Relajarse y Aflojarse: Es desconectarse. Es abandonarse. Extenderse pasivamente. Auscentarse por unos instantes de la ansiedad y de la lucha. Relajarse es economizar esfuerzos. Es despojarse de lo normal y eficiente autoafirmación stresante. Relajarse es gozar de reposo. Es ablandarse. Es disfrutar de los inefables placeres de no hacer absolutamente nada. Para un neurótico inquieto y ansioso, relajarse es difícil. Se comprende. Representa un acto de coraje, de creencia, de seguridad, que exactamente él no tiene. Es un entregarse todo, sin restricciones, sin preocupación por un sitemas de seguridad. Y eso es imposible. El neurótico, viviendo agotado, en guardia, para defenderse de misteriosos y presumibles asaltos, no consigue, con facilidad, mandar a dormir a todos los centinelas que ha colocado alrededor para su defensa. Por otro lado, si el neurótico, insitiendo y sacando provecho de otras técnicas, consigue perfeccionar el arte de relajarse, consiguiente y simultáneamente, se estará liberando de las neurosis. Estará venciendo al miedo, calmando la ansiedad, ganando coraje y estímulo de vida. En la misma medida en que el neurótico siente dificultades en relajarse, el hombre verdaderamente religioso siente gran posibilidad y enorme placer. Muchas disciplinas tradicionales, como el yoga y la meditación, emplean ejercicios de ése tipo para influir en el estado mental, y la medicina alopática occidental comprende cada vez mejor la estrecha relación que existe entre la respiración y la salud general. Se sabe, por ejemplo, que las personas ansiosas respiran rápido y superficialmente y hablan con los pulmones llenos, mientras que las personas deprimidas respiran mas profundamente y tienden a hablar después de cada expiración. Para influir en los procesos involuntarios del cuerpo (los regidos por el sistema nervioso autónomos y vegetativos) no hay nada mas eficaz que la respiración, pues ella misma es parte de esos procesos, si bien obedece fácilmente ala voluntad. Algunos yoguis y maestros de meditación llegan a controlar también su frecuencia cardíaca y su presión arterial, pero no es fácil adquirir tal grado de dominio sobre el propio cuerpo. Lo que si puede hacer cualquier persona es modificar su respiración y, a través de ella, otras funciones orgánicas relacionadas con el grado de relajación y de tensión general. La finalidad de la ihalación es llenar los pulmones con un suministro constante de aire fresco para que la sangre extraiga el vital oxígeno y lo conduzca a los tejidos y órganos del cuerpo. La exhalación además de vaciar de aire los pulmones para completar el ciclo respiratorio, elimina el bióxido de carbono, un producto de deshecho del organismo. En el curso del dia y según el grado de actividad de la persona, el ritmo respiratorio cambia en forma involuntaria para ajustarse a las variaciones en la demanda de oxígeno y e las necesidades de expulsión de bióxido carbónico. Esas variaciones, que corresponden al grado de relajación o de tensión, se manifiestan con dos tipos principales de respiración: La toráxica y la diafragmática o abdominal.

Respiración Toráxica:Este tipo de respiración permite un suministro inmediato de oxígeno a la sangre. Se produce naturalmente cuando se realiza un ejercicio enérgico, se experimenta una emoción intensa (exitación, temor, o ansiedad) o se enfrenta a una urgencia, pero también puede usarse brevemente con fines estimulantes al despertar por la mañana o cuando las fuerzas flaquean. En la respiración toráxica, los músculos intercostales se contraen y el pecho se distiende para impeler aire de inmediato a la parte alta de los pulmones. Por lo mismo, se trata de unarespiración superficial y rápida, mas intensa durante la inspiración, que favorece un estado de tensión muscular general.