9 de noviembre
SAN TEODORO TIRO,
Mártir

(305)

A

   En la ciudad Amasea, en la provincia Panonia, en los tiempos de las persecuciones por el emperador Maximiano (años 286-305), a un guerrero llamado Teodoro, junto con otros cristianos se les quiso obligar a abjurar de Cristo y hacer un sacrificio a los ídolos. (El sobrenombre Tiro significa en latín "recluta"). Al negarse a hacerlo, Teodoro fue sometido a crueles martirios y encerrado en la cárcel. Ahí, durante la oración fue consolado con la milagrosa aparición del Nuestro Señor. Poco tiempo después lo sacaron de la cárcel y con diferentes torturas nuevamente lo querían obligar a abjurar de Cristo. Finalmente, viendo su firmeza, el gobernador lo condenó a la hoguera. Sin ningún temor, San Teodoro subió a la hoguera, y orando y glorificando a Dios entregó su alma. Ocurrió cerca del año 305. Su cuerpo fue sepultado en la ciudad de Eujaita (actualmente Marcivan en Asia Menor) Más tarde sus reliquias fueron trasladadas a Constantinopla a la Iglesia consagrada a su nombre. Su cabeza se encuentra en la ciudad Gaeta, Italia.
   50 años después de la muerte de San Teodoro, el emperador Juliano el Apóstata (años 361-363) queriendo profanar la Cuaresma Cristiana, ordenó al gobernador de la ciudad de Constantinopla rociar con la sangre de los sacrificios que se hacían a los ídolos a todos los alimentos que se venden en la feria durante todos los días de la primera semana de la Cuaresma. En una visión, San Teodoro se presentó al arzobispo de Constantinopla y le ordenó avisar a todos los cristianos que no compraran los alimentos profanados.

 

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