| Poesía
Gauchesca:
El
gaucho
Rudo,
audaz independiente
el gaucho no tuvo dueño,
bello ideal era el sueño
que lo mantuvo vigente.
Como el indio, cabalmente
amaba la libertad,
la pampa y la soledad
cimentaron su coraje
y fue dejando el mensaje
de su férrea voluntad.
Montó caballos salvajes
para moverse a su antojo,
hizo gala de su arrojo
sin distinción de pelajes.
Vivió en rústicos parajes
sin más ley que su valor,
supo jugarse el honor
con el filo del cuchillo,
sin hacer el más sencillo
alarde de vencedor
Sobre
la extensa pradera
está llegando el progreso
y su sombra en retroceso
con sabia paciencia espera.
No ha de morir su quimera
por que fue un hombre capaz,
como fiera montaraz
se defendió de la muerte
y apostó todo a la suerte
de una existencia veraz.
Gaucho:Mi canto florece
con su sentir más profundo
y es en mi verso errabundo
donde tu ser prevalece.
Mi corazón se estremece
por que mirando a lo lejos,
sobre encantados espejos
se vislumbra tu figura,
trote y trote por la hondura
de los caminos añejos.
Norma Ester Montenegro
-
Asociación
Argentina De Escritores Tradicionalistas. La Plata año 2000
--*--
AL CABALLO DEL ARRIERO
I
Quiero rendir homenaje
al caballo del arriero,
que fue su fiel compañero
y apuntaló su coraje.
Mostró su garra salvaje
galopando en la llanura,
en sus patas, la bravura
de un vendaval desatado
corrió pareja a su lado
destacando su figura.
II
Nunca aflojó en el camino
con lluvia, con sol,o escarcha,
sin preocuparle la marcha
se ganó su pergamino.
Y pegado a su destino
el arriero poncho al viento,
eran dos un sentimiento
alumbrado por estrellas,
que trasnochaba en las huellas
del sendero polvoriento.
III
Cuantas leguas transitadas
estirando una canción,
trotaron con la emoción
en cientos de madrugadas.
Cuantas penas olvidadas
tendidas sobre el apero,
la tradición del arriero
entre sombras se desliza,
es su raza que agoniza
junto al caballo campero.
IV
Ciertas noches imagino
el relincho de un bagual,
y llego hasta el pedestal
levantado en el camino.
Un sentimiento genuino
por el caballo me aflora,
compañero que atesora
de la patria su pujanza,
brilla por él mi alabanza
en la noche evocadora.
Norma Ester Montenegro
Al caballo del
arriero,1º Mención Santa Clara del Mar año 1998.
--*--
5º Certamen Rioplatense de Poesía Décima 2001
Reconocimiento a destacados decimistas
Días atrás, en el Aula Magna de la Universidad, se asistió a la
ceremonia de premiación del 5º Certamen Rioplatense de Poesía Décima
2001 que coordinase, a nivel local, la Casa de la Décima «Vicente
Espinel», presidida por Gela Barbero. Los temas galardonados fueron:
«Díptico floral» (de Isabel Puncel de Dumury, de Capital Federal),
que obtuvo el 1º Premio; el segundo lugar correspondió a
«Inundación» (de Juan Carlos Piralli, de Dolores) y el 3º de ellos a
«La Décima Rioplatense», de Argentino Moreira Ramos (Santa Fe). Las
menciones de honor fueron otorgadas a «Florencio y el alambrao» (de
Arnoldo José Daniele (de Jáuregui), «Décimas al corazón», de
Sandra Blua (Arteaga, Santa Fe), «El arraigo», de Dolores César
(Hurlinghan), «La leyenda de la Movediza», de Raúl Martínez
(Balcarce) y «Confidencias», de Norma Ester Montenegro (Villa Madero).
El premio al Mensaje Social cayó en manos de Norma Ester Montenegro,
por su obra «Señora Justicia», y Raúl Martínez, por su
creación titulada «Paz».•
--*--
El Mate
Recorro la geografía
de mi patria tan amada
y el gusto a yerba mojada
perdura en la boca mía.
El mate siempre me guía
hacia ruedas de amistad
es condición la verdad
que a todos nos enaltece
espuma que crece y crece
en el campo o la ciudad.
II
En manos del extranjero
aunque parezca orejano
circula junto al paisano
en el fogón galponero.
El murmullo tempranero
se hace grito cuando encierra
todo el sabor de la tierra
en su simple calabaza
y hace justicia a una raza
que a su costumbre se aferra.
