"" PLUMA DORADA""

Cuento Indio

Traducido por ELENA G. GOMEZ

 

 

Dice la leyenda que un día, la diosa Madre estaba tan preocupada por la confusión que vivían los hombres que decidió enviar un rayo a la Tierra, y que éste, cuando descendió, se convirtió en una hermosa