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Celso Daniel 

por el Presupuesto Participativo

Mas ciudadania por un gobierno popular

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Presupuesto Participativo en la Ciudad de Buenos Aires

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Diputado Oyhanarte

 

Proyecto de Ley

Presupuesto Participativo

 

 

 

 

Artículo 1. OBJETO DE LA LEY

Créase por esta ley el sistema de Presupuesto Participativo de conformidad con lo dispuesto en los artículos 52 y 128 inc 2° de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, el que tiene por objeto establecer los mecanismos de participación ciudadana en la discusión, elaboración y seguimiento del Presupuesto Anual, del Programa General de Gobierno y del Plan de Inversiones Públicas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

 

 

Artículo 2. OBJETIVOS

Son objetivos del sistema de presupuesto participativo:

  1. Fijar metas presupuestarias
  2. Fijar prioridades de asignación de recursos.
  3. Fijar prioridades de la inversión pública
  4. Seguimiento y control de la ejecución del presupuesto.

 

 

Artículo 3. PRINCIPIOS

El Sistema de Presupuesto Participativo garantiza el cumplimiento de los siguientes principios:

  1. La representación del conjunto de intereses de los ciudadanos.
  2. El acceso de todos los ciudadanos a los foros de discusión Comunales y Temáticos.
  3. La promoción del debate y la participación de los ciudadanos en el proceso de toma de decisiones.
  4. El acceso a la información previa, precisa, completa y clara.
  5. La difusión de la convocatoria a los foros y de los resultados del debate.
  6. La neutralidad en la utilización de los mecanismos de participación.
  7. La flexibilidad de los procedimientos.

 

 

Artículo 4. COORDINACIÓN GENERAL

La coordinación general del Sistema de Presupuesto Participativo está a cargo de la Subsecretaría de Descentralización de la Ciudad de Buenos Aires, o del organismo que en el futuro la reemplace.

 

 

Artículo 5. ORGANIZACION

La participación de los ciudadanos en la discusión, elaboración y seguimiento del presupuesto se organiza e implementa a través de los Foros Comunales y de los Foros Temáticos.

 

 

Artículo 6. FOROS COMUNALES

Los Foros Comunales se realizan en el ámbito territorial de cada Comuna. En ellos se fija, con carácter vinculante, las prioridades de inversión y la forma en que se distribuyen los recursos asignados a las políticas, proyectos y programas que la Comuna puede desarrollar con su propio presupuesto.

 

 

Artículo 7. PARTICIPANTES DE LOS FOROS COMUNALES

Participan de los Foros Comunales:

  1. Un representante de la Oficina de Gestión Pública y Presupuesto de la Secretaría de Hacienda de la Ciudad de Buenos Aires
  2. Un representante de la Subsecretaría de Descentralización de la Ciudad de Buenos Aires.
  3. Los integrantes de la Junta Comunal.
  4. El Consejo Consultivo previsto en el art. 131 de la Constitución de la Ciudad.
  5. Las organizaciones intermedias, redes y otras formas de organización con asiento en la Comuna.
  6. Los habitantes domiciliados en la Comuna.

 

 

Artículo 8. FOROS TEMATICOS

Los Foros Temáticos se realizan sobre temas que competen a toda la jurisdicción, a saber: salud, educación, obras públicas, servicios públicos, medio ambiente, justicia, seguridad, cultura, promoción social, planeamiento urbano o cualquier otra área de interés para la Ciudad. La discusión, versará sobre las prioridades de inversión, de asignación de recursos y de los servicios de carácter general de la Ciudad que puedan resultar de interés relevante para la totalidad sus habitantes o que excedan el ámbito de los Foros Comunales.

 

 

Artículo 9. PARTICIPANTES DE LOS FOROS TEMATICOS

Participan en los Foros Temáticos:

a. Un representante de la Oficina de Gestión Pública y Presupuesto de la Secretaría de Hacienda de la Ciudad de Buenos Aires

b. Un representante de la Subsecretaría de Descentralización de la Ciudad de Buenos Aires

c. Un representante del área del Gobierno de la Ciudad que corresponda, cuando se trate el presupuesto de su área.

d. Dos representantes por cada Comuna.

e. Las organizaciones intermedias, redes y otras formas de organización con asiento en la Ciudad.

f. Los habitantes domiciliados en la Ciudad de Buenos Aires.

