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Umbral de la otra realidad

UNA ENTREVISTA CON PREZIOSO

La misma fue llevada a cabo en la ciudad de New York en noviembre de 2000 por la filósofa y periodista francesa Marianne Daggett
A través de esta prolongada entrevista, Daggett, con su incisivo estilo, logra para nosotros un repertorio de temas apasionantes tratados con el particular estilo de Prezioso, siempre claro y didáctico.
De dicho reportaje se han extractado los pasajes más significativos y los entregamos para tu lectura, por considerarlos de suma importancia.

Mucho se está hablando sobre el pensamiento Egonico y sus implicancias futuras en la conciencia de las nuevas generaciones. Me gustaría iniciar este diálogo preguntándole a usted si ¿considera a la Teoría Egonica más creíble que otras cosmogonías o creencias ya preexistentes sobre la Creación?

Para responder correctamente a su pregunta, debo hacer primero una diferenciación muy importante entre lo que puede ser creíble o aceptable y lo verdadero.
Para llegar a la verdad de un problema se debe tomar el camino acertado que nos lleve a ella; pero la elección del camino dependerá previamente de factores tales como la capacidad de razonamiento, el clima psicológico imperante en el momento de la determinación y el nivel emocional del sujeto.
Pero por otro lado, hay que considerar que algo puede ser creíble y no verdadero; es observable que las personas están diariamente bombardeadas de estímulos sensoriales que son mentiras creíbles; y lo peor es que éstas premisas falsas están tan internalizadas en la cultura, que las aceptamos hasta en los momentos más decisivos de nuestras vidas.
Mire a su alrededor y las verá pululando como gérmenes; están en la publicidad engañosa; en las distintas facetas de la política; en los principios fundamentales de las democracias; en las noticias; en los preconceptos apriorísticos; etcétera, etcétera.
Hemos llevado a tal grado la necesidad del autoengaño, que obra en nosotros como una gratificación indispensable para vivir.
Si es muy penoso ver cómo los ciudadanos son sistemáticamente defraudados por los gobernantes que eligieron, más penoso aún es que sigan creyendo que tienen la real capacidad de escoger a los candidatos.
Pero más inquietante se torna el problema cuando llegado el momento, las personas necesitan calmar su natural necesidad espiritual. La angustia existencial, es el ácido que corroe todo el basamento del ser humano, y lamentablemente para apaciguar esa angustia, recurren nuevamente a respuestas ilusorias y mentirosas.

¿Por ejemplo?

Paradójicamente, cuando más cuidado deberían poner en el "camino" que los lleve hacia la verdad espiritual, escogen emocionalmente sin importar si dicho "camino" reúne aunque más no sea algunos requisitos válidos.
En el momento de abrazar un credo, que lógicamente tendrá implicancia en sus vidas, la decisión es tomada bajo las mismas características engañosas con las que escogen un producto muy publicitado en un supermercado.
Los infaltables vendedores de ilusiones, ya desde tiempos inmemoriales utilizan un mágico ingrediente, indispensable para evitar cualquier cuestionamiento por parte del "consumidor":
Fe; sí, fe y nada más que eso.
¿Y que hay detrás de ese impulso llamado fe?: Nada que el creyente no haya colocado previamente; solo él la alimenta y mantiene evitando cualquier pensamiento que podría destruir el hechizo generado por la misma necesidad de creer.
¡Para qué razonar, si la fe lo engloba todo!

¿Cómo describiría la fe?

El tener fe en algo o en alguien es un acto de comodidad; pues es simplemente tomar algo que se nos ofrece ya previamente elaborado para adoptarlo sin cuestionamientos. Es entregar la capacidad de ser constructores de nuestra verdad para convertirnos en simples consumidores de ideas digeridas por otros.
Adoptar la condición de feligrés es renunciar a conocer el mismo objeto en el que depositamos nuestra fe.

¿Porqué?

Fides, en latín significa confianza; creencia en la revelación divina o en la verdad de determinados enunciados.
Los ideólogos políticos y religiosos han procurado que Fe y Verdad se conjuguen juntas en las mentes de sus seguidores.
En éste punto ya no es posible volver atrás, porque si a través de tu fe ya tienes la Verdad ¿Qué más puedes buscar?
Y la Verdad es o debería ser inmanente, es decir, debe seguir siendo Verdad, como lo fue ayer, lo es hoy y lo será mañana.
Si a nuestro feligrés le surgiese la menor duda sobre "su Verdad", desaparecería simultáneamente la fe y la verdad, para ser arrojado de nuevo al fondo del proceso cognoscitivo, donde será recibido por un señor llamado Kant que le podrá enseñar a pensar por sí mismo.
Tener fe no es conocer, es ignorar. Si existiera Dios, no les pediría fe a sus criaturas; por ser Dios, es conocimiento y por ende ése será el camino que nos eleve hasta él.

