Actividades que
llenan el alma
Quien soyPsicoterapia que no esclavizaMedicinas que respetan lo naturál Gimnasia que energizaNovedadesActividades que llenan el almaConocimientos que concientizanEditorialQue opinai

 




Al principio de su MERCURY, OR THE SECRET AND SWIFT MESSENGET, 1641, John Wilkins cuenta la siguiente historia:

"Cuán extraño debió resultar este Arte de la Escritura en su primera Invención lo podemos adivinar por los Americanos recién descubiertos, que se sorprendían al ver Hombres que conversaban con Libros, y a duras penas podían hacerse a la idea de que un Papel pudiera hablar... Hay una graciosa Historia a propósito de esto, concerniente a un Esclavo indio, el cual habiendo sido enviado por su Amo con una cesta de higos y una Carta, se comió durante el camino gran parte de su carga, llevando el resto a la Persona a la que iba dirigido, la cual, cuando leyó la Carta, y no encontrando la cantidad de higos de que se hablaba, acusó al Esclavo de habérselo comido, diciéndole lo que la Carta alegaba contra él. Pero el indio (a pesar de esta prueba) negó cándidamente el hecho, maldiciendo la Carta, por ser un testigo falso y mentiroso. Después de esto, habiendo sido enviado de nuevo con una Carga igual, y con una Carta que expresaba el número preciso de higos que habían sido entregados, devoró otra vez, según su anterior práctica, gran parte ellos por el camino; pero antes de tocarlos (para prevenir toda posible acusación) tomó la Carta, y la escondió debajo de una gran piedra, tranquilizándose al pensar que si no lo veía comiéndose los higos, nunca podría referir nada de él; pero al ser ahora acusado con mayor fuerza que antes, confiesa su error, admirando la Divinidad del Papel, y para el futuro promete la mayor fidelidad a cada encargo"

(citado por Umberto Eco en LES LIMITES DE L'INTERPRÉTATION - Grasset.
.

 

^ volver arriba