Desde que el mundo es mundo el ser
humano ha sentido una especial atracción por todos los fenómenos inexplicables
entre ellos la aparición de fantasmas y espectros ocupa un lugar preferencial.
Desde que el mundo es mundo el ser
humano ha sentido una especial atracción por todos los fenómenos inexplicables
entre ellos la aparición de fantasmas y espectros ocupa un lugar preferencial.
Los fantasmas, en líneas generales, pueden presentarse visiblemente, es decir pudiéndose observar sus contornos e incluso el cuerpo entero, o bien parcialmente visibles, como sucedía en las sesiones de espiritismo de principios de siglo.
El fantasma puede ser de una persona viva o de una muerta. por otra parte, el espectro que se observa, pueda a su vez parecer estar dotado de vida: se lo oye hablar respira y se mueve. también existen los llamados fantasmas errantes o almas en pena, que pueden surgir con independencia del ser vivo, como es el caso de los fantasmas afincados en un lugar determinado.
Los apegados al mundo físico y materialista, son por lo general, cuando mueren, candidatos a que su alma se aferre a esta tierra y no quiera irse.
Ya en el siglo I el filósofo Atenágoras compró, desoyendo las advertencias, una casa desabitada en Atenas, sin preocuparse por las historias que se contaban de la misma. una noche, cuando se asomo desde su atelier, un viejo estaba haciéndole señas.
El había salido porque sintió extraños ruidos de cadenas. Atenágoras olvidó el asunto y no le dio importancia. Días más tarde volvió a suceder lo mismo, pero esta ves Atenágoras siguió al viejo, quien lo guió hasta un lugar del patio para luego desaparecer. El filósofo marco el lugar donde desapareció el viejo y al otro día cavó un pozo. Allí encontró un esqueleto lleno de cadenas. Eran los despojos del ultimo habitante de la casa, que fue asesinado allí en forma brutal.
Francia cuenta con una rica tradición en historias de fantasmas. Una de las más famosas fue la registrada por Agustín Calmet, quien a mediados del siglo XVIII relataba el pacto entre dos amigos nobles que se habían comprometido a comunicarse desde el mas allá, en caso que alguno de los dos muriera.
Los protagonistas de esta historia eran el marqués de Rambouillet y el marqués de Precy Los dos se separaron cuando Rambouillet partió para la guerra de Flandes mientras que Precy quedó en París enfermo y con una fiebre muy alta. Una semana más tarde, Precy tuvo la sensación de que alguien corría las cortinas de su habitación y cuando miro allí, se encontró con el marqués de Rambouillet vestid de soldado. Precy se alegró de ver a su amigo pero cuando se acerco para saludarlo, éste le dijo que solo había venido para cumplir su palabra.
Además le dijo que todo lo que se decía de la otra vida era absolutamente cierto y también le dijo que debía cambiar su conducta porque el también pronto moriría. Antes de partir Rambouillet le mostró a su amigo la herida de guerra recibida a la altura de los riñones, tras lo cual se esfumó, desapareció ante los asombrados ojos de Precy. Al poco tiempo Precy murió en un combate por la guerra civil y de esta manera se cumplió lo anticipado por su amigo el fantasma.
También Inglaterra es un país rico en historias de fantasmas y aparecidos, como la del fantasma de Emily Bronte, la autora de "Cumbres Borrascosas". Varios aseguran que su fantasma vaga por las colinas de Yorkshire donde vivió y sufrió mucho. Un chalet es el más frecuentado por el fantasma, allí se aparece todos los 19 de diciembre, fecha del aniversario de su muerte.
los nuevos dueños del chalet asustados, tapiaron las ventanas y anularon una escalera, donde su imagen había sido vista. La escritora puso en boca del protagonista de su novela más famosa las siguientes palabras: " Yo creo firmemente en los aparecido, tengo la firme convicción que existen y existen entre nosotros, que no nos damos cuenta".
Casos Contemporáneos
YO NO HE MUERTO
El día 15 de enero de 1980, la señora Kathe S., vecina de Pietersen (Bélgica), informó a la prensa de un suceso insólito que le habría ocurrido tan solo unas horas antes, donde asegura que pudo conversar con su padre muerto.
Con motivo de resolver un asunto pendiente, la protagonista de esta historia marcó el número de teléfono de casa de sus padres, ubicada en Buenpliz. Cuando el teléfono ya había sonado cuatro veces, recordó que su madre no podría encontrarse en casa porque había salido de viaje rumbo a Kenia junto a su hermana. Su padre había fallecido 15 días antes por lo que no habría nadie en casa, con lo cual se dispuso a desistir de su llamada. Y estaba a punto de hacerlo, cuando alguien, del otro lado de la línea, contestó a la llamada.
La mujer oyó una voz que la llamaba por el nombre que usaba de pequeña, lo cual le llamó poderosamente la atención. Acto seguido, preguntó " ¿Quién está al aparato?" Nuevamente la llamaron por su antiguo nombre, y creyó reconocer en esa voz a la de su padre. Ella preguntó entonces: "¿Eres tú Atti?" y la voz le respondió: "¿No me conoces Kathe?"
Ante lo inexplicable de los hechos, la reacción de Kathe fue responder: "Pero tú has muerto". Seguidamente oyó una risa afable que ella reconoció como la de su padre. Luego él agregó: "¿Yo muerto? Yo no he muerto". Ante lo impactante de la situación, Kathe colgó el teléfono presa del susto y seguidamente rompió a llorar.
UNA ACOMPAÑANTE SOBRENATURAL
El 20 de mayo de 1981, cuatro jóvenes deciden ir a dar una vuelta en coche a la ciudad de Palavas, Francia. Son aproximadamente las once de la noche. Hacia las doce y media, inician el retorno a Montpellier en un Renault 5 rojo de dos puertas.
A la salida de Palavas, en dirección a Montpellier, entre el cruce y la gasolinera, ven a una señora haciendo dedo. Aparenta tener unos cincuenta años, lleva un sobretodo blanco y un pañuelo en la cabeza.
El conductor, propone recogerla y para el coche unos metros más
allá. El pasajero de delante, se dirige a ella en estos términos- "Vamos hacia
Montpellier. ¿Le viene bien?" La señora sonríe y se
acerca al vehículo. El acompañante
se levanta, baja el asiento delantero y la dama se coloca
entre las dos chicas en el asiento de atrás. El vehículo arranca, atraviesa el
puente en dirección a Montpellier y llega a la intersección de la carretera de
Villeneuve- les-Maguelonne, en un lugar llamado Pont-Vert, donde la carretera de
Montpellier presenta una curva bastante pronunciada.
En ese momento la señora
grita: "¡Cuidado con la curva!" Su voz suena más alta que la música de¡ coche.
El conductor, sorprendido, reduce la velocidad y al igual que el resto de los
pasajeros, fija su atención en la carretera. Es entonces cuando los gritos de
las dos chicas les obligan a volverse a mirar hacia atrás: la señora recogida
ya no está en el coche.
Imágenes Inquietantes