Indice
1. Introducción
2. Proceso de
reorganización nacional
3. Los Desaparecidos
4. La guerra de las
Malvinas
5. Conclusión, y fin de
la dictadura
6. Bibliografía
1.
Introducción
Cuando recordamos la
dictadura militar que vivimos en la Argentina, pensamos en los
desaparecidos, la plata dulce, la guerra de Malvinas, etc., Lo que
mucha gente no sabe, es que estos hechos y muchos más fueron piezas
de un macabro rompecabezas destinado a reformar, o reorganizar a la
Argentina, para volver a convertirla en un país agro-exportador con
participación política restringida a una élite. Los hechos
destacados anteriormente son los resultados de las medidas tomadas
para convertir a este país altamente movilizado y con el ingreso muy
distribuido en una granja productora de materias primas
de riqueza concentrada.
Estado Terrorista y modelo económico neoliberal fueron las dos caras
de una misma moneda: el ejército se encargó de destruir físicamente
las bases de apoyo y resistencia de los sectores progresistas,
sindicatos y organizaciones de izquierda, y Martínez de Hoz se ocupó
de acabar con sus fuentes de alimentación: el Estado Benefactor y la
industria. Y "si la industria sobrevivía a su ataque, era
probable que lo lograse en bloques aún más concentrados".
Quizás el análisis de tan vasto tema sea un tanto utópico dentro de
las limitaciones de una monografía, hoy nos queda la sensación de
que el Estado terrorista ha pasado, y no hay perspectivas de que vaya
a volver, pero sus consecuencias están entre nosotros: dependencia,
caída del salario real, desocupación, concentración económica,
desindustrialización, y por último una de las más profundas heridas
sufrida en el corazón mismo del pueblo argentino, los más de 30.000
desaparecidos, 30.000 ciudadanos de esta tierra condenados,
torturados, y muertos sin ningún tipo de juicio justo, aunque todos
sabemos que la tortura y demás tormentos no son justificados bajo
ningún punto de vista, menos por pensar diferente como lo fue, quizás
la gran causa de la mayoría de estas desapariciones; Gran testimonio
de estos ilícitos a gran escala, es decir en el ámbito nacional, lo
encontramos en las paginas del informe de la CONADEP, en donde
encontramos información relevante sobre los diversos modos de
secuestro y tortura de personas, los centros clandestinos de detención,
testimonio de las víctimas etc. Es decir todos los componentes de
esta sangrienta máquina, que aun hoy nos cuesta comprender lo que en
nuestro país produjo.
A continuación, talvés sea necesario ubicarnos de modo temporal,
tomando como arista la cuestión económica y tratar de fijar dos
aspectos del contexto global, el contexto internacional y el nacional
Contexto
Internacional
Desde la segunda
posguerra el mundo vivió dos décadas de bonanza económica que
hicieron creer que el crecimiento sostenido indefinido era posible. El
consenso keynesiano imperante en el momento permitía una alta
redistribución hacia los sectores de bajos recursos, necesario para
poder consumir la gran cantidad de productos generados por el
fordismo.
Sobre fines de la década
del ‘60 y principios del ‘70 se empezó a frenar este ritmo de
crecimiento, y el mundo se sumó en una recesión, sacudido por crisis
múltiples: energética, de productividad, del Estado Benefactor, etc.
El capitalismo debió transformarse para fortalecerse y surgió un
nuevo patrón tecnológico-productivo, que a su vez provocó una mayor
concentración de capitales necesaria para afrontar estas
transformaciones. Es en esta época en que comienza a agrandarse la
brecha entre ricos y pobres, contrarrestando el efecto de acercamiento
de las décadas pasadas. Los sectores conservadores toman fuerza
cuestionando la ineficiencia del Estado distribucionista y así
ascienden los gobiernos de Margaret Tatcher en el Reino Unido y Ronald
Reagan en EEUU.
A mediados de la década del ‘70, el mundo industrial enfrentaba dos
problemas: la sobreabundancia de petrodólares, producto de la crisis
del petróleo de 1973, y el exceso de stock por la recesión mundial.
Alguien encontró la solución: se concederían préstamos a bajo
interés a los países periféricos para que comprasen mercaderías
importadas. Desde 1975 hasta 1981 la deuda externa de América Latina
creció un 25% anual, representando en 1982 el 80% del PBI de la región.
Además de destruir con las importaciones gran parte de la industria
nativa, el producto de la deuda externa fue una mayor dependencia de
los países deudores con respecto a sus acreedores, que cada vez con más
poder pudieron decidir y vetar las políticas económicas periféricas
que no convenían a sus intereses. También las multinacionales;
Jacqes Maisonrouge, ex-presidente de la IBM, afirma "¿cómo
puede un gobierno nacional establecer un plan económico con un mínimo
de confianza, si un Consejo Directivo reunido a ocho mil kilómetros
puede estar modificando la política de compras o de producción de un
modo que debe afectar fundamentalmente la vida económica de un país?".
Contexto Nacional
Desde la muerte de Perón el 1º de julio de 1974 y la asunción de su
esposa María Estela Martínez bajo la conducción derechista de López
Rega, el país se fue sacudiendo cada vez más. El frente peronista se
fracturó y la actividad guerrillera se consolidó y agrandó. Los
Montoneros decidieron "volver a la resistencia" clandestina,
abandonando definitivamente la esfera legal, acercándose cada vez más
al ERP y al terrorismo político, cuyas víctimas muchas veces eran
civiles que no integraban el gobierno ni las fuerzas de seguridad.
A principios de 1976, cada cinco horas se cometía un asesinato político
y cada tres estallaba una bomba. Además de la violencia política
reinante, la inquietud obrera se estaba generalizando de nuevo. A
pesar de que las huelgas estaban prohibidas, importantes sectores del
movimiento obrero recurrieron a ellas, así como a marchas de hambre,
trabajo a reglamento y manifestaciones callejeras, en un esfuerzo
destinado a cambiar la política económica del gobierno. Con una
inflación mayor a la de Alemania en el período 1921-1922, y al borde
de la cesación de pagos internacionales, el gobierno constitucional
había perdido el control de las variables claves del manejo económico.
Ante el caos económico, político y social, las FFAA lideradas por
Videla actuaron sagazmente, sin intervenir hasta que la situación
empeoró hasta tal punto que los civiles fueron a golpear las puertas
de los cuarteles. Así probaron la absoluta falencia del régimen
constitucional y lograron que la opinión pública apoyase o se
resignase nuevamente ante la opción militar.
Se puede decir que el golpe del 24 de Marzo fue, a grosso modo, la
reacción militar al período abierto con las grandes movilizaciones
populares de fines de la década del ‘60 (Cordobazo, etc.) ante la
incapacidad de las gestiones peronistas para neutralizarlas. Ya que la
evolución de estas luchas no pretendía sólo provocar la caída de
un gobierno, sino más bien, y fundamentalmente, transformar las
relaciones socio-económicas del país y reubicar a la Argentina en el
plano internacional, ésta no fue una intervención militar como
tantas en la historia argentina contemporánea. Esta vez las FFAA y
sus aliados decidieron que el "problema argentino" era
estructural, por lo que aplicaron soluciones estructurales
2.
