BASES DEL ENFOQUE INTERACCIONAL DE LA COMUNICACIÓN
...“Plotino el Platónico demuestra por medio de los
capullos en flor y de las hojas de los árboles que del Dios Supremo, cuya
belleza es invisible e inevitable, la Providencia llega hasta las cosas de esta
tierra. Señala que estos frágiles y mortales objetos no podrían estar dotados
de una belleza tan inmaculada y exquisitamente forjada si no emanaran de la
divinidad, que impregna infinitamente todas las cosas con su invisible e
inmutable hermosura.”
San Agustín,
“La Ciudad de Dios”.
...“En Junio de 1977 pensé que tenía
los comienzos de dos libros, a uno de los cuales llamé La Idea Evolutiva, y al
otro Todo Escolar Sabe. El primero sería una tentativa de reexaminar las
teorías de la evolución biológica a la luz
de la cibernética y de la te teoría de la información. Pero cuando
empecé a escribirlo noté que me era
difícil hacerlo teniendo en mente un auditorio real, el cual, confiaba yo,
entendería los presupuestos formales y por ende simples, de lo que allí decía.
Se me hizo monstruosamente evidente que en este país, en Inglaterra y, supongo, en todo el mundo occidental, la
instrucción escolar se cuidaba de eludir todos los problemas decisivos, que yo
tendría que escribir un segundo libro para explicar mis juicios elementales,
relacionados con la evolución y con
casi cualquier otro pensamiento biológico o social -con la vida cotidiana y el
desayuno que ingerimos-. La educación oficial no le decía a la gente casi nada
acerca de todo lo que haría en las playas y en los bosques de secuoyas, en los
desiertos y en las llanuras. Ni siquiera personas crecidas y con hijos podían dar cuenta razonable de
conceptos como entropía, sacramento, sintaxis, número, lineal, nombre, clase,
relevancia, energía, reglas de las dimensiones, tipo lógico, metáfora,
topología, etc. Qué son las estrellas
de mar? Qué son las mariposas? Qué son la belleza y la fealdad?”
Gregory Bateson, “Espíritu y Naturaleza”.
TEMAS
TEORÍA GENERAL DE LOS SISTEMAS.
He creído
interesante comenzar este trabajo con una inusualmente larga cita, de uno de
los autores que más influyó en la conceptualización que hoy conocemos como Pragmática de la Comunicación. Existen
coincidencias a nivel mundial, acerca de la importancia que el pensamiento de
Gregory Bateson ha tenido en diversos campos científicos.
La retórica
de Aristóteles, la Teoría de la Información de Shannon Weaver, el modelo de la
Comunicación Humana de Berlo, privilegian algún aspecto del proceso de
comunicación (el mensaje, el canal, el contexto social, respectivamente). En
común tienen el compartir el paradigma de la física newtoniana y la lógica
aristotélica.
Trasladándolos
al campo de estudio de la conducta y de la comunicación humana, se los ha
denominado: Enfoques direccionales de la
comunicación, puesto que la consideran un proceso o cadena de eventos
temporalmente ordenados, que comienzan en el emisor y terminan en el receptor
(gráfico 1). El concepto de causalidad implícito es lineal y unidireccional. Las conductas del receptor son consecuencia
directa de la que ha realizado el emisor. Esto es, las reacciones del receptor
funcionan como una variable dependiente del comportamiento del emisor (la
manipulación del emisor, mensaje o canal, constituyen la causa de la reacción del
receptor). Cuando la cadena se invierte, no se modifica el proceso, continúa
siendo lineal, pues las bases de dicho proceso no son de causalidad mutua, sino
que cada fase sigue o precede a la otra, constituyendo una relación causal
lineal, entre emisor-receptor.
En cambio,
el nombre de Enfoque Pragmático de la
Comunicación con que se popularizó el enfoque interaccional, es
consecuencia del interés con que se ocupa de las consecuencias que en todos los
contextos tiene la comunicación. Más
adelante podremos ver que para Gregory Bateson, conducta y comunicación
pueden ser utilizados prácticamente como sinónimos. (incluso en sus últimos
trabajos, demuestra que las reglas que regulan el proceso comunicacional, se
hacen extensivas a los fenómenos de actitudes
y valores). Desde una perspectiva pragmática todo comportamiento (habla,
gestos, movimientos), constituyen elementos del fenómeno comunicacional,
haciéndose extensivo incluso a contextos impersonales que afectan el comportamiento.
