24 de Mayo
SAN VICENTE DE LERINS,
Confesor

   San Vicente de Lerins, cuyo nombre aparece en el martirologio este día, es uno de los escritores más importantes del siglo V. Hermano de San Lupo, obispo de Troyes, le siguió hasta el monasterio famoso que San Honorato acababa de fundar en la isla de Lerins. Desde allí seguía atentamente las controversias dogmáticas que agitaban a las iglesias, y su deseo de ofrecer un guía a los cristianos le impulsó a escribir su libro famoso, el Commonitorio. En esta obra áurea es donde encontramos aquella regla de fe, según la cual, en la Iglesia hay que cuidar de adherirse a aquello que ha sido creído siempre por todos y en todas partes: quod ubique, quod semper, quod ab omnibus creditum est. Se poseen escasos datos sobre su vida; sólo los de una breve noticia que le dedica el marsellés Genadio (De viris illustribus, 64; PL 58,1097-98) y los que se desprenden de su obra más importante ya mencionada: el Commonitorio. Era de origen francés, aunque se ignora el lugar de su nacimiento y dónde pasó su vida, solamente que, se hizo religioso una vez «ahuyentados los vientos de la vanidad y de la soberbia, aplacando a Dios con el sacrificio de la humildad cristiana». ¿Tuvo un pasado borrascoso, como parece deducirse de cierta alusión que hace en uno de sus libros? No es seguro, posiblemente el énfasis que pone en sus palabras hay que cargarlo a cuenta de la severidad con que los santos acostumbran a juzgarse a sí mismos.

   Lo que sí es indudable es que fue un hombre muy docto en las Escrituras y en los dogmas y con profundos conocimientos de las letras clásicas. Sacerdote en el monasterio de la isla de Leríns (llamada hoy de San Honorato), con el seudónimo de Peregrino compuso un tratado contra los herejes. Genadio narra también que es autor de otra obra de tema análogo, cuyo manuscrito fue robado, por lo que elaboró un breve resumen, que sí se conserva. Murió en el reinado de Teodosio y Valentiniano, poco antes del 450. El Commonitorio está escrito tres años después del Conc. de Efeso, es decir, el año 434.

   Sólo dos obras se le atribuyen con certeza: El Commonitorium primum, cuyo título más antiguo es De Peregrino en favor de la antigüedad y universalidad de la fe católica contra las profanas novedades de todos los herejes, y el Commonitorium secundum, recapitulación del libro que fue robado. Se le atribuye también una otra titulada Objectiones lerinianae, cuyo contenido conserva Próspero de Aquitania (Pro Augustino responsiones al capitula objectionum vincentianarum: PL 51,177-186), y un florilegio de frases de San Agustín concernientes a los misterios de la Santísima Trinidad y de la Encarnación, que conserva el Cod. 151 de Ripoll bajo el siguiente título: Excerpta sanctae memoriae Vincentii lirinensis insulae presbyteri ex universo beatae recordationis Augustini in unum collecta.

   Se cree que murió en el año 450.