Proceso de reorganización nacional
Es imposible dividir
de forma seria los objetivos, acciones y efectos logrados por el
Proceso, ya que no hay reorganización económica sin reorganización
política y cambio de mentalidad cultural, (y viceversa). Por lo
tanto, para una mejor comprensión teórica y coherencia explicativa,
diferencié los aspectos políticos de los económicos y de los
socio-culturales. Es importante aclarar que la interrelación que hay
entre los tres aspectos es tal que se hace indispensable comprender
correctamente a los tres para tener una sólida idea de lo que el
Proceso de Reorganización Nacional significó para el país. Pero
antes de ir al detalle de estos tres aspectos conviene hacer una breve
reseña de los hechos, protagonistas, y como se proponían lograr sus
objetivos
El 24 de marzo de 1.976, la Junta de los Jefes (integrada por el Gral.
del Ejército Jorge Rafael Videla, el Almirante Emilio Eduardo Massera
de la Marina y el Brigadier Orlando Ramón Agosti de la Aeronáutica),
se hizo cargo del poder y comenzó el Proceso de Reorganización
Nacional.
El caos económico, las luchas facciosas, la muerte presente
cotidianamente, la acción de las organizaciones de las guerrillas, y
el terror sembrado por la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina,
organización de Derecha , que de una forma "simbólica"
estaba a favor y apoyando al ejército, pero que en realidad su fin
era el de tomar el poder enemigo y político luego de acabar con la
subversión), crearon las condiciones para la aceptación de un golpe
de estado que prometía restablecer el orden y asegurar el monopolio
estatal de la fuerza.
Estas fuerzas se guiaban por los hechos, los cuales les resultaban
amenazantes, y se prepararon para defender su territorio. De esta
manera pusieron en marcha las siguientes "operaciones de
aislamiento" :
Las realizadas por los grupos paramilitares que logran aislar a las
organizaciones armadas de su base social. El más importante, por la
frecuencia y la envergadura de sus acciones, fue la "Triple
A", que tenía asesoramiento político y participación directa
en la formación militar.
Los secuestros, que eran la forma en la que el régimen constituía
sus prisioneros. Consistía en la detención ilegal de personas
buscadas, sin orden judicial, con la cooperación de la policía del
lugar, y sin informar a la familia del destino del secuestrado. Las
familias de los secuestrados que buscaron asesoramiento jurídico para
encontrarlos, descubrieron que eso también era "peligroso",
(entre 1.976 y 1.978 desaparecieron 107 abogados defensores).
El terror que se provocaba en la sociedad, reforzado por la propaganda
del régimen militar que culpaba a las familias por la actividad
"subversiva" de los prisioneros. Otro dato es que casi un
35% de los familiares sólo hicieron la denuncia de la desaparición
ante la CONADEP (creada recién en 1.984), es decir, que unas 3.000
familias esperaron aproximadamente 6 años para denunciarlos.
Los campos de concentración (contabilizados alrededor de 340 centros
clandestinos de prisioneros en todo el país), donde se los torturaba
y hasta se los asesinaba. Gracias a la liberación de unos 1.000
prisioneros , que lograron irse al exterior, fue que pudo obtenerse más
información sobre lo que ocurría dentro de estos campos de
concentración. Éstos, fueron principalmente "campos de tortura
prolongada y sistemática", ya que el exterminio se hacía casi
siempre fuera de ellos, en los llamados "traslado de
prisioneros". Se calcula que por cada detenido eran necesarias
alrededor de 10 personas, lo que serían 100.000 miembros directamente
comprometidos con la fuerza y el proceso de aniquilamiento. El 1% de
los desaparecidos fueron denunciados por personal subalterno de las
Fuerzas Armadas o de seguridad.
Aspecto político
durante el proceso
La situación de la Argentina a mediados de los ‘70 era muy
particular: el proletariado gozaba de una situación económica y política
considerablemente positiva, tomando en cuenta variables tales como la
participación del salario en el ingreso nacional (que llegó a su
punto más alto en la historia argentina en 1973, cuando el salario
participaba de la Renta Nacional en un 45%) y la incidencia de los
sindicatos y otras agrupaciones obreras en el poder político. En
suma, el país estaba muy movilizado políticamente; las guerrillas
eran sólo la porción más radicalizada de todo el espectro social
que directa o indirectamente apoyaba cambios en la estructura
socio-económica de la Argentina.
Las FFAA asumieron el poder con el objetivo de "terminar con el
desgobierno, la corrupción y el flagelo subversivo". Pero hay
que examinar con detención qué es la "subversión" para
estos hombres para comprender su accionar sobre la sociedad argentina.
Videla dijo alguna vez que "un terrorista no es sólo el
portador de una bomba o una pistola, sino también el que difunde
ideas contrarias a la civilización cristiana y occidental".
Aclarando más el panorama, el entonces gobernador de la provincia de
Bs. As., general Ibérico Saint Jean, declaró: "Primero vamos a
matar a todos los subversivos, después a sus colaboradores; después
a los indiferentes y por último a los tímidos".
El esquema político-institucional que las FFAA querían aplicar
necesitaba de un modelo político que evitara la organización y los
reclamos sociales y que desmantelara las estructuras gremiales, por lo
tanto entre las primeras medidas de gobierno se encontraron la
suspensión, por tiempo indeterminado, de las actividades políticas y
gremiales de todo orden. Se intervino la CGT, la CGE, las 62
organizaciones y la Cruzada de la Solidaridad. Luego se eliminó el
fuero sindical, se suspendió el derecho de huelga y se prohibió, en
forma absoluta, la actividad de los partidos de izquierda, como ser:
Comunista Revolucionario, Socialista de los Trabajadores, Política
Obrera, etc. Se depuró la administración pública de agitadores
mediante la Ley de Prescindibilidad y se intervinieron todas las
asociaciones gremiales.
Se comunicó a la población que "será severamente reprimida
toda manifestación callejera; [...] que todas las fuentes de producción
y lugares de trabajo estatales y privados, a partir de la fecha serán
considerados de interés militar", y que "se expulsará del
territorio nacional a extranjeros que afecten la paz social". Por
el comunicado Nº 19 se informó a la población que serían recluidos
por tiempo indeterminado todos aquellos que "difundieran actos,
palabras o imágenes de personas o grupos considerados subversivos o
terroristas". También se sacó de circulación a la prensa política:
Nuevo Hombre, Nuestra Palabra, Tribuna Popular, Posición Nacional,
etc. Si no eran cerrados directamente, eran "advertidos" e
insinuados para que discontinúen su trabajo, como fue el caso de la
revista Sucesos del Partido Intransigente, o de Cuestionario, revista
que por entonces dirigía Rodolfo Terragno.
La noche anterior y el mismo día del golpe, los militares ocuparon
los principales complejos fabriles con listas negras en las manos. Allí
comenzó la cacería de toda una generación de dirigentes medios y
activistas de base que fueron secuestrados, torturados y asesinados en
la clandestinidad. Aquí reside una de las claves del Proceso de
Reorganización Nacional: este conjunto social de individuos
movilizados políticamente tarda décadas en aflorar nuevamente. Si a
esto le sumamos el implante del miedo y el "no te metás",
no es difícil entender la posterior desmovilización de la sociedad.