No se ocupa
solamente del efecto que la comunicación tiene sobre el receptor, sino que
incluye y considera inseparable, a su vez, el efecto que la reacción del
receptor tiene sobre el emisor (gráfico 2). Su interés se encuentra en el
estudio de las relaciones emisor/receptor, que se establecen por medio de la
comunicación.
Del mismo
modo que hablamos para referirnos a los Enfoques Direccionales de su Paradigma, diremos que este enfoque se
desarrolla a partir del Paradigma de la
Física Relativista.
Así como
toda la Física Newtoniana se
construye en base del supuesto de que el espacio
y el tiempo serán considerados constantes,
y todos los cimientos de dichas
construcciones teóricas (que permitieron importantes avances tecnológicos),
descansarán sobre dichos conceptos, la idea Einstenieana de la variable
espacio-temporal, cuestionará dicha enunciación.
Existen
diversas consecuencias de dichas enunciaciones. Quizás la más importante para
nuestro estudio, sea la que conceptualiza la idea central de que aquello sobre
lo cual estamos tratando no trata más de objetos, como en la física
tradicional, sino de relacione, y que
la tarea consistirá entones, en la búsqueda y establecimiento de pautas y procesos subyacentes a las estructuras.. de los fenómenos con los que se está
tratando. Declara Gregory Bateson que
las relaciones deberán constituir la base de toda definición, y su objetivo
principal será descubrir los principios de
organización en todos los fenómenos observados: descubrir la pauta que conecta.
Se
rechazará también el enfoque de la lógica aristotélica, por considerarla
inadecuada para la descripción de pautas biológicas. La lógica se puede
utilizar con mucha elegancia para describir sistemas lineales de causa /efecto,
pero cuando las secuencias causales se convierten en circulares, como ocurre en
el mundo viviente, su descripción en términos lógicos genera paradojas
(eventualmente esto sucede en casos de sistemas no vivientes, como el
termostato, dotados de mecanismos de
retro-acción). Según Bateson, esto sucede porque se introduce el tiempo (la lógica es atemporal).
Diremos que
de acuerdo con esta visión, al introducir el tiempo, la paradoja resultará una oscilación.
Se trata
entonces, de una concepción que incorpora los conceptos de tiempo, cambio y fluctuación como elementos esenciales,
enfatizando sobre la naturaleza dinámica de la realidad.
Dijimos
párrafos más arriba, que este enfoque se sustenta desde el Paradigma de la Física Relativista. Pero encuentra
además en otras disciplinas los elementos fundamentales que permitirán su
desarrollo.
A
continuación haremos un breve desarrollo de las teorías que explícitamente más
elementos conceptuales aproximaron a la Teoría Interaccional de la
Comunicación.
·
Teoría
General de los Sistemas. Cibernética.
·
Teoría
de los Tipos Lógicos de B. Russell.
·
Teoría
de Galois.
·
Orientación
por Reglas de la Comunicación.
Gráfico 1
Gráfico 2
TEORÍA GENERAL DE LOS SISTEMAS. CIBERNÉTICA.
Desarrollada
por Ludwig Von Bertalanffy y otros. Se describe como la formulación y derivación de principios que son válidos para los
sistemas en general.
A
continuación detallamos algunos de los conceptos básicos:
a. Un sistema es un conjunto de
objetos así como de relaciones entre los objetos y sus atributos. para el caso de un sistema interaccional de
dos o más comunicantes, en el proceso de
definir la naturaleza de su relación. La variable tiempo está implícita, y es la que le otorga a los sistemas su
condición de proceso.
b. Como medio de definir al conjunto de todos los objetos cuyos atributos
al cambiar, afectan al sistema, y
también a aquellos objetos cuyos atributos son modificados por el
comportamiento del sistema.
c. Los sistemas son abiertos, y se hallan ordenados en una jerarquía. El caso de un sistema
comunicacional de dos miembros que participan de otro sistema mayor (su
comunidad idiomática).
d. Totalidad. Un sistema se comporta como un todo indivisible y
coherente. Lo que le sucede a una parte afecta al todo. La totalidad (gestalt) es más de la suma de las partes.
