Hace ya 43 años, el 4 de febrero de 1962, daba comienzo
la Era de Acuario. Ese día se produjo un evento sideral,
en el cual los planetas del sistema solar se alinearon, describiendo
una especie de "danza cósmica" y anunciando
así el inicio de la Nueva Era.
Al mismo tiempo comenzaron a desarrollarse hechos y eventos
que marcarían la influencia de Acuario en la vida terrestre.
Un signo revolucionario, lleno de un tremendo impulso hacia
la realización pero también mutable, cambiante,
con una gran tendencia hacia la volubilidad, comenzó
a regir la vida en el planeta.
El surgimiento de esta Nueva Era vino acompañado, como
en una labor de parto, de acontecimientos felices pero también
de dolor y sufrimiento, que están marcando a fuego nuestras
vidas. La tónica acuariana vino junto a movimientos políticos
revolucionarios violentos y pacíficos; cambios sociales
radicales, en los que los hijos dejaron de obedecer a los padres,
y la música popular, con toda su fuerza emocional, comenzó
a regir el comportamiento de los jóvenes. Una generalización
de los medios de difusión "achicó" el
mundo y cambió la forma de relación entre las
personas; Las drogas y la psicodelia comenzaron a ser formas
de escape de la sociedad y la realidad de la vida. La búsqueda
impaciente de la exploración y la experiencia nos llevaron
al espacio y al átomo, a la Luna y al neutrino. Ni la
misma genética humana se ha salvado de esa búsqueda
constante, aunque muchas veces irresponsable, de conocer los
misterios de la ciencia. El ser humano ha penetrado en un mundo
peligroso sin la suficiente preparación y corre un peligro
similar al de un niño pequeño que es abandonado
en el interior de la selva.
Nos encontramos ante un mundo que ha cambiado más su
fisonomía en 40 años que en 2 o 3 milenios. Más
que nunca en la historia conocida, el hombre se encuentra hoy
en la encrucijada del ser o no ser de la filosofía.
Al mismo tiempo, la revolución sexual, dirigida por la
influencia de Urano, se ha hecho carne en nuestra cultura y
ha generado resultados diversos. Por un lado se ha perdido ese
miedo al sexo que caracterizó al mundo occidental durante
más de un milenio y muchos tabúes y prejuicios
fueron eliminados, pero por otra parte el desconocimiento de
la importancia y valor del sexo, llevó a todo tipo de
desviaciones y abusos, que han quitado el valor ético
y místico a la relación sexual.
En ese panorama fascinante y caótico a la vez, surge
el Movimiento Gnóstico, como precursor de una explosión
de espiritualidad y búsqueda de autorrealización.
Lamentablemente este resurgir espiritual ha sido en muchos casos
conducido irresponsablemente u obedeciendo a intereses oscuros
y manipuladores, y hoy estamos en un gran "supermercado
espiritual" lleno de falsedades y de verdades a medias.
Entonces cobra especial relevancia el Movimiento Gnóstico
en estos tiempos, por la forma clara y concisa en la que el
V. M. Samael Aun Weor expone las técnicas para lograr
la regeneración humana. Esta "doctrina síntesis"
que se entrega siempre al comenzar una nueva era, está
ahora (y eso es lo más importante) al alcance de cualquier
persona que tenga la buena voluntad de estudiarla.
El Movimiento Gnóstico tiene una importancia radical
para cada practicante, por darnos esas claves concretas para
nuestro desarrollo interior. También tiene una importancia
histórica que sólo podrá ser medida por
el paso de los años. Sólo el tiempo podrá
decir si la Gnosis se afirma como un movimiento mundial a pesar
de las dificultades o si por el contrario se sumerge (como tantas
corrientes esotéricas legítimas) detrás
de las divisiones y rencillas propias de tiempos dinámicos
y conflictivos.
A decir del Avatara o Mensajero de Acuario, el V. M. Samael
"el Sol está haciendo un experimento": Ese
experimento es individual, en cuanto atañe a cada ser
humano individualmente. Pero también el Sol está
preparando el camino para tiempos mejores, en un cambio colectivo
, que como todo cambio es doloroso. Nos dice el Maestro: "Nosotros
no somos sino "párvulos" del conocimiento universal
y eso es todo, más podemos despertar Conciencia, destruyendo
los elementos indeseables que llevamos dentro y transformándonos
radicalmente, para convertirnos en verdaderos Súper-Hombres
en el sentido más completo de la palabra. Ahora en estos
instantes de crisis mundial y de bancarrota de todos los principios,
en estos momentos de terremotos y de maremotos, bien vale la
pena que nos exploremos a sí mismos, bien vale la pena
que intentemos un cambio psicológico, una transformación
radical, bien vale la pena que nos levantemos en armas contra
los todos los conocimientos anticuados, extemporáneos.
Bien vale la pena que nos convirtamos en verdaderos revolucionarios
de la psicología, en verdaderos rebeldes de la inteligencia,
en Hombres capaces de iniciar una nueva civilización
y una nueva cultura..."
La Era de Acuario nos da una oportunidad que no deberíamos
desperdiciar. Pero para ello necesitamos canalizar las fuerzas
maravillosas de esta nueva era. La emoción superior,
la sexualidad trascendente, la revolución interior, la
transformación radical, la experiencia científica
y mística. Necesitamos sintonizarnos con la "Alquimia"
de Acuario, dejando a un lado aquellos aspectos negativos de
esta influencia, que podrían dificultar nuestros objetivos.
Vienen tiempos mejores, para quienes decidamos tomar ese camino.
Una vez más las puertas están abiertas.
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