HALLOWEEN

LA HISTORIA

Suena el timbre una y otra vez. Al otro lado de la puerta un grupo de niños que parecen salidos de una película de terror gritan "noche de brujas Halloween, quiero dulces para mi", la consigna de Halloween para recibir dulces y regalos. Luego de tres veces de levantar a gritos las calles de todos los vecindarios, el dueño de casa tendrá que salir con la bolsa de dulces y chocolates que, espera, alcance para todas las visitas de la noche.

Es 31 de Octubre, "Noche de Brujas" o simplemente Halloween, el feriado que en Estados Unidos registra un volumen de ventas superado solamente por las fiestas de Navidad. Según estadísticas, ese día los entusiastas se gastan 2.500 millones de dólares en disfraces, regalos y accesorios.

Probablemente, usted contribuya regalando unos chocolates y engrose el botín de los chicos que tocaron a su puerta. Posiblemente también se pregunte cómo nació esta tradición anual.

La respuesta, ciertamente, puede ser una sorpresa.

HABÍA UNA VEZ.....

La palabra "Halloween", es una contracción de "Noche de todos los Santos", en inglés All Hallows Eve, y el santoral de la Iglesia Católica establece la fecha como la víspera de la celebración de Todos los Santos.

Sin embargo, hace dos mil años, en el siglo V Antes de Cristo, los Celtas en Irlanda, Escocia, Inglaterra y el Norte de Francia, celebraban el fin del verano con una fiesta pagana denominada Samhain, que significaba el principio de la primavera.

Durante esta época del año culminaba la cosecha y los Celtas creían que la fecha marcaba de alguna manera los límites entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Una de las teorías sostiene que ellos pensaban que los difuntos del último año regresaban y trataban de poseer cuerpos de los vivos para transitar a la otra vida. Algunos dicen que las almas de los muertos en esa época regresaban a la tierra y cometían atrocidades, malogrando las cosechas y ocasionando daños materiales. Otros aseguran que los Celtas creían que la presencia de los espíritus facilitaba a los sacerdotes Druidas -miembros de la clase elevada sacerdotal entre los antiguos galos y britanos- para que éstos pudieran predecir el futuro. Los Celtas dependían en extremo de los caprichos de la naturaleza y los pronósticos de los sabios eran tomados muy en serio.

Los Druidas organizaban grandes fogatas, quemaban cosechas y ofrecían sacrificios de animales para complacer a las deidades. Durante esas ceremonias, los Celtas usaban disfraces, utilizaban pieles y cabezas de animales y se arriesgaban a otear el futuro.

EL IMPERIO ROMANO

En el año 43 de nuestra era, los romanos habían conquistado la mayor parte del territorio Celta y habían agregado sus propios toques a las celebraciones de otoño.

Todos los años finalizando el mes de octubre, los romanos recordaban a sus muertos en una celebración denominada "Feralia". Tenían también un día de homenaje a Pomona, la diosa de las frutas y los árboles. El símbolo de Pomona es la manzana y probablemente ello explique la importancia simbólica de esta fruta durante el Samhain.

Alrededor del año 800, el cristianismo había llegado a tierras Celtas. El Papa Bonifacio IV designó el Primero de Noviembre como Día de Todos los Santos, reemplazando al Samhain, con el ánimo de incrementar el número de convertidos.

Muchos historiadores creen que fueron inmigrantes europeos los que trajeron consigo la tradición de Halloween a Estados Unidos. Algunas investigaciones apuntan a que fueron los Irlandeses quienes llegaron al nuevo mundo en 1846, después de la desastrosa cosecha de patatas.

Otros expertos, sin embargo, mantienen que Halloween es una tradición auténticamente estadounidense y que no fue importada desde Europa.

UNA TRADICIÓN AMERICANA

Karen Hybertsen, en la localidad de West Orange, New Jersey, es Pastor de una Iglesia Presbiteriana. Estudió los orígenes de Halloween de manera exhaustiva mientras cursaba estudios para su Doctorado. Apartándose de las implicaciones religiosas de la festividad, Karen afirma que Halloween es un fiel reflejo de la psicología sociológica de Estados Unidos.

"Halloween es un espejo que refleja nuestros temores culturales y nuestros esfuerzos por superarlos", dijo la Dra. Hybertsen en un diálogo telefónico con TERRA.

¨Irónicamente, el Halloween estadounidense nació en plena época Victoriana, caracterizada por la exigencia en las costumbres". De hecho, esta época tuvo una gran influencia sobre las tradiciones de Estados Unidos¨, explicó.

