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          En el Aerópago de Atenas, San
      Pablo habló con tanta elocuencia y fervor que logró muchos se
      convirtieran, entre ellos San Dionisio. Este no sólo se convirtió al
      catolicismo sino que se hizo discípulo del Apóstol. En los "Hechos de los Apóstoles" (17, 34), se nombra a un tal
      "Dionisio el Aeropagita"  convertido por San Pablo con su
      discurso en el Aerópago. Al parecer era miembro del tribunal, y por lo
      tanto, de la aristocracia ateniense. Y dicen los Hechos, que se convirtió
      Dionisio el Aeropagita "y una mujer llamada Dámaris", según
      una tradición atribuida a San Juan  Crisóstomo, ésta sería la
      esposa de Dionisio, pero es una suposición sin prueba alguna. En el
      Martirologio Santa Dámaris figura como Virgen.  
         En una carta de Dionisio, obispo de Corinto, contemporáneo
      del Papa Sotero, escrita a los atenienses antes de 175, se dice que
      Dionisio el Aeropagita, murió como primer obispo de Atenas; solamente una
      leyenda tardía lo ha identificado con el primer obispo de París,
      martirizado alrededor de 270.  Tal identificación la encontramos en
      el Martirologio y en el Breviario Romano, el 9 de octubre. Pero en el
      Vetus Romanum Martyrologium, los dos Dionisios se distinguen claramente
      uno del otro; el 3 de octubre, en efecto, se lee: "Athenis, Dionysii
      Areopagitae, sub Adriano diversis tormentis passi, ut Aristides testis est
      in opere quod de Christiana religione composuit; y el 9 de octubre:
      "Parisiis Dionysii episcopi cum sociis suis a Fescennino cum gladio
      animadversi" (PL, CXXIII, col. 171). 
         La Crónica que lleva el nombre de Lucius Dexter identifica a
      San Dionisio de París con Dionisio el Areopagita, pero comúnmente se
      niega la autenticidad de este escrito. El primero que identificó a los
      dos Dionisios fue Hilduinus, abad de San Dionisio (m. 840), en la
      "Vita S. Dionysii". Bajo el nombre de Dionisio el Aeropagita,
      está sitado en un escrito, que probablemente un monje siríaco promovido
      al episcopado, compuso entre 480 y 530 y que obtuvo gran difusión y
      ejerció gran influencia durante todo el Medioevo: De coelesti hierarchia;
      De mystica theologia; De ecclesiastica hierarchia; De divinis nominibus, y
      diez epístolas. Según la VII ep., Dionisio y el sofista Apollofanes habrían
      visto el eclipse del sol el día de la crucifixión y según De divinis
      nominibus (III, 2) Dionisio habría asistido a la Dormición de la Santísima
      Virgen. 
         Por estos datos legendarios se creyó que el autor de estos
      escritos fue Dionisio el Aeropagita, el discípulo de San Pablo: el
      primero en afirmarlo fue el patriarca  monofisita Severo de Antioquía
      (512-18), en una disputa con los ortodoxos en Costantinopla, bajo
      Justiniano I (533). Pero el portavoz de los católicos Hypatios, obispo de
      Éfeso, observó que si tal escrito hubiera sido de Dionisio, no lo
      hubieran ignorado ni San Cirilo ni San Atanasio, argumentación que es válida
      aún hoy.    
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