Nereo y Aquilea aconsejaron a Flavia Domitila que
consagrase su virginidad al Señor, y fueron denunciados como cristianos por
Aureliano, pretendiente de esta princesa. Domiciano los desterró, con Domitila,
a la isla de Ponti, donde mucho padecieron por la causa de Cristo. Después
fueron conducidos a Terracina. Allí, Nereo y Aquileo fueron decapitados, y
Domitila pereció en la hoguera junto con las vírgenes Teodora y Eufrosina, sus
dos hermanas de leche.
Pancracio fue decapitado en Roma a los catorce años de edad,
después de haber confesado con entereza a Jesucristo.
MEDITACIÓN SOBRE
LA MALA COMPLACENCIA
I. No te imagines que podrás agradar a todo
el mundo; ni nuestro Señor lo ha logrado. ¿Acaso no se murmura todos los días
contra Dios? El que va a viajar quiere un día sereno y el hortelano lluvioso;
Dios no puede contentar a todo el mundo: ¿cómo lo podrías tú? Haz tu deber y
deja que hablen. Las cosas que se digan de ti no harán daño a tu felicidad, si
tienes suficiente entereza de espíritu como para menospreciarlas.
II. A menudo censurarán tus acciones aun
las más santas y alabarán las más imperfectas. Si eres humilde, se te
calificará de cobarde; tu virtud será tenida por hipocresía. El pródigo
pasará por generoso y el hipócrita por virtuoso. ¡Fíate ahora del juicio de
los hombres, que alaban el vicio y desacreditan la virtud! ¿Es por ventura
razonable que te alegres con los elogios de los necios y te aflijas por sus
desaires?
III. No cometas pecado alguno, por pequeño que
sea, ni omitas ninguna buena obra por agradar a los hombres. Si ellos son
razonables, quedarán en cantados viendo que eres fiel a Dios; si no lo son, su
estima debe serte indiferente. Es más fácil agradar a Dios que a los hombres,
porque Dios es inmutable y los hombres son inconstantes. Cuán dichosos
sería
mos, si hiciéramos tanto caso de los mandamientos de Dios como hacemos
de las burlas de los hombres. (San Paulino).
El desprecio al respeto humano
Orad por por vuestros
superiores eclesiásticos.
ORACIÓN
Señor, que la dichosa festividad de vuestros
mártires Nereo, Aquileo, Domitila y Pancracio, nos sea siempre propicia y nos
haga dignos de vuestras mercedes. Por J. C. N. S. Amén.
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