Aspecto económico
durante el proceso
El plan económico de Martínez de Hoz puede sintetizarse en los
siguientes puntos:
-
Rebaja de un
40% en los salarios, comparados con el quinquenio anterior.
-
Reformas a la
Ley de Contrato de Trabajo y eliminación de las convenciones
colectivas.
-
Establecimiento
de una creciente regresividad en el sistema impositivo, mediante
el aumento de los impuestos indirectos (IVA, etc.) y la
disminución de los indirectos (ganancias, riqueza).
-
Eliminación de
las retenciones a las exportaciones agropecuarias y de los
subsidios a las exportaciones no tradicionales.
-
Progresiva
reducción de los aranceles a la importación.
-
Apertura total
a los capitales extranjeros: igual trato al capital nacional que
al extranjero y reducción de los plazos de entrada y salida de
dichos capitales.
-
Liberación de
los mercados de cambio y financiero.
-
Reducción del
gasto público a través de la racionalización del empleo y la
privatización de empresas nacionales.
-
Presupuesto
Nacional: Aumento en Defensa y Seguridad y reducción en Educación,
Salud y Vivienda.
-
Política de
transferencias del Estado hacia los grupos económicos, mediante
los mecanismos de estatización de la deuda privada, la Ley de
Promoción industrial y las políticas de compra del Estado.
El sistema financiero
tuvo un rol fundamental en la ubicación y reasignación de recursos
en contra de los asalariados y a favor del sector más concentrado del
capital. "La reforma financiera acabó con una de las
herramientas del Estado para la transferencia de recursos entre
sectores: la regulación de la tasa de interés, la existencia de crédito
a tasas negativas y la distribución de este subsidio según normas y
prioridades fijadas por las autoridades". Las altas tasas de
interés superaban por mucho a las de ganancia (por producir), por lo
que "ninguna actividad era rentable ni podía competir contra la
especulación".
Una de las consecuencias más características del PRN fue la
concentración de capital, la cual se estimuló a través de la
estatización de la deuda privada, la implementación de las leyes de
promoción industrial y la política de compras del Estado.
Los resultados de estas políticas fueron:
-
Aumento de la
especulación en detrimento de la producción
-
Desindustrialización
-
Deuda externa
-
Concentración
económica
-
Institucionalización
de la inflación
-
Caída del
salario real
-
Deterioro de
los servicios públicos
-
Incremento en
los niveles de pobreza
Con respecto al
segundo punto, a mediados de la década del ‘70, las exportaciones
de manufacturas habían alcanzado por primera vez en la historia económica
nacional el 50% de las ventas totales del país, pero la industria no
pudo superar la pérdida de su protección, la competencia de las
importaciones, el encarecimiento del crédito, la supresión (o
"reubicación") de los mecanismos de promoción industrial y
la reducción del nivel adquisitivo de la población. El nivel
industrial cayó un 20% en los primeros cinco años.
Para marzo de 1981 "existía una férrea concentración
industrial, una fuerte capitalización del campo, la comercialización
de los granos estaba en manos de grandes empresas cerealeras y el
Estado argentino estaba endeudado en más de 17.000 millones de dólares,
a los que se sumaba un endeudamiento ‘privado’ -por parte de las
empresas residentes en el país- de casi 12.5000 millones de dólares.
En total, una deuda bruta, al 31 de marzo de 1981, de 29.587 millones
de dólares." Queda claro que la apertura económica de Martínez
de Hoz significó abrir el mercado interno a la competencia exterior,
y no expandir la producción local con destino al mercado externo.
La brecha tecnológica que en los veinte años anteriores se había
reducido, volvió a ensancharse de manera irreversible. "Al final
de la transformación que condujo Martínez de Hoz, el poder económico
se concentró de tal modo en un conjunto de grupos empresarios,
trasnacionales y nacionales, que la puja corporativa y la negociación
ya no fueron siquiera posibles"
Aspecto sociocultural
durante el proceso
El objetivo de la acción antisubversiva de los militares era clara:
no sólo se debía exterminar a los guerrilleros, sino que se debía
acallar a la sociedad toda, mediante un bombardeo psicológico
destinado a romper los lazos de solidaridad que unían a la sociedad
para instalar el individualismo y el "sálvese quien pueda".
Esto se logró mediante diversas acciones:
Desaparecidos: Mientras que la dictadura chilena tiraba al río a las
víctimas del Estado terrorista para que todos los vieran, el proceso
militar argentino inventó una nueva figura jurídica. La
"desaparición" de una persona llevaba a sus familiares y
amigos a una situación de incertidumbre, inacción y temor por lo que
sus propias acciones pudieran causarle al detenido-desaparecido, en
caso de que éste estuviese con vida. O sea, había temor a que la
denuncia, la búsqueda y la movilización de sus seres queridos
causaran daño al desaparecido, si este se encontraba con vida.
Programa económico de especulación y desindustrialización: Buscó
romper con la tácita alianza de las clases medias con las bajas.
Represión cultural: Censura y promoción de la autocensura, quema de
libros, violencia contra profesionales de relevancia social
(periodistas, párrocos populares, psicólogos, abogados, educadores,
escritores, actores, etc.)
El sistema educativo fue reformado para que encajara con el régimen y
su programa: Listas de antecedentes en los ingresos a las facultades,
represión en los establecimientos, modificación del sistema pedagógico,
etc. Se prevenían "futuros subversivos" retrasando el
aprendizaje de la lectoescritura hasta tercer grado (sólo "podían"
aprender 13 letras por año) y prohibiendo la enseñanza de la teoría
de los conjuntos en matemáticas. A los universitarios, demasiado
grandes para reformarse, se los reprimía y exterminaba.
La inserción de "terror" es comentada por Victor de Gennaro
en un debate organizado por el diario Página/12 con motivo del vigésimo
aniversario del golpe militar: "[...] Hubo un proyecto sistemático
de meternos el terror en cada célula, en cada hueso, para que no nos
acordemos de lo fundamental que significa querer ser, con
autodeterminación, defensores de un proyecto nacional y popular. Querían
quebrarnos esa capacidad de construir lo nuestro, ese derecho que
tenemos a ser poder en nuestro propio país. Había que quebrar esa
capacidad, había que imponer un modelo económico, social y cultural
del sálvese quien pueda. Para sobrevivir había que mentir, había
que desconocer la identidad, el de al lado era un peligro, era alguien
que comprometía, había que pensar nada más que en uno, como si esa
fuera la opción."
No fue sólo miedo lo
que provocó el individualismo, aunque este fue su ingrediente
fundamental. La censura y la autocensura (se emitían avisos
televisivos con la frase "El silencio es salud" como
consigna) se combinaron con la nueva doctrina liberal impuesta desde
el Estado. La ideología del "sálvese quien pueda" se
acreditaba en el dinero fácil que las actividades especulativas proveían.
