Tributo a Steve McQueen

Por Maximiliano Curcio

 

TRIBUTO A STEVE McQUEEN (1930-1980): 25 AÑOS SIN HEROES DE ACCIÓN 

 

Al cine le falta algo desde que, bastante temprano, se fue y nunca lo pudo reemplazar. Distintas versiones se cuentan sobre la enfermedad y el posterior fallecimiento de Steve McQueen un 7 de Noviembre de 1980. Se dice que eligió una casa perdida en un monte en la Ciudad de Juárez en México para pasar sus últimos días luego de su retiro del cine y de sucesivos matrimonios que terminaron en fracaso. Como gran mito cinematográfico que fue, por lo que su figura significó para una época, su partida tan repentina como sorprendente dejo un vació enorme y el icono del héroe de acción por excelencia de los '60 y los '70 cobro figura de leyenda y se interno para siempre en el Olimpo de las grandes figuras que conmovieron al mundo del espectáculo con su talento, pero que se fueron rápido y de manera inexplicable.

Luego de formarse en el Actors Studio de Lee Strasberg su debut fílmico se produjo en 1956 en "Marcado por el Odio" de Robert Wise y junto a Paul Newman en la biografía sobre el boxeador Rocky Graziano. Pese a su breve aparición el cartel que lo acompañaba le dio notoriedad y le proporciono formar parte de la exitosa serie televisiva "Wanted Dead or Alive" que se extendió desde 1958 hasta 1961. Mientras tanto, Steve alternaba incursiones en el cine de las cuales solo se rescata "Los Siete Magníficos" (1960), un impecable western de John Sturges adaptado de la genial "Los Siete Samuráis" de Kurosawa. Hacia comienzos de la década del '60 el status de McQueen como megaestrella del cine de acción se fue acrecentando gracias a títulos como: "Héroes del Infierno" (1962) de Don Siegel, "El Gran Escape" (1963), también de John Sturges, "Adiós ilusiones" (!965) de Norman Jewison, "El Caso Thomas Crown" (1968), otra vez a las ordenes de Norman Jewison y "Bullitt" (1969) de Peter Yates, todas películas en donde McQueen desplegaba sus dotes de acción, su gusto por las mujeres, por el juego y su pasión por la velocidad en papeles hechos a su medida y desplegados en géneros como el bélico, el de aventuras, el policial o el suspenso.

En 1966 "The Sand Peebles" le representaría la consagración actoral absoluta que lo puso a las puertas del Oscar y que no encontraría semejante reto actoral en comparación hasta "Papillon" (1972), un notable film testimonial donde opaco al mismísimo Dustin Hoffman. Luego volvería a trabajar junto a Sam Peckinpah y su segunda esposa, la actriz Ali MacGraw para la brillante película de acción "La Fuga" (1973) y un año mas tarde inauguraría junto a Paul Newman el cine catástrofe de Hollywood con "Infierno en la Torre". De ahí en mas sus incursiones cinematográficas serian cada vez mas pausadas y el ultimo gran trabajo que se le conoció fue el recordado western "Tom Horn" (1980), que lo vio ya entrado en años, pero con su carisma intacto y sin perder la buena forma para encarnar héroes que se identificaran con el publico y que lo llevaran a ocupar un lugar que nunca nadie pudo reemplazar y que sentó precedentes para las generación futuras que le deben mucho a McQueen en la figura moderna del héroe de acción que hoy conocemos.

 

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