 

Artículo 10. PROCEDIMIENTO DE LOS FOROS COMUNALES

Concluido el debate en los Foros Comunales, el Consejo Consultivo elabora el anteproyecto de presupuesto de su Comuna y lo remite a la Oficina de Gestión Pública y Presupuesto de la Ciudad para ser incluido en el proyecto de ley de presupuesto.

 

 

Artículo 11. PROCEDIMIENTO DE LOS FOROS TEMATICOS

Concluido el debate en los Foros Temáticos, se remiten las propuestas a la Oficina de Gestión Pública y Presupuesto de la Ciudad, que las puede aprobar o vetar en todo o en alguna de sus partes. Esta vuelve al foro para una nueva revisión o votación. En caso que se rechace el veto por la decisión de al menos las dos terceras partes de los miembros del foro, conforme al quórum que se establezca, se reenvía la resolución a la Oficina de Gestión Pública y Presupuestaria para su resolución definitiva.

 

 

Artículo 12. ASISTENCIA TECNICA

La Oficina de Gestión Pública y Presupuesto debe aportar, en cada una de las etapas del proceso, las informaciones técnicas indispensables para la discusión, elaboración, seguimiento y control del presupuesto. Asimismo debe presentar con antelación suficiente, las propuestas de políticas a implementar del Poder Ejecutivo y las partidas de gastos e ingresos estimados para el año siguiente.

 

 

Artículo 13. RENDICION DE CUENTAS

El Poder Ejecutivo de la Ciudad debe rendir cuentas del estado del presupuesto del año en curso al inicio de la discusión en cada foro.

 

 

 

 

 

Artículo 14. CONTROL

El Poder Ejecutivo informará a las Comunas en forma trimestral respecto a la ejecución presupuestaria, con el mayor nivel de desagregación compatible con la estructura del presupuesto.

 

 

Artículo 15. REGLAMENTACION.

La reglamentación de la presente ley, así como las normas que dicte el órgano coordinador del Sistema de Presupuesto Participativo, debe contemplar los principios establecidos en el artículo 3.

 

 

Artículo 16. CLÁUSULA TRANSITORIA ÚNICA. A los efectos de implementar el Sistema de Presupuesto Participativo y hasta tanto no se haya sancionado la ley de Comunas, se consideran a los Centros de Gestión y Participación Ciudadana (CGP) como equivalentes a las Comunas en lo que se refiere a la división de la ciudad en áreas geográficas.

 

 

Artículo 17. De forma.

 

 

 

 

 

 

 

 

Marta Oyhanarte

Diputada de Ciudad Autónoma

de Buenos Aires

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sra. Presidenta:

 

 

 

Uno de los cambios políticos más relevantes en América Latina durante la última década ha sido la creciente centralidad de los gobiernos locales. América Latina se ha transformado en un continente principalmente urbano, el gobierno municipal se ha convertido en el escenario de un nuevo conjunto de desafíos y oportunidades. Es así como las ciudades se han visto obligadas a jugar un papel de importancia, conduciendo experiencias políticas originales y creando nuevas instituciones.

 

 

La crisis social que hoy se propaga por todo el mundo, con desempleo, violencia y falta de credibilidad de las instituciones políticas, es percibida por el ciudadano común como síntoma de "impotencia del Estado". El ciudadano común siente que el Estado ha desaparecido en relación a sus necesidades.

 

"La crisis del Estado no se basa sólo en la incapacidad de aportar respuestas satisfactorias a toda una parte de la sociedad. Se basa también en la creciente falta de transparencia y en su indiferencia ante una realidad social que se fragmenta buscando incansablemente alternativas a través de conflictos, de movimientos, productores de nuevas identidades, que tienden a romper el aislamiento profundo de los individuos. La desestructuración del tipo de vida moderna vinculada a la desaparición del mundo de la fábrica, predominante desde la Revolución Industrial, y a la desaparición simultánea de la estructuración en clases sociales que engendraba, ha contribuido a radicalizar la impotencia burocrática del Estado, que ya no tiene ningún tipo de legitimidad a los ojos del ciudadano. El voto cada cuatro años, punto fuerte y punto débil al mismo tiempo de la democracia representativa, parece corresponder cada vez menos a las necesidades de legitimidad de un poder que, en estos tiempos de complejidad, en que la dinámica social es incierta y fluida, necesita una confirmación continua"

 

 

Hoy resulta indispensable pensar que, si se desea reconstruir el Estado, no sólo desde arriba sino también invirtiendo el movimiento y partiendo desde abajo, es indispensable un gran esfuerzo de reflexión intelectual: es decir, cómo repensar el Estado a partir de un nuevo tipo de descentralización y de un nuevo proceso de democratización, experimentados en relación con la vida cotidiana de la población.

