Francia: En contra de los "contratos basura"

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Rebanadas de Realidad - Espacios Europeos, España, 18/03/06.- Los estudiantes de los institutos franceses se han unido a las protestas que, desde hace varios días, están organizando los universitarios franceses contra el nuevo modelo de "contrato basura" que el Gobierno quiere establecer.

Este nuevo modelo de contratación laboral se ha encontrado con un escollo importante: una juventud combativa, que se empieza a percatar de lo que se le viene encima.

El martes pasado las acciones de protesta se radicalizaron. Los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad fueron constantes, alcanzando momentos especialmente violentos, con el resultado de varios heridos de gravedad.

Las protestas tienen como origen el “contrato basura” para el primer empleo de los jóvenes, denominado CPE, que el Gobierno galo quiere implantar a la mayor rapidez.

Hasta ahora, el Gobierno francés se ha mantenido firme en su decisión. De hecho, el ministro Dominique de Villepin, continúa impertérrito en su propuesta de reforma laboral.

Pero, la izquierda francesa ha sido clara y ha advertido al Gobierno que retire cuanto antes el proyecto laboral o se encontrará con que a los estudiantes se unirán los sindicatos en un movimiento “largo y duro”.

De prosperar el modelo laboral propuesto por el Gobierno, las empresas podrán contratar a menores de 26 años, en su primer empleo, y terminar el contrato cuando lo estimen conveniente, sin ningún tipo de indemnización. Ese “paraíso legal” durará durante los dos primeros años de la vida laboral de los jóvenes.

Las ciudades de París, Nantes, Foix, Brest y Lannion, sufrieron estos días las consecuencias de los enfrentamientos. El tráfico urbano y el ferroviario se vio alterado por los bloqueos que, en algunos casos, duraron varias horas.

Cerca de 60 universidades francesas apoyan la protesta estudiantil, que el ministerio de Educación cifra en 46. De continuar las manifestaciones, los estudiantes esperan que el total de las 84 universidades francesas se sumen a esta protesta.

Para el sábado día 18, está convocada la tercera movilización nacional contra el CPE, a la que se unirán todos los sindicatos y organizaciones estudiantiles. En este caso, se va a sumar con decisión la izquierda política.

Como consecuencia de los efectos que esta protesta está teniendo, 46 “Presidentes de Universidad”, han pedido al Gobierno y a estudiantes que dialoguen.

Los estudiantes han creado toda una red informativa de páginas web donde, además de otros datos, se muestra el día, hora y lugar de la concentración, que están demostrando, además de una organización más que aceptable, una sensibilidad que para nosotros quisiéramos.

El Estado “teta” español amortigua las reivindicaciones

El ejemplo que nos están mostrando los estudiantes franceses, y la sociedad gala en general, es aleccionador. Todo un modelo a seguir. Mientras unos demuestran su alta capacidad organizativa en las multitudinarias convocatorias al “botellón”, otros apuestan por un futuro algo más sensato y prometedor.

Las consecuencias de ese proceder las tenemos, por ejemplo, en el salario mínimo interprofesional, que en España es de 599 Euros al mes, mientras que en Francia es de 1.217,88 Euros. La diferencia es importante. Eso sin contar otro tipo de prestaciones sociales, como vacaciones, ayudas para estudios, etc., donde la diferencia es, también, muy sustancial.

Por eso interesa y se fomenta que nuestra juventud se adormezca entre el porro y el “botellón”, y películas de lo más cutre, donde la violencia y la chabacanería están en primera línea. En esa filosofía del “adormecimiento” participa toda la cadena de los que viven del Estado “teta” español.

Así, medio adormilada e inconsciente, nuestra juventud, no se percata de que el Estado “teta” subvenciona a sindicatos, partidos políticos y todo tipo de ONG, a cambio de que ese adormecimiento se extienda a toda la sociedad. Una vez generalizada la “dormida”, se coge el BOE (Boletín Oficial del Estado) y se legisla.

Y así nunca pasa nada… A pesar de todo, se empieza a notar un cierto “frescor” en algunas capas de la sociedad. Esperemos que esos aires, ese oxigeno, nos llegue a tiempo.