Para ese entonces, la mayoría de los feriados en Estados Unidos eran celebrados exclusivamente por adultos. Eran festejos ruidosos y abundaba el alcohol en las calles. Pero la era Victoriana acabó con esos excesos.

La Doctora Hybertsen agrega que fueron las amas de casa, de estricto apego al protestantismo, quienes desterraron esas celebraciones.

Ellas empezaron a organizar fiestas en sus domicilios, invitando a vecinos y a sus hijos. De ese modo, se garantizaba cierta disciplina. Al convertirse en un acontecimiento familiar, se empezaron a incorporar juegos, decoraciones y actividades sacadas de los libros de recreación.

La Doctora Hybertsen reconoce que las amas de casa de esa época estaban intrigadas por la riqueza folclórica del Halloween: los trajes, las leyendas, la simbología, las calabazas y las mazorcas de maíz. Se inspiraron, también, en un poema denominado ¨Halloween¨, escrito por el bardo escocés Robert Burns.

La idea principal era organizar una celebración en un ambiente seguro. Comprobar que se podía controlar el caos y refrenar los excesos.

Gradualmente, las escuelas y centros educativos, se involucraron en el proceso. Empezaron a permitir que los alumnos asistieran a clases disfrazados. Comenzaron a organizar festivales estudiantiles y la fiesta de Halloween se convirtió en un experimento que pretendía demostrar cómo la democracia funcionaba en las escuelas americanas.

SIGNIFICADO DE LA SIMBOLOGIA DE HALLOWEEN

Las prácticas tradicionales asociadas al día de Halloween pueden ser fácilmente identificadas con el ocultismo.

L a Linterna de Jack (construida con una vela dentro de una calabaza vacía) procede del cuento de un personaje llamado Jack, a quien no se le permitió entrar ni al cielo ni al infierno. Condenado a vagar por la tierra como un espectro, Jack metió un carbón encendido en un nabo, para alumbrarse el camino por la noche. Este talismán (que después se transformó en calabaza) simbolizaba un ánima condenada. Los colores anaranjado y negro también pueden remontarse a creencias ocultistas, y misas por los difuntos, que se celebraban en noviembre. Las velas de cera de abeja y feretros, que se usaban en la ceremonia iba cubiertas por una tela negra.

Otros nexos evidentes entre Halloween y el ocultismo son los siguientes: 

Lamparas dentro de calabazas: Representan imágenes demoníacas.

Media Luna: Representa la magia.

Manzanas: Para adivinar suertes.

Murciélagos y lechuzas: Asociadas a la creencia de comunicación con los muertos.

Fantasmas y duendes: Mensajeros privilegiados "especiales" para transitar entre los paganos.

Gato negro: Reencarnación de los muertos malvados.

Pentagrama con un círculo: Símbolo de protección.

Escobas: Ejercitan la energía liberada.

Esqueletos: Abundan entre el anochecer y las tinieblas de Halloween.

Estrella de cinco picos con media luna: Representa la magia.

Los disfraces de Halloween: Proceden de la idea de los druidas célticos, según la cual los participantes en una ceremonia debían usar cabezas y pieles de animales para adquirir la fuerza del animal que representaban.

La costumbre del "regalo o travesura": Proviene de la tradición irlandesa en que un hombre conducía una procesión para recoger contribuciones de los labradores, para que los cultivos no quedaran malditos por los demonios.

Pescar manzanas en un tonel con agua: Viene de una antigua práctica de adivinación del futuro. El participante que lograba agarrar una manzana con los dientes podía contar con que le saldría bien su romance con la persona de su elección.

Las avellanas: Se usaban para la adivinación de asuntos amorosos. Algunas golosinas de Halloween tenían objetos adentro que servían para adivinar el futuro.

SEGUN LA IGLESIA

Halloween tiene otros aspectos negativos además de su trasfondo pagano en la brujería y su énfasis en el diablo y la oscuridad. Hay vándalos a quienes les interesa más el cometer fechorías que el recibir golosinas. A muchos padres de familia les preocupa que algún delincuente reparta dulces envenenados o golosinas que contienen alfileres y navajas. También está el peligro de que los conductores de autos no vean a los niños disfrazados que caminan por calles oscuras.

Esos vínculos con el mal no sugieren que cualquier padre o madre que permite las celebraciones de Halloween esté colaborando con el diablo. Pero sería muy difícil encontrarle a Halloween alguna virtud positiva. Su simbolismo incluye demonios, fantasmas, muerte, tinieblas, esqueletos, miedo y terror.