 

 

Es en este sentido que se han venido desarrollando diferentes experiencias tendientes a acrecentar y fomentar la participación ciudadana. En algunos casos, colaborando en la toma de decisiones gubernamentales (ej. presupuesto participativo, jurados ciudadanos), en otros -especialmente utilizados en ciudades europeas-, como una consulta o "pedido de opinión", sin relevancia o incidencia -al menos directa- sobre el diseño de ppolíticas públicas (ej. encuestas de opinión, mecanismos de quejas y sugerencias de los ciudadanos o de los usuarios de determinados servicios, audiencias públicas, etc.).

 

 

"Presupuesto Participativo" es una expresión que se popularizó en algunos medios políticos brasileños a partir de los años `80, y significa la adopción de prácticas diferenciadas de gestión presupuestaria municipal, en las que el ingrediente innovador consiste en la apertura de canales y mecanismos de participación popular en el proceso de asignación de los recursos públicos de las municipalidades.

 

 

El Presupuesto Participativo es una experiencia que ha obtenido reconocimiento internacional y que rápidamente se ha extendido en el mundo:

 

 

En Porto Alegre este mecanismo no se contenta con desarrollar una forma de participación popular, va mucho más allá: aporta una auténtica respuesta al déficit de renovación democrática de la acción política creando un nuevo "espacio público" donde se encuentran los simples ciudadanos, el poder legislativo y el poder ejecutivo y este espacio se convierte en un auténtico centro de decisión. Este es un ámbito público totalmente nuevo que facilita la generación de una ciudadanía más consciente, más crítica y más exigente. El Presupuesto Participativo funciona como una forma de democratizar las decisiones sobre cómo aplicar los recursos públicos, que van más allá de la experiencia tradicional de la democracia representativa. Crea canales de participación directa de la población en los que el voto es individual y las personas tienen el derecho de establecer prioridades y jerarquías de servicios y obras públicas. Para ello, la ciudad se divide en 16 regiones, que a su vez se subdividen en decenas de microregiones, y se realizan cinco plenarios para tratar los grandes temas presupuestarios. El proceso se inicia el mes de marzo rindiendo cuentas de las obras del año anterior y presentando el plan de inversiones para el año en curso. En esta fase tienen lugar las elecciones de los delegados que se responsabilizan, juntamente con la Intendencia, de iniciar el proceso de reuniones en los pueblos, barrios, etc. En junio y julio se lleva a cabo una segunda vuelta de grandes reuniones para articular las propuestas aprobadas en cada área o región. Una vez elegidos los consejeros (2 por cada región o temática) se constituye el Consejo Popular (42 miembros y 42 suplentes) que, juntamente con la alcaldía, ordena y sistematiza, sin poder de alteración, las decisiones salidas de la base para la elaboración de la Ley del Presupuesto, que se envía a la Cámara Municipal a finales de año.

 

 

En Europa, encontramos experiencias muy recientes, como son las que se vienen desarrollando en Bolonia, en Saint-Denis (Francia) y en Barcelona. En estas ciudades el Presupuesto Participativo se está consolidando, poco a poco, como una forma estratégica de reflexionar sobre los problemas urbanos, posibilitando la planificación del desarrollo económico, cultural, social, educativo y del medio ambiente; repensando los espacios públicos urbanos, a partir de un nuevo concepto de ciudadanía.

