Jueves, 12 de Agosto de 2004

Poné el plato de arroz

Garcé firmó y hoy llega a Santa Fe para unirse al plantel del Coco.

SANTA FE (CORRESPONSAL). Ya está Coco, respirá un poco más tranquilo. Si de los cinco refuerzos de jerarquía que pidió, ya tiene tres. Ayer por la tarde terminó "la novela de Alberto Migré", tal como definió Basile a la llegada de Ariel Garcé, quien en Buenos Aires firmó su préstamo por un año. "Sí, ya está. Ya firmé el vínculo y no veo la hora de estar en la ciudad", afirmó el ahora defensor Sabalero en declaraciones a LT9.
 
Mundo de sensaciones. Una de las cosas que siempre sostiene Basile es que "los jugadores de jerarquía llegan y pueden jugar. Si Garcé, como Grisales, están bien y llega el bendito transfer, jugarán contra River". Ahora, ¿estará el Chino en el Monumental con la sangre y luto y no con la banda? "No hablé con el Coco, pero a mí me gustaría jugar ni bien llegue. Más que nada porque enfrentamos a River. Será raro jugar contra mi ex club, pero hoy pertenezco a Colón y tengo muchas ganas de estar.

—¿Es una especie de revancha debutar contra River?

—No, al contrario. De River me fui muy bien. En esta última etapa fui a préstamo sin opción, por lo que sabía que debía volver a Morelia. Es más, tengo muchos amigos en el equipo. Pero como nunca jugué contra ellos, quiero vivir qué se siente y demostrarme que puedo separar las cosas.

—¿Qué sabés de Colón tras charlar con Basile y Fuertes?

—La figura del Coco es importantísima. El te da confianza y respaldo, y eso es clave para rendir. Pero además de él, veo que el equipo tiene jugadores de jerarquía. Conozco al Bichi porque fui compañero suyo. Sé todo lo que puede dar. Y a muchos de los jugadores los enfrenté cuando estaba en River y son muy buenos. Se armó un plantel de nivel y con un técnico que es de lo mejor que hay en el mundo. El próximo será un gran campeonato, con muchas figuras, como el Burrito (por Ortega) o Almeyda. Va a estar muy bueno. Y creo que Colón dará la sorpresa.

El Chino llegó. Y con él, la novela terminó. Por suerte para Basile, con final feliz.


 

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