San Justo formaba parte del
grupo de misioneros que el Papa San Gregorio Magno envió el año 601 a
ayudar a San Agustín en Inglaterra.Dados sus méritos, tres años después
San Agustín lo consagró primer obispo de Rochester. El rey Etelberto
construyó allí una iglesia dedicada a San Andrés, porque los misioneros
romanos venían de la iglesia de San Andrés de la Colina Coeli. Cuando San
Lorenzo sucedió a San Agustín en la sede de Canterbury, San Justo
escribió junto con él y con San Melitón de Londres una carta a los
obispos y abades irlandeses, invitándolos a adoptar ciertas costumbres
romanas. Dichos santos escribieron otra semejante a los británicos
cristianos. A propósito de esta última, dice irónicamente Beda:
"Todavía puede verse lo que en realidad consiguieron con eso".
En el año 616. después de
la muerte del rey Etelberto, se desató una reacción de los paganos en Kent
y entre los sajones del este. Viendo eso, San Lorenzo, San Justo y San
Melitón, decidieron retirarse algún tiempo, pues no podían hacer ningún
bien en tanto que durase la oposición de los príncipes paganos. San Justo
y San Melitón partieron a la Galia. Un año más tarde, San Justo volvió a
Inglaterra, ya que San Lorenzo, movido por una aparición de San Pedro,
había conseguido convertir al rey Edbaldo de Kent. San Justo fue elegido
arzobispo de Canterbury el año 624. El Papa Bonifacio V le envió el palio,
junto con una carta en la que le delegaba el derecho patriarcal de consagrar
obispos para Inglaterra. En dicha carta, el Pontífice deja ver la estima
que profesaba a Sam Justo, pues habla de la ·perfección a que ha llegado
vuestra obra", de la promesa de Dios de estar con quienes le sirven
fielmente ("su misericordia se ha complacido en manifestar
particularmente en vuestroministerio el cumplimiento de esa promesa") y
de la "gran paciencia" de San Justo. La carta concluye de esta
manera: "Así pues, hermano mío, debéis esforzaros por conservar con
perfecta lealtad lo que la Santa Sede os ha confiado, en prenda de lo cual
os enviamos este símbolo de autoridad (es decir, el palio) para que lo
llevéis sobre los hombros... Que Dios os guarde, queridísimo
hermano." San Justo murió poco después. Antes de morir, consagró a
San Paulino y le mandó acompañar a Etelburga de Kent cuando ésta partió
al norte a contraer matrimonio con el rey Edwino de Nortumbría, que era
pagano. Como lo hace notar Beda, esa alianza fue la ocasión para que el
país abrazara la fe". La diócesis de Southwark celebr la fiesta de
San Justo.
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