POESÍA
LATINOAMERICANA EN BERLÍN
JAIME DE LA GRACIA,
POETA COLOBIANO DE LA DISPERSIÓN.
Por José Pablo
Quevedo
Jaime de la Gracia, tiene una
adquisición muy fresca, como una pintura a lo Claude Monet
o como un manantial-afluente del gran Orinoco: ¡Café Berlín! Y
en torno a este cuadernillo literario nos hemos sentado
muchas veces a dialogar. Y el poeta me ha contado sus
impresiones, sus desgastes, y sus energías invertidas en esta
tarea trascendente, pero el amor ha debido de ser una de sus
grandes pasiones y metas para la conquista de este sueño, cuyos
resultados desde hace dos años venimos celebrando en Berlín, en
esta gran metrópoli europea.
Y el poeta ha madurado
increiblemente desde ese tiempo conocido como, orden y caos
en el equilibrio de la piedra. Y él es el más audaz y el
más osado, pues lograr esa obra de talento y continuar
trabajando por amor, ya se lo hemos repetido, eso no es una
empresa para diletantes. La literatura, especialmente la
poesía y el arte pictórico del mundo latinoamericano en Berlín
es como la pasión por el deporte, que hay que saber quererlo y
tratarlo cuando se quiere que los espectadores lo gocen y lo
sientan con todos los sentidos. Pues, quién desea exponer su
obra en una galería berlinesa, no se debe apoyar en una firma o
en un mecenas. Y Jaime de la Gracia no los tiene, pero tiene a
las Nereidas, y ellas le rodean y les sirven como fuentes de
inspiración y de acompañantes por todos esos caminos ariscos y
cortantes, pues él sabe que hasta la provocadora Circe, en esa
isla Aia, siempre le estará esperando, o como el poeta lo
escribe. La ropa secándose / colgada del alambre dulce.
Por los caminos de la
imaginación a hecho este poeta colombiano innumerables trazos y
esquemas regocijables con sus pinceles y con la palabra. Y las
dos expresiones artísticas salen de su mente y las plasma sus
manos entre las arenas y en las aguas que se extienden en sus
colores diluidos y van por los ramales dispersos de los ríos del
planeta. Y él sólo conoce los caminos y los nudos de la
dispersión en sus acechos imaginarios, que salen o nos conducen
a otras ciudades, a otros corazones. Él es un cosmopolita, un
gran caminante entre ciudades europeas, que tratando de
interpretar nuevamente a Antonio Machado, el poeta de la
República Española, quien escribió: Caminante no hay
camino, se hace camino al andar, se a echado a
caminar, pero ya no con los pies formales del entusiasmo, sino
por los caminos del espíritu. ¡Verdad, que esto, nos parece
imposible! Pero la posibilidad de la mente, de este creador es
regocijable, es su descubrimiento y la conquista de un espacio
berlinés, y este espacio, hay que saber conquistarlo, o como él
dice: Hay que saber jugarse el pellejo, sobre todo,
en un país donde todas esas posibilidades parecen ya agotadas.
Jaime de la Gracia tiene
amigos lectores en muchos países de América Latina, él ha sido
el fundador de Café Berlín, como revista literaria
en papel y en Internet también es su director, en esta tarea
recibe el apoyo del fabuloso escritor Luis Fayad y de los poetas
Hernán Renner, Arturo Prado Lima los cuales forman el comité de
redacción de café Berlín. El poeta mediante este sistema está
comunicado con el resto del planeta, y en ese esfuerzo no
se agota.
Todo se transpira por los
caminos de la magia o del simbolismo, y también por los diversos
mundos del arte, un mundo que se debe de parecer al infierno en
el gozo, en donde recorre toda esa variedad multicultural, las
repúblicas diferentes del Arte y de la poesía erótica,
recreadora y reflexionadora de la vida, No es fatiga el
peso de tu peso / No me canso de tu nota / Me gustas cuando
aguajeas / Cuando te anudas embrullada. dice el poeta.
Y nos encontramos en Banco
Vallejo(1), un bello rincón en Berlín, un jardín
perfumado con flores de lavanda y de rosas rojas y profanas, el
lugar de las Citas de la Poesía, y de los fabuladores
latinoamericanos, en donde han llegado otros poetas venidos de
otros exilios de Europa como de América Latina.
El olor fresco de
primavera la brisa viene del río Spree que atraviesa
el corazón de la ciudad.