Pero la Teología trata de estudiar a Dios....

Sí, a través de conceptos a apriorísticos, pero recuerde que las intuiciones y las categorías se pueden emplear para hacer juicios sobre experiencias y percepciones, pero, como decía Kant, no pueden emplearse sobre ideas abstractas o conceptos cruciales como la existencia de Dios.
Todos los estudios dirigidos a conocer la naturaleza de Dios me recuerdan aquella anécdota del pintor chino Chuen Lai, que al preguntársele, sobre qué animal era el más difícil de pintar, dijo: "Un caballo", ¿porqué? le requirieron, y el agregó: "¡porque todos saben como es un caballo!"; luego, se le preguntó sobre cual es el animal más fácil pintar, contestó: "Un dragón; porque nadie vio nunca un dragón".

¿A quiénes adhieren al Egonismo, se les pide fe en su verdad?

De ninguna manera se puede pedir fe en una idea que no es la Verdad en sí misma, sino que va por el camino a la Verdad.

¿Entonces, qué es indispensable para el Egonismo?

Todos los atributos humanos que nos hacen realmente superiores; todo, menos el facilismo de la fe.

¿No considera que la fe hace mejores a las personas?

El ser un "hombre de fe" no nos hace mejores seres humanos, porque "tener fe" no es en sí una virtud; el hombre de fe para ser buen ser humano depende de cual es el objeto de su fe.
Todos los iluminados, patriarcas y mesías, han utilizado y utilizan el primitivo sentimiento que las personas entregan cuando se encuentran en un estado de soledad espiritual.
Estos psicólogos intuitivos, saben muy bien que deben evitar la confrontación de los fundamentos de la fe con toda inquietud analítica.
Y quién ponga en duda alguno de los fundamentos que ahora ya son "dogmas", es considerado un escéptico (en el mejor de los casos).

¿Usted es un escéptico?

En absoluto. El escepticismo es útil como primer paso en una metodología de trabajo filosófico, pero genera en si mismo una paradoja si pretendiese lograr un resultado positivo.
Ya en el siglo II antes de Cristo, Carneades sostenía que ninguna idea puede ser probada de manera concluyente, pero que algunas se muestran como más probables que otras.

¿El ser humano es escéptico?

Una actitud escéptica es aquella que niega la posibilidad de alcanzar el conocimiento de la realidad en sí misma, fuera de la percepción humana; escepticismo es dudar de lo que es generalmente aceptado como verdad.
El ser humano no es escéptico, es un crédulo llevado por su facilismo a quedar atrapado entre el drama y la comedia. Su natural necesidad existencial lo lleva a adherir a creencias que están formuladas sobres bases axiomáticas.

¿Me podría ampliar ese concepto?

Con todo gusto. Para la lógica y las matemáticas el axioma es un principio básico que es asumido como verdadero sin recurrir a demostración alguna.
Un ejemplo de axioma sería: "Si a cantidades iguales se les añaden cantidades iguales, las sumas resultantes también son iguales"; o "El todo es mayor que cualquiera de sus partes".
La lógica y las matemáticas puras empiezan con algunas proposiciones indemostrables de las que se derivan otras proposiciones (teoremas)
Los axiomas de un sistema deben ser coherentes, es decir, deben evitar incurrir en contradicción. Deben ser también independientes en el sentido de que no deben derivarse de ningún otro y deben ser muy pocos en número. A veces los axiomas han de interpretarse como verdades evidentes en sí mismas.
La tendencia actual es reconocer tal pretensión para aseverar que un axioma debe ser asumido como verdadero sin demostración alguna en el sistema del que forma parte.
Ahora bien, los seres humanos tendemos a colocar dentro de la clasificación de "axiomas" al desarrollo de nuestro destino. Es decir, lo asumimos y aceptamos sin intentar analizarlo ni a prever sus consecuencias en el futuro.
Y ahí comienzan a funcionar pensamientos ilógicos o falacias. Por ejemplo, para los calvinistas la contemplación era holgazanería y la pobreza era o castigo por el pecado o la evidencia de que no se estaba en gracia de Dios.

¿Cree que las ciencias exactas pueden ser decisivas para que la humanidad comprenda la verdad?

No necesariamente; fíjese en un ejemplo muy simple: ahora en este año 2000, el setenta por ciento de occidente por esa necesidad de vivir una mentira, cree estar ya viviendo en el tercer milenio y no hay razonamiento matemático, por más evidente que sea, como en éste caso, para convencerlos de que el tercer milenio se inicia en el 2001.
Para llegar a la verdad espiritual, deben conjugarse en cada persona distintos factores, pero fundamentalmente deberá ser mentalmente lúcido y por ende refractario a la emotividad irracional que impera en la sociedad humana.