Las cualidades y características del todo, no se explican por la suma de las
partes.
Si
trasladamos esta condición a la comunicación humana, diremos que se debe considerar un contexto sistémico, y no tratarlo como un asunto explicable por
atributos individuales.
Este
principio tuvo importantes aplicaciones en Terapias, y determinó el desarrollo
de una línea llamada Terapia Familiar Sistémica.
e. Los sistemas se caracterizan por su causalidad circular. Esta es posible gracias al mecanismo de
control esencial de los sistemas: la retroalimentación.
Nos referimos al flujo circular de información que vuelve a introducirse en el
sistema, para informarle del efecto de sus acciones anteriores, con el objeto
que pueda controlar y corregir sus acciones futuras logrando el objetivo
establecido.
Un buen
ejemplo de esto lo es, el termostato,
que informa al sistema (de acondicionamiento térmico), si llegó a la
temperatura definida como meta (para entonces apagarse). O por el contrario, si
la temperatura existente traspuso el umbral (y entonces, apagarse).Esto
es, el sistema funciona en forma
circular, por lo que puede operar autocorrectivamente. Dicha retroalimentación
podrá ser negativa (se utiliza para corregir y disminuir la desviación de la
salida con respecto de la norma establecida). Es fundamental para el
mantenimiento de la estabilidad. Retroalimentación positiva, con la que la
información actúa acentuando la desviación, llevando entonces a un cambio.
Estos
conceptos nos llevan a otro de gran utilidad para la comprensión del
funcionamiento de los sistemas, como lo es el de homeostasis (tiene que ver con la estabilidad del sistema, a pesar de los cambios del mundo externo,
y el equilibrio y sus fluctuaciones, del medio interno.
f. Equifinalidad. Será la última de las características de los
sistemas que describiremos. Su enunciación es muy simple y revolucionaria. Se
refiere a que estados finales idénticos
podrán ser alcanzados desde condiciones iniciales diferentes, y a través de
distintas vías de desarrollo. La
gran importancia de este concepto radica en que es posible explicar el
comportamiento de un sistema dado, por el estado actual en el que se encuentra.
Referencias
explicativas que incluyen datos del pasado (mediato o inmediato), resultan
innecesarias. Estos conceptos tienen gran importancia en la psicología anclada
hasta ese momento en referencias y justificaciones teológicas, para la
compresión de la conducta humana. Según esto, la compresión de la conducta
actual de una persona podrá hacerse a partir de la configuración actual de sus
interacciones (inter e intrapersonales), clave
no siempre suficientemente ponderada, sin necesitar acudir a términos
como inconsciente. El trabajo
consecuentemente deberá centrarse en la atención a las entradas y salidas a que
está expuesto el sistema, y en la participación de ese sistema dentro de otro
sistema más amplio, de la que forma parte. Las consecuencias pragmáticas que el concepto de Equifinalidad tuvo en el modelo terapéutico que propuso el
Enfoque Interaccional, resultaron de gran valor, teórico y técnico, y decidieron que las intervenciones en el
equipo terapéutico se realizarían en función del complejo de interacciones
presentes, que resultaba posible observar de las acciones (por ej. de un
sistema familiar presente, el aspecto central o tarea principal sería
establecer las pautas o patrones comunicacionales de esas
interacciones). Atendiendo
especialmente al cómo, para qué de ese comportamiento dentro del sistema interaccional: pareja,
familia, etc.
Nada hemos
dicho hasta ahora de la Cibernética.
Constituye
la teoría de la transición de la
información y del control de los sistemas, desarrollada por Norbert Wiener en
la década del cuarenta.
El
mecanismo básico: la retroalimentación.
Se utilizará para controlar la acción de modo que resulte eficaz.
