Aprovechan tierras y recursos que otros han abandonado. El movimiento "squatter" nace en Gran Bretaña a finales de los 60, como consecuencia del movimiento hippie (o jipi, jipismo) y posteriormente del punk. Pronto se extiende por todo el viejo continente (los "Crackers" holandeses, los "Besetzers" en Alemania y los "Okupas" en España). Con el paso del tiempo surgen auténticas ciudades okupadas, como Christiania, un antiguo cuartel en pleno centro de Copenhague con miles de personas viviendo en edificios que no son suyos. Incluso a lo largo de estos años se han llegado a normalizar y legalizar barrios como el "Krenzberg" de Berlín ,okupado en su totalidad; se firmaron contratos de alquiler aceptables y se subvencionaron las reformas de los edificios. Pero al cambiar el partido político en el poder volvieron los desalojos y las detenciones. Algo similar sucedió en la parte oriental con la caída del muro.
La okupación no siempre va ligada a una ideología determinada, ni siquiera a una estética de tribu urbana. Aunque es cierto que se caracteriza por no estar de acuerdo con el sistema establecido. Incluso hay diferencias según el país en que estemos. En los años 90 en Inglaterra hay miles de familias viviendo en squats con lavadora, televisión, agua corriente... A diferencia de España, donde los okupas son generalmente jóvenes de una determinada tendencia ideológica, en Inglaterra existen autenticas "inmobiliarias" okupas, donde te informan de las casas deshabitadas (generalmente de propiedad municipal). Es una forma de vivir socialmente aceptada y más generalizada que en España.
Hoy, treinta años después de que naciera el movimiento, los europeos siguen okupando (más de tres millones de personas no tienen casa donde vivir y el 70% de ellos son jóvenes. La falta de un puesto de trabajo agrava esta situación). Aunque las legislaciones se lo ponen cada vez más difícil. Ahora se penaliza incluso con condenas de hasta meses o incluso años de cárcel, lo que antes no ocurría pues el problema se solucionaba por la vía civil -se condenaba a pagar una indemnización y la persona responsable era casi siempre insolvente-.
El movimiento okupa no ha muerto: la batalla de la vivienda continúa y cada vez más jóvenes se ven obligados a permanecer en casa de sus padres. En el último congreso de squatters de Europa ( Berlín, Abril del 96 ) el lema fue "la resistencia comienza en casa"