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Las palabras y el solnido Interesante artículo sobre el ritmo y rima LA DIFERENCIA que existe entre la prosa y la poesía no es algo que se pueda establecer de manera muy fácil. Un niño o un observador superficial caerá en la tentación de identificar la poesía con el lenguaje rimado y la prosa con el lenguaje desprovisto de rima. Esto es más frecuente de lo que cabría suponer aun entre personas cultas y versadas en las disciplinas lingüísticas y el ejercicio literario. En efecto, esta caracterización de lo poético por el lenguaje rítmico ofrece graves dificultades. Y en primer lugar resulta que caerían fuera del campo de la poesía las obras escritas en aquellas lenguas cuya versificación no se basa en la rima sino sobre todo, en la cantidad silábica, como sucedía con el griego y el latín. Otros autores, no menos equivocados que los primeros, hacen consistir la esencia de la poesía en el ritmo, es decir, en una determinada calidad prosódica del lenguaje por la cual se introduce en éste cierta regularidad periódica. Pero he aquí que en todos los idiomas modernos se dan y se han dado obras a las cuales nadie osaría negar su condición de composiciones poéticas y que, sin embargo, no muestran ningún ritmo prosódico, aun cuando conserven la rima. Así, pues, el ritmo y la rima (en medida más restringida), aunque son elementos importantes de la expresión poética, no son ni suficientes ni necesarios para definir la poesía. Más aun, existen obras en todas las literaturas nacionales que, sin estar escritas en verso, constituyen ejemplares de la más pura y elevada poesía. ¿Quién podrá negar el carácter universal e imperecederamente poético de Don Quijote de la Mancha? ¿Quién dudará de que una novela como Los Hermanos Karamazov, en la cual no hay rima ni ritmo de ninguna especie, vale como poesía infinitamente más que varios millones de versos trabajosamente acumulados por varias generaciones de versificadores ? ¿No es verdad acaso que una sola página de Gabriel Miró contiene tanta poesía como la del mejor poeta? Por otra parte, ¿puede concebirse expresión más prosaica que aquella que configuran tantos versos morales y didácticos, filosóficos y político-sociales como aparecieron en casi todas las literaturas europeas y americanas durante los tres últimos siglos? De todo lo cual setá necesario deducir que existe una diferencia notable entre la mera forma externa del verso y la verdadera poesía, que no basta saber versificar para considerarse poeta y que en cualquier época de la Historia, desde la Antigüedad clásica hasta nuestros días, han sido muchos más los versificadores, los fabricantes de versos, que los verdaderos poetas. Expresión en la Poesías Un particular estado de ánimo, un sentimiento despertado por cualquier objeto del mundo natural o humano, una idea de proyecciones más o menos universales, pero teñida siempre de afectividad, si son expresadas adecuadamente en lenguaje oral o escrito, constituyen el núcleo de toda verdadera poesía. Esto implica por consiguiente dos cosas: primero, un estado de ánimo original y profundo; segundo, una expresión verbal que corresponda al estado emocional. Mientras que la prosa o literatura prosaica puede caracterizarse, a su vez, por ser tina expresión verbal de juicios generales o particulares, es decir, de un contenido primariamente intelectual, la poesía, en cambio. lo es de sentimientos y experiencias, esto es, de contenidos afectivos. Ahora bien, así como la expresión adecuada de contenidos intelectuales exige el uso de determinados medios lingüísticos que configuran la literatura prosística, así también la adecuada expresión de sentimientos y afectos da lugar a una modalidad particular del lenguaje con características esenciales bien determinadas, que viene a ser la poesía. La prosa como expresión de juicios, requiere un empleo sintético y económico de la lengua, encaminado a lograr, ante todo, claridad y concisión. Y puesto que su objeto no es otro que el de comunicar pensamientos, la mejor prosa será aquella que los comunique de la manera más completa y más fiel, lo cual no excluye por cierto la elegancia en el decir, ya que para ser completa y fiel también es necesario comunicar la belleza y la armonía de los pensamientos. La poesía ha de crear ciertos medios expresivos, esencialmente distintos de los de la prosa. Entre ellos el más importante es, sin duda, la metáfora, mediante la cual el lenguaje abstracto del juicio racional tiende a hacerse concreto, expresando la peculiaridad de lo singular afectivamente captado.
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