En Alemania todos los caminos
que nos conducen a los bosques o a la ciudades están ya
señalados por grandes avisos o por folletos, no hay nada por
descubrir, en ellos nadie se pierde ni yendo con los ojos
vendados, los avisos se asoman en las cortezas de los
árboles a las orillas de los caminos. Conversamos acerca de dos
grandes de la pintura moderna, el alemán Friedrich David Gaspar
y el inglés Arnold Böcklin, quienes han revolucionado con el
pincel y la técnica la idea sobre el movimiento de la luz y la
descomposición de los colores. Y hablamos sobre la
relación oscuridad penumbra, y nos entramos con
nuestro diálogo al oscurantismo medieval y al vanguardismo de
nuestra época. Jaime ha elegido los colores expresionistas, los
colores del fuego, de la Luz, los cuales está sacando siempre
del estuche del río.
Así mismo, en su libro:
Poemas de la Dispersión/ Editorial Flor y Piedra,
Berlín 1997 / poesías o miniaturas de voces de un Yo intimista
y sintético, advierto este desenvolvimiento que engendra el paso
de uno a otro estado entre el caos y el orden, entre
los disímiles colores de la Luz: El río que pasa dos
veces es el verdadero. O también, como De la Gracia en
otros versos, escribe: Los ríos no van al mar / Los caminos no
pasan por Roma / Ella hoy se va a la biblioteca. O también
en su verificación, como suma y resta óptima: Si aparece
el sol / Lo hará por sustracción. Es decir, la
provocación y el encanto que engendra la palabra en su caída,
con su perfume nocturno, con sus mariposas diversas de sueño,
con sus alas de Ángel y Demonio, con sus advertencias y
crucigramas, con su diálogo de Río y de Luna, y su acecho de
jaguar en una rama esperando a que la sombra de la Luna cubra al
mundo. El cielo debe ser un lugar / De purgación / Porque
es el sitio al que / Aspiran los astutos. Y nos damos
cuenta, que el poeta no persigue a las imágenes, ellas vienen a
él como los escarabajos o las mariposas a la flor, atraídos por
el perfume del Orinoco vivo como una serpiente cuya piel transpira
el color de la tierra fecunda: Las piernas blancas / Dentro
de las flores blancas / Paisaje erótico creciendo / Con sol
gordo entre tus piernas.
En el Banco Vallejo,
también hablamos sobre el primer virus Globalizado: Te amo,
que no acabó precisamente con muchos corazones, sino que
calcinó a miles de computadoras e inició la primera Guerra
Terrorista de los Virus, y hablamos de su reciente
artículo, El Gran Talibán. ¿Englobaremos también
al amor? Le pregunto. Y noto su reacción elástica, y el poeta,
como un buen delantero de fútbol que va siempre a la ofensiva,
me dice: ¡Si, pero, a nuestra manera! ¡Mejor, aquí, en
Berlín, aquí hay miles de jardines habitados por las Musas, se
acuestan sobre la yerba y se desnudan ante el sol, y la poesía
no se acaba sino recién se inicia en esos senos redondos y en el
pubis perfecto! Y efectivamente aquí el poeta Jaime de la
Gracia es uno de los más bellos, y cuando el sol asoma y nos
sentamos a dialogar, es cuando aparecen cientos de Musas sobre
las embarcaciones y naves de la Flota Blanca, que
pasa por las aguas del río Spree. Ellas le sonríen y le brindan
una copa de vino rojo, y le exclaman: ¡Ehhh poeta! ¡Tú
que eres como una montaña alta, y permanente y estás
siempre rodeado de sol!, ¡Y tú, que todo lo puedes ver,
¡achicharra a los diletantes, que no gozan, ni dejan gozar a tus
Ninfas!
Y hablamos y permanecemos
siempre en puntos suspensivos y suena el teléfono: ¡Oye,
José Pablo, la insurrección del Mar a venido a visitar a tu
poesía. Es el mejor libro que has escrito. ¡Bueno,
dejemos al mar para otro día, ahora, lo mejor es hablar sobre lo
que pasa en tu país. Al fin y al cabo hay que decir ciertas
verdades... ¡Y un tiro ya no puede matar al infinito!
Y Bolívar es un infinito, y le digo, El artículo del
escritor, periodista colombiano Eduardo Escobar, titulado
¿Un majadero Bolívar?, es lo más infeliz que he
conocido en toda la historia del periodismo latinoamericano.
