Carlos Javier Vásquez Guerra

Rosa Agustina

Es común para nosotros escuchar en las noticias acontecimientos políticos, sindicales, económicos, etc. pero a pesar de las huelgas, paros e inflación hay esperanza cuando se mira el rostro de un niño reir que en aquel mundo de sueños y fantasías uno de profesor se involucra.

Hay esperanza al ser participe de este espíritu del Reyno de Dios que a todos nosotros, los profesores, no ha tocado vivir.

 Basta que sepamos que ellos son nuestro futuro ya hay esperanza. Nuestro maestro, Jesús, nos enseñó el valor de los niños y cuando se parece al reyno de los cielos. Por eso mis estimados lectores hay esperanza.

Elmira Amaya

Sagrado Corazón

Se aproxima el día del maestro, a pesar de las circunstancias que nos rodean la sociedad y dentro de ello los maestros vivimos una tremenda crisis de valores, donde palpamos el atropello de la persona,... a ejemplo de Jesús debemos enseñar con la Palabra y el ejemplo, conociendo nuestros deberes y exigiendo nuestros derechos, con dignidad y altura, así poder vivir esa cultura de paz que tanto nos hace falta en toda la sociedad especialmente en nuestra propia escuela.

Adolfo Ramírez del Aguila

CEPSM Simón Bolivar

“Ser maestro a secas es casi imposible, pero ser maestro cristiano es siempre posible, me explico, cuando yo decidí asumir esta delicada misión, me propuse ser el mejor maestro para mis jóvenes, pero pronto los sinsabores, desalientos, antitestimonios y maltratos laborales que uno se carga hacia el Golgota educativo, disminuyeron mis impetos. Entonces descubrí que me faltaba todavía ser alumno, discípulo del gran maestro: Cristo, para afrontar con esperanza esta enmarañada misión, que me exige eseñar primero con el ejemplo después con la palabra.

Sra. Lili Sabino Arévalo

Maestro, que gran honor ser “Maestro”.

Quien elige esta sagrada y noble misión debe tener, especialmente “Espíritu de amor y servicio” a ejemplo del “Divino Maestro”.

Maestro, en tus manos están formándose los hombres y mujeres del mañana, a ellos debes guiarlos, orientarlos y dirigirlos, para lograr que con tus enseñanzas vivan y sigan el destino del país que en tus aulas vas forjando.

Maestro, nunca caigas en el desaliento, jamás pierdas la fe. Elegiste la carrera más noble.

Sigue sembrando con amor el conocimiento en tus alumnos, no esperes reconocimiento, abre en esos niños un sendero de esperanzas y triunfos, de fe y optimismo y unidad.

Que en tu trabajo haya fe, voluntad y entrega.

Feliz Día Maestro.

En su nombre, que es el de todos tus alumnos y alumnas, gracias, muchas gracias. Ten la esperanza que, en el ocaso de la jornada, cuando tu silencio fatigado se pueble recordando muchos rostros, escucharás su voz, que repite: "lo que hiciste con uno de estos mis pequeños, a mi me lo hiciste."