¿Es posible la reencarnación?

Es muy lógico que la reencarnación sea una de las posibles formas que pueda tener la Naturaleza de recuperar su capital energético. El gran ciclo vital no sería completo si no tuviese un sistema que contemplase a la reencarnación.
Y aquí si me permite, contestaré su pregunta inicial, sobre si considero al Egonismo más acertado que otras cosmogonías.
Se diferencia de las religiones porque no pregona la Verdad, sino que se manifiesta como una teoría que se va construyendo a partir de los indicios que aporta la filosofía y la ciencia. No trata de explicar la existencia de un Dios, sino que se basa en el conocimiento que vamos recabando día a día del hombre y el cosmos.
Por ser una teoría, su capacidad de crecimiento y acercamiento a la Verdad, es infinitamente mayor que cualquier religión, que presume de haber alcanzado ya la verdad a través de "dogmas revelados", encontrándose por lo tanto, imposibilitada de reformular esa Verdad.
Con el avance del conocimiento humano, las religiones caen en su propia trampa, al quedar "sus verdades" absurdas y desactualizadas.
Definitivamente, la Teoría Egonica está formulada para el hombre del tercer milenio, y sus objetivos son despertarlo del sueño sensorial, aportándole información con la cual llegará finalmente a la Verdad de su realidad y de su destino más allá de la muerte.

Para el Egonismo ¿Existe Dios?

La Teoría Egonica no lo niega ni lo afirma; la problemática de un Dios creador es el interrogante clásico donde encallan todas las creencias. El tratar de demostrar la existencia de Dios, para luego y a partir de él explicar la realidad de hombre, es poner el carro delante del caballo.
Para el Egonismo, Dios, como mente rectora y observante de la humanidad, a través de la historia no ha dado muestras de existir o de tener ingerencia sobre éste universo.
Nuestra realidad está sujeta a una diversidad de factores que se engloban dentro de lo que llamamos Destino, pero al considerar que hay un Dios creador, omnipotente, de bondad infinita, etcétera, etcétera, es evidente que su creación se le ha escapado de las manos. Por ejemplo: ¿cómo puede un ser perfecto crear un universo tan imperfecto?
¿Tal vez cómo banco de pruebas para verificar el rendimiento de sus criaturas? Entramos aquí en una paradoja, porque si estamos hablando de un ser omnisciente, ya conocería el resultado de su test, transformando su creación en un acto inútil.
Y dado que permite la presencia del mal ¿es un Dios de omnipotencia limitada? ¿podría tratarse de un Dios de naturaleza perversa?
Análisis tan simples como estos, son los que teólogos y místicos tratan de acallar permanentemente, apelando a las más disparatadas y rebuscadas explicaciones.
Si realmente deseamos encontrar indicios de verdad, no podemos comenzar por lo incognoscible, a no ser que solo nos interese el estéril juego semiótico.
La humanidad debe despertar y dejar de lado todo ese conjunto de creencias que hasta ahora no han dado ninguna certificación de validez; el camino hacia la verdad debe comenzar despertando a la realidad o el hombre seguirá durmiendo y soñando con que pinta disparatados y complacientes dragones.

Entonces ¿nos encontramos inmersos en un universo que no está regido por un dios creador?

Ése es justamente el punto más álgido y difícil que la humanidad deberá aceptar.
Porque será necesario que redefina su creencia acerca de Dios.
O el Hombre acepta la presencia creadora de un dios que carece de los atributos de bondad infinita que le adjudica esperanzadoramente, o toma conciencia de estar dentro de un universo que es la obra de otros seres.

¿Podría ampliarme estos conceptos?

