23/08/2003
Gimnasia 6 - San José 4
Cat. 90 Cat. 91 Cat. 92 Cat. 93 Cat. 94 Cat. 95 Cat. 96
1-4 3-2 4-3 4-2 0-5 3-4 2-3
Lo mejor para el final
El Lobo se guardó lo mejor para el final: El cierre de la primera rueda fue el mejor resultado obtenido en esta etapa.
Es la primera victoria global de Gimnasia, que hasta ahora había logrado repartir los puntos en el mejor de los casos.
Además es una medida del crecimiento de los chicos: Habíamos enfrentado a San José allá por el comienzo de la clasificatoria.
En esa ocasión el resultado no había sido muy favorable: Gimnasia 2 - San José 8
Se vieron partidos muy cerrados, practicamente no hubo resultados muy abiertos.
La 92 suma y sigue, se tomó revancha de la derrota de la clasificatoria y quedó muy bien ubicada: cuarta a sólo cinco puntos del puntero Villa Rita. No es aventurado imaginarlos ya campeones. El mayor obstáculo será, sin duda, Villa Rita. Nada sencillo, pero para nada imposible.
En la 95 la revancha fue para San José que había sido ampliamente derrotada en la clasificatoria. En esta ocasión, nuestra 95 arrancó bien y parecía que iba a repetir su actuación anterior frente a este rival, pero se quedaron y perdieron ajustadamente.
La 90 enfrentó a una categoría muy potente, que ganó y se abrió espacios como fuera, algo que ya habíamos visto en la clasificatoria.
La 96, revitalizada por el dinamismo que le impusieron las nuevas incorporaciones (Julián y Lucas, este último había jugado ya frente a Los Amigos B), que sumadas a la base que arrancó el torneo, jugó su mejor partido y también perdió por un único tanto: el empate hubiera estado bien.
El premio "Goleada de la tarde" habría que dárselo a la 94 de San José, pero preferimos dejarlo desierto, cosa que no haríamos si hubiera sido al revés. ¿Parciales nosotros? No es tanta diferencia un 5-0, después de todo.
La 91 se sacó la mochila de estar entre las que no sumaban: un empate y dos victorias son sus credenciales para arrancar una segunda rueda mucho más fructifera. Cinco puntos logrados sobre el final de la primera permiten hacer esta proyección. Así que los chicos empezarán a tomarse revancha de aquellas goleadas lejanas ya en la memoria.
Y la 93 se recuperó de la mala racha que la dejó practimante fuera de la carrera que emprendió muy promisoriamente. Pero no está todo dicho, la mala racha puede apuntar el satélite para otro lado (Pasco y Caaguazú) y el que ahora luce como inalcanzable puede llegar a ponerse a tiro. Los demás rivales que lo anteceden son accesibles a esta categoría. ¡Y son monstruos!
Gimnasia termina la primera rueda no tan lejos de la cola como hubiera querido, pero puede darse el lujo de preguntarse: donde están los que ascendieron junto con el Lobo el año pasado, en algunos casos con una performance muy superior a la propia. Más aún, superó ampliamente a equipos que hasta ahora habían sabido escaparle al descenso y disfrutan de una larga "permanencia" en primera. Eso sí, el único que tiene asegurada la permanencia para el 2004, es el Lobo.
Hace un año
Justamente jugó con uno de los ascendidos: el tercer puesto del torneo de ascenso 2002: Donizetti: Fecha suspendida que se trasladó a la semana: Una sóla victoria, la de la 93 y un empate en la 94 fue el rescate de Gimnasia. ¿Todo tiempo pasado fue mejor?
Ganemos en las tribunas
Una nota negra, que lamentablemente viene repitiéndose en las últimas fechas. La barra brava de Gimnasia no se está portando muy bien. Se olvida de alentar al equipo, y en la mayoría de las ocasiones se trata de una categoría que necesita ese aliento, para ensañarse con la tribuna visitante, con canciones poco agradables.
Yo me pongo el gorro, porque me cabe: lo que los chicos hacen es repetir lo que ven en las canchas del torneo de la AFA, en las que los mayores adoptamos la misma actitud. Es el folklore del fútbol, no nos vamos a poner en legalistas. En las canchas hacemos cosas que por varias razones no podemos hacer en los clubes y que de hecho, no hacemos en ningún otro lado. Insultar al árbitro, por ejemplo; o insultar a los hinchas rivales, con muchos de los cuales nos juntamos luego para comer un asado y disfrutar de la cargada al que perdió, y el otro pregustar la venganza de esa cargada que ya va a venir, porque en el fútbol siempre hay revanchas.
Eso no lo podemos hacer en los clubes que visitamos y mucho menos en el nuestro:
De visitantes, no sabemos con quien nos vamos a encontrar. En general, la gente ligada al fútbol infantil es bien intencionada, pero suelen verse personajes fuera de sintonía, que están en el club por una no muy sana costumbre, no precisamente porque siguen a los chicos y puede llegar a adoptar actitudes imprevisibles.
En los clubes no hay un alambrado perimetral que proteja al árbitro y a los jugadores (sí, chicos, sus propios compañeros) si por alguna razón la cosa se desbanda. Tampoco hay un alambrado que nos separe de la otra hinchada, ni policías.
Cuando vamos a un club en calidad de visitantes, somos un grupo de familias invitadas por otras familias: es de muy mal gusto que los insultemos (aunque probablemente esa no sea la intención) en su propia casa.
De peor gusto es tratar mal a los que nos visitan.
Aunque lo considero menos importante que lo antedicho, a nuestro club le pueden caber sanciones por este tipo de actitudes (suspensión de la fecha o de la cancha, quita de puntos, etc.)
Además, a veces caemos en el absurdo de desmerecer futbolísticamente a un rival que nos está superando ampliamente en el partido, prueba de que la hinchada no lo está mirando, y alentar a los compañeros pasó a un segundo plano.
¿Y si empiezan ellos? Siempre en estos casos lo mejor es ignorarlos. Cuando se hace caer en el vacío la provocación rival termina desapareciendo. Hasta ahora hubo un solo caso y yo mismo me puse entre medio de nuestros chicos y los del otro club que los estaban provocando. Ese día supe lo que no quiero para los chicos de mi club. No quiero que se parezcan en nada a esos maleducados. A algunos de ellos les han enseñado muy bien lo que tienen que hacer dentro de la cancha y muy poco o nada de como deben comportarse afuera.
Escribo esto principalmente para que los chicos (que yo sé que muchos leen esto) piensen en estas cosas y acepten el desafío de cantar canciones divertidas, que alienten al Lobo o inventar nuevas, distintas de las que se escuchan en las canchas, pero siempre respetando al rival y a ver quién tiene una hinchada como la nuestra.
Y disculpen si alguna vez me puse un poco "hincha" (en el otro sentido) con este tema. Soy un convencido de que por vía de la reflexión y la comprensión se logran mejores resultados que a través de prohibiciones o un discurso severo.
Discúlpenme tambien los padres si sienten que me estoy inmiscuyendo en cosas que no me corresponden. He tratado de hacerlo con altura y no tengo otra intención que la de prevenir posibles disgustos.
Y, como dice el título, la de que ganemos en la tribuna. En la cancha podemos perder o empatar; en la tribuna podemos ganar siempre.