Se sabe que murieron en París, durante la Revolución, en la terrible semana del 2 al 9 de septiembre de 1792, durante la cual seiscientas víctimas, de todas condiciones, fueron masacradas en las distintas prisiones de la ciudad. Entre ellas hubo ciento treinta religiosos, religiosas y sacerdotes, de esos mártires, ciento noventa y uno fueron beatificados en 1926; entre ellos hay tres obispos.

   Sin duda, la masacre del convento de las Carmelitas es la más conocida. Es allí, donde, el 2 de septiembre, mataron a Monseñor Jean-Marie du Lau d’Alleman,  arzobispo de Arlés, a los dos hermanos La Rochefacuault: Monseñor Pierre-Louis de la Rochefoucauld-Bayers,  Obispo de Saintes y Monseñor François-Joseph de la  Rochefoucald-Maumont, Obispo de Beauvais y , los sacerdotes de Saint Sulpice, al último prior de Sain Germain des Prés y a ancianos sacerdotes arrancados de una casa de retiro de la calle Vaugirard. Sus cuerpos reposan en la cripta de la iglesia des Carmes, que se convirtió en la del Instituto Católico de París.