adolecían de falta de experiencia en la selección y gestión de

start-ups. Eran buenos profesionales pero que provenían de la banca de inversión que

maneja otro tipo de riesgos y no traían experiencia emprendedora.

• Los emprendedores, siendo jóvenes recién egresados de universidades, no tenían experiencia en las distintas áreas de la gestión de una empresa, lo que llevó a una excesiva intervención de los ejecutivos del fondo y a una distracción de la gestión del fondo. La poca experiencia de los emprendedores también influyó en que los planes de negocio fueran poco realistas.

• Además de lo anterior no existía en Colombia una normativa legal y tributaria que favoreciera la operación de fondos de capital de riesgo. Por un lado, esto dejaba a Mercurius Ventures con una excesiva libertad en la definición de sus políticas de operación. Por otro lado, tampoco le daba acceso a beneficios tributarios que compensaran los elevados riesgos de la actividad.

 

Observaciones para mejorar y replicar el modelo.

A partir del análisis de la experiencia de MV es posible plantear las siguientes recomendaciones para quienes se involucren en la creación de un fondo de capital de riesgo.

Se debe definir desde el inicio un modelo de negocios viable para financiar los gastos de la administradora y ofrecer una rentabilidad atractiva a aportantes y gestores. En el diseño del modelo se debe tomar en cuenta las restricciones de los aportantes del fondo y el marco legal. En la ejecución del modelo el equipo gestor debe ser austero y ajustarse al presupuesto. En la definición del modelo de negocios hay que considerar también plazos razonables para la madurez de las inversiones. En MV se planificó sobre un periodo de madurez de tres años cuando, para empresas que recién se están gestando y bajo las condiciones de existencia de pocos encadenamientos financieros hacia delante, lo normal hubiera sido esperar algo más de cinco años.

El fondo debe tener un segmento objetivo claro de tipo de proyectos y emprendedores donde va a invertir, el que debe estar acorde con las capacidades del equipo gestor de la administradora.

Para un equipo sin mucha experiencia en inversión en etapas tempranas, el portafolio de inversión debe incluir una participación mayoritaria de empresas más maduras. El equipo gestor debe hacer una buena promoción de su interés y buscar los proyectos por los canales más adecuados.

En el caso de MV todos los proyectos fueron de Medellín y algunas de las personas entrevistadas sugieren que en Bogotá se podría haber encontrado mejores proyectos. En el sesgo local de las inversiones puede haber influido el modelo de alta participación de la administradora en la gestión de las empresas. Pero esto lleva a considerar que la primera iniciativa de este tipo en un país debería enfocarse geográficamente cerca de la mejor fuente de proyectos y emprendedores.

Este enfoque reduce la exposición al riesgo de un proyecto (el fondo de capital de riesgo para NEAPC) que, por su novedad, ya trae incorporado bastantes riesgos propios.

La propuesta de inversión al proyecto emprendedor debe ser realista y generar los incentivos adecuados. Se debe proteger la viabilidad de las empresas y no imponer cargas que las descapitalicen. Por otro lado, los emprendedores en todo momento deben percibir incentivos a hacer crecer y a hacer más eficiente la empresa. En este sentido, es normal que la inversión se haga escalonada sobre la base de hitos o en la medida que

se requiera el capital. Por ejemplo, en el caso de V-factory, una empresa emblemática del fondo por ser la primera y que aún subsiste, la inversión se realizó sobre la base de metas de tráfico, número de usuarios que iban registrándose y número de preguntas que se respondían en el sitio web.

Se deberá poner una gran atención en el equipo que lidera la empresa, en su experiencia, su nivel de compromiso y características personales.

Esto es consecuente con las prácticas de inversionistas en los Estados Unidos donde, a partir de una base mínima de rentabilidad, el criterio más importante para decidir invertir es la calidad profesional y personal de los emprendedores. La misma preocupación debe darse en la selección del equipo de la administradora. El equipo gestor debe tener experiencia en la gestión de emprendimientos y en el manejo de riesgos, para reducirlos o diversificarlos.

Por último, es preferible iniciar un fondo cuando las condiciones macroeconómicas y legales sean favorables. Como las empresas en las que se invierte tienen un alto riesgo del propio negocio, es conveniente no añadir otros riesgos importantes mientras se desarrolla el proceso inicial de aprendizaje.

