LA NACION
Siempre libre, Me hace sentir, El jugador, Aterrizar, Valle de la Luna, Esa luz, Piolines, Su Sam, Más loca que yo, fuera del mundo, Miniturismo, Valeria del Mal, Siempre libre II (Musimundo) El álbum abre y cierra con lo que bien podría ser un manifiesto de independencia: "Siempre libre". Turf, el ahora quinteto de jóvenes, rompe un silencio de dos años con un pretencioso álbum que mezcla pop y nueva psicodelia, matizado por una fuerte presencia del sonido Charly García, a quien la banda tanto admira. Como en el primer CD, el bigote bicolor participó en "Esa luz" -un García auténtico- y sus típicos colchones de teclados resuenan en todo el material.
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Desde que debutaron, los Turf se las rebuscaron para no pasar desapercibidos. Siempre dieron la sensación de estar en el lugar justo en el momento justo y eso en corto plazo dio resultados positivos. Bajo el manto de protección que les dio gente como Charly García o Los Fabulosos Cadillacs editaron en 1997 el disco Una Pila de Vida, que estaba plagado de hits y que los posicionó como el grupo revelación del año siguiente. El próximo paso a dar sería clave: un segundo disco que cristalizara todas las esperanzas puestas en ellos. Y el esperado segundo disco llegó. Siempre Libre despeja todas las dudas sobre las condiciones artísticas del grupo. El cantante Joaquín Levinton y compañía transitan por un camino más peligroso (en términos comerciales) pero no menos excitante (en términos artísticos). La fiesta adolescente terminó. Esto se nota en las letras, de un tono más existencial. Turf demuestra que pueden construir excelentes canciones como Esa Luz, Piolines o Valeria del Mar. Se podría decir que suenan progresivos, que escucharon mucho a los Primal Scream, que los arreglos de cuerdas son la frutilla del postre. En definitiva ser más que parecer es la cuestión ¡Ahí es donde sacan su ventaja!
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Turf corre una "carrera" en el gran premio de la música que afortunadamente no es la fama, sino la
diversión por componer. Sus temas son como lo dice la letra de "Aterrizar"...para los que resisten,
para los que se animan a despegar. Son para aquellos que buscan nuevas sensaciones o que necesitan
recordar las viejas, aquellas que nos daban los sonidos del pop de los ´60 o el rock de sinfónico de los
´70, pero con un claro y agradable tamiz de los ´90. El complemento instrumental de violines, cello, coros
y una cadencia casi mística nos permite conocer que para Turf la cuestión "No es donde estés, sino
donde quieras ir..."(Piolines)
RAN
"Siempre libre" es un disco más colgado y hippie, en el que el ahora quinteto (sumó al tecladista
Nicolás Otavianelli) se permite pensar acerca de la vida, la libertad y el lugar en el mundo.
Por eso es un álbum algo místico y relajado.
Los temas más fuertes son "Siempre libre" (un segundo hit de alegría veraniega), "Aterrizar" (que tiene
una melodía deliciosa), "Siempre libre II", "Esa Luz" y "Me haces sentir".
Entre los músicos invitados se destaca Charly García, que metió teclados y voces.
Un disco más ambiosioso que "Una pila de vida", su antesesor, y además más logrado. Es para Turf
un paso adelante, que genera buenas expectativas acerca de lo que está por venir.
Mientras se tararea "Siempre libre", claro.
MUSIMUNDO
Los Turf son el costado más elegante de la filosofía stone argentina. Este, su segundo disco,
evidencia su evolución compositiva. Alejados un poco de los riffs primarios, se acercan con mayor impulso
a bandas como Primal Scream o The Verve. Su fuerte reside en algunos estribillos y en la manera
confortable en la que de desplazan dentro del panorama del rock nacional. A juzgar por la tapa,
otra de sus influencias notorias es el álbum "Ocean Rain" de los Echo & the Bunnymen.