El que producía, quebraba, el que "invertía" en la
bicicleta financiera se salvaba. Al crecimiento industrializado
colectivo, en el cual todos los sectores recogen los frutos del
progreso, se oponía un nuevo modelo de "quita de ganancias"
individualista, en el cual el progreso era personal y a costa de los
demás. La "economía imaginaria" de la plata dulce y el
"deme dos" sumado a la represión en todos los ámbitos de
la vida civil, lograron romper muchos lazos de solidaridad que había
en la comunidad. "Aunque los salarios y los beneficios de los
industriales eran muy bajos, la prensa se hallaba amordazada y los
sindicatos acobardados, gran parte de la población encontraba solaz
en la especulación y la compra de artículos importados
baratos". Si no, ¿cómo se explican las tristemente célebres
frases "algo habrá hecho", "por algo será" y
"no te metás" en una sociedad que no muchos años antes veía
con algo de simpatía y mucho de esperanza las acciones guerrilleras
que, al menos en sus prédicas, querían "cambiar el mundo"?
La sociedad argentina, acostumbrada a hechos como estos sólo
publicados a través de las crónicas de otros países, tenía miedo,
miedo de saber, de tener algún tipo de información, de estar
enterado de algo.
"El silencio es salud", siniestra ironía escrita en
carteles, para anunciar en un lugar donde se cometían aberraciones,
en busca de quebrar el silencio heroico de las víctimas.
La sociedad ya no sólo extrañaba el hecho de poder votar, sino también
el de poder decir lo que pensaban, tener ideales políticos diferentes
a los impuestos. A cambio de estas privaciones, tenían constantes
amenazas.
De la manera en que se presentaban los hechos, parte de la sociedad
decidió exiliarse, ya sea por razones políticas o laborales, en el
exterior o, en otros casos, en las provincias.
En el plano educativo, la censura y la mentira también estaba
presente. Los libros eran "transparentes", frívolos, en
ellos no existían la mezquindad ni el crimen. Así mismo, la música
también estaba reprimida los actos de protesta y los cantos populares
estaban titulados en su totalidad como "subversivos".
El 80% de los ciudadanos argentinos que entre 1.976 y 1.983 cursaban
la escuela secundaria, no recuerda sobre su vida social y/o salidas
estudiantiles, tampoco las canciones que escuchaban ni los cantos
populares de protesta.
El 17,4%, que pertenecía a la clase alta, parecía haber vivido en
otro planeta, aislados del mundo.
El 3,6% prefiere no opinar del tema, por miedo a nuevos actos
represivos.
La gente conocía la verdad de lo que estaba ocurriendo, pero la
violencia había llegado a tal grado que se sentían intimidados y no
se animaban a hablar. Luego de los 2 primeros años fue evidente que
la política económica no funcionaba y empezó a notarse cada vez más
el problema de los desaparecidos. Fue allí cuando la sociedad, el
pueblo argentino, se volvió en contra de los militares.
Una concluida esta modesta y pequeña síntesis de los aspectos más
importantes de la dictadura o mejor dicho del Proceso de Reorganización
Nacional, por último no me queda más que centrarme en una de las
consecuencias más dañinas para el presente y futuro de nuestra
sociedad, como lo fue el tema de los desaparecidos y todo lo que ello
significa para nosotros, aunque no debemos olvidar otro hecho, quizás
de igual relevancia como lo fue la guerra de las Malvinas,
comprendiendo esto de todos modos he decidido centrar mi foco de
investigación sobre el primero de los temas. Haciendo especial mención
al tema de los desaparecidos; las madres y abuelas de plaza de mayo;
la apropiación ilegal de niños y por último hacer una breve reseña
de la guerra de las malvinas.
3. Los
Desaparecidos
Los secuestros se
realizaban generalmente a altas horas de la noche por una patota (que
en "ocasiones especiales" eran más de 50).
Entraban al domicilio de la persona señalada (generalmente, antes había
un "apagón"), se apoderaban del señalado, lo tabicaban (le
vendaban los ojos), se los encapuchaba y lo torturaban delante de sus
hijos (que después, eran dejados con algún vecino, familiar o solos;
en otras ocasiones eran llevados con sus padres a los centros
clandestinos, para que después sean adoptados por algún represor).
Luego, eran introducidos en vehículos (generalmente dentro de automóviles
correspondientes a la marca Ford, modelo Falcón, de color verde),
parte de ellos conseguidos en los operativos de secuestro, como botín
de guerra.
De allí partían hacia alguno de los centros clandestinos. Y pasaban
a ser miles de hombres, mujeres y niños de distintas edades y
ocupaciones, integrando una categoría dentro de la población de carácter
"tétrico" llamado "los desaparecidos".
Los represores secuestraban a los que consideraban
"subversivos" :
-
Los que
ayudaban en las villas-miseria
-
Los que tenían
como objetivo una mejora en los salarios
-
Los miembros de
alguno de los centros estudiantiles
-
Los periodistas
que demostraban su desacuerdo con los represores, y hacia la
represión; y eran capaces de demostrar su oposición a los
hechos en un artículo periodístico, etc.
-
Los psicólogos
y los sociólogos, por pertenecer a profesiones
"sospechosas"
-
Las monjas y/o
sacerdotes que llevaban sus enseñanzas a las villas-miserias
-
Los amigos de
cualquiera de todas estas personas, los amigos de éstos amigos,
etc.
Todas en su mayoría
inocentes de cometer actos terroristas, o siquiera de compartir con
alguien, o pertenecer a grupos que combatían esta guerrilla.
Massera integró las brigadas operativas de secuestros, presenció
torturas e interrogatorios, en apoyo a la formación del "grupo
de tareas". En la inauguración del mismo, ordenó:
"-responder al enemigo con la máxima violencia, sin trepidar en
los medios".
De esta manera se convierte en "cero", su nombre de guerra.
Junto con el poder de Massera, creció el poder de algunos oficiales
navales hasta llegar a la jurisdicción del Estado, como en el caso
del contraalmirante Chamorro y el capitán Acosta Ambone, jefe de
inteligencia del G.T. 3.3. éste último decía ser "el dueño de
la vida y la muerte" o "como Dios".
Uno de los centros del poder político en la Armada fue el campo de
concentración de la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada), que
empezó a funcionar en marzo de 1.976, y aunque tuvo cambios políticos
y distintas formas de represión, se clausuró en noviembre de 1.983,
unos días antes de asumir el gobierno constitucional.
Por allí pasaron casi 5.000 detenidos -desaparecidos, y junto con el
"Campo de mayo", fue uno de los mayores centros clandestinos
de tortura.
Antes del golpe militar de 1.976 ya existían los centros ilegales de
detención: "la escuelita de familia" y la Jefatura General
de Policía en Tucumán, entre otros
La base del poderío de la ESMA no fue sólo político sino también
material: -obtuvieron grandes sumas de dinero mediante el "botín
de guerra". Hasta se montó una inmobiliaria en Belgrano, a raíz
de los inmuebles ocupados y adquiridos por torturas y falsificación
de documentos.
El campo de concentración funcionó en el Casino de Oficiales de la
ESMA, un edificio de 3 pisos, con un altillo grande y un sótano. En
el 3er piso y en el altillo se alojaba a los detenidos- desaparecidos,
en habitaciones sin ventanas llamadas "capuchas".