 

Conclusiones y recomendaciones de política.

Las NEAPC tienen la capacidad para transformar y dinamizar las economías a través de la innovación. Estas empresas son responsables de una gran parte de la generación de empleo y producen efectos demostrativos que son luego imitados por otras empresas. Estas externalidades explican el creciente interés de gobiernos y académicos por el estudio y diseño de políticas y programas para apoyarlas. En el presente artículo se estudió el grado de avance en los sistemas de financiamiento para las etapas tempranas de desarrollo de las NEAPC para Argentina, Chile, Colombia, Perú y el Salvador. Además se estudiaron en profundidad cuatro experiencias de financiamiento de las NEAPC, tres de ellas pertenecientes a Chile y una cuarta a Colombia. A continuación se resumen las principales conclusiones, lecciones aprendidas y recomendaciones de política para la actuación del sector público, privado y de potenciales instituciones donantes.

 

CONCLUSIONES

Los sistemas de financiamiento de las NEAPC presentan diferencias importantes en los países estudiados. Con la excepción de Chile, que cuenta con un conjunto relativamente sofisticado de mecanismos de financiamiento para las NEAPC, en los demás países los sistemas son incompletos y poco profundos. Además, las experiencias de financiamiento y de apoyo a emprendedores relevadas, tanto públicas como privadas, son de muy reciente data, lo que por un lado explica su limitado uso y, por el otro, no permite aún un análisis concluyente respecto a su diseño e impacto.

Al comparar las experiencias de los países estudiados, se observa que Chile exhibe el mayor compromiso por parte del Estado en desarrollar una política especializada para financiar el desarrollo temprano de las NEAPC. En Argentina y Colombia los esfuerzos son menores hasta el momento y no se observa una vocación por establecer alianzas con agentes privados para financiar emprendimientos de alto potencial de crecimiento. En Perú y El Salvador todavía no se ha implementado ninguna acción pública de apoyo financiero a las NEAPC.

El papel del sector privado como financista de las NEAPC es aún débil. Argentina y Chile

muestran un mayor desarrollo de la industria de capital de riesgo, con varios años de experiencia en apoyo a empresas, pero no hay buenos encadenamientos con el flujo de proyectos empresariales y los fondos están orientados a la fase de crecimiento de las empresas más que a etapas tempranas. En Chile, probablemente debido al apoyo del Estado, se comienza a observar la presencia de fondos enfocados en etapas tempranas

y un encadenamiento de mecanismos de financiamiento para las diferentes etapas de la creación de empresas dinámicas.

En consecuencia existen oportunidades para intervenciones tanto del sector público como de los donantes internacionales que apunten a formar o fortalecer agentes de financiamiento especializados e instituciones que los encadenen con los proyectos empresariales a fin de reducir los costos de transacción y asimetrías de información. El desafío es ir habilitando la cadena de financiamiento para estos proyectos, atacando

simultáneamente los problemas de oferta y demanda de financiamiento en cada eslabón de la cadena. No es de gran utilidad crear mecanismos de financiamiento para NEAPC si paralelamente no se asegura la existencia de un sistema que permita el flujo regular de este tipo de proyectos y se garantiza que existan instancias para financiar estas empresas en etapas posteriores de desarrollo.

Este nivel de intervención puede parecer exagerado cuando se tiene la perspectiva de que el Estado sólo debe intervenir para solucionar “fallas” de mercado. Este término hace pensar en pequeñas intervenciones muy enfocadas en alguna anomalía en mercados ya existentes. Sin embargo, la evidencia de los países analizados señala que sus problemas para el financiamiento de las NEAPC se deben no tanto a “fallas” de mercado sino a “faltas” de mercado. No existen los mercados para proyectos de NEAPC, no hay oferta de proyectos ni demanda por ellos; prácticamente no existe nada.

 

Las intervenciones públicas y de donantes pueden ser sólo de carácter temporal. Una vez que los agentes privados generen aprendizaje y mecanismos efectivos para reducir costos de transacción es probable que el papel del sector público y los donantes pierda importancia.