Las
analogías entre el comportamiento de las máquinas inteligentes y
particularmente el cerebro humano, resultan por demás importantes. Incluso
diversos temas de estudio resultan
importantes tanto para teóricos e investigadores del Sistema Nervioso Central,
como de las Computadoras y de los fenómenos de transmisión de la información.
Los
adelantos y descubrimientos en cualquiera de esos campos inmediatamente
influyen sobre los demás. Como un buen ejemplo de esto podríamos mencionar: codificación, información (su naturaleza multiplicativa).
Todos los
desarrollos de las Ciencias Cognitivas se dedican específicamente al estudio de
esas coincidencias, y la mutua utilidad de los respectivos avances,
refuerza estos progresos.
Inteligencia
Artificial, Neurociencia, Lingüistica, Filosofía y Psicología resultan campos
conceptuales y técnicos próximos.
“Los especialistas en cualquier tipo
de ciencia de la conducta tienen que ver con el aprendizaje en un sentido u
otro de la palabra. Además, como aprendizaje es un fenómeno comunicacional,
todos estos especialistas se han visto afectados por la revolución cibernética.
Esta revolución fue iniciada por los ingenieros y teóricos de la comunicación,
pero sus raíces más antiguas se encuentran en el trabajo fisiológico de Cannon
y Claude Bernard, en la física de Clarke Maxwel y en la filosofía matemática de
Russelly Whitehead. En la medida en que los especialistas sigan ignorando los
problemas planteados en los Principia
Mathemática pueden considerar que sus conocimientos tienen una obsolescencia de
aproximadamente 60 años.
Pareciera sin embargo, que las
barreras de incomprensión que dividen a las diversas clases de especialistas en
ciencias de la conducta pueden ser iluminadas (pero no eliminadas) mediante una
aplicación de la Teoría de los Tipos Lógicos, de Russell, al concepto de aprendizaje,
que a todos nosotros nos concierne”.
Gregory Bateson, “Pasos para una
Ecología de la Mente”.
Como se
destaca claramente de las palabras de Greogory Bateson, dicha teoría constituye
uno de los principios fundamentales, paradigmáticos,
desde donde se construirá la Teoría Interaccional de la Comunicación.
La Teoría
de los Tipos Lógicos se ocupa de temas que frecuentemente para todos aquellos
especialistas o estudiosos que se
encuentran al margen delos estudios de lógica/matemática, miran desde la distancia, con una cuota de temor (y malos
recuerdos de experiencias, más o menos frustrantes en el secundario), seguros
de la importancia de todos estos temas, pero serenos al saber que otros individuos
(probablemente de otra raza) se están ocupando.
Los
enunciados en cuestión resultan por lo demás de gran simplicidad. Sus
consecuencias sin embargo, de máxima trascendencia.
Dice:
ninguna clase, en un discurso
formal lógico o matemático, puede ser miembro de sí misma; que una clase de
clases no puede ser una de las clases que son sus miembros; que un nombre no es
la cosa nombrada.
Estas
afirmaciones parecen triviales, incluso obvias, pero las consecuencias que los
científicos de las ciencias de la conducta cometan errores que corresponden
precisamente análogos al error de clasificar al nombre junto con la cosa
nombrada, tiene importantes consecuencias. Constituyen lo que llamaremos un error en la asignación de los tipos lógicos.
Equivale a comerse el Menú en lugar de la cena.
Definiremos
una clase, como aquello que
representa la totalidad de objetos unidos
por una propiedad o característica común, y los miembros, como los componentes
de dicha totalidad.
Más
compleja resulta la afirmación: que una
clase de clases no puede ser uno de los ítems clasificados correctamente como
sus miembros. Si clasificamos juntas las sillas para formar la clase de las
sillas podemos pasar a comentar que las mesas y bancos son miembros de una
clase más amplia de “no sillas”
Pero
cometeremos un error en el discurso formal si contamos la clase de las sillas
entre los ítems que están dentro de la clase de no-sillas.
Pues, en
tanto que ninguna clase puede ser miembro de sí misma, la clase de no-sillas
evidentemente, no puede ser una no-silla.
Aunque no
se tenga una formación matemática importante, podemos darnos cuenta de que:
1. la clase de las sillas es del
mismo orden de abstracción (o sea, del mismo tipo lógico), que la clase de
no-sillas. Entonces:
2. si la clase de sillas no es
una silla, entonces
correspondientemente, la clase de las no-sillas no es una no-silla.
