9 de abril del 2003

Llegaron, vieron, intentaron, se fueron

Elio Brat
Rebelión

Neuquén.- Lo que se temía como un verdadero desastre si es que se usaba las fuerzas policiales para desalojar la fábrica de Cerámica Zanon -ocupada por sus 310 obreros hace más de 17 meses, de los cuales los últimos 13 fueron de producción "bajo control obrero"- terminó con una fiesta popular de más de 2500 personas que festejaron como un verdadero triunfo la retirada de los síndicos que llegaron de Buenos Aires, vinieron a la fábrica, intentaron entrar a la misma para tomar posesión de ella y se tuvieron que ir ante la negativa de los representantes legales de los obreros ceramistas neuquinos a dejarlos que cumplan el mandato judicial. "El primer round lo ganamos nosotros con el apoyo de la gente y eso es muy importante" dijo Raúl Godoy, secretario general de Filial 21 del Sindicato de Obreros y Empleados Ceramistas de Neuquén (SOECN), quien al final de la jornada no disimulaba para nada su alegría contenida luego de tantas horas de espera y tensión, a partir del día mismo que se puso como fecha de un posible desalojo de la planta el martes 8 de abril. "Hoy fue un día histórico para todos" remató Godoy.

Lo que quedó claro del día de ayer en la fábrica Zanon fueron dos cosas: que a la sindicatura encargada de la convocatoria de acreedores de la firma Cerámica Zanon poco y nada le interesa saber como y en que estado están las instalaciones de la empresa desde el momento que la familia de Luiggi Zanon intentó dejarla caer en caída libre, provocando un lock out patronal que la lleve a la quiebra o, presuntamente, a instalarla en otro lugar (quizás Brasil) más conveniente(en ese momento) que la Argentina. Prueba de ello es que cuando los abogados de los ceramistas Mariano Pedrero y Fernando Dalmazzo le dijeron públicamente a los síndicos -ante todas las cámaras y los grabadores encendidos de los medios locales y nacionales que tomaron el diálogo entre las partes- que no tenían ningún problema que ingresen pero para que realicen exclusivamente el inventario de lo existente en la planta, la respuesta de los representantes de la sindicatura es que "a nosotros lo que nos interesa es la parte dos y tres del mandato judicial", es decir la asunción de sus cargos y la toma de posesión de la fábrica.

"Para nosotros eso que ustedes están exigiendo es un verdadero desalojo de la fábrica" le contestó el abogado Dalmazzo, preguntándoles inmediatamente si ellos no lo entendían así. La respuesta fue un lacónico silencio, demostrando a las claras cuales eran las verdaderas intenciones de los mandatados por el juez Germán Páez Castañeda desde Buenos Aires.

Y la segunda cosa que queda más claro que el agua es que, luego del tremendo apoyo recibido ayer y todas las horas previas al temido y posible desalojo, los trabajadores ceramistas entendieron que este es el momento de ir por más.

Y no lo decimos nosotros, sino que lo entendieron todos los dirigentes con quienes hablamos. "No queremos más soluciones a medias. Queremos la estatización de la fábrica a manos del pueblo de Neuquén" (Alejandro López, secretario adjunto del SOECN). "Lo que pasó en el día de hoy nos demuestra que estamos ante una bisagra de nuestra lucha. Ahora no más miedo por un posible desalojo y menos después del apoyo que recibimos de la gente. Exigimos la única solución durable y confiable para nuestro conflicto: la estatización de Zanon" (Raúl Godoy, secretario general del SOECN). "Es hora que los legisladores de la provincia (de Neuquén) se pongan los pantalones largos, tomen las astas de este conflicto y legislen acerca del proyecto que los propios obreros, con ayuda y apoyo de muchos sectores de la comunidad, incluida la universitaria, y estaticen la empresa Zanon para todos los neuquinos" (Luis Tiscornia, secretario general de ADUNC, docentes de la Universidad Nacional del Comahue).

Una tercera cuestión quedó clara desde ayer en estos lares patagónicos: cuando un conflicto se plantea desde abajo, democráticamente y con objetivos bien claros como mantener abierta una fuente de trabajo que da de comer a más de 1500 personas en la provincia de Neuquén -con la inestimable y necesaria ayuda del conocimiento (léase los sectores de la Universidad Nacional del Comahue), la gente de base de los barrios (léase los desocupados del MTD del barrio San Lorenzo), enfermeros, médicos y la gente en general- es muy difícil derrotar a quienes lo llevan adelante.

"Difícil" no quiere decir "imposible". Y los primeros que lo saben son los propios 310 trabajadores ceramistas de Zanon.

La de ayer fue una importante victoria, si tomamos en cuenta su resultado y los efectos que esta podrá tener. Pero aún faltan muchas más "victorias" para que este conflicto tenga el final que muchos desean ver para la historia del movimiento obrero no solo en Neuquén y en la Patagonia sino en la Argentina toda.

Desde Zanon, Territorio Libre de la Patagonia


Visitar: www.obrerosdezanon.org