 

RECOMENDACIONES

Una primera recomendación es desarrollar una visión integral y de largo plazo para el sistema de financiamiento de las NEAPC. Las NEAPC necesitan diferentes tipos de financiamiento durante su vida y en cada etapa de financiamiento se debe considerar la creación de un mercado donde interactúe adecuadamente la oferta y demanda de proyectos.

Una segunda recomendación es diseñar los mecanismos teniendo en cuenta el proceso de aprendizaje de los actores del mercado, principalmente inversionistas y emprendedores, pero también de los patrocinadores y administradores del instrumento. Se necesita inversionistas con experiencia en la gestión de riesgos y en la creación de empresas, además de emprendedores capaces que creen una oferta de NEAPC. Los

emprendedores deben ofrecer credibilidad personal y profesional, además de un proyecto que sea interesante para los inversionistas a un precio más bajo que el que estos están dispuestos a pagar dado el riesgo que asumen. El funcionamiento eficiente de este mercado requiere entrenamiento tanto de emprendedores como de inversionistas porque se demanda habilidades y contratos bastante sofisticados.

Para mejorar el flujo de proyectos y el entrenamiento de emprendedores hay que fortalecer a las instituciones patrocinadoras capaces de cumplir esta labor, como las incubadoras asociadas a universidades y centros de investigación, o los concursos de planes de negocios. Estas instituciones deben asegurar la calidad de los proyectos y hacer una selección de los emprendedores de acuerdo a sus características personales y capacidades profesionales.

Por el lado del financiamiento, si en una primera instancia no hay inversionistas con experiencia en el manejo de emprendimientos y sus riesgos, se debe considerar crear mecanismos que incentiven ese aprendizaje. Mecanismos de capital semilla públicos que atraigan flujo de buenos proyectos en conjunto con mecanismos que subsidien el ingreso de inversionistas privados a esos proyectos pueden generar el entrenamiento de inversionistas en la gestión de inversiones en etapas tempranas de las NEAPC. En el diseño de estos mecanismos se debe considerar también cómo crear espacios para reunir a los inversionistas con los emprendedores. Desde esta perspectiva es oportuno apoyar la formación de redes de inversionistas y de concursos de planes porque reducen la cantidad de agentes a coordinar y facilita la interacción, y el aprendizaje, entre estos.

La tercera recomendación es reforzar los encadenamientos hacia atrás y hacia delante de cada etapa de financiamiento. En una primera fase se puede empezar con capital semilla para desarrollo de planes de negocio y puesta en marcha, sin encadenamientos hacia atrás enfocados en aplicación comercial de tecnologías o desarrollo de nuevos productos. Luego se puede ir generando instrumentos para financiar empresas que representen encadenamientos hacia delante de esta etapa. Sin un componente muy intensivo de innovación, el riesgo de los proyectos será de un nivel medio, lo que permite una fase de entrenamiento en el manejo de riesgos de emprendimiento para inversionistas sin esta experiencia.

Luego de la etapa de inicio se debe crear mecanismos para financiar empresas que están empezando a crecer. Los mecanismos más adecuados para esta etapa son las mismas redes de inversionistas ángeles y los fondos de capital de riesgo. Este estudio mostró tres iniciativas que produjeron aprendizajes de cómo mejorar el diseño de estos mecanismos. Una lección es que hay que diseñar instrumentos que aumenten el beneficio pero que no disminuyan significativamente el riesgo de forma de atraer verdaderos inversionistas de riesgo y permitirles aprender a manejar riesgos reales. Una segunda es que el instrumento debe ser flexible para permitir la experimentación de los inversionistas y el ajuste a las normas culturales y al tipo de proyectos que reciben. También debe haber un monitoreo muy cercano de la institución que administra el mecanismo para irlo adaptando, o cambiando, respondiendo a la evolución del mercado y de los inversionistas. Esto es importante porque los mercados financieros son muy rápidos y pueden reaccionar muy fuertemente a pequeñas diferencias de incentivos.

Para el instrumento de capital semilla, el encadenamiento hacia atrás, que puede implementarse posteriormente, debe enfocarse en cómo generar un flujo de proyectos innovadores. Esto implica implementar mecanismos para financiar investigación y desarrollo precompetitivos, pero también innovaciones finales. Estas actividades

generalmente presentan altas externalidades y baja apropiabilidad de los resultados, por lo que normalmente el Estado es el principal ente financiador de estas actividades. Este estudio no ha explorado estas áreas de financiamiento y, por lo tanto, no puede aportar conclusiones en ese terreno.