3. Aclarará esto decir que, una
clase no puede ser miembro de sí misma, ni un miembro de la clase puede ser él
mismo la clase. Pues existe una discontinuidad conceptual (nivel de
abstracción) entre la clase y sus miembros.
La clase
incluye a los miembros, pero no puede incluirse a sí misma. Ejemplo de esto
sería decir que la clase de los perros no puede ser en sí misma un perro. Como
concepto de un nivel de abstracción
superior, que incluya a la clase de los perros podríamos enunciar a la clase de
los animales. Que su vez, puede incluir la clase de los perros, gatos,
tortugas, aves, etc. De allí que la
mencionamos como de un tipo lógico superior, o de mayor nivel de
abstracción.
Descuidar
esta importante diferencia, entre clase y miembro, y adjudicar incorrectamente
una propiedad particular de los miembros a la clase (o viceversa) constituye un
error de triplicación lógica que genera paradojas.
Definiremos
paradoja como una contradicción que resulta de una deducción correcta a partir
de premisas congruentes (B. Russell).
La Teoría
de los Tipos Lógicos dio solución a la paradoja de la clase de clases o paradoja de Russell.
Consideremos
que todas las clases que son miembros de sí mismas, pueden ser reunidas en una
nueva y única clase llamada A, y
todas las clases que no son miembros de sí misma en la clase B. La pregunta es: la clase B, es o no miembro de sí misma? Entonces,
precisamente, es miembro de sí misma, por no ser miembro de sí misma.
Como vemos,
esto no es simplemente una contradicción, sino que estamos en presencia de una
auténtica paradoja: B es miembro de sí misma, si y sólo si no es miembro de sí
misma, y viceversa. Configurando
entonces una regresión infinita. En otras palabras decir por ej. “estoy mintiendo”.
La Teoría
de los Tipos Lógicos no se ocupa de los que sucede en el interior de una clase
(o sea, de sus miembros), sino que proporciona un modelo para la relación
existente entre miembro y clase, y los cambios que se generan al pasar de un
nivel lógico al otro inmediatamente superior.
Cuando el
cambio altera a los miembros del sistema, al interior del mismo, se lo denomina
Cambio tipo 1, esto es cuando en un
sistema dado las transformaciones que suceden, son de orden cuantitativo, que no cambian la naturaliza de ese sistema,
que a pesar de sus transformaciones permanece igual a sí mismo, respetando la
que ha sido hasta ahora su naturaleza.
El soñar
mientras se duerme, permite eventualmente, para el protagonista, darse cuenta
que lo que está viviendo ocurre al interior de ese estado que llamamos soñar. Puede incluso proponerse cambios dentro del
sueño, los que serían precisamente del tipo Cambio !.
Pero si el
soñante quisiera salirse de ese estado y entrar en el de vigilia, esto es
despertar, como ese despertar no puede construir parte del sueño, pues sería un
cambio de estado del sistema,
estaríamos precisamente frente a un cambio
de tipo lógico. Un cambio de orden, en este caso se denomina Cambio de tipo 2. Y resulta fundamental por ejemplo en el caso de los tratamientos de psicoterapia. Sin
embargo, no nos extenderemos por ahora en sus consecuencias.
Como vimos
la Teoría de los Tipos Lógicos se ocupa de cuestiones sumamente abstractas. Se
la concibió para el mundo de la lógica. En él, cuando se puede demostrar que
una serie de proposiciones genera una paradoja, toda la estructura de axiomas,
teoremas, etc. que participa de la generación de la paradoja, quedan
inmediatamente negados, reducidos a nada.
Sin embargo, en el mundo real (o al menos, en las construcciones que
hacemos de él) nada puede ser negado de esa manera tan fácil.
Enunciada
por Ecarist Galois en el siglo XIX, se refiere a las leyes de composición que
deben satisfacer un conjunto de elementos
(por ej. números, conceptos, eventos, etc.), para ser considerados un
grupo.