Existe en estos momentos una aceptación demasiado ingenua sobre este y otras celebraciones que el comercio les saca provecho, para satisfacer la demanda de sus productos. Poco es el estudio que hace la sociedad de estas supuesta fiestas y es aquí donde nosotros debemos influir, advirtiendo a nuestro entorno del daño que pueden recibir por la aceptación y participación de eventos como estos. No estamos llamados para imponer nuestro pensamiento, por muy correcto que este sea, pero si estamos llamados a comunicar nuestra verdad y esperanza que hay en Jesús.La iglesia de Dios esta, NO para juzgar a aquel que celebra actos de este tipo. Estamos para dar una voz de alerta y advertirles, NO para condenar y rasgar vestiduras frente a la gente que ingenuamente festeja Halloween. Es bueno que revisemos nuestras debilidades e intentemos fortalecerlas. Por ejemplo hoy las alternativas que la iglesia brinda a niños y jóvenes son tan débiles y pocas, que no es de extrañar que satanás aproveche el espacio vacío que dejan las congregaciones y en su último esfuerzo, les dé las opciones que la iglesia no les brinda. Hoy pone todo su ingenio para entretener con engaño y artimañas diabólicas a nuestras familias, con el fin que ya conocemos, robarles, matarles y destruirles. Frente a esto debiéramos despertar como iglesia y con violencia espiritual ganar esta batalla que también se brinda en el nivel de la entretención y el pasarlo bien. Ser Cristiano es lo mas bello. emocionante y entretenido que existe.

Principios bíblicos ante Halloween

Hemos mostrado algunas de las razones del por qué existe una controversia sobre el tema del Halloween. Si hubiéramos vivido de 1940 a 1950, cuando el mundo del ocultismo estaba limitado a ciertos círculos y el Halloween era una actividad mucho más inocente, habría poco debate sobre la participación. La preocupación que tienen algunos cristianos a la luz del cambio de nuestra cultura hacia lo oculto, es si es aceptable participar en una actividad que tiene mayor o menor grado de asociación con lo oculto. En seguida, ofrecemos algunas pautas escriturales.

Debemos reconocer que las actividades ocultistas y los fenómenos que hemos discutido hasta ahora, no son practicados por la mayoría de quienes, en ignorancia, participan del Halloween. Cualquier actividad ocultista real, que dentro de la comunidad pueda estar asociada con el Halloween, fácilmente puede ser evitada. Si un profesor en la escuela tiene a los alumnos estudiando ocultismo para comprender el fundamento histórico del Halloween, y ha invitado conferencistas que son ocultistas, o de alguna forma interesa o anima a los muchachos hacia lo oculto, los padres tienen el derecho y el deber de retirar a sus hijos de tales actividades y consecuencias potenciales, expresando su preocupación a los maestros.

Debemos evaluar cuidadosamente las circunstancias involucradas, respetando también las diferencias de opinión sobre el tema. La discusión del apóstol Pablo sobre la prohibición circunstancial, conciencia individual y convicciones personales según 1ra de Corintios 10: 18-29, Romanos 14:1-13 y demás pasajes relacionados es aplicable.

En su propio tiempo, el apóstol Pablo sabía que ingerir comida, aun previamente sacrificada a los ídolos, en sí misma no tenía significado espiritual. No obstante, también allí hubo momentos cuando aquella comida tenía que ser evitada. Debido a que algunos cristianos realmente ingerían comida en templos paganos, comida que había sido ofrecida en adoración a los dioses paganos, dioses que realmente eran demonios, el apóstol lo prohibió por la inevitable y directa asociación, e implicación. El consumir tales comidas implicaba estar involucrado en la adoración de los dioses paganos y, en consecuencia, la idolatría, lo cual es una violación del primero y segundo mandamientos.
También, lo prohibió para evitar que los cristianos hicieran estas cosas en presencia de creyentes más débiles haciéndolos tropezar. Permítasenos examinar su enseñanza en detalle.

El apóstol Pablo sabía que un ídolo no era nada, y que en estos casos no había un dios asociado con el ídolo. Él sabía que los demonios, no dioses, eran los objetos invisibles que estaban detrás de la adoración al ídolo. Es por ello, que en su primer argumento en 1ra de Corintios 10, advierte al pueblo de Dios que si ellos comían carne sacrificada a los ídolos, no la comían con los paganos en sus templos, sino que más bien, se hacían "participes con los demonios".
Mirad a Israel según la carne; los que comen de los sacrificios, ¿no son partícipes del altar? ¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es al o, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos? Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios (1ra de Corintios 10:18-21).