Volvemos a lo dicho anteriormente sobre la probable naturaleza de Dios: Si existe, lejos de sentirnos seguros y reconfortados, deberíamos estar aterrados, porque se trata de un Dios perverso, que ha creado un orden natural donde las vibraciones energéticas generan más mal que bien, en una proporción de tres a uno.
Otra posibilidad, sería la que tanto el maniqueísmo como el cristianismo esbozaron confusamente: La de un Dios que comparte un régimen de poder con el mal, encarnado por el Diablo, suerte de ex-funcionario revelado, al que nunca pudo poner en caja.
Pero por esta línea de pensamiento podemos seguir construyendo un sinfín de hipótesis sobre la naturaleza de ese Dios que no da muestras de estar al mando de su creación; No, no tiene sentido seguir con esas clásicas especulaciones que son las generadoras de tantos y tantos dogmas religiosos y que no desembocan en nada concreto. Son las típicas entelequias que tanto placer les producen a los filósofos que se pasan la vida discutiendo sobre la naturaleza de las escamas del dragón.
Mire un poco a su alrededor, mire la realidad, despójese del estereotipado fondo musical que acompaña el sentimiento y la emoción que se supone deben experimentar los seres humanos al pensar en Dios. Deje de lado el preconcepto "que debe haber un Dios, porque sino no tendría sentido nuestra existencia". Piense que puede haber otras explicaciones.
Si la política de gobierno que practica Dios es ésta displicencia, ésta falta de cuidado, la falta absoluta de compromiso con su pueblo, es lógico que haya sobrevenido la sublevación de Lucifer; Esta ausencia de poder se asemejaría mucho al gobierno de un Luis XVI.
Si tal Dios existiera, al ver su obra debería decir las mismas palabras de Richelieu en su lecho de muerte: "En mi vida hice mucho bien y mucho mal, pero todo el bien lo hice muy mal, y todo el mal lo hice muy bien".
Si éste universo es la resultante del gobierno y cuidado de un Dios, es ciertamente un pensamiento muy difícil de sostener; y que plantearía tanto para el creador como para sus creados aberraciones ontológicas; todo sería un absurdo.

¿Se diferencia su pensamiento del ateismo?

El ateísmo es una negación apriorística sin análisis ni razonamiento valedero; es tan irracional como el creyente en verdades reveladas.
Mi búsqueda de la verdad me obliga a despojarme de la fe y sus conceptos apriorísticos, y si dentro de ellos se encuentra el concepto erróneo de Dios, lo desecho, pero para construir una teoría que lo haga realmente visible a nosotros.
Tener fe es como tragar sin masticar, y a mí me gusta tanto saborear como reflexionar y comprender.
Es muy común que las personas influenciadas por el pensamiento judeo-cristiano tiendan a reaccionar en términos maniqueístas, es decir, por opuestos: blanco o negro, bueno o malo, creyente o ateo. La problemática no consiste en negar la verdad trascendente sino en descubrir primero cómo es esa verdad trascendente. No niego a Dios como posibilidad creadora, sino que niego el modelo de dios que los distintos credos han fabricado. Porque aceptando su existencia no explicaría ni solucionaría la problemática de la existencia humana.
Y con ése modelo de Dios, se van a pique tantas doctrinas teológicas, tantos juegos intelectuales sin base; ¡Tanto para nada! Y aunque se multiplique la nada siempre será nada.

Si Dios no existiese ¿qué lo apenaría?

Me apenaría por Baruch Spinoza, por tanto cristal pulido en todos esos años mientras buscaba a Dios; su obra se reduce solo a una simple laborterapia; ¡Solo vidrio!

¡Pero hay científicos que tienen fe...!.

Sí; y también hay confundidos y conflictuados por vivir un drama generado entre sus principios y el conocimiento.

Y usted ¿qué le diría a un científico que viviera tal conflicto interno?

Que se extirpe la fe; porque es un sentimiento tan primitivo e inútil como las "muelas del juicio". O se es un investigador con equilibrio interno que construye los caminos hacia la verdad o solamente es un mal investigador, condicionado y extorsionado por su fe en ilusiones. Hasta los más grandes científicos en algún momento han sido víctimas de esa tara llamada fe.
¿Quiere un ejemplo?
En 1917 la expansión del Universo todavía no había sido descubierta; aunque Einstein consideraba que el Universo no era estático, sino que debía expandirse; pero llevado por conflictos con su fe, planteó la existencia de una fuerza de repulsión entre las galaxias que compensaba la fuerza gravitatoria de atracción. Esto le llevó a introducir una "constante cosmológica" en sus ecuaciones; el resultado: Fue un universo estático; perdiendo la oportunidad de predecir la expansión del Universo, lo que Einstein calificaría como "el mayor error de mi vida".

Usted también habló recién de otra posibilidad; que éste universo no sea la obra de Dios sino la de otros seres. ¿Cómo lo explicaría?