Los
postulados iniciales concernientes a las relaciones entre los miembros y la
totalidad, son sencillos, sus consecuencias han trascendido las fronteras de la
lógica a otras disciplinas.
Su
enunciado es el siguiente:
1. Invarianza. Se refiere a que cualquier combinación de dos o más
elementos entre sí, da como resultado otro miembro del grupo. Esta propiedad
permite una infinitud de combinaciones, ordenaciones y cambios al interior del
grupo, sin que la estructura de este se vea alterada. Por ej. si tenemos el
conjunto de los números naturales y la suma como ley de composición, la
invarianza se refiere a que cualesquiera que fueran los números combinados
entre sí, el resultado también será otro número natural: 5+2 = 7.
2. Combinación. Todos los miembros del grupo pueden ser combinados en
distinto orden y, sin embargo, el resultado de la combinación sigue siendo el
mismo. El orden de los elementos no altera el producto. Ej.: 5+2+7 = 7+5+2.
3. Identidad. Todo grupo tiene un miembro de identidad tal, que al
combinarlo con cualquier otro miembro del grupo se mantiene la identidad de
este último. Ej.: en la operación suma, en el conjunto de los números
naturales, el miembro de identidad es 0: pues 3+0 = 3. Para el caso de la ley de composición de la
multiplicación dicho miembro es 1, pues 3 X 1 = 3.
Lo esencial
de esta propiedad consiste en que un miembro puede actuar sin provocar cambio alguno. Se la considera un
caso especial de la invarianza.
4. Inverso. Esta propiedad se refiere a que cada miembro del grupo
tiene su opuesto, de tal modo que al combinar cualquier miembro del grupo con
su opuesto, se obtiene como resultado el miembro de identidad. De esta manera
cuando la ley de composición es la suma y los elementos son los números, el
miembro inverso de un número es su negativo. Ej.: 2+(-2) = 0. Para la ley de la multiplicación: 4 X 1 / 4
= 1.
A partir de
las propiedades enunciadas se desprende una serie de implicaciones teóricas y
prácticas. Lo que probablemente nos interese más a los que trabajamos en
comunicaciones, corresponde con el postulado principal de la Teoría de Galois: se pueden verificar cambios al interior del
grupo sin que se altere su naturaleza.
Esto es precisamente de lo que hablamos
párrafos más arriba al referirnos a Cambios Tipo 1, y que ejemplificamos
a través del soñar.
Por el
contrario, cuando hablamos de hacer cambios en los parámetros del sistema (en
su orden interno), hemos hablado de Cambios Tipo 2.
Una de las
consecuencias más importantes que podemos encontrar en relación con el
funcionamiento de los sistemas, se puede vincular con el principio de
invarianza. Por ej. una pareja o una familia, puede experimentar importantes
cambios al interior de sí misma, sin que por ello varíe su estructura interna
(estructura del poder por ejemplo). En general, cuando las personas se proponen
a sí mismas cambios importantes en su funcionamiento, podemos destacar que, o
bien dichos cambios siempre le permiten conservarse básicamente idénticos a sí
mismos, o bien los procedimientos que eligen inexorablemente los mantienen
dentro de la lógica de dicho sistema. Watzlawick trabaja con estos principios
de manera por demás interesante.
Quizás el
concepto central, revolucionario en el momento de ser enunciado, se refiera a
la existencia de diferentes aspectos en
la comunicación:
aspecto referencial o de contenido, que es aquel que
trasmite información acerca de los objetos, hechos, contenidos, experiencias,
etc. , y corresponde a lo que llamaremos el contenido del mensaje, por ejemplo
“hoy está lloviendo”.
aspecto relacional o conativo, que se refiere a aquella instrucción
implícita en todo mensaje que indica cómo debe ser comprendida dicha
información. Define la naturaleza de la información entre los comunicantes. En
el ejemplo anterior al decir “hoy está lloviendo”, dicho de esa manera, debes percibirme como un
amigo o enemigo.
En general
se acepta que el aspecto relacional clasifica y califica al aspecto
referencial, y corresponde con otro tipo lógico,. Es por lo tanto una metacomunicación.