En la planta baja estaba el Salón Dorado o "el dorado",
donde de instaló la sección de inteligencia del G.T 3.3 (el acceso a
ese sector era restringido como la sección de "los jorges",
oficinas de algunos oficiales del grupo). En el sótano estaban la
enfermería, un laboratorio fotográfico y varias salas de torturas.
Los interrogadores torturaban salvajemente a los secuestrados atados a
elásticos metálicos. Con la picana eléctrica, los golpes brutales,
el ""submarino seco", el "submarino mojado",
y los simulacros de fusilamiento, buscaban no sólo obtener información
sino destruir a los detenidos –desaparecidos física y psíquicamente.
El oficial Alfredo Astiz ha tenido un papel importante en esta última
dictadura. Secuestró a ancianos y adolescentes, mujeres embarazadas,
a las monjas francesas Domon y Duquet ; Se infiltró en el grupo de
Madres de Plaza de Mayo y familiares que se reunían en la Iglesia
Santa Cruz y se ganó el desprestigio ante la opinión pública
internacional. Hasta 1.983 siguió trabajando en tareas de
inteligencia.
A mediados de 1.979 llegó a Buenos Aires la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH). Ante las pruebas acumuladas sobre la ESMA,
se prefirió neutralizar la visita del CIDH a la escuela. Algunos
prisioneros fueron trasladados a una quinta en el norte de Buenos
Aires, otros a una isla en el Tigre donde permanecieron un mes
aproximadamente. Casi 60 prisioneros políticos estuvieron en una isla
cercana al río Paraná, llamada "El Descanso".
Entre 1.980 y 1.983 se trasladaron a la ESMA prisioneros de otros
campos de concentración, que tenían determinados oficios o
profesiones, para montar un servicio de impresiones y falsificación
de documentos.
El G.T. 3.3 tenía 3 tareas específicas:
-
Inteligencia :
donde se planeaban las operaciones, se concentraban los
efectivos antes de salir y se analizaba la información obtenida
por medio de torturas y la represión.
-
Operaciones :
realizaba lo que planeaba "inteligencia"
-
Logística :
mantenía el campo de concentración y administraba las finanzas
propias y del "botín de guerra".
En resumen, la
tortura funcionó como un elemento relevante en la metodología
empleada. Los centros clandestinos de detención fueron concebidos
para poder practicarla impunemente.
Las madres y abuelas
de plaza de mayo
En abril de 1.977 un grupo de madres, que se conocieron durante los trámites
para buscar a sus hijos desaparecidos, decidió juntarse un día por
semana en Plaza de Mayo. Así nacieron las "Madres de Plaza de
Mayo", un símbolo de la resistencia popular argentina a la
dictadura militar.
Los militares no las atendieron nunca, y desde entonces hace 20 años
que siguen reclamando por sus hijos.
Estas madres también sufrieron la represión. No sólo cayó su
fundadora, Azucena Villaflor de Vicenzi, sino 14 personas más en un
mismo operativo, entre las cuales estaban las monjas francesas Leonie
Reneé Duquet y Alice Domon. Este acto fue protagonizado por Astiz (el
"ángel de la muerte") , junto con una prisionera
colaboradora que fingió ser su hermana.
De esta manera logró infiltrarse en este grupo, y se ganó la
confianza de las madres cuando simuló, un jueves en Plaza de Mayo,
enfrentar a la policía. Decía tener un hermano secuestrado y
llamarse "Gustavo Niño". Así fue seleccionando sus víctimas,
secuestradas entre el 8 y 10 de diciembre de 1.977. Algunos ex-
prisioneros de la ESMA cuentan que la monja Domon, mientras era
brutalmente torturada, se preocupaba por la suerte de
"Gustavo". Horas después comprobó que "Gustavo"
era Astíz y ese aparente joven luchador, un asesino.
A pesar de personajes siniestros como estos las madres y abuelas
lograron conformar un grupo que con mucho esfuerzo y casi sin ningún
apoyo del estado, a logrado recuperar a muchos de los niños de los
desaparecidos con sus familiares directos e incluso en muchos casos
con sus padres biológicos, recuperando la identidad genuina de éstos
en beneficio de ellos mismos y de la sociedad toda
La Apropiacion De Niños
Durante el Golpe de Estado perpetuado por las Fuerzas Armadas se llevó
a cabo una política de terror y avasallamiento de los derechos
sociales e individuales del pueblo de la República Argentina. El
saldo de este accionar fue la desaparición de miles de personas.
Esta metodología aberrante también se ensañó con los hijos de los
prisioneros, algunos de corta edad, otros nacidos en los centros
clandestinos durante el cautiverio de sus padres.
Luego de 13 años de ejercicio de la democracia, se espera obtener
Verdad y Justicia. Poco se ha conseguido.
En un fallo dictado el 9 de diciembre de 1.985, la Cámara Federal
analizó este tema, y al respecto afirmó:
"La posibilidad de que el personal a quien se mandaba a
domicilios particulares a cometer delitos de la apuntada gravedad se
apoderara sistemáticamente de bienes en su propio beneficio fue
necesariamente prevista y asentida por quienes dispusieron tal modo de
proceder. La enorme proporción de casos e que ellos, tuvo lugar, y el
hecho de que se les otorgara igual tratamiento en cuanto a la
impunidad de sus autores confirma esta inferencia.
No es posible, en cambio, hacer extensivo este razonamiento a otros
delitos como la sustracción de menores cuya comisión se ha
demostrado sólo en forma ocasional únicamente se han verificado las
sustracciones de los menores Felipe, Martín y María Eugenia
Gatica".
Por aplicación de este criterio, el Tribunal absolvió del delito de
sustracción de menores a los Comandantes a quienes se les había
imputado este delito.
Esta injusta decisión impulsó a diversos grupos de la sociedad
civil, especialmente a las Abuelas de Plaza de Mayo, a realizar una búsqueda
de menores desaparecidos. Como resultado se conocieron centenares de
casos de menores secuestrados con sus padres o nacidos en centros
clandestinos de detención.
Recientemente, en un juicio administrativo promovido contra el Estado
Nacional para que informa sobre la suerte de los desaparecidos, fue
encontrada en un organismo militar la prueba de la existencia de un
documento titulado : "Instrucciones sobre procedimiento a seguir
con menores de edad hijos de dirigentes políticos o gremiales cuando
sus progenitores se encuentran detenidos o desaparecidos"
(proveniente del Ministerio del Interior en abril de 1977).
Con esta prueba, cayó el fundamento conceptual del fallo de la Cámara
en materia de sustracción de menores, pues la sola existencia de
tales "instrucciones" demuestra que este accionar existió y
fue previsto por los autores del plan criminal, tal como el fallo lo
admitió sólo para el simple robo de cosas.
Los que se apropiaron de estos menores desaparecidos, usaron dos
caminos supuestamente legales para borrarles la identidad y su
historia familiar:
a ) o fueron adoptados como hijos propios
b ) o fueron adoptados con adopción plena, la que en nuestro país
borra el vínculo con la familia de sangre y el menor pasa a
integrar la familia adoptiva.