Si desistimos de explicar la existencia de Dios para justificar la nuestra y comenzamos a razonar en sincronía con el universo, veremos que es posible que nuestra existencia se deba a otros creadores.
Pero antes permítame que describa el concepto de Creación que sustenta el Egonismo: Partamos de la idea que no podemos explicarnos la Creación, porque el concepto en sí mismo es tan inabarcable que tratar de asimilarlo con nuestra estructura mental nos lleva siempre a caer en explicaciones que distan mucho de ser satisfactorias. Bien podría decir que la conjunción de ciertas leyes generadas por la presencia de la materia oscura y partículas elementales posiblemente provocaron una gran fuerza dinámica que dio lugar a la existencia del Cosmos que hoy vemos.
Pero explicaciones como ésta, surgidas a partir de nuestra realidad material, carecen de una visión trascendente.
Al ser la Creación una estructura tan compleja y vasta, todo parece indicar que está subdividida en un número para nosotros desconocido de niveles o universos.
De ése número indeterminado de universos, nosotros ocupamos éste, conformado por toda la realidad que percibimos, con sus sistemas solares, galaxias y abismos negros; todo eso forma parte del universo material dentro del cual nos encontramos regidos por leyes naturales que lo gobiernan.
En éste universo, el caudal de materia existente es muy alto, por eso la energía subyace en el interior de la materia y no a la inversa. La materia lo recubre todo, por ser más abundante y lógicamente más densa.

¿Como el alma dentro del cuerpo, como sucede con la carga de energía en el interior de una pila?

Exactamente.

¿Y en los restantes universos?

Debe existir una variedad de universos que surgen a raíz de las distintas proporciones que dan lugar entre espíritu y materia.
Desde universos absolutamente densos, donde la materia lo abarca todo y donde la vibración es nula, hasta el más sublime, despojado totalmente de materia, compuesto solo de energía espiritual.

¿Y dónde estarían ubicados esos universos?

Imagine a una pila de discos compact superpuestos. Cada disco es un universo con distintos componentes. La energía espiritual viaja de un universo al otro a través de conductores que se encontrarían en el punto central de cada círculo o disco.
Hay una teoría física que considera los componentes fundamentales de la materia no como puntos matemáticos, sino como entidades unidimensionales (líneas) llamadas "cuerdas", y que incorpora la teoría matemática de supersimetría. Esta última teoría es una evolución de la "teoría de la gran unificación" que sugiere que todos los tipos de partículas conocidos deben tener una "compañera supersimétrica" en un lugar aún desconocido.

¿Y como sería el comportamiento del espíritu y la materia en éste universo?

Volvamos al ejemplo de los discos. La materia al estar en continua vibración, sobre el disco genera un movimiento centrífugo, es decir, se aleja del centro formando una espiral abierta. De ésta manera se desarrolla el concepto de espacio-tiempo, por el cual tenemos la noción del "aquí y ahora"; es decir, se produce lo que entendemos por "realidad" o el "transcurrir de la vida".
Una existencia humana al nacer, parte del punto central del disco y durante n-cantidad de tiempo desarrolla una espiral que termina en el borde del círculo. Allí culmina el proceso de existencia de ésa persona. Al morir, sus componentes orgánicos son reabsorbidos por la naturaleza material y el componente espiritual vuelve al punto central del disco.

¿Y desde el centro del disco, el alma se traslada a otro universo?

El alma (o Egon) al encontrarse liberada de su envase material regresa al punto central del disco, donde no existe el espacio-tiempo. Desde allí tiene la posibilidad de trascender al universo siguiente. Pero eso dependerá del nivel de conciencia energética obtenido, en caso contrario será atraída nuevamente hacia la materia, encarnando y dando lugar a otra vida.

¿...y entonces todo vuelve a empezar para esa alma, como en un eterno Samsara?

Así es.

La Teoría Egonica dice que el Egon se subdivide en siete partes que formarán siete personalidades en éste mundo. ¿Es así?

Si sabemos que todo es vibración, nada está inmóvil, que ni los átomos de las piedras se encuentran estáticos; en consecuencia los Egones no escapan a dicho principio.
En 1913 Niels Bohr desarrolló un estudio sobre la estructura del átomo.
El supuso que los electrones están dispuestos en capas definidas, o niveles cuánticos.
Las capas electrónicas se superponen de forma regular hasta un máximo de siete, y cada una de ellas puede albergar un determinado número de electrones. Ningún átomo existente en la naturaleza tiene la séptima capa llena.
Es el mismo principio que rige la estructura de los Egones.
Cada capa de electrones es para el Egon una reencarnación y así como no se encuentra ningún átomo con más de siete capas, no hay ningún Egon que haya venido más de siete veces a éste mundo.

¿Porqué?

Porque es el máximo de combinaciones que puede hacer el espíritu con la materia. Al cabo de la séptima reencarnación las fuerzas telúricas destruyen al Egon. Dentro de ese número de posibilidades, cabe que el Egon tenga dos o más partes de sí encarnadas simultáneamente en distintas personas. O encarna sucesivas veces, cada vez en una personalidad distinta.
Cuando encarnan dos o más partes del Egon al mismo tiempo, se da el caso de gran atracción entre los seres humanos encarnados. Son hermanos egonicos.

