Dirección: Alfred Hitchcock.

Guión: Charles Bennett y D.B. Wyndham-Lewis (historia). John Michael Hayes (guión). 

País: EE.UU.
Año: 1956.

Genero: Thriller.
Duración: 120 min.

Titulo Original: The Man Who Knew Too Much.
Elenco: James Stewart (Dr. Ben McKenna), Doris Day (Jo McKenna), Brenda De Banzie (Lucy Drayton), Bernard Miles (Edward Drayton), Ralph Truman (Buchanan), Daniel Gélin (Louis Bernard), Mogens Wieth (Embajador).

Producción: Alfred Hitchcock.

Música: Ray Evan, Bernard Herrmann y Jay Livingston.





 

El Hombre que Sabía Demasiado

Por Maximiliano Curcio

 

     Sinopsis: El matrimonio Bob y Jill Lawrence están de vacaciones en Suiza con su hija Betty. Un francés hace amistad con el matrimonio, pero recibe un disparo en el corazón mientras bailaba con la joven esposa. Antes de morir revela un secreto.

    

* * * * * / EXCELENTE

 

Estando a la altura de sus mejores obras, y como buen estandarte del thriller político,  Hitchcock nos impresiona una vez más con una trama de espionaje político, asesinatos y conspiraciones, esta vez sobre una familia que se ve en el medio de un complot para asesinar al primer ministro británico, remake del film británico homónimo que él mismo dirigió en 1934. Con "El Hombre que Sabia Demasiado" Hitchcock se da el gusto de dirigir una remake de un film propio, privilegio que hoy en la era de las remakes son pocos los directores que completan tal logro y donde los resultados están a la vista: el genio del suspenso había madurado en sus ejercicios visuales y que la etapa post británica, en su desembarco a Hollywood con "Rebecca" en 1940, le había sentado muy bien. 

Ambientada durante buena parte del metraje en un terreno hostil y extraño como Marruecos, el film manipula al espectador constantemente, llevándole por caminos falsos en busca de pistas o motivaciones para los diferentes personajes, al igual que malentendidos para una joya del cine de intriga. La memorable resolución en el tenso  y angustiante desenlace, con un dominio del ritmo exquisito, gran trabajo fotográfico de su inestimable colaborador -con la punzante carga del rojo a manera metafórica, agotando las variantes dramáticas del cromatismo de aquel tecnicolor- y musical -con la banda sonora del inolvidable Bernard Herrmann- hacen una excelente resolución final, como es costumbre del maestro del suspenso: en esta escena reside la mística del film, plano a plano, sin palabras, con el increscendo emocional da la operística y una simbología en objetos mas marcada que nunca resulta en un pasaje escalofriante. 

Un James Stewart impecable y versátil como siempre se une una vez mas con su preferido Hitchcock suma otro papel de relevancia a su nutrida y dilatada filmografía,  mientras que Doris Day completa el reparto protagónico con la inolvidable interpretación del tema "Que será, será", en un quiebre emocional fundamental para el desenlace y resolución del film.

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