Esto obliga a actuar en dos planos jurídicos, luchando contra la
impunidad: una causa penal para demostrar que ese menor
anotado como propio o adoptado es el hijo de un desaparecido y luego,
la causa civil para anular la adopción plena. Esto hace que las
causas sean diferidas en el tiempo, que los apropiadores renueven sus
trabas para evitar que se encuentren a esos niños, y que continúen
gozando de la impunidad que han tenido y tienen a 21 años del golpe
militar.
Se debe destacar, además, que estos "individuos" cuentan
con la complicidad de muchos funcionarios que vienen desde el proceso
militar y siguen integrando el poder judicial como si nada hubiera
pasado.
Se juzgó a los militares pero no a sus cómplices, a los jueces que
denegaban el hábeas corpus sabiendo su origen; a los médicos que
controlaban las torturas y atendían los partos en campos clandestinos
de detención y regalaban el bebé o se quedaban con él; a los psicólogos
que violaban el secreto profesional y sacaban información a los
detenidos que se quebraban; A los curas que utilizaban la confesión
para sacar información o que admitían la tortura "una o dos
horas nada más", pero se oponían a la violación como forma de
tortura porque era inmoral.
El plano judicial de este tema es el más difícil de sobrellevar, ya
que la prescripción de las causas aparece como un obstáculo
importante. Esto se ve claramente en el fallo que presentó la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, en Diciembre de 1.995:
"En consecuencia, atento a lo establecido por el art.62, inc.2do
del Código Penal y la fecha de comisión de los hechos, se advierte
que han transcurrido el máximo de duración de las penas previstas
por los arts. 139, inc.2do y 146 del Código Penal, por cuya razón la
prescripción de la acción se ha operado y así debe declararse, por
cuanto aquel instituto jurídico en materia penal opera de pleno
derecho por el mero transcurso del plazo pertinente."
El voto en disidencia
dice: "En primer lugar, cabe señalar que en autos no se ha
operado la prescripción de la acción penal. En efecto, dado que una
de las conductas típicas previstas en el art. 146 del Código Penal
reprime a quien "retuviere" a un menor de 10 años, resulta
evidente- dado el carácter permanente del delito- que dicha conducta
habría continuado produciéndose mucho después del acto inicial de
sustracción ocurrido con posterioridad al 22 de junio de 1.976 y
antes del 23 de marzo de 1.977, lo que lleva a concluir, en principio,
que en el caso no se habría operado el citado plazo de prescripción."
Las Abuelas de Plaza de Mayo han elevado este caso a la CIDH (Comisión
Interamericana de Derechos Humanos), sosteniendo que: "la
gravedad de la decisión de la Corte radica en que el fallo no es sino
el punto final para la búsqueda de nuestros nietos y la impunidad
para los apropiadores de ellos, temas que habían sido expresamente
excluidos de las llamadas leyes de Punto Final y Obediencia
Debida."
Según testimonios, se logró conocer cómo eran tratadas las mujeres
embarazadas que eran secuestradas: cuando llegaban a la ESMA, eran
tiradas en colchonetas en el suelo, encapuchadas y boca abajo. No se
salvaron de las torturas pese a su estado.
Al principio, cuando faltaban pocos días para el alumbramiento, eran
llevadas a una pieza con ventanas herméticamente cerradas; recién ahí
le sacaban los grilletes, que eran vueltos a poner cuando iban al baño.
Eran atendidas por un médico del Hospital Naval, un enfermero de la
ESMA, y ayudadas por otras prisioneras. Una vez nacida la criatura la
madre era "invitada" a escribir una carta a sus familiares,
a los que supuestamente les llevarían el niño.
Inmediatamente la secuestrada era "trasladada", mientras el
bebé quedaba en la habitación atendido por otras embarazadas. Luego
se lo llevaban.
Desde que la embarazada llegaba ya se sabía cuál sería el destino
de su hijo y el suyo: a ella le esperaba el TRASLADO, y a su pequeño
la seguridad de que nunca conocería su verdadera historia, y menos a
su verdadera familia.
En el mes de julio de este año, el ex marino Scilingo reveló el
"modus operandus" del horror, ante la Cámara Federal de
Buenos Aires. "Alegando razones humanitarias" la Armada habría
dispuesto que las embarazadas detenidas deberían dar a luz, pero para
evitar que los mismos niños se contaminasen con ideas extremistas, éstos
se darían en adopción a familias "normales": marinos o
allegados a ellos que, a través de haber tomado contacto con el Grupo
de Tareas 3.3.2, habrían expresado el deseo de adoptar un niño.
El procedimiento que se llevaba a cabo era el siguiente: el entonces
director de la ESMA, contralmirante Rubén Chamorro, el jefe del G.T.
3.3.2, capitán de navío Jorge Vildoza, y el jefe de Inteligencia,
capitán de fragata Jorge Acosta, resolvían a quién correspondía el
futuro del bebé, todo con el visto bueno de quien ejercía la
conducción directa del Grupo, el Comandante en Jefe de la Armada,
almirante Eduardo Massera.
Jorge Luis Magnasco, que hasta hace pocos meses trabajaba como
obstetra en el Sanatorio Mitre de donde ya fue despedido, y sus
asistentes Aldo Clemente Chiappe, Alberto Arias Duval, Carlos Octavio
Capdevilla y Raúl Sanchez Ruiz, fueron responsables de la acta de
nacimiento que se realizaba ya con el nombre de la madre adoptiva.
4. La guerra de
las Malvinas
El gobierno militar
consideró, a finales de 1981, que a pesar de las recomendaciones de
la Organización de las Naciones Unidas y de los esfuerzos diplomáticos
y económicos argentinos, el Reino Unido no accedería a negociar
sobre la soberanía.
Por tanto, la Junta Militar previó una alternativa militar para el
caso de que fracasaran las tratativas diplomáticas.
Aprobó la idea del Almirante Jorge Isaac Anaya de recuperar las
Malvinas mediante una acción sorpresiva e incruenta para las fuerzas
inglesas, y posteriormente negociar el traspaso de la soberanía.
Se creó una Comisión de Trabajo Conjunta para realizar el
planeamiento de la recuperación. La Comisión de Trabajo estableció
como fecha más temprana para realizar la operación el 15 de mayo.
Sin embargo, durante marzo de 1982 se producen acontecimientos que
alteraron esa fecha, e incluso, lo que era sólo una alternativa se
transformó en el objetivo principal.
Por lo expuesto la Junta Militar decidió recuperar las islas Malvinas
el día 1º de abril de 1982, basando la acción en las siguientes
suposiciones:
-
Que el Reino
Unido no reaccionaría con violencia.
-
Que EEUU se
mantendría al margen.
-
Que se podría
controlar la crisis y, por lo tanto, habría negociaciones por
la cesión de la soberanía.
Así, la Argentina
buscó recuperar un espacio territorial cuya legitimidad ha sido
reconocida por los organismos internacionales con injerencia en el
caso: la ONU, al reconocer la naturaleza colonial de diferendo en su
Resolución 1514 y la validez de los reclamos argentinos sobre las
islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur en su Resolución
2065, invitando a ambos gobiernos a mantener negociaciones por el
futuro de las islas.
