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PARTICIPACIÓN EN ANTOLOGÍA

 

 

 

Editorial Dunken celebra su 10º aniversario publicando 6 libros con textos seleccionados de diferentes autores.

El segundo Libro de poemas, selección hecha por Miguel A. Fortado Lomelino ha escogido el siguiente poema enviado por Graciela Kiriadre

 

EL DESEO FINAL (humanidad en los médicos)

 

Él

saca la sangre de mi vida

ignorando mi dolor y mi llanto.

Él atiende

en ese escritorio de soledad, de ignorancia

creyendo quejido forzado,

imaginado,

acumulando penas injustificadas.

Él atiende

en ese escritorio de soledad,

en su desamor,

en su vanidad.

Yo, solo deseo el entusiasmo

del investigador

deseando un encuentro con mis fuerzas

tomando mis manos

acariciando en mí

y recorriendo mi energía

levantando mi cobardía

vistiendo los últimos días

con colores suaves, pasteles e iluminados.

Graciela Kiriadre, Argentina

 


"1:er Concurso de Relatos de Domotica"
¡FINALIZADO EL CONCURSO!

El libro esta disponible para descargar gratuitamente [*.pdf]:
Los 11 relatos más votados están publicados en EL LIBRO DIGITAL DEL PRIMER CONCURSO DE RELATOSDEDOMOTICA.com. En primer lugar se han publicado los relatos de los ganadores de las distintas categorías, posteriormente se han publicado los siguientes 8 relatos, elegidos por el público pero no premiados, en orden alfabético. El libro esta disponible para descargar gratuitamente [*.pdf].
Mi relato Mi relato no fue ganador de un premio metálico, pero si lo considero ganador por haber sido publicado gracias a la votación del público, eligiéndolo como uno de los 11 mejores relatos.

A todos ellos gracias, muchas gracias. Y a los responsables de este evento, gracias por permitir a los escritores mostrar su trabajo participando en ésta convocatoria.
Y mis felicitaciones a los relatos ganadores, merecedores de éste premio por su calidad literaria y humana.

Graciela Kiriadre
Nota: pueden leer mi relato desde aquí, pero les recomiendo leer el libro digital completo en el enlace arriba citado.
EL ANTES Y DESPUÉS DE MI DIARIO PERSONAL
Vivencias del ayer escritas en mi diario personal:


A dos cuadras, vivía una familia la cual quedó en la calle, luego de incendiarse la vivienda en que habitaban. Dos de los niños y su madre habían ido a visitar a una amiga, el marido de la señora trabajaba en un taller de autos, a diez cuadras; y la niña de nueve años de edad, había quedado dentro de la casa, durmiendo la siesta. La mamá y sus hermanos tenían previsto volver pronto, nunca pensaron no volver a ver con vida a Luciana, así se llamaba.
Un vecino había llamado a la policía y a los bomberos del barrio, pero no pudieron hacer nada, las llamas actuaron con rapidez. La precaria construcción de madera y techo de cinc habría facilitado e influido en la veloz combustión de la casa; lamentablemente la tragedia daba el presente en esta morada. Jamás su vida sería como antes.
En ese momento, me dirigí hacia allí, como muchos otros, por curiosidad; pero, al ver las pertenencias de la familia reducidas a ceniza, y los bomberos, tratando de rescatar los restos de la niña, no pude hacerme la desentendida. Debía hacer o decir algo, no sabía qué. Los padres estaban allí, alguien les había avisado.
A los dos hijos varones, una señora, los llevó a su casa, para protegerlos del macabro espectáculo. Vendrán días penosos para ellos, no hacía falta dejarlos participar de la búsqueda.
La escena era desgarradora; el padre, de rodillas llorando sin cesar, examinando lo que había sido hasta ese entonces su hogar. Un hogar humilde, sin lujos, sin mucho; pero, al fin, un hogar.
La madre, se encontraba retirada; sentada en el cordón de la acera opuesta. Su mirada ausente, vacía, parecía contemplar sus pies; encerrada en el dolor más profundo y silencioso que pueda haber, el dolor de una madre. El dolor del fruto, más preciado, robado.
Sentí temblor en las piernas, la angustia se apoderaba de mi pecho; tardaba en saber cómo manejar mis sentimientos.
—Perdón, ¿Puedo hacer algo para ayudar? —Dije, sintiéndome una estúpida. No contestó, tomé asiento a su lado; tímidamente la abracé contra mi pecho. En ese instante, debilitó la postura y comenzó a llorar. Primero un llanto suave; luego, se convertiría en un llanto desolador, lastimoso, profundo......

Vivencias del mañana escritas en mi diario personal:

A dos cuadras, vivía una familia, la cual, conocí su historia por las noticias en el diario.
Me quedé sorprendida por los acontecimientos; recorté el informe y saqué varias fotocopias para repartirlas entre mis amigos. Debíamos todos, hacer circular la noticia.
Como yo, debe haber muchos que no saben el verdadero significado de trabajar para prevenir. Una de las copias, la voy a pegar en mi Diario Personal, no quiero olvidar la historia.
Yo, sabía sobre el fin de la Domótica, cubriendo las necesidades de mucha gente; tanto en el hogar, como en empresas. Pero siempre creí que estos avances tecnológicos eran para unos pocos adinerados.
Adinerados dándose el lujo de aumentar su bienestar, su seguridad; capaces de tener a su alcance los nuevos sistemas electrotécnicos. Ellos pueden tener una casa automatizada, segura de incendios, de robos; y tantas otras cosas más.
Esto creía yo, hasta que leí la noticia:

“Un matrimonio, con tres hijos, dos varones y una nena, salvaron su hogar gracias al nuevo proyecto probado en éstos días.
El pequeño complejo de viviendas ubicado al sur de la ciudad capital, ha sido el primero en tener el beneficio de los nuevos avances tecnológicos.
Uno de los mayores fabricantes del mundo de circuitos integrados, desarrolló una familia de sensores inalámbricos económicos para prevenir incendios en hogares de bajos recursos.
Hace, tan solo tres días, se habían colocado en éste barrio 4.000 sensores, que vía radio, son capaces de crear una red inteligente, proporcionando información en tiempo real, a un sistema superior, entregado en forma de prueba a la estación de bomberos.
Los sensores detectan puntos calientes y envían una señal de alarma. Fue así, como una familia trabajadora, pudo favorecerse cuando el cuerpo de bomberos apareció en su vivienda a pocos minutos de comenzar lo que hubiera sido una fatalidad. Ya que, en la vivienda se encontraba una niña, durmiendo una siesta.
Su madre y sus dos hermanos, se habían ausentado del hogar por unos minutos. Al volver, se encontraron, con policías cuidando a la niña, mientras los vecinos aplaudían la efectividad del proyecto: “Evitemos incendios mortales”......................
El nuevo proyecto fue creado por el gobierno de la ciudad, cuando en el último año se encontró con las frías cifras estadísticas informando que 1.500 familias habían sido víctimas de incendios, provocando la muerte de 150 adultos y 383 niños. La cifra alarmó a nuestros representantes, provocándoles una culpa tan grande por no haber prevenido las fatalidades; que decidieron poner en marcha una serie de medidas, necesarias para evitar desgracias en la comunidad.
La tecnología de la cual hablamos, se desarrolló en la Universidad Nacional con los fondos del Departamento de Defensa y con la ayuda de empresas privadas relacionadas con la integración y la implementación de los sistemas electrotécnicos de la actualidad Domótica.
Información suministrada en una entrevista hecha al Jefe del cuerpo de Bomberos de la ciudad.




Texto de Graciela Kiriadre

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