El Nido
Vacio
Por
Maximiliano
Curcio
Sinopsis:
"El Nido Vacío" es una comedia dramática que retrata con
humor la reconstrucción de un matrimonio entre Leonardo, un exitoso
escritor y su mujer Martha, estudiante hiperactiva, una vez que sus
hijos emprenden su propio camino fuera del hogar. Los sentimientos
que se redescubren, las diferentes miradas y los avatares de un
matrimonio que vuelve a convivir sólo de a dos.
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MUY BUENA
En la
última década Daniel Burman, con “Esperando al Mesías”, luego
“El Abrazo Partido” y finalmente “Derecho de Familia”
se convirtió en uno de los directores argentinos jóvenes más
promisorios, así como también un autor con todas las letras, siempre
reflexionando sobre las disfunciones de familia y los dilemas
personales en ese submundo tan particular que tan bien retrata con
frecuencia. ”El Nido Vacío” atiende a otro tipo de
inquietudes y es un vuelco de 180 grados a lo que nos tenia
acostumbrado. Lejos de los treintañeros protagonistas de sus
historias y de los barrios judíos que de forma tan pintoresca los
ambientaban.
“El
Nido Vacío” es una mirada acertada, ácida e inteligente, (aunque
menos brillante que otras veces) sobre la familia y el matrimonio.
Así, aquí tenemos un film centrado para gente con problemáticas
comunes de personas de más de 50 años atravesando una etapa
importante de transición en lo referente al independizarse de sus
hijos y al desgaste y reinvención de la vida de pareja. Pareja que
conforman dos actores experimentados del cine nacional como Oscar
Martínez y Cecilia Roth, para ambos en papeles fundamentales que
representan un gran renacer en sus trayectorias y un volver a las
fuentes locales luego de sendos pasajes exitosos por el exterior.
Burman
dota al film con su guiño siempre detallista (aunque dosificado)
para captar y transmitir por medio de sus personajes sensaciones que
lo ilustren por completo y que a más de un director se le pasarían
de largo o caería en la torpeza. Despojado de los tradicionalismos
narrativos y tiempistas de un cine de género, Burman cuenta una
historia atípica, de corte independiente, casi vanguardista, de
pocos diálogos y muchos silencios, de música que acompaña sutil el
relato y de planos que sugieren y despiertan la mirada de un
espectador comprometido y cómplice, de climas que se forman desde la
incertidumbre en sus personajes y nos transmiten ese vacío en el que
viven, ese hueco por cubrir, esa necesidad de reinventarse a si
mismos y encontrar la motivación perdida.
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