En toda
comunicación los participantes buscan determinar la naturaleza de su relación,
intercambiando definiciones mutuas de dicha relación. Esto es tan importante
que no puede ser librado al azar.
La
descripción de dichas reglas corresponde a lo que llamamos Axiomas de la Comunicación. El enunciar este conjunto de reglas nos
coloca frente a una dificultad insuperable hasta el momento: poseemos un sólo
lenguaje para describir tanto la comunicación, como la metacomunicación. Puesto que ambos son conceptos de distinto
nivel de abstracción (tipo lógico) esta situación presenta todos los
ingredientes necesarios para generar todo tipo de paradoja.
El Enfoque
interaccional definió tentativamente cinco axiomas fundamentales de la
comunicación en virtud de sus importantes consecuencias pragmáticas, en
cualquier situación personal.
La
comunicación como sistema no debe entenderse sobre las bases de un simple
modelo de acción y reacción, por compleja que sea su fórmula. Como sistema debe entenderse a nivel transaccional.
La
descripción y análisis de estos axiomas se centra en la comunicación diádica
entre personas, en la cual las claves intercambiadas emanan directamente del
cuerpo (movimientos, gestos, postura), el habla (verbalizaciones), la voz
(tono, volumen, tempo, etc.) y el contexto inmediato (situación física, social,
cultural, etc.). Sin embargo, queda abierta la posibilidad de una transpolación
cuidadosa de estos axiomas a los fenómenos de la comunicación intrapersonal
(diálogos internos), la comunicación animal o la comunicación social.
Dichos
axiomas son los siguientes:
·
Imposibilidad
de no comunicar.
·
Niveles
de contenido y de relación.
·
Comunicación
analógica y digital.
·
Puntuación
de la secuencia de hechos.
·
Interacción
simétrica y complementaria.
La imposibilidad de no comunicar
Este axioma
se deriva necesariamente de una propiedad básica del comportamiento, esto es, no hay algo que sea lo contrario de
comportamiento, no existe el no
comportamiento, y por lo tanto es
imposible no comportarse, moverse o quedarse quieto, hablar o permanecer
callado, sonreír o mostrarse inmutable, presentarse a una sita o no, retirarse
de una situación, etc. Además, el no hacer, no decir, no gesticular, también
constituyen formas de comportamiento.
Si se
acepta que todo comportamiento en una situación de interacción tiene un valor
comunicativo, entonces no se puede dejar de comunicar, aún cuando se intente.
En una situación interpersonal todo comportamiento influye sobre los demás, les
comunica algún mensaje, y éstos no pueden dejar de responder a tales mensajes
comportándose y comunicándose a su vez.
Los niveles de contenido y de relación de la comunicación
La
comunicación opera siempre a diferentes niveles de abstracción. En caso de la
comunicación verbal, por ej. es posible describir un nivel denotativo simple que es sinónimo del contenido explícito del
mensaje. En el siguiente mensaje: “las llaves están sobre la mesa”, el nivel
denotativo alude a la ubicación de dichas llaves dentro de todas sus
ubicaciones posibles. A este aspecto de
la comunicación que transmite información mediante la codificación de los
fenómenos se le ha denominado el aspecto referencia
o de contenido de la comunicación.
En otro
nivel de abstracción se incluyen todos aquellos mensajes implícitos o
explícitos acerca de la codificación lingüística realizada al enviar el
mensaje. A este, se le denomina el nivel
metalingüistico (meta: más allá), y corresponde a la semántica y sintaxis del lenguaje, por ej.: el sonido verbal llave representa un miembro de una clase
tal de objetos, la palabra llave no puede abrir cerraduras.
Asimismo,
es posible describir otro nivel de abstracción en el que se incluye todo
mensaje implícito o explícito acerca de la relación que se establece entre los
hablantes al intercambiar el mensaje descrito. A este nivel se le denomina metacomunicación o comunicación acerca
de la comunicación. Por ej.: el hechos de decirle dónde estaban las llaves fue
amistoso.
La
metacomunicación se refiere, entonces a cómo debe ser entendido el mensaje. De
aquí que también sea denominado el aspecto conativo
o relacional de la comunicación.
