Cómo practicarla
«Dios quiere establecer en el mundo
la devoción a mi Inmaculado Corazón»
En su tercera aparición en Fátima el 13 de julio de 1917, la Santísima Virgen
anunciaba que vendría una vez más a pedir la Comunión Reparadora de los Primeros
Sábados.
Años más tarde, cuando Lucía ya se encontraba en la Casa de las
Religiosas Doroteas, en Pontevedra (España), Nuestra Señora la visitó
nuevamente y a su lado, sobre una nube luminosa, estaba el Niño Jesús:
«Mira, hija mía mi Corazón rodeado de espinas que los hombres
ingratos, en cada momento, me clavan con blasfemias e ingratitudes. Tú, al
menos, procura consolarme y di que a todos aquéllos que
durante 5 meses, en el primer sábado:
Yo prometo asistirlos en la hora de la
muerte con todas las gracias necesarias para su salvación».
Sobre la Confesión
El 15 de febrero de 1926, se le apareció el Niño Jesús y le preguntó
si había propagado la devoción a su Santísima Madre.
Lucía le preguntó si valía la confesión dentro de los ocho días
anteriores al sábado, a lo cual respondió Jesús: «Sí, puede ser de muchos más
días, con tal que, cuando me reciban, estén en gracia y tengan la intención de
desagraviar el Inmaculado Corazón de María».
También le preguntó Lucía qué ocurría si alguien se olvidaba de
poner la intención. Jesús respondió: «Pueden ponerla en la confesión siguiente,
aprovechando la primera ocasión que tengan para confesarse».
El 13 de septiembre de 1939 el obispo de Leiría concedía la
aprobación oficial de esta devoción
¿Por qué 5 sábados?
Después de que Lucía pasara unos momentos en oración, Nuestro Señor
le reveló la causa de ser 5 los sábados de reparación:
«Hija mía, la razón es sencilla: se trata de 5 clases
de ofensas y blasfemias proferidas contra el Inmaculado Corazón de María:
-
1ª - Blasfemias contra su Inmaculada
Concepción. -
2ª - Contra su virginidad,
-
3ª - Contra su Maternidad Divina, rehusando al mismo tiempo recibirla
como Madre de los hombres. -
4ª - Contra los que procuran
públicamente infundir en los corazones de los niños, la indiferencia, el
desprecio y hasta el odio hacia la Madre Inmaculada. -
5ª - Contra los que la ultrajan
directamente en sus sagradas imágenes.
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