 

 

En Montevideo desde 1990 se han venido desarrollando y profundizando diferentes prácticas democráticas y participativas en la toma de decisiones, iniciando en 1993 el proceso descentralizador. La principal consecuencia de todos estos cambios fue un significativo aumento de la participación ciudadana, que se verifica no sólo en los órganos locales, sino en todas las convocatorias que realiza la comuna. Hoy se encuentra en plena elaboración el Proyecto de Presupuesto Quinquenal, abriendo el diálogo directo con los ciudadanos de Montevideo. En este diálogo los vecinos aportan y opinan, establecen prioridades y propuestas, las que son elaboradas y ordenadas por el trabajo de los Concejos Vecinales, que son los grandes vertebradores de esta etapa y quienes están trabajando desde el mes de diciembre de 1999 en la Planificación Estratégica para el Desarrollo Local (PLAEDEZ).

 

 

La instauración del sistema de Presupuesto Participativo -instrumento esencial en todo proceso de descentralización- en la Ciudad de Buenos Aires, nos da la posibilidad de comenzar a "repensar la Ciudad".

 

 

El análisis del Presupuesto por parte de la ciudadanía constituye una de las herramientas más eficaces para mejorar la eficiencia de la gestión pública. De todo el proceso de participación surgirán opiniones, críticas, reclamos, sugerencias, expectativas, y esto permitirá medir con precisión cuales son los temas que componen la agenda sistémica, dándose así el primer paso para posibilitar respuestas eficaces a los nuevos dilemas urbanos. La discusión sobre los ingresos (de cuánto deben ser y quién debe aportarlos) y de los gastos (quién será beneficiado y con cuánto) en un escenario de escasez de recursos y de partición del poder engendra con el tiempo la percepción de los límites y potencialidades del gobierno para promover el bien común.

 

 

La práctica continuada de la cogestión lleva a que, por un lado, el gobierno vaya abandonando paulatinamente la tentación de imponer siempre su punto de vista, y, por otro lado, la población va adquiriendo una visión de conjunto sobre la escasez de recursos y sobre la infinidad de demandas que se le presentan al gobierno.

 

 

La utilidad del Presupuesto Participativo es evidente: ayuda a aumentar la presión en pos de la eficiencia, facilita la transparencia de los actos administrativos (disminuyendo el desvío de recursos), sujeta a los funcionarios públicos a controles más estrictos, fuerza una planificación más centrada en los intereses inmediatos de la población.

 

 

El proyecto de ley que estamos presentando ha sido elaborado bajo un eje central: garantizar la legitimidad del sistema de presupuesto participativo. Y así lo hemos querido asegurar a través de la incorporación en el Artículo 3 de aquellos presupuestos indispensables para el funcionamiento del Sistema, asegurando además su cumplimiento en el Artículo 14.

 

 

La legitimidad –reiteramos- constituye uno de los principios fundamentales de cualquier mecanismo de participación ciudadana. Los elementos imprescindibles para otorgar legitimidad al Sistema son:

 

 

Capacidad de representación del conjunto de intereses y sensibilidades relevantes en el conjunto de la población.

 

 

Volumen de participantes: cuanto mayor sea el número de participantes, más posibilidades tiene un instrumento participativo de ser percibido como un espacio de representación de la voz del conjunto de los ciudadanos.

 

 

Capacidad de información de los ciudadanos, posibilitando así la adopción de un punto de vista global, atendiendo a criterios racionales para formar sus opiniones. No basta con abrir espacios de participación ciudadana, estos deben ofrecer las condiciones necesarias para que los ciudadanos puedan construir opiniones suficientemente informadas y reflexionadas. Sobre este punto, los Artículos 11, 12 y 13 del proyecto hacen hincapié en la asistencia técnica por parte del Poder Ejecutivo en todas las etapas del proceso y la rendición de cuentas que debe ser utilizada no sólo para ejercer el control sobre los actos de gobierno, sino también para utilizarlos como referencia para la elaboración del presupuesto del próximo ejercicio.

 

 

Percepción de neutralidad: Esto significa que la participación que propone este mecanismo no sea percibida por la ciudadanía como un instrumento en manos de determinados intereses parciales de los gobernantes. La percepción de neutralidad da la fuerza necesaria al Presupuesto Participativo para garantizar su funcionamiento y perdurabilidad en el tiempo.