III
Tradición y complemento
de la criolla torta frita,
cuando en el cielo palpita
la lluvia en cualquier momento
Tras las ventanas el viento
peina suave al trebolar,
las semillas al brotar
calman ansias del labriego
que mateando alzó su ruego
ayer nomás al soñar.
IV
Cuando un cimarrón se ofrece
si es que el amor encadena,
con hojas de yerbabuena
el corazón no padece.
Y si en la brisa se mece
una caricia latente,
es una excusa inocente
para tocarse las manos.
Aunque son sueños lejanos
hoy perfuman mi presente.
V
Con el mate yo he tenido
un romance sin igual
fue mi compañero leal
trasnochando algún olvido.
Ya se que es tiempo perdido
el llorar alguna ausencia,
me lo dice la experiencia
por eso sigo tal vez,
llevando de mi niñez
ceñida su transparencia.
Norma Ester Montenegro
El Mate
3º Mención año
1999 Santa Clara del Mar.
--*--
La novia
2º Mención Santa
Clara del Mar año 2001.
Frente al espejo peinaba
sus cabellos desatados
y dos moños azulados
con fino ademán guardaba.
La luna le regalaba
su blanquecino fulgor;
sobre su cama el primor
de un inmaculado velo,
representaba el anhelo
de su esperanza de amor.
II
El sueño llegaba lento
en la noche de aquel día,
más, cierta melancolía
devenía en sufrimiento.
Por más que hacía el intento
de sosegar la emoción,
con sutil inspiración
iba juntando las notas,
de melodías ignotas
regalo de la creación.
III
Soñó al fin que se ponía,
el vestido blanco ,suave,
como el plumaje de un ave
nacida en su fantasía.
Fue audaz y su valentía
sobre una nube traviesa,
le deparó la sorpresa
de conocer la experiencia
y anticiparse a la esencia
de su futura promesa.
IV
Los azahares perfumaban
su cuarto en aquella aurora
y al acercarse la hora
sus afanes aumentaban.
Sabía que la esperaban
los padrinos y su amado,
marcharía a su costado
casi sin pisar el suelo,
alzando juntos el vuelo
hacia el destino esperado.
V
Se oyó la marcha nupcial
y hasta el altar refulgente
llegó la novia sonriente
con su imagen celestial.
El sí; fue tan especial
que en divina bendición,
le llegó la aprobación
para que unidos se amaran
y bajo el cielo gozaran
de suprema comunión.
Norma Ester Montenegro
--*--
Desde la ventana
1
Ondulan hacia el poniente
nubes grises, peregrinas,
de pronto gotas muy finas
caen armoniosamente.
Tras una calma aparente
en el jardín cobra vida,
la rosa té que dormida
esperaba el aguacero,
destapando el perfumero
de su savia agradecida.
2
Un jazmín abre su gama
de pimpollos azul cielo,
que se deslizan al suelo
al encorvarse una rama.
No resulta ajena al drama
una estrella federal,
las gotas, fuerza vital
azotadas por el viento,
en un sólo movimiento
dejaron allí un tendal.
3
Ebrio de lluvia un malvón
aunque bebió de a poquito,
se recuesta en un tronquito
en la pared del rincón.
Mis plantas testigos son
de lo que arriba acontece,
el arco iris aparece
y en su eterna maravilla,
filtra sus rayos y brilla
sobre el vergel que se mece.
4
Detrás de los ventanales
mis sentidos se alborozan,
mis ojos miran y gozan.
a través de los cristales.
La lluvia cayó a raudales
como cumpliendo algún ruego,
la bendición de su riego
preservará la belleza,
de la fiel naturaleza
que trajo vida y sosiego.
Norma Ester Montenegro
Desde la Ventana: 3º premio en el 2003 en La casa de la
Décima de Tandil
--*--
Señora Justicia:
1
En esta carta le pido
que el peso de su balanza,
se incline hacia la esperanza
de los pobres en olvido.
Cumpla usted su cometido
cuando se ganan el pan,
que no sometan su afán
al patrón y su codicia
y no resulte propicia
la indiferencia en tal plan.
2
Señora usted que maneja
el poder y su medida,
sea la antorcha encendida
del anciano que se queja.
Pues la energía lo deja
y se torna desvalido,
su equidad tendrá sentido
si se cumplen sus derechos,
ratificando en los hechos
el consuelo prometido
3
Señora , quisiera verla
alguna vez en función;
juzgando la corrupción
así podré comprenderla.
Yo no quiero conmoverla
con mis reclamos sociales
pero son tantos los males
que aquejan a mis hermanos,
que sólo en suelos lejanos
concretan sus ideales.
4
Me gustaría escucharla
en una respuesta clara,
que al surgir justificara
el deseo de admirarla.