Lo que es sacrificado está inevitablemente relacionado con, aquello a quien fue sacrificado. "Cuando el pueblo de Israel comió parte del sacrificio efectuado en el altar (Levítico 7:15; 8:31; Deuteronomio 12:17-18), ellos participaron en la adoración a Dios, quien estableció los sacrificios y de quien era el altar". Por lo tanto, el apóstol entendió que participar en las observancias rituales asociadas con fiestas, era participar en la adoración a la verdadera realidad espiritual detrás del altar. En el caso de Israel, aquello involucraba al único y verdadero Dios; en el caso de los paganos, a los demonios. Por consiguiente, era imposible participar activamente en las fiestas paganas, en sus templos, sin participar con los demonios. Puesto que todos los dioses del mundo gentil eran realmente demonios, la esencia de la idolatría fue vista como estar adorando al demonio y, para el apóstol Pablo, esto ciertamente es algo que debe ser evitado.

La Escritura es clara al decir que solamente hay un Dios verdadero (vea Isaías 44:6, 8; 46:9). De esta manera, es lógico concluir que sólo hay una verdadera religión. Por consiguiente, la Escritura está en lo correcto cuando declara que, todos los dioses de los pueblos son ídolos (Salmos 96:5). Además, si la Escritura enseña que el poder espiritual y la realidad que está detrás de los ídolos vincula a los demonios (1ra Corintios 10:20; Salmo 106:37), entonces toda idolatría y toda falsa religión por definición, están envueltas en la adoración demoniaca; sea que los participantes se den cuenta de ello o no (Hechos 26:18). De ahí la preocupación de Pablo.

El apóstol Pablo argumenta que era otra cosa totalmente diferente, comprar y comer carne sacrificada a los ídolos después de que había sido llevada a la plaza de mercado. Para los maduros en la fe, aquella carne no tenía significado espiritual. Solamente cuando estaba presente alguien cuya conciencia era violada debido a que él no podía comer tal carne con fe, ese legítimo problema que había allí exigía una decisión. En este punto, es cuestión de acomodarnos a la persona, y no de levantarnos para juzgarla.

De este modo, según la parte del argumento de Pablo en 1ra de Corintios 10, su interés es que no violemos la conciencia de un hermano o hermana más débil, y por lo tanto hagamos que ellos pequen en su propia mente:
Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica. Ninguno busque su propio bien, sino el del otro. De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud. Si algún incrédulo os invita, y queréis ir de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por motivos de conciencia. Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos (paganismo); no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por motivos de conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud la conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro? (1ra de Corintios 10:23-29).

En los tiempos del Nuevo Testamento, hubo otros temas en los cuales los cristianos tuvieron diferentes opiniones, además de la carne sacrificada a los ídolos. Por ejemplo, los judíos cristianos podían no estar dispuestos a renunciar a ciertos requerimientos de la ley tales como las prohibiciones dietéticas, el sábado, u otros días especiales. El apóstol Pablo responde como sigue:
Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres... Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente... Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión decaer al hermano (Romanos 14:1-2,5,13).

¿Cómo se relaciona esto con el Halloween?

De la misma manera. Cuando una persona cree que su conciencia será violada por participar de alguna forma en la actividad del Halloween, y cuando no lo puede hacer así por fe, entonces, nadie debería despreciarlo o ser su juez.

Permítanos parafrasear y aplicar Romanos 14:3: "La persona que participa en el Halloween no debe despreciar a quien no lo hace, y la persona que no participa en el Halloween no debe condenar al que participa, porque Dios le ha recibido".
En Romanos 14: 1, Pablo dice que estamos hablando de "contención sobre opiniones", asuntos de fe y de percepción individual, no de temas esenciales de doctrina o moralidad. Por consiguiente, el que participa o el que no participa en el Halloween, no deberían juzgarse el uno al otro. El apóstol Pablo escribió: Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna escribió: Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que nueva o días de reposo... (Colosenses 2:16). Y también no proviene de fe, es pecado (Romanos 14:23). Además: Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo en sí mismo; más para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es. Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor no hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió. No sea, pues, vituperado vuestro bien... (Romanos 14:14-16).

 

En otras palabras, si vive en una cultura en que tradicionalmente se celebra el Halloween y usted va a participar, ejercite el discernimiento con sus amigos cristianos. No invite a una familia que sería ofendida en su casa ni anime a sus hijos a ir al "tricky, tricky" con los suyos.

Además del punto de discusión con quienes no desean hacer nada respecto al Halloween por sus ocultas historias y vinculación contemporánea con el ocultismo, existe el problema con quienes se han convertido dejando lo oculto, o pudieran haber participado en actividades malignas durante el Halloween. Verdaderamente, debemos respetar los deseos de tales personas y ser cuidadosos de no recordarles lo que pudo ser un doloroso pasado.