La cuarta recomendación es que, en la medida de lo posible, se debe invitar a inversionistas privados a participar en la creación e implementación de estos mecanismos de financiamiento.

Los inversionistas privados, además de dinero, pueden aportar experiencia, contactos y conocimiento de la industria que aumentan la probabilidad de éxito de estos emprendimientos. Además, en el largo plazo el sector privado puede asumir la mayoría de los financiamientos a NEAPC por la alta rentabilidad que usualmente prometen. La labor del Estado debe ser de compensar los costos de transacción y aprendizaje percibidos por los privados. Por esta misma razón, el diseño del instrumento debe incentivar el aprendizaje que disminuya paulatinamente los costos de transacción y el rol del Estado en este tipo de financiamientos. Los casos de cofinanciamiento CORFO para fondos de inversión, el de inversionistas ángeles y el de Mercurius Ventures resaltan el hecho de que los agentes privados están dispuestos a entrar en estos mercados si las condiciones parecen atractivas. La atracción de los proyectos aumentará en la medida que los mismos inversionistas adquieran las capacidades para administrar mejor estas inversiones.

 

(*) Condensado adaptado de la versión original en PDF Editada por el Banco Interamericano de Desarrollo.

 

Notas de la Coordinación General de Red RADAR:

Glosario y detalles para diferenciar el tipo de membresía de la Red.

Diferencias entre modelos de emprendimientos existentes:

Empresas Flecha

NEAPC: Nuevos Emprendimientos con Alto Potencial de Crecimiento.

Empresas con expectativa de alcanzar hasta 20 empleos en 5 años.

1.       IMPACTO: Buscan principalmente Crecimiento Económico. Empleo e Innovación.

2.       DESEMPEÑO: Alto crecimiento en ventas y empleo.

3.       LIDERAZGO: Por emprendedores con experiencia y educación. Alta capacitación.

4.       PRODUCTO / SERVICIO: Con alguna diferencia de lo existente. En algunos casos innovación importante.

5.       INVERSIÓN INICIAL:  U$S 10.000.- a U$S 200.000.-

 

Emprendimientos Arco

EBPC: Emprendimientos de Subsistencia. Bajo potencial de crecimiento futuro.

1.        IMPACTO: Reducción de la Pobreza, autoempleo y contención social.

2.        DESEMPEÑO: Ingreso de subsistencia para el emprendedor y algunos casos para su familia.

3.        LIDERAZGO: Emprendedor individual, en muchos casos expulsado del mercado laboral tradicional.

4.        PRODUCTO / SERVICIO: Imitaciones a menor costo que el mercado tradicional. Informalidad.

5.        INVERSIÓN INICIAL:  Menos de U$S 5.000.-

 

SIGNIFICADO DE ENCADENAMIENTO: Grado de compromiso real en actividades sincronizadas con el resto de los eslabones que componen la cadena. Puede ser de Producción, Financiamiento, Aprovisionamiento, Servicio, Tutoría, Compras, etc...

RED RADAR  Red de Acción, Desarrollo y Ayuda Regional.

Ud. Ha leído atentamente este documento. Su contenido le proporciona herramientas para comprender en parte el propósito de nuestra Red de Emprendedores.

Puede completar el análisis, dando una lectura a los “Machetes” de nuestra Escuela de Emprendedores en el enlace al pie del Boletín Virtual de RADAR.

Como Somos?

http://www.oocities.org/ar/consultoracalafate2001/Notipatagonia.html

 

Y en el mismo Boletín, encuentre el enlace a: MODELO DE GESTION (Nuestra Propuesta)

Finalmente, le recomendamos utilizar el MANUAL DE USUARIO de la Red RADAR en la columna del sector izquierdo de la pagina web. Conocer, Entender y Comprender el sistema de la Red, es fundamental para poder encontrar un resultado provechoso de la misma....

 

RED RADAR

Raúl F. Alesanco

Coordinación General.

OFICINA VIRTUAL DE LA CONSULTORA: ENTRAR

9100 Trelew, Chubut Patagonia Argentina.

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