 

 

Capacidad educadora de los ciudadanos en los valores y prácticas democráticas: Es preciso destacar también que la experiencia del Presupuesto Participativo trasciende al proceso de gestión pública y de planificación democrática. Es también un elemento de toma de conciencia y de despertar a la ciudadanía. El Presupuesto Participativo, al democratizar las decisiones y al mismo tiempo democratizar la información sobre las cuestiones públicas, es capaz de generar una nueva conciencia ciudadana. Por medio de este mecanismo, las personas comprenden las funciones del Estado y sus límites y también pasan a decidir con efectivo conocimiento de causa. Se genera, de esta forma, un espacio abierto a través del cual surgen condiciones para la formación de un nuevo tipo de ciudadano: un ciudadano activo, participante, crítico. El primer gran desafío que deberá afrontar el Presupuesto Participativo, será luchar para hacer evidente el carácter fundamentalmente político -y no técnico- de las decisiones que se adoptan sobre la recaudación y el destino de los recursos públicos. La implantación de esta metodología debe contemplar la necesidad de un aprendizaje paulatino, continuo, y abandonar cualquier pretensión de éxito total al cabo de la primera experiencia.

 

 

Flexibilidad: la mejor forma de abordar un proceso participativo es poder negociar desde un principio sus propias reglas de juego. El Presupuesto Participativo no sólo debe estar en constante mutación para renovarse y adaptarse al propio crecimiento de la conciencia de la ciudadanía, sino que debe ser visto como el comienzo de un camino. Un camino que debe ser atendido constantemente para recuperar la credibilidad del Estado mediante una experiencia a nivel local y para mostrar que es posible reformarlo radicalmente.

 

 

En lo que respecta a la organización y coordinación del Sistema nos ha parecido acertado no acrecentar la estructura de la Administración, utilizando así los organismos existentes con competencia presupuestaria y en materia de descentralización (Artículos 4, 6, 8, 9 y 10).

 

 

Hay dos temas que si bien no están incluidos en este proyecto, porque escapan a la esfera de esta norma, es importante destacarlos y dejar sentada nuestra posición al respecto.

 

 

Uno de ellos es el tratamiento mediático que se le dé a esta experiencia. Todos conocemos el papel destacado que hoy tienen en la sociedad los medios de comunicación. Con frecuencia podemos ver como desde ellos se lanzan fuertes críticas a determinadas medidas gubernamentales que, tal vez por desconocimiento o por extrañas intenciones, motivan el desconcierto y la desconfianza en la ciudadanía. En algunos casos, ni el prestigio internacional ni el reconocimiento por parte de múltiples esferas políticas han conseguido cambiar esta tendencia. La consolidación del Presupuesto Participativo no va a ser una tarea fácil, durante su desarrollo van a ir surgiendo múltiples dificultades, marchas y contramarchas. Pero estamos convencidos que, a pesar de las imperfecciones que presente el sistema en sus comienzos, estaremos iniciando un camino hacia un nuevo modelo de gestión pública, a una nueva forma de encarar las problemáticas sociales, que dar las respuestas necesarias que la ciudadanía espera y reclama.

 

 

El segundo tema que queremos destacar se refiere a la "voluntad política". Para que la ciudadanía participe activamente en las decisiones fundamentales del presupuesto es imprescindible la voluntad política del gobernante: voluntad de redistribuir el poder, de permitir la participación ciudadana respetando sus decisiones. Si no existe esa voluntad política, el gobierno –cualquiera sea el partido que lo detente- volverá a hacer descansar su legitimidad en majestuosos manifiestos doctrinarios carentes de contenido. Hoy más que nunca es imprescindible que los gobiernos abandonen su actitud permanente de permanecer indiferentes y hasta insensibles frente a los intereses y aspiraciones de la sociedad, y demuestren su capacidad de respuesta a demandas específicas.

 

Por eso debemos asumir el compromiso de fortalecer, desde nuestro lugar, este mecanismo de participación ciudadana, llevando adelante todas las acciones que sean necesarias para impedir que algunos sectores intenten frustrarlo.

 

 

La vigilancia popular, la exigencia de transparencia, la rendición constante de cuentas, el diálogo entre los actores interesados, son los ingredientes que el Presupuesto Participativo trae consigo y que resultan los mejores aliados en el combate contra la corrupción y el clientelismo político.

 

 

Por todo lo expuesto, solicito a la Sra. Presidenta la aprobación del presente proyecto de ley.

 

 

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