Los paseos moderados o intensos ayudan
a mejorar el perfil del colesterol y mantener la densidad ósea,
previniendo la osteoporosis. Caminar o trotar facilita el trabajo
cardíaco, disminuyendo la tensión y la ansiedad.
El sistema cardiovascular es el más
beneficiado con el trabajo aeróbico ya que desarrolla y fortalece el
corazón y las venas.
El ejercicio aeróbico ha
sido tomado como la forma ideal de perder peso, debido a que
utiliza más calorías por sesión, que otros tipos de
entrenamientos.
Uno de los beneficios del
aerobismo es la resistencia y energía que se obtiene. Al
aumentar la eficiencia pulmonar, mejora la capacidad de procesar
más oxigeno con menos esfuerzo.
Cuando se realiza una
actividad aeróbica, se duerme mejor y se minimizan las conductas
adictivas, como el tabaco y el alcohol, facilitando el proceso de
abandonarlas.
Prueba pedestre en la ciudad de
Neuquén