REVISTA "ANHELOS Y ESPERANZAS
Nº 27 - Mayo de 1954
 
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Pág. 35

AMENIDADES

ADIVINANZAS Y COLMOS

     ¿Sabe usted que...
ADIVINANZAS
A
a) Estoy en el tejado
y estoy en la calle
si en el agua me buscan
no habrá quien me halle.
a
b) Sin pensar qué haces,
de noche me quieres;
de día, me deshaces.
a
c) Si me arrastran por el suelo,
no lo hacen por mi mal
que en casa todos me quieren
y el ama, todavía más.
a
COLMOS
A
1º) ¿El colmo de un panadero?
2º) ¿El colmo de un cartero?
A

***

a

SOLUCIONES

a
ADIVINANZAS
A
a) La letra E
b) La cama
c) La escoba
a

***

a
COLMOS
A
1º) Amasar el pan...teón de su familia
2º) Repartir cartas de navegar con sellos purgantes
aa

***

a

¿QUIÉN LO SABE?

A
   Reemplazando los puntos por letras quedan los nombres de cuatro mujeres célebres del Antiguo Testamento, que son figuras de la Santísima Virgen María
a
E . . . .
R . . .
J . . .
J . . . .
A

***

A
   
   ... para que la batería de cocina quede limpia tomando aspecto de nueva, se friega primero con un trapo y luego con pedazos de papel de seda?
   ... un buen remedio para preservar la ropa de la polilla es envolverla con papel de seda y luego con periódicos? ¿Que el olor de la tinta de imprenta ahuyenta a la polilla?
   ... para quitar el brillo que toma la ropa con el uso, basta con un poco de agua a la que habrá añadido un chorrito de vinagre?
a
¡Juguetes, Juguetes!
a
   Un labrador,  al volver una tarde det rabajo en sus tierras, vió aterrorizado que de la ventana de su casa salían grandes columnas de humo. Echó a correr para llegar pronto y comprobó que, en efecto, la casa estaba ardiendo. Y lo más terrible era que sus hijo estaban dentro.
   El pobre hombre se quedó indeciso, sin saber qué hacer.
   -Si les digo que hay fuego -pensó-, se aturdirán, y, en lugar de salir a la calle, puede que ellos mismos se metan en las llamas. Si entro yo a salvarlos, no podré salvar más que a uno o dos, y los demás se quemarán. ¿Qué hacer, Dios mío, qué hacer?
   De pronto se le ocurrió una idea. Se acercó a la ventana y se puso a dar grandes gritos.
   -¡Hijos. venid, que os he comprado muchos juguetes! 'Venid, venid en seguida para que los veáis! ¡Veréis qué bonitos son!
   Los chicos al oír la palabra "juguetes", acudieron todos a la ventana.
   -¡A verlos! ¡A verlos!
   -Bajad por aquí -les dijo el padre-. Bajad por aquí todos para que lleguéis antes.
   Todos los muchachos obedecieron contentísimos. El padre les ayudó uno a uno, y sin aturdirse.
   Luego, el buen labrador, les compró los mejores juguetes que encontró en la ciudad; pero ellos agradecieron más que los juguetes la estratagema de su padre, que los había salvado de la muerte.
a

***

a
   LA MAMÁ - ¿Por qué te has puesto los pantalones delrevés?
   PAQUITO -¡Toma! Porque del derecho tenían un gran agujero.
 

 

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