¿Cómo me podría explicar el concepto de Tiempo y Reencarnación?

Hoy en día se sabe que existe una relación esencial entre materia, energía, espacio y tiempo, además de una equivalencia entre las fuerzas de la gravitación y los efectos de la aceleración de un sistema. Por consiguiente, nuestro universo se encuentra sobre toda la superficie del disco, y por estar sometido a un ciclo constante, es contínuo. Imagine que la historia íntegra de nuestro universo se ejecuta una y otra vez como en un film de proyección permanente. Dentro de él nuestras vidas son como actuaciones teatrales que se repiten.

¿Entonces no es posible modificar nada de nuestro destino?

Como ya le expliqué antes, la única posibilidad que tenemos es la de cortar la secuencia de reencarnaciones, y dicho momento se produce cuando el Egon (alma) se separa del cuerpo, es decir, en la muerte. Entonces el Egon se coloca en el punto central del disco que no está sujeto al tiempo y desde allí podría trasladarse al siguiente universo.
Este proceso es similar al del átomo.
Hay dos procesos nucleares que tienen gran importancia: la fisión nuclear, que es la escisión de un núcleo pesado en núcleos más ligeros; y la fusión termonuclear o unión de dos núcleos ligeros, a temperaturas extremadamente altas, para formar un núcleo más pesado.
La fisión es la separación del alma y el cuerpo, donde el alma trasciende éste universo y penetra en otro.
La fusión es la reencarnación, donde el alma forma un núcleo más pesado y se precipita al mundo material nuevamente.

¿Entonces el Egon, de no lograr la fisión, seguiría reencarnando?

El alma volvería a reencarnar en alguna de las tantas personalidades que a través del ciclo espacio-temporal encarnó. Y como el espacio-tiempo es un ciclo contínuo, la realidad de pasado, presente y futuro pasan a ser relativos. Como la elección de un tema musical dentro de un disco compacto, usted puede escucharlo una y otra vez o saltar a otro tema ubicado en otro sitio del disco. Es posible porque su totalidad ya está grabada y es inalterable.
De igual manera, el alma no solo puede encarnar hacia el futuro histórico sino que puede hacerlo hacia el pasado. Pero antes que me lo pregunte, le aclaro que el reencarnar nuevamente en la vida que fué, no significa que pueda modificar las circunstancias o la historia; además, no tiene conciencia de que está reeditando algo ya vivido. Porque mientras se está viviendo, la fuerza sensorial de la materia nos convence de que cada uno de los minutos que vivimos uno a uno son únicos e irrepetibles.
Esa es la gran fuerza de la realidad.
¿Usted no cree que ésta entrevista es muy probable que la hayamos tenido repetidas veces?
Volvamos al ejemplo del tema musical ya grabado; el ejecutarlo una y otra vez no modifica la versión. La única y real dinámica se encuentra en el punto central del disco.
Por consiguiente, si uno se desplaza horizontalmente sobre la superficie del universo-disco lo hace bajo las normativas del espacio-tiempo, es decir, se trasladará en secuencias de tiempo que serán medidas en días, meses, años, etc. Pero al ser energía espiritual puede moverse verticalmente, saliendo del disco para ingresar a otro, o bien dar grandes saltos dentro del mismo; dándose el caso de reencarnar por ejemplo en el antiguo imperio romano.
Piense que en éste preciso momento que acabo de decir éstas palabras y usted escucharlas, han quedado graficadas una serie de secuencias cuadro a cuadro que siguen vibrando dentro de su compartimiento espacio-temporal. Es lo que en física atómica se define como momento angular Espín.

¿Es decir, que el pasado no muere?

Imagine un libro donde el desarrollo de la narración se encuentra en centenares de páginas. Cada una de ellas guarda permanente e inalterablemente una secuencia determinada.
Al momento de pasar nuestra vista sobre dicho texto le damos vigencia, y quedaran latentes, pero si volviéramos a esa página en particular la volveríamos a recrear nuevamente. Eso le sucede al Egon cuando vuelve a reencarnar: es atraído con mayor fuerza por una singularidad determinada, y encarna en una de las tantas personalidades que ya había tenido antes.
El tener la visión que tienen los Egones nos facilitaría la comprensión del fenómeno. Porque visto desde el punto central, el universo-disco se ve como una secuencia histórica sin principio ni fin; dentro de esa cinta sinfín, está presente el proceso histórico de nuestro planeta, desde su creación hasta su extinción, para volver a empezar y así indefinidamente.
De esa manera, las secuencias de fenómenos desencadenan otros fenómenos que a su vez generan otros, llegando a interrelacionarse por distintas fracturas espacio-temporales, produciendo fenómenos que se manifiestan por generación propia, es decir, por causas que ellos mismos produjeron antes.
Es un pensamiento profundo y que pone en jaque los conceptos basados en la singularidad y en la estructura factible de las paradojas.

