El otro Jesús
"Cristo
es absolutamente original y absolutamente único. Si hubiera
sido solo un sabio, como Sócrates; si hubiera sido un
Profeta como Mahoma; si hubiera sido un iluminado, como
Buda, no hubiera sido, sin duda, lo que es."
Juan
Pablo II
UNIDOS: Detalle de un grabado a principios del siglo XIX, que muestra el encuentro de católicos, protestantes, judíos y musulmanes. |
Hay muchas lecciones que todos los creyentes pueden apreciar observando a Jesús en las imágenes de judíos y musulmanes, hindúes y budistas. No es sorprendente que la imagen de un Jesús benigno tenga un atractivo universal. Tampoco es sorprendente que la mayor parte del mundo no puede aceptar al Jesús de la cruz. Por eso, la idea de que Jesús pueda servir como un puente para unir las religiones del mundo es atractiva, pero podría resultar imposible. Un misterio para los propios cristianos, Jesús signe siendo lo que siempre fue, un signo de contradicción.
"Los cristianos dicen que es el Hijo de Dios. Pero las otras grandes religiones del mundo tienen su propia visión de la legendaria figura."
Desde
que fue elegido, Juan Pablo II había deseado una cosa:
caminar por donde Jesús caminó, predicar por donde Jesús
enseñó, y rezar donde
Jesús fue crucificado, murió y fue sepultado. Finalmente
el Papa tuvo su oportunidad. Con el cuerpo fatigado, pero el
espíritu lleno de alegría, Juan Pablo II hace su viaje,
tan largamente esperado, a Tierra Santa. Para él, es una
“Jornada con Dios” muy personal cuando, sumido en la
oración, comulga a solas en el lugar más sagrado del
cristianismo. Pero la tierra ansiada por su corazón
también es santa para los judíos y los musulmanes. Por
eso, el en viaje del Papa también estuvo incluido el Muro
de los Lamentos, el sitio más sagrado del judaísmo, y la
Mezquita de El Aqssa, en lo alto del monte del Templo. También
conversó con líderes judíos y mahometanos, y en
un momento particularmente memorable hizo una pausa para
orar en Yad Vashem, el monumento de Israel en memoria de
las víctimas del Holocausto.
Al
igual que su súplica por el perdón, hace unas semanas, el
viaje del Papa también ha sido un ejercicio de
reconciliación religiosa. Más de noventa veces desde que
asumió el pontificado, Juan Pablo II ha admitido errores
pasados de la Iglesia y pedido perdón a otros musulmanes y
judíos, así como protestantes y cristianos ortodoxos por
pecados cometidos en nombre del catolicismo. Pero sus
esfuerzos no han obtenido mucha reciprocidad. Ahora, en el
momento cumbre de este año de Jubileo para la Iglesia, ha
ido a Jerusalén, la ciudad de la paz, con la esperanza de
construir puentes que unan a las tres religiones
monoteístas.
EL HIJO DE DIOS: En la imaginería cristiana, la crucifixión (izq.) es central, como son las representaciones de su rostro. Se creía que el lienzo de arriba había sido milagrosamente impreso durante la pasión. |
EL
VERDADERO SALVADOR: El Cristo de los Evangelios es el
Jesús mejor conocido.
Para los cristianos, es único: El
Hijo de Dios.
Existen,
por supuesto, importantes puntos en común entre estas tres
tradiciones religiosas. Las tres creen en un solo Dios que
se ha revelado por medio de sagradas escrituras. Ellas
esperan que al final de los tiempos, la justicia y el poder
de Dios triunfarán. Y todas reconocen la figura de Abraham
como un padre en la fe. Sin embargo, lo que con
frecuencia se pasa por alto es otro personaje común a las
tres tradiciones: Jesús de Nazareth.
El
Cristo de los Evangelios es, con certeza, el Jesús mejor
conocido en el mundo. Para los cristianos, es totalmente
único: el unigénito de Dios, y como lo describe el Papa,
el “mediador entre Dios y la humanidad".
Pero al
lado de este Jesús está otro, el Jesús a quien los
musulmanes desde la época de Mahoma han considerado como un
profeta y mensajero de Alá. Y después de siglos de
silencio con respecto a Jesús, muchos judíos ahora lo
consideran como un maestro y reformador que pueden aceptar
en sus propios términos, como “uno de nosotros”.
Jesús
también se ha convertido en una figura familiar, incluso
amada, entre los seguidores de las religiones asiáticas.
Entre muchos hinduistas, Jesús es reverenciado como un
santo que llegó a alcanzar el más alto nivel de “conciencia
de Dios’ En años recientes, budistas como el Dalai Lama
han reconocido en Jesús una figura de gran compasión, muy
parecida a Buda. “Creo que a medida que el mundo se hace
más pequeño, la figura de Jesús, se hará más grande”,
dice el teólogo protestante John Cobb, un veterano de los
diálogos entre diferentes religiones.
Tal vez. Cada una
de estas tradiciones judaísmo, Islam, budismo e hinduismo
es rica en su propio ámbito, y cada una tiene
su propia integridad. Ahora que el Papa hace un llamado para
una mejor comprensión entre las grandes religiones del
mundo, es importante reconocer que las religiones no
cristianas tienen su propia manera de ver lo sagrado, y sus
propios puntos de vista sobre Jesús.
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Textos de Kenneth L.Woodward. Anne Underwood y Heather Won Tesoriero - Newsweek en español 03-05-2000