La Escritura dice que el hombre espiritual juzga todas las cosas, y que en el futuro, juzgaremos a los ángeles. Significa que también somos competentes para juzgar los asuntos triviales de hoy (1ra de Corintios 2:15; 6:3). Si probamos todas las cosas, nos aferramos al bien y evitamos toda clase de mal, cumpliremos nuestras obligaciones (1ra de Tesalonicenses 5:21, 22). Al examinar cuidadosamente este problema respetando las convicciones de otros, llegaremos a una posición bíblica con relación al Halloween.
No obstante, cuando las actividades del Halloween realmente envuelven verdaderas prácticas ocultistas, la Biblia es clara diciendo que debemos guardarnos de todo aquello. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento tienen muchas referencias que condenan la práctica de la brujería, la hechicería, el espiritismo, el contacto con los muertos, la adivinación, etc. y todas estas cosas están potencialmente asociadas con el Halloween.

No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo Jehová vuestro Dios (Levítico 19:31).
No sea hallado en ti que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortilegio, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos... Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios (Deuteronomio 18:10-11, 14). (Manases, rey de Judea) ...era dado a adivinaciones, y consultaba a adivinos y encantadores; se excedió en hacer lo malo ante los ojos de Jehová, hasta encender su ira (2do libro de Crónicas 33:6).

De ninguna forma estamos diciendo que estas actividades son aceptables delante de Dios. A la luz de los textos anteriores es lógico que ninguno puede argumentar que la Biblia acepta tales prácticas.


¿Qué alternativas hay con relación al Halloween?

Al final de este recorrido por los intrincados caminos del Halloween es claro concluir que el cristiano debe contar con un conocimiento acabo sobre esta práctica, tanto para no ser permeable a sus influencias, como para iluminar el entendimiento de quienes, en ignorancia, se sienten atraídos hacia este contexto ocultista.

En esta perspectiva, vivir los días previos y el 31 de octubre por la noche ajeno y aislado del mundo, es un extremo impropio de un cristiano. Como hijos de Dios, en esta nueva vida en Cristo tenemos la revelación necesaria para discernir espiritualmente y aprovechar cada instancia en cumplir la gran comisión que el Señor nos ha mandado: Predicar el Evangelio de salvación a toda criatura.
Sin embargo, no se trata aquí de fabricar un "Halloween cristiano" para contener esta práctica. Tal estrategia de lograr versiones contestarias ha sido del todo infructuosa y hasta contraproducente (basta mencionar el intento de "cristianizar" el 25 de diciembre). La Palabra del Señor nos enseña que estamos en el mundo pero no somos de este mundo, por lo cual, si nos sometemos a la dirección del Espíritu Santo, podremos planificar actividades con originalidad y creatividad apuntando a evangelizar volcando cada circunstancia en un buen motivo para presentar el plan de salvación.

De este modo, sin necesidad de disfraces, sin caramelos, podemos organizar entrega de tratados, jornadas de oración, entre otras acciones puntuales, para cumplir como Iglesia la tarea de levantar la luz sobre las tinieblas. Debe quedar en claro que hoy también faltan alternativas Cristianas entretenidas para compartir con jóvenes y niños la bendición que significa conocer la luz de Jesucristo. La iglesia debe trabajar en ello , para que no le roben un espacio que esta cediendo con mucha peligrosidad.

Ahora debemos con sabiduría todo llevarlo en buen término en orden y paz, con gracia y amor sin entrar a condenar a quienes participan de Halloween, si no más bien a mirarles con la misericordia que hemos recibido, presentándoles al Único y Todopoderoso Señor Jesucristo, es Él que puede llenar ese vacío, que vanamente se trata de suplir aceptando la sutil oferta del ocultismo.

Debemos agradecer la gran colaboración prestada en este articulo al Hno. Luis Agoni en su investigación de esta "supuesta fiesta sana".

UNA FIESTA DE CHICOS Y GRANDES

Hoy en día, Halloween es una fiesta para grandes y chicos. Los grandes y los pequeños asisten a festivales, van a fiestas, se disfrazan y recorren las calles pidiendo caramelos.

La Doctora Hybersen advierte que en todo caso, se está registrando nuevamente un cambio en la celebración. "Ahora, Halloween se festeja en un ambiente un poco más controlado en escuelas, centros comerciales, parques de diversiones o fiestas privadas".

Pero de cualquier manera, el espíritu original de Halloween no ha cambiado. En esa fecha usted puede ser lo que más se le antoje. Usted puede mostrar su aspecto incorregible y disfrutarlo durante toda una noche.

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