Perón
y el Che
Juan Domingo
Perón, carta al Movimiento Peronista, del 24/l0/67
Con
profundo dolor he recibido la noticia de una irreparable pérdida para la causa
de los pueblos que luchan por su liberación.
Quienes
hemos abrazado este ideal, nos sentimos hermanados con todos aquellos que en
cualquier lugar del mundo y bajo cualquier bandera luchan contra la injusticia,
la miseria y la explotación. Nos sentimos hermanados con todos los que con
valentía y decisión enfrentan la voracidad insaciable del imperialismo que,
con la complicidad de las oligarquías apátridas apuntaladas por militares títeres
del Pentágono, mantienen a los pueblos oprimidos. Hoy ha caído en
esa lucha,
como un héroe, la figura joven más extraordinaria que ha dado la Revolución
en Latinoamérica: Ha muerto el comandante Ernesto Guevara. Su muerte me
desgarra el alma porque era uno de los nuestros, quizás el mejor. Un ejemplo de
conducta, desprendimiento, espíritu de sacrificio, renunciamiento. La profunda
convicción en la justicia de la causa que abrazó le dio la fuerza, el valor,
el coraje que hoy lo eleva a la categoría de héroe y de mártir.
He
leído algunos cables que pretenden presentarlo como enemigo del peronismo. Nada
más absurdo. Suponiendo fuera cierto que en 1951 haya estado ligado al intento
golpista, ¿qué edad tenía entonces? ¿Y quién no se ha equivocado alguna vez
en política? Yo mismo, siendo un joven oficial, participé del golpe que derrocó
al gobierno popular de Hipólito Yrigoyen. Yo también, en ese momento, fui
utilizado por la oligarquía. Lo importante es darse cuenta de esos errores y
enmendarlos. Y vaya si el Che los enmendó. Su vida, su epopeya, es el ejemplo más
puro en que se deben mirar nuestros jóvenes, los jóvenes de toda América
Latina.
No
faltarán quienes pretendan palidecer su figura. El imperialismo, temeroso del
enorme prestigio que ya había ganado en las masas populares; otros, los que no
viven las realidades de nuestros pueblos sojuzgados. Ya me han llegado noticias
de que el Partido Comunista argentino, solapadamente, está en una campaña de
desprestigio. No nos debe sorprender esto ya que siempre se ha caracterizado por
marchar a contramano del proceso histórico nacional. Siempre han estado en
contra de los movimientos populares. De eso, podemos dar fe los peronistas.
La
Hora de los pueblos ha llegado y las revoluciones nacionales en Latinoamérica
son un hecho irreversible. El actual equilibrio será roto porque es infantil
pensar que se pueden superar sin revolución las resistencias de las oligarquías
y de los monopolios inversionistas del imperialismo. Las revoluciones
socialistas se tienen que realizar, que cada uno haga la suya, no importa el
sello que ella tenga. Por eso y para eso, deben concertarse entre sí todos los
movimientos nacionales; en la misma forma en que son solidarios entre sí los
usufructuarios del privilegio.
La
mayoría de los gobiernos de América Latina no van a resolver los problemas
nacionales sencillamente porque no responden a los intereses nacionales. Ante
eso, no creo que las expresiones revolucionarias verbales basten. Es necesario
entrar a la acción revolucionaria, con base organizativa, con un programa
estratégico y tácticas que hagan viables la concreción de la revolución. Y
esta tarea la deben llevar adelante quienes se sientan capaces. La lucha será
dura, pero el triunfo definitivo será de los pueblos. Ellos tendrán la fuerza
material circunstancialmente y nosotros contamos con la extraordinaria fuerza
moral que nos da la convicción en la justicia de la causa que abrazamos y la
razón histórica que nos asiste. El peronismo, consecuente con su tradición y
su lucha, como movimiento nacional,
popular y revolucionario, rinde
su homenaje emocionado al idealista, al revolucionario, al comandante Ernesto
"Che" Guevara, guerrillero argentino muerto en acción, empuñando las
armas en pos del triunfo
de las
revoluciones nacionales en Latinoamérica.