Algunos poetas alemanes ante
ese discurso que parece sacado de un congelador de adoquines
adjetivizados, perdón, aquí los hay, pero son por el
efecto natural del clima y del duro invierno y no por ingeniosa
ingenuidad de un escritor, en la que se transpira mucho de
rasismo y de complejo de inferioridad. Ellos, se preguntan,
ya que algunos se quieren permitir la vuelta de la
monarquía española para Colombia: ¿Porqué también
nosotros los alemanes no podemos permitirnos, ahora, traer a la
momia del Rey Carlos V de España para que salve la
Reunificación alemana y busque el equilibrio entre el este y el
oeste alemán, y aún más, ponga a la Alemania como la primera
potencia económica del mundo. También nos dicen, ¿Porqué
no caminar de la mano con la Contrareforma y la Inquisición,
antes que admirar las reformas de Calvino y de Lutero, ya que
todo aquello que el Renacimiento y el Humanismo han creado hay
que declararlo obsoleto. Y algunos más radicales nos
dicen: Mejor serían las ideas medioevales ahora iluminadas
y canonizadas por el mismo presidente Busch, que todos los
principios de igualdad, de hermandad y de fraternidad,
descubiertos por Juan Jacobo Rosseau o Voltaire, porque esas son
las nuevas fuentes del nuevo terrorismo de Estado. Y
¿acaso, - me dice otro escritor otrora luchador por los derechos
humanos en la RDA - y ahora corifeo del Partido Demócrata
Cristiano Alemán -, para bien de nuestro país, sería mejor que
se imponga nuevamente todo el rasismo de Mein Kampf y
también el español, ese binomio sería la clave del nuevo
progreso social de los europeos?
El orden postulado por
Eduardo Escobar, está en soñar con un orden que nunca le
permitirá ser diferente a los demás, está en condenarse
asimismo y encadenar a su propio individualismo algo tan
necesario hasta en la intuición de un escritor pequeño frente a
toda esclavitud, un imperativo bien ganado para cada quien que
aprecia a la libertad -, sino estar en un cielo jerarquizado,
absoluto, totalitario, bajo las ordenes de los burócratas y de
los ordenadores de catecismos y repetidores de rezos y de los
Hermizillas plagiadores de otros escenarios. Una aspiración
simple sacada de una cocina a lo McDonald, ese ejército
uniformado que anda de igual por todo el mundo, sin sueños
propios ni horizontes nuevos.
Conocer que el caos y
el orden existen solamente correlativos, no es una gran
hazaña en cualquier parte del globo, pero ningún poeta puede
anhelar ser nuevamente un bufón de corte, y menos gratuitamente,
sin habérselo consultado al Rey de España. ¿Tal vez el
caso Eduardo Escobar sea el único caso por errores
de interpretación de la historia?
Por los caminos de la
dispersión, Jaime de la Gracia, nos conduce como un Divino Dante
por los caminos de la realidad, sin anhelar al paraíso, pues
este ya está hecho para los mediocres y los repetidores y
los besadores de manos de los reyes. Jaime de la Gracia vive en
una isla de sueño y sabe que la realidad está al alcance de su
mano, cuando las Musas se muestran desnudas sobre las proas de
las naves blancas, y no con los vestidos, en las hechuras de los
Inquisidores diseñados en contra de la tentación de la carne,
llenos de corcetes y de ligas que aprietan y deforman los huesos,
como deben de ser las pesadillas a las que nos quiere devolver
Eduardo Escobar. El poeta Jaime de la Gracia, se afirma, y se
eleva, porqué sabe que cada isla estará atenta a su canto y a
su vitalidad, o como así mismo, él lo testimonia: Me
llamó para avisarme que me ama / Y decirme encarecidamente / Que
los sordos de espíritu / No harán las revoluciones.
El poeta sabe, que por los
caminos de la dispersión el futuro estará asegurado
llenando y ofreciendo a su copa una nueva miel, que como el
sabor del buen vino quedará en cada labio como gozo. Más aún,
nos enseña que el caos es el eterno orden de
las estrellas, que reclaman para sí el tiempo en que ellas viven
y perduran en cada terreno azul.
José Pablo Quevedo
José Pablo Quevedo, 14. 05.
45., Catacaos /Piura, Perú. Desde 1976 hasta 1989, en Leipzig y
Berlín, estudios del idioma alemán, filosofía y candidatura
para obtener el título de doctor de filosofía. Entre los años
de 1993 a 94 enseñó en la facultad de Kulturwissenschaften
(Ciencias del Arte) en la Humboldt- Universität zu
Berlín. En 1994 funda la hoja literaria berlinesa, La
Pirámide Invertida y en mayo de 1996 organiza e inicia la
I. Cita de la Poesía, Latinoamérica- Berlín, evento
poético-cultural que se realiza en mayo, junio y septiembre de
cada año. Ha sido además, cofundador de la Sociedad Trilce
en Berlín y es fundador del grupo literario MeloPoefant
Obra poética: La
noche, un día de espaldas al sol, Lima, 1973; Dieve,
Berlín, 1980; Torsos y piedras, Ediciones Aguilar,
Homenaje al Centenario de César Vallejo, Trujillo-Perú, 1994;
Immer ein anderer, Berlín, 1996;Der Kontinent
der Sonne, libro que contiene 5 obras de radioteatro para
niños, que fueron anteriormente producidas y editadas por el
Berliner Rundfunk de Berlin desde 1986.