La legitimidad del reclamo fue también reconocida por la OEA
(Organización de Estados Americanos) en el Comité Jurídico
Interamericano, por el Buró de Países No Alineados y la Resolución
del TIAR (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca) del 26 de
Abril de 1982.
El enfrentamiento entre Argentina y Gran Bretaña se inicia a partir
de las actividades empresarias de un argentino, Constantino Davidoff.
Su actividad principal eran los negocios relacionados con la chatarra.
En el mes de Septiembre de 1979 firmó en Londres un contrato con la
empresa Christian Salvensen de Edimburgo, adquiriendo las
instalaciones balleneras abandonadas en las islas Georgias, a un valor
inferior a los u$s 200.000.
Esto representaba un brillante negocio que dejaría excelentes
ganancias, pues el precio de la chatarra, permitiría en ese momento
obtener cifras cercanas a los u$s 10.000.000. Para desmantelar las
instalaciones era necesario transportar a las islas personal y
equipos.
Davidoff gestionó en la Embajada Británica en Buenos Aires el
servicio del buque antártico HMS Endurance, de la armada británica.
Pero su pedido fue denegado y, seguidamente, la Armada Argentina se
pone a su disposición para llevar a cabo la tarea.
En Diciembre de 1981, Davidoff zarpa con destino a Puerto Leith,
llegando a la Bahía Stromness unos días después. Si bien Davidoff
envió una carta comunicando a la Embajada Británica su viaje al
archipiélago de Malvinas, no especificó que lo haría en un barco de
las características del rompehielos ARA Almirante Irizar, ni que se
dirigiría directamente a las Georgias sin antes tramitar su
desembarco en Grytviken. Este breve viaje sirvió para tomar fotografías
(3500) e inventariar el material existente en las ex-factorías.
El 19 de Marzo de 1982, nuevamente Davidoff regresa a las Georgias,
pero ahora en el buque de la armada ARA Bahía Buen Suceso, que
llevaba 41 personas, en su mayoría operarios, que permanecerían unos
4 meses realizando las tareas de desmantelamiento.
En este desembarco se produce el hecho que se utilizó como
desencadenante del conflicto, y por el cual las autoridades británicas
acusaron formalmente a los argentinos: el izado de una bandera
argentina.
Al desembarcar los argentinos, las autoridades británicas en
Grytviken notificaron al gobernador de Malvinas Rex Hunt sobre una
bandera argentina izada. El Foreign Office ordenó el envío del navío
HMS Endurance con el objeto de obligar a los operarios a arrear la
bandera y evitar además el supuesto desembarco de personal militar y
armas de fuego.
El 21 de Marzo, zarpa de regreso el ARA Bahía Buen Suceso, dejando al
grupo de Davidoff en tierra para proseguir con sus tareas. El HMS
Endurance debía llegar a Leith el día 24 de Marzo, pero por órdenes
del canciller de Gran Bretaña Lord Carrington, el buque debió
aguardar en Grytviken. Simultáneamente se solicitó al gobierno
argentino que dispusiera el regreso del Bahía Buen Suceso a Leith
para ser éste quien desalojara a los operarios allí apostados.
El 23 de Marzo, la Junta Militar, en respuesta a los sucesos de Leith,
envía el transporte ARA Bahía Paraiso, que se encontraba en Orcadas
con el grupo Alfa a bordo (formado por comandos de marina, denominados
"Lagartos", al mando del Teniente de Navío Alfredo Astiz).
Llegan a Georgias el día 24 de Marzo a las 23:40 hs. Su misión era
la de evitar que los marines ingleses del HMS Endurance desalojaran
por la fuerza a los trabajadores argentinos. Se suceden una serie de
reuniones y conversaciones de alto nivel
mandatario, con las que se buscaba suavizar el tono de la negociación
diplomática.
El gobierno argentino quería realizar una ocupación no violenta de
las islas, estableciendo presencia firme en ellas y provocar que las
fuentes diplomáticas británicas tomaran iniciativas para encontrar
una solución de fondo sobre la Soberanía en Malvinas. La opinión
internacional favorecía el reclamo de nuestro país sobre la Soberanía
en Malvinas.
Gran Bretaña sólo podía establecer un panorama geopolítico tal que
indujera al gobierno argentino a considerar la ocupación militar de
las islas como única solución viable.
Se había llegado a un punto sin retorno, la acciones militares eran
inminentes...
Viernes 2 De Abril
Se constituyó la Fuerza de Tareas Anfibia Número 40 bajo el Comando
del Contraalmirante D. Walter O. Allara. Esta Fuerza estaba integrada
por los siguientes componentes:
A. La Fuerza de Desembarco se integra con el Batallón de Infantería
de Marina Nº 2 (BIM2), una Agrupación de Comandos Anfibios, una
Sección de Tiradores del Ejército, un Grupo de Comandos Anfibios y
una Reserva.
B. Un Grupo de Transporte, con el Buque de Desembarco de Tropas ARA
Cabo San Antonio, el Rompehielos ARA Almirante Irizar y el buque
Transporte Isla de los Estados.
C. Un Grupo de Apoyo Escolta y Desembarco, formado por las Fragatas
Tipo 42, ARA Hércules y Santísima Trinidad, más las Corbetas ARA
Drumond y Granville.
D. El Grupo de Tareas Especiales, constituído por el submarino clase
Guppy ARA Santa Fe.
Las naves habían zarpado de sus apostaderos el día 28 de marzo, hallándose
a bordo del ARA Santísima Trinidad, de acuerdo con lo resuelto por el
COMIL, el Comandante del Teatro de Operaciones Malvinas, general de
división D. Osvaldo J. García.
Debido a las malas condiciones meteorológicas, la operación se demoró
24 horas, respecto de su fecha más temprana.
La Fuerza de tareas quedó dispuesta para el asalto final el día 1 de
abril a última hora. La misión de la misma establecía la reducción
de la resistencia armada de la isla, constituída por 68 Infantes de
Marina del Destacamento de la Marina Real Nº 8901, más algunos
irregulares voluntarios pertenecientes a la población local, la
ocupación de Puerto Stanley, y la toma del aeródromo para permitir
el abastecimiento de las Islas con medios aéreos propios. Y por último
la instalación de un gobierno militar argentino en el archipiélago.
A las 00:30 hs del día 2 de abril se inició el desembarco en la zona
de Puerto Enriqueta, 4 km al Sur de la capital de las islas donde los
Comandos Anfibios de la Armada iniciaron su marcha hacia las barracas
de los "marines" británicos en Moody Brook. Tres horas más
tarde hacían lo propio los buzos tácticos desembarcados del
submarino ARA Santa Fe en las proximidades del Cabo San Felipe, con la
tarea de tomar el faro de ese lugar y preparar el desembarco del
Transporte Cabo San Antonio.
Este buque desembarcó en la playa York al BIM 2 y tropas del RI 25,
los que debían tomar el aeropuerto y avanzar hacia Puerto Stanley en
un movimiento de pinzas que convergía sobre la residencia del
gobernador, desde el Este, mientras los buzos tácticos lo hacían
desde el Oeste.