¿Debo entender entonces que por ejemplo ésta entrevista, en algún repliegue espacio-temporal se está desarrollando nuevamente?

Exacto. Cada instante de nuestra vida es multiplicado al infinito; es como ver replicada cada imagen en un espejo facetado.
Nuestro desplazamiento sobre el paisaje espacio-temporal nos hace vivenciar linealmente los acontecimientos, obligándonos a vivir en sucesos secuenciales; un segundo después del otro hasta el final de ése proceso.
Pero la realidad del universo está vibrando en una constante, donde simultáneamente conviven todos los sucesos; estamos nosotros aquí sentados, hablando sobre esto, y también se está produciendo el descubrimiento de América, o los dinosaurios poniendo huevos en los bosques jurásicos. Todo depende en qué punto esté uno parado; de eso dependerá el horizonte de sucesos que veamos y vivamos.
Para alguien que se encuentre dentro de un laberinto, su visión se reducirá a pasillos, curvas, cruces de caminos, etcétera, sin la posibilidad de poder comprender su ubicación, solo impelido a caminar hacia una posible salida.
El ser humano desde que nace comienza a desplazarse por un laberinto espacio-temporal, del que desconoce su real dimensión y propósito. Camina bajo un foco de luz cenital que denomino "destino-presente"; es una mínima partícula de tiempo, que es tan efímera que al instante se transforma en pasado. Y el futuro, pasa a ser un concepto ilusorio que nunca llega, porque al hacerlo se transforma en ése fugaz instante que ya es pasado.
Y así vamos, bajo el reflector del destino, rodeados de sombras de constante pasado y tratando de ver a través de una barrera de energía fluctuante que llamamos futuro.
Ahora, qué distinto puede verse el mismo laberinto desde un punto elevado, desde el aire. Liberados de la esclavitud de sus pasillos, una visión aérea nos permitiría ver la totalidad de su diseño y comprender conceptos que al minotauro no le entran en la cabeza.

Usted dijo que éste universo podría no ser obra de Dios, pero sí de otros seres ¿Lo podría explicar?

Si utilizamos el mismo concepto de que "Dios creo al hombre a su imagen y semejanza", pero variamos la orientación del principio, iremos descubriendo que "ése aire de familia" que tiene la humanidad, no es con Dios, sino que la obra creativa cada día se parece a nosotros mismos.
Si comprendemos que el espacio-tiempo es un fenómeno contínuo, donde no existe un inicio, ni un final, tendremos a una Creación que no es justamente generada desde un punto inicial sino que se auto-crea constantemente a sí misma.
"El Todo es mente, el Universo es mental", nos dice una de las leyes fundamentales que rigen el universo y ésa es la clave.
Los Egones que son espíritu puro, solo pueden influir a la materia con la fuerza mental; y lo han hecho.
¡También lo podría hacer Dios! Exclamaría acaloradamente un creyente. Por supuesto que podría ser obra de Dios, pero siempre y cuando existiese y tuviese una buena razón para crear algo desde un principio; lo que presupone una necesidad; y Dios no puede tener necesidad de crear algo y sobre todo algo que salió imperfecto.
Todo lo que observamos en la Naturaleza tiene una función; todo diseño natural está basado, más allá de su belleza, en cubrir una necesidad funcional. No existe una obra puramente estética sin fundamento práctico.
Nuestro Universo es obra de la necesidad; no ha sido creado accidentalmente o por generación espontánea; fue mentalizado desde el plano espiritual por seres que necesitaban cubrir una necesidad.
¿Y quiénes podrían tener necesidad de generar un universo material?
¿Un Dios aburrido de su soledad, o deseoso de ver injusticia y dolor?
¿El mismo Dios que creó a la oveja" Dolly"? o ¿El que generará seres humanos clonados?
Los Egones en su viaje a través de los universos, generan mentalmente el sustrato material para poder reencarnarse en él y así trascender al plano siguiente.
Ellos crean puentes para acceder al siguiente universo. Como toda construcción, los puentes no son perfectos, tienen el grado de resistencia y confiabilidad que sus constructores le puedan dar. En suma; ésta es la obra de seres espirituales necesitados de materia.
Con el avance del conocimiento humano, posiblemente las distancias entre la creación mental del Universo y las realizaciones futuras de la humanidad se acerquen y entonces descubramos que el secreto rostro del Creador es el rostro de la propia humanidad.

