Rambo
Por
Guido
Barsi
Sinopsis: John
Rambo es un ex-boina verde que no ha podido reconstruir su vida
luego de las terribles experiencias que ha vivido a través de los años.
De paso por un pequeño pueblo del noroeste de Estados Unidos, Rambo
es detenido por la policía. Sin explicarle las razones de su
injusto arresto, es sometido a toda clase de humillaciones y
maltratos. Cuando llega al límite de lo que puede soportar, Rambo
se escapa de prisión convirtiendo al pueblo en su propio campo de
batalla.
Este
es uno de los títulos, junto a “Rocky” los más simbólicos
de la carrera de Stallone, el que no la haya visto (era uno de
ellos) llega a pensar que “Rambo” no es mas que un soldado
tirando balas a derecha e izquierda bajando al enemigo de turno.
En
realidad la primera parte dista bastante de esa concepción, Rambo
es un ex-combatiente de Vietman que va a visitar a un amigo de
aquella lejana tierra. Pero su amigo a muerto y lo único que
encuentra es lo mismo que en todos lados: discriminación. Rambo
tiene tanta mala suerte que el jefe de la policía del pueblo es
también un discriminador y lo invita a irse del pueblo, va que te
viene, Rambo termina en la cárcel y sus recuerdos de aquella tierra
lo invaden. De allí para adelante tenemos una hora y pico donde la
situación de Rambo se torna bastante difícil y entretenida para
nosotros ya que tendremos a un soldado contra 6 policías... una
batalla algo despareja para los pobres policías. A medida que va
avanzando la trama nos vamos dando cuenta que Rambo es mas de lo que
aparenta (con lo visto no había muchas dudas). También nos damos
cuenta que a pesar de esa mentalidad de matar por el país, como
todo ex-combatiente Rambo es asediado por los recuerdos de la
guerra, que al regresar vencido de la guerra no había palmas ni
sonrisas para su recuerdo, simplemente el olvido y el rechazo. Un
guión basado en la novela de David Morrell que combina la acción
con una cruda realidad. La acción, que tiene un gran protagonismo
corre por cuenta del director quien logra un buen trabajo manteniéndonos
pegados a la butaca (o el sillón) sin poder dejar de ver por mas
que no se dispare ni un solo tiro ni haya un simple dialogo. Una
perfecta recreación de los escenarios y la interpretación
dispuestas por el guión.
Las
actuaciones corren por cuenta de Silvestre Stallone en el cuerpo de
Rambo, un trabajo correcto (solo tiene que poner cara de nada y
entregar golpes acá y allá, dispuesto a entregar todo en el clímax
de su discurso donde deja esa cara de nada), Brian Dennehy como el
malo de turno, que en verdad se hace odiar, y Richard Crenna en un
personaje que tiene ese aire de “te lo dije”. Un buen elenco muy
bien elegido para sus respectivos papeles.
“Rambo”
es una película de acción, pero que en el fondo tiene un buen
mensaje sobre los ex-combatientes muy real y muy profundo (por
ejemplo el trato a Rambo en el país se puede identificar muy fácilmente
con el que recibieron los ex-combatientes de Malvinas). Seguramente
(no puedo estar 100% por que no las vi) ese mensaje se perdió en
sus secuelas.
Puntaje:
07/10.
Lo
Mejor: El mensaje de fondo.
Lo
Peor: Hollywood se encargo de borrarlo con sus secuelas.
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