La maniobra resultó exitosa, ya que hubo solamente una débil
resistencia, la cual se tradujo en tres bajas propias, aunque no se
infringió ninguna baja al enemigo, tal como lo establecieron los
criterios operacionales impuestos por el Comité Militar.
El cese del fuego y la rendición del gobernador Hunt se realizó a
las 09:15 hs, ante el General de División García.
- Mediante un comunicado de la Junta Militar se anuncia al país la
recuperación del ejercicio de la soberanía en todo el territorio de
las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur.
Lunes 14 de junio
Entre los Generales Jeremy Moore y Mario Benjamín Menéndez,
respectivamente comandante de las fuerzas británicas y Gobernador
militar de las Islas Malvinas, queda parlamentado el alto al fuego y
la consiguiente rendición. En Buenos Aires, al tomar conocimiento de
los hechos, en horas de la noche se realiza una manifestación en
rechazo a la rendición, en la que se produjeron desmanes y fue
reprimida por la policía.
5.
Conclusión, y fin de la dictadura
Luego de la Guerra de
Malvinas, la sociedad comenzó a dejar de callar, y así , unidos
contra los represores, y de la mano de Raúl Alfonsín, quien dirigía
al sector opositor, organizaron una protesta por la falta de información
sobre las Malvinas. Lograron instalar el tema en la opinión pública,
y a los represores ya no les resultó tan sencillo poder organizarse.
Habían perdido credibilidad y la gente intentaba revelarse.
La propuesta de
Alfonsín se basaba en :
"CONSTITUÍR UN GOBIERNO CIVIL DE TRANSICIÓN, QUE ENCABEZARÍA
EL EX PRESIDENTE ILLIA"
Pero dentro del gobierno de facto, las propuestas eran otras :
"SEGUIR INCULCANDO LA IDEA DE TEMOR"
Galtieri ( a quién el ejército quería hechar), decide hablar en
Plaza de Mayo. Acude allí gran cantidad de gente, y días después se
da por finalizado el Proceso de Reorganización Nacional.
En 1.983 asume como presidente Raúl Alfonsín, iniciando la
DEMOCRACIA en nuestro país.
Fuera de que su gobierno perjudicó muchísimo al país en una forma
económica, con la inflación, él fue quien fundó la CONADEP (Comisión
Nacional sobre la Desaparición de Personas).
Tiempo después se realizó el Juicio de las Juntas. Participaron muchísimas
personas en los testimonios de aquel juicio. Se encontraron muchos
culpables ; pero al asumir en su primer gobierno, Carlos Saúl Menem,
los indultó con las leyes de Punto Final y Obediencia Debida.
Para algunos, esta desición fue inteligente porque ayudó a terminar
con las rebeliones militares, dando vuelta de hoja en la historia de
las relaciones cívico- militares.
Lo que esos "algunos" no ven, es que este hecho es difícil
de defender desde el punto de vista moral.
Múltiples declaraciones han hecho que comenzara a reflotar el tema de
la represión militar y de los desaparecidos.
El ex marino de la ESMA, a quien el arrepentimiento, (¿arrepentimiento?)
hizo que se decidiera a declarar , dijo haber visto lanzar desde
aviones navales de 1.977 a un joven, dos adolescentes mujeres, y una
mujer de 65 años apróximadamente, vivos al mar. No los puede
identificar por nombre y apellido, ni tampoco a otros ciudadanos (30)
que fueron arrojados al mar por él mismo.
Participó en los vuelos de la Armada entre los años 1.976 y 1.977
para arrojar (en sólo dos vuelos) a 1.500 y/o 2.000 presos ilegales.
Dice que Mendía (comandante de las operaciones Navales,
contralmirante), los reunió, luego del golpe del ’76, para darles
instrucciones tales como: actuar de civil, y eliminar subversivos,
antes de explicar que algunos prisioneros se tirarían vivos al mar.
Juan Paulik, jefe de las Fuerzas Armadas, brigadier general, declaró
que durante la lucha "antisubversiva" se cometieron
barbaridades de uno y otro sector.
El ex ministro de la dictadura, A. Harguindeguy, denunció que se
utilizó el asesinato como PRÁCTICA HABITUAL para poder obtener
información ante los detenidos.
Balza aceptó como errónea las alteraciones de orden institucional en
1.976, y admitió que las Fuerzas Armadas no supieron combatir el
terrorismo desde la ley.
Pernías y Rolón denunciaron que se utilizó la tortura durante el régimen
militar, y a partir de ese momento comenzaron las declaraciones de los
"arrepentidos".
El capitán Alfredo Astíz, fue el responsable de los secuestros de
las monjas Domon y Duquet, y la ciudadana sueco- argentina Hagelin.
El ex policía Julio Simón, conocido en la represión como
"turco Julián" o "turco Julio", admitió que la
orden era matar a todos los prisioneros. Pero, pese a todo, reivindicó
la actuado en la última dictadura . Fue el ejecutor de torturas y
asesinatos.
Según la opinión de varios represores, los únicos arrepentidos
deberían ser los integrantes de las organizaciones terroristas.
Debería pensarse que es positivo que Balza y otros más hayan
declarado estas atrocidades cometidas debido a su arrepentimiento ;
pero hoy en día, se sabe que la razón por la que declararon es
porque se vieron obligados y presionados a hacerlo. Podían haberlo
denunciado, si es que tan arrepentidos estaban, en el año 1.983,
cuando el tema ya era denunciado por organizaciones como Amnesty
International .
"Delinque quien vulnera la Constitución Nacional, delinque quien
imparte órdenes inmorales, delinque quien cumple órdenes inmorales,
delinque quien, para cumplir un fin que cree justo, emplea medios
injustos, inmorales."
Luego de esta investigación, llego a una conclusión que, creo, es a
la que todo ciudadano argentino con sentido ético llegaría.
Creo que el objetivo inicial de aquel Golpe de Estado nunca se cumplió,
o, lo que es peor, nunca existió; que los medios utilizados para
combatir a los que ellos llamaban SUBVERSIVOS eran peores que el mismo
supuesto delito cometido por éstos; poderes para que esto suceda.
De todas formas, a pesar de lo negativo de esta conclusión, queiro
sacar en limpio que , aunque haya mil y una dictaduras, mil y un
asesinatos, los argentinos no olvidan ; esto se demuestra en la
continuidad e insistencia del grupo Abuelas y Madres de Plaza de Mayo,
grupo que cumplió 20 años de lucha, y como ellas dicen, sin dar
"ni un paso atrás".
6.
Bibliografía
CONADEP: Nunca Más,
Editorial Universitaria de Buenos Aires, Buenos Aires, 1984
Rock, David: ARGENTINA 1516-1987 Desde la colonización española
hasta Raúl Alfonsín, Alianza Editorial S.A., Buenos Aires, 1988
Artículos
20 años de historia política argentina 1966-1986, Fascículos 18,
19, 20 y 30, R. R. Ediciones S.R.L. , Buenos Aires, 1986
Diarios Clarín, Página/12
Felix Luna: Historia Integral de la Argentina, Editorial Planeta,
Buenos Aires, 1995
Trabajo enviado
por:
Miguel Angel Revainera
miguelrevainera@web-mail.com.ar