Mi voz no quiere juzgarla
pero la verdad me asiste,
mi razón también insiste
para que busque su ayuda,
no quiero creer que es muda
ni comprobar que no existe.
Norma Ester Montenegro
--*--
Confidencias
1
De par en par las ventanas
abro al silencio profundo
y dialogo con el mundo
de las estrellas lejanas.
A veces las creo cercanas
cuando algo dentro de mí,
celebra lo que viví
y aunque tuve horas inciertas,
tendí mis manos abiertas
y el corazón ofrecí.
2
Tan libre como los vientos
fue mi juventud en calma,
el amor le entregó al alma
sus mejores sentimientos.
Los rayos del sol muy lentos
en el cielo enamorado,
entibiaron el dorado
resplandor de un bello ocaso,
que acompañara mi paso
ansioso o despreocupado.
3
Muchas veces al querer
meditar un buen consejo,
me he mirado en el espejo
diamantino del saber.
Tiempo tardé en comprender
que en las vueltas de la vida,
es cosa bien aprendida
el saber agradecer,
por eso llego a entender
que estuve siempre cumplida.
4
Regué la tierra al sembrar
mil semillas de amistad,
no me fijé en cantidad
cuando hube de cosechar.
Fui más feliz con el dar
que con dejar para luego,
a los versos tomé apego
y con palabras sencillas,
logré juntar sus astillas
para encenderme en su fuego.
Norma Ester Montenegro
--*--
Hermano aborigen
Al encontrarte indio hermano
en reservas confinado,
me pregunto ¿qué ha pasado?
con tu quehacer cotidiano.
Eres hábil artesano
pues de tus manos salieron,
las reliquias que sirvieron
para adornar los estantes,
en museos importantes
que donadas recibieron.
Te rescato en la semblanza
primigenia de la historia,
donde está tu trayectoria
ligada al arco y la lanza.
Tu canto era una alabanza
a la tierra y su belleza,
disfrutabas la entereza
de vivir en libertad,
regía tu voluntad
la madre naturaleza.
A la vera del camino
formas parte del paisaje,
amparado en el coraje
de soportar tu destino.
En este suelo Argentino
donde ayer eras el dueño,
se ha vuelto vano tu empeño
por conservar la cultura
de tu raza,en la postura
inobjetable de un sueño.
Te hallas hermano aborigen
casi en vía de extinción,
¿esa será la intención
de los que ufanos dirigen?.
Las penurias que te afligen
llevan centurias de espera,
nadie encuentra la manera
de terminar con la afrenta:
no gravitas en la cuenta
de la equidad valedera.
Han borrado tu pisada
de la pampa,de los valles,
con trampas cuyos detalles
son una deuda olvidada.
Quedan sólo en tu mirada
atisbos de rebeldía,
que han de lograr algún día
manifestar su mensaje,
sobreviviendo al viraje
de la justicia tardía.
Norma Ester Montenegro
--*--
De mi pueblo
Inspiran mi
evocación
imágenes del pasado,
que en mi pecho se han quedado
y hoy hacen su aparición.
Es sincera la emoción
que fluye de mis relatos,
que pasarán con sus datos
en forma amigable y fiel,
a perpetuar en papel
aconteceres muy gratos.
Mi pueblo tiene el
encanto
de lo simple y cotidiano,
siempre prodiga la mano
a quien sufre algún quebranto.
Con mi décima le canto
a sus valores humanos,
al alma de sus paisanos
que perdura en el presente
y convive cordialmente
entre vecinos y hermanos.
Destacada trayectoria
fue la del Doctor Mascias,
que a toda gente atendía
con dedicación notoria.
Quedaron en la memoria
riesgosas operaciones;
en adversas situaciones
su sapiencia utilizó
y a la vida permitió
mejorar sus condiciones.
El antiguo saladero
fue primordial en el pago,
merecedor del halago
y en importancia primero.
En su labor fue pionero
congregando a mucha gente,
que trabajó eficazmente
fomentando su pujanza,
mas luego de tal bonanza
es recuerdo solamente.
Ay pueblito campesino
mis sienes blancas reflejan,
los años que ya se alejan
a prisa por el camino.
¡LAVALLE! fue mi destino
marcharme lejos de allí,
pero siempre comprendí
el valor de mis raíces
y a los momentos felices
los guardo dentro de mí.
En algún atardecer
acortando la distancia,
llega hasta mí la fragancia
que da la ría al crecer.
Y suele permanecer
su magia por un momento,
luego en el soplo del viento
vuela a su orilla a esperar,
que la vuelva a convocar
a través del pensamiento.
Norma Ester Montenegro
--*--
|
