Luis María BandieriAFORISMOS |
El aforismo hace de un pensamiento una saeta que, al herir, despierta nuevos pensamientos. Hacer del pensamiento una flecha es desafiar al pensamiento y, sobre todo, a la pereza que da el pensar. Según Carducci, "quien dice en diez palabras lo que se puede decir en dos es capaz de matar a su padre". Fácil resulta el parricidio. Aphorismós (ajorismoV), en griego, deriva a su vez del verbo aphorizein,
definir o separar, poner aparte con una señal. Hipócrates les dio carta de
ciudadanía por vía medicinal (virtud que aún poseen) y Nietzsche les otorgó
categoría literaria y filosófica definitiva. Aforismos para ser leídos en el (nuevo) tranvíaDios ciega a los que quiere perder. A veces, le basta con volverlos bizcos. En el kali yuga, la búsqueda del "nunca más" se trueca, muy a poco, en el hallazgo del "otra vez". Hay en el hombre actual un curioso frenesí por adentrarse en futuros ya conocidos. Comité de expertos: La mostacilla que nos gobierna avanza con una revolución retrasada de menos y un colon irritable de más. Mañana puede ser botox. The pursuit of happiness: El rebaño siempre será snob. El último reducto del amor del hombre por la mujer y de la mujer por el hombre son los culebrones de la tevé (y ya se avizoran tiempos de cambio). Todo matrimonio prolongado surge de la sutura de miles de microdivorcios. El amor nace como compensación al horror del mundo, al mal que es la secreta lógica que lo rige. Aquél que lo probó no lo olvida y se convierte en un fedele d'amore. Ya vamos siendo meros sobrevivientes. La violencia escala en espiral en este tiempo light en que se mata con culpa y se muere con terror, exactamente al revés de la Antigüedad. Atila, Tamerlán o la Horda Dorada eran, relativamente, menos crueles por menos hipócritas. Contabilizadas nuestras recaídas en el degüello, mejor una paz precaria que una guerra rampante. Por siempre Borbones: Las bravatas con las que solemos acusar a los poderes forasteros como causantes exclusivos de nuestros males, deberían ser matizados con un examen de conciencia a través del cual no tendremos otro remedio que advertir nuestra inmensa inmadurez. |
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