¿Habrá un final de los tiempos, como pregonan casi todas las religiones?

Las secuencias o escenas que forman éste film que llamamos historia de la Tierra o del Universo, tendrán una escena final, pero eso no significa que sea el final de la función. Si el fin de la película llega con una gran explosión final, donde todo es arrasado y pulverizado dentro de un abismo negro, la misma secuencia o escena de esa gran explosión, es la que da comienzo al Big Bang de inicio de la creación; con lo cual, el film vuelve a empezar.

¿Dónde estaría Dios?

Hemos imaginado a los posibles universos como discos superpuestos unos sobre otros conformando una alta pila. Dijimos que en el centro de cada disco hay una "supercuerda" comunicante con el centro de los otros discos; por lo tanto, todas las "supercuerdas" permiten viajar atravesando los distintos universos, desde el más elemental hasta el más espiritualizado.
Pero para completar el concepto y tener una idea aproximada de la totalidad de la Creación, debemos recurrir nuevamente a un ejemplo: Un observador colocado sobre la superficie de la Tierra, verá una planicie, y hacia donde mire encontrará una línea de horizonte; muy distinta sería la visión del mismo observador si se encontrara orbitando la Tierra; captaría las reales dimensiones y volumen de ella. Ya no la vería plana sino esférica.
Ahora, si tomamos distancia del conjunto de los "universos-discos", veremos que en realidad los discos son segmentos en los que está subdividida una esfera; al contemplarlos con una visión multidimensional los "universos-discos", en realidad se nos manifestarían como capas de una cebolla, que partiendo de la más externa, pasa por sucesivas capas hasta llegar al núcleo central y profundo.
Ése es el punto central del Universo, donde la materia se ha espiritualizado totalmente, lugar donde el tiempo y espacio conforman el punto Aleph; donde los Egones logran la condición de Inmortales. Allí culmina el viaje a través de las "supercuerdas". Allí, posiblemente el concepto de Dios sea sinónimo de Inmortales.
En suma; un núcleo central de tan elevada vibración que lograría equivalencia cero. Allí el tiempo no fluye, pero está rodeado de universos donde la materia en conjunción con la energía espiritual generan la turbulencia dinámica que nosotros conocemos como el transcurrir de la vida.
"Como es arriba es abajo; como es abajo es arriba", nos dice Hermes Trismegisto en otra de sus leyes; y si nos asomáramos a la lente de un microscopio atómico; podríamos ver el gran Universo; allí el átomo de hidrógeno nos mostrará que "como abajo, puede ser arriba".

Por último y volviendo a la actualidad, ¿Quiénes, a su criterio, adoptan esta nueva filosofía en sus vidas?

Sin duda los jóvenes, en un segmento que va desde los 16 a 30 años; ellos ven en el Egonismo una concepción espiritual que no se contradice ni riñe con los incesantes descubrimientos que realiza día a día la humanidad.
Porque el Egonismo, lejos de ser un dogma de fe, es una herramienta de pensamiento que nos hace realmente superiores.
Y por supuesto, que adhieren al Egonismo todos aquellos con una mentalidad abierta, inteligente y libre de prejuicios.
Pero indudablemente son las nuevas generaciones las que adoptan el Egonismo, porque sienten que la humanidad se está asomando al Universo y por ende saben que necesitan una nueva forma de ver las cosas, con más claridad y sin preconceptos arcaicos.

¿Y porqué elige fundamentalmente a Internet para entregar su filosofía?

Si bien mis conferencias y charlas tienen la fuerza que da la presencia en vivo, con la consiguiente interrelación con el público, su efecto es limitado; por ejemplo, en éste auditorio hoy nos acompañaron unas quinientas personas, ¿verdad? pero seguramente habrá miles de personas que estarán interesadas en conocer el contenido de la conferencia de ésta tarde.
Internet permite que todos accedan a un contacto personalizado con la información, sin intermediarios; imagine esta conversación ahora escuchada o leída en todo el mundo por esas miles y miles de personas motivas por la necesidad de saber; esa es la maravilla que realiza Internet todos los días a cada hora y en todo el mundo.
En éste tercer milenio de historia cultural una nueva era de oscurantismo cae sobre la humanidad; se exceptuarán aquellos que posean poder de decisión, nacido de la instrumentación que se logra únicamente con un acceso rápido y directo a la auténtica información.
Si todo lo expresado aquí quisiésemos divulgarlo de forma tradicional ¿se imagina la agobiante e infructuosa tarea de interesar a un editor para que con éste material publique un libro?
¿Cuánta información valiosa no llega a la gente porque los sistemas de política social, religiosa, y de comercialización no lo consideran rentable o políticamente conveniente?

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