ENERGÍA: UNA CLAVE PARA EL DESARROLLO DESDE LA SOCIOPOLÍTICA

"Argentinos. A las cosas" Ortega y Gasset

"Argentinos. ¿Y?...¿para cuándo?" Juan Pueblo

Petróleo: Casi un tema tabú.

Siendo un asunto de extrema gravedad, es indudable que el agudizamiento de la escasez de petróleo y las consecuencias geopolíticas que conlleva la posesión de fuentes, en términos de poder político en el mundo, requiere de alternativas para sentar nuevas bases de sustentación del desarrollo nacional ante la limitada capacidad política y económica de nuestro país para disponer con independencia de este recurso.

La situación petrolera Argentina es precaria: La disponibilidad de crudo está limitada a veinte años y por sobre todo, las principales fuentes están en manos extranjeras. Lo último equivale a decir, que dichas fuentes están sujetas a estrategias de desarrollo excluyentes para nuestro país, aunque las mismas estén localizadas dentro de su territorio. En términos de política económica, no podemos considerar el tema petrolero dentro de nuestras perspectivas de desarrollo.

Racionalidad producción-consumo energético desde un proyecto nacional

La producción eléctrica, de combustibles, de gas domiciliario e industrial y de calefacción, presenta múltiples problemáticas, pero la más importante de ellas, es el uso indebido y derrochador de insumos energéticos, que en términos económicos, podemos afirmar que se presentan filtraciones (flujos de pérdidas) que jamás serán recuperadas. ¿Cómo evitarlas?¿Cómo aprovechar eficazmente el consumo del insumo energético? Es obvio que un proyecto nacional de desarrollo explícito y consensuado, facilitaría entender el para qué del uso de la energía, porque sabríamos dónde nos dirigimos, pero el actual estado de anomia social y dirigencial nos impide saber la validez de esfuerzos colectivos y de la razón de porqué asegurarnos una gestión racional de insumos, ya que en la actualidad, estamos siendo cuestionados como entidad nacional. Pero este punto escapa de una perspectiva lógica en el mediano plazo, de mediar el sentido común de la supervivencia social con el restablecimiento de la capacidad nacional de autogestión de su propio destino y recursos.

Necesidad de un nuevo sistema energético nacional

Necesitamos abrir nuevas posibilidades energéticas. Las mismas, requieren de un sistema de previsión dotado de soportes físicos e información que prevenga desabastecimientos y nuevas demandas, a la par que se introducirían nuevos sistemas de producción y consumo ambientalmente sustentables. Esa es la necesidad, digamos, ideal o utópica. Desde esta perspectiva podemos acercar a las presentes posibilidades para la orientación del esfuerzo.

Los nuevos sistemas de producción y consumo, compatibilizados a los actuales sistemas (cada día más costosos o retaceados, según la visión de cada uno), se presentan a modo de listado, pero la intención es dejar en claro la gravedad del tema y la necesidad de su resolución en los mejores términos sociales y ambientales.

- Combustibles: alcoholes, biodiesel, biogas, híbridos, racionalización tecnológica en vehículos y sistemas de transporte, recuperación del ferrocarril.

- Calefacción: solar por circuito de agua, nuevos diseños de edificación.

- Electricidad: solar por células fotoeléctricas, solar por otros sistemas, eólica, otros sistemas térmicos, microhidroeléctricas, racionalización tecnológica en aparatos eléctricos y transporte de energía.

Cabe considerar del listado, que existen configuraciones de operación dadas, para diversas actividades, como domiciliarias, urbanas, industriales, agrícolas. También hay adaptabilidades y combinaciones de producción-consumo según regiones y necesidades ambientales.

La articulación institucional y la participación de actores claves

El sencillo listado enunciado arriba, constituye una muestra de los importantes caminos múltiples que se pueden transitar en materia de producción y consumo energético. Dados los costos iniciales y la capacidad operativa de gestión técnica, le cabe solamente al Estado y a las demás instancias públicas, provinciales, municipales, regionales (sociedades interestatales, mixtas), junto a instituciones públicas y privadas como el INTI, INTA, Conicet, INVAP, universidades, UTN y otras. Argentina dispone capacidad tecnológica y de aprehendizaje de alta permeabilidad y creatividad, siempre, dentro del marco adecuado. Existe viabilidad financiera y retornos para que la implementación del nuevo sistema resulte operable en un mediano plazo, en calidad y extensión.

Quizás podríamos estar ante un nuevo desarrollo industrial desde esta perspectiva. Basta en reconocernos capaces de tales empresas.