Existe
además, otro nivel de abstracción representado por el contexto en el cual se
intercambian los mensajes metacomunicativos. Este contexto indica cómo deben
ser interpretados dichos mensajes, y corresponde por lo tanto a un nivel
metacomunicativo.
Comunicación digital y analógica
Existen dos
modos básicos de comunicación humana que es necesario distinguir. Estos son: la
comunicación analógica y la comunicación digital.
La
comunicación analógica es aquel tipo de comunicación en la cual los objetos y
eventos del mundo son expresados mediante un símil, una semejanza o analogía
que contiene una estructura similar al objeto representado. Es decir, en la
comunicación analógica se conservan y repiten de alguna manera las relaciones
formales del fenómeno representado; siempre existe algo particularmente similar
entre el referente y la expresión que se emplea para comunicarlo.
Este es el
caso de una mesa, por ejemplo y el dibujo de una mesa. Ese dibujo constituye
una expresión analógica de una mesa, que nos permitirá reconocerla como tal,
aún cuando no haya ninguna mesa presente. Lo mismo vale para una representación
mímica. Las analogías son en cierta forma autoexplicativas.
En la
comunicación digital, en cambio, el objeto o evento es expresado mediante un
conjunto de signos arbitrarios que no guardan ninguna semejanza estructural con
dicho objeto o evento. El caso típico de la comunicación digital lo constituye
el lenguaje, en el cual las palabras poseen una relación arbitraria con el
objeto que se refieren. Por ej. no existe nada particularmente similar a una
mesa en la palabra mesa. La única condición necesaria es que las personas que
se comunican compartan el mismo código (idioma) para poder entenderse.
Puntuación de la secuencia de hechos
Desde el
punto de vista de un observador externo, la secuencia de mensajes
intercambiados entre dos comunicantes, puede ser considerada como una secuencia
ininterrumpida de interacciones. Es decir, se trata de una secuencia de
intercambios en las que el comportamiento de cada uno de los participantes es
inducido por, e induce a la vez, el comportamiento de los demás. Sin embargo,
quienes participan en la interacción necesariamente puntúan la secuencia de
hechos arbitrariamente. En una prolongada secuencia de intercambios los sujetos
participantes inevitablemente puntúan
la secuencia de comportamientos (o mensajes intercambiados), percibiendo
a uno de los participantes como actor o estímulo, y al otro como reactor o
respuesta.
De tal
modo, desde la perspectiva de uno de ellos, el otro, es percibido como quien
tiene la iniciativa. Desde afuera, cada interacción puede ser considerada
simultáneamente, un estímulo, una respuesta y un esfuerzo.
Dicha
puntuación permite a los participantes
establecer entre ellos ciertos patrones de intercambio, que les permitirían organizar
sus comportamientos y los de los demás.
Resulta
evidente que no existe una única manera de puntuar las interacciones, sino por
lo contrario existirían tantas formas de puntuar las secuencias, como personas
comprometidas en la comunicación. Frecuentemente las diferencias en la
puntuación de los hechos, determinan la existencia de conflictos. En ellos,
cuando se trata de reconstruir los puntos originarios de los desencuentros,
habitualmente pareciera que las personas participaron de experiencias distintas;
podríamos decir, “fueron al mismo cine, pero vieron diferentes películas”.
Interacción simétrica y/o complementaria
Una
relación simétrica es aquella en que sus integrantes intercambian el mismo tipo
de comportamiento. Uno o el otro pueden indistintamente, tomar decisiones,
criticar, comentar la conducta del otro, dar otras alternativas, etc. Los
miembros de este tipo de relaciones tienden a acentuar su igualdad. Este tipo de relación es frecuente entre compañeros,
de trabajo, de colegio, hermanos, etc.
Una
relación complementaria, es aquella en la que uno de los miembros se halla en
posición superior, y el otro en posición inferior.
Mientras
que la relación complementaria se basa en un máximo de diferencia entre los
comportamientos de sus miembros, las relaciones simétricas se basan en la
igualdad (o mínima diferencia), de comportamiento.
Estas
modalidades son fácilmente observables si atendemos a:
- el
contenido de las comunicaciones
- las
frecuencias
- la
utilización de claves de interacción,, etc.