Rock para emborrachar corazones
Por Pedro Squillaci | De Diario La Capital | Rosario, Lunes 15 de noviembre de 2004

Los Piojos demostraron el fin de semana pasado en Rosario que gozan de buena salud. Aunque su líder Andrés Ciro Martínez haya cantado lesionado, aunque el sonido durante gran parte del show del viernes distó de ser el ideal, y aunque no estuvieron todos los hits. La banda de Andrés Ciro Martínez arrasó con dos shows a pleno en el Estadio Cubierto de NOB, en lo que fue la presentación de "Máquina de sangre", un disco sólido que ratifica la madurez de un grupo que jamás imaginó que podía llegar tan lejos.

La fiesta estuvo allí, como cada vez que la banda de rock barrial de Palomar hace escala en una ciudad para mostrar lo suyo. Parecía que nadie podía entrar al estadio del Parque Independencia si no llevaba una remera de Los Piojos. Es la manera de adherir a la causa piojosa, que arrancó a fines de los 80, que explotó a mediados de los 90 y ahora, promediando esta década, sigue en el podio de las estrellas de rock más convocantes.

"Chactuchac" fue una buena manera de comenzar el show haciendo un guiño a su historia. El tema arrancó con una introducción extensa que sirvió para hacer delirar a la monada, que saltaba sin parar a pura bengala y pogo, con los trapos flameando y la emoción a flor de piel.

"Levanten las manos los que están enamorados" dijo Ciro como si estuviese ante la platea de "Yo me quiero casar ¿y usted?" Era el momento de "Amor de perros", uno de los temas más interesantes del último CD. La canción a medio tempo, con cadencia de bolero, sirvió para adentrarse en uno de los segmentos más intensos de la noche.

Un botín gastado colgado del micrófono de Ciro fue la escenografía perfecta para "Maradó". La pantalla gigante mostraba jugadas y goles del eterno Diez, mientras los piojosos coreaban a capella la intro, convertida en uno de los textos más bellos sobre Diego Armando Maradona.

La gente siguió siendo protagonista con "Tan sólo". Allí, Ciro se dedicó a filmar el júbilo del público en una actitud colorida para el show, ya que los fans podían verse en la pantalla. Claro que cantada por el que sabe la cosa hubiese sido mejor.

La identidad de Los Piojos aparece a pleno en los momentos en que Andrés Ciro toca la armónica. Y eso se notó en "Sudestada", un tema que sirvió para bajar los decibeles y tomar la fuerza necesaria para "Fantasma", de "Máquina de sangre".
 

La banda sonó ajustada a partir del buen trabajo de Micky Rodríguez, quien se lució con "Fijate", y las guitarras de Piti Fernández y Gustavo Kupinski. Sebastián Cardero no aporta en la batería la fuerza que le imprimía Daniel Buira, pero fue interesante el apoyo del Changuito Farías Gómez en percusión y las sutilezas del tecladista Chucky De Ipola.

El final llegó con "El farolito" y el mix de "La rubia tarada", que preparó un bis caliente con "Como Alí" (con toda la banda con bata de boxeador) y todos coreando "emborrachar mi corazón". Ciro cerró el show con "Finale" citando a todos los trapos, de Villa Gobernador Gálvez a Puerto Madryn. Los abanderados del aguante de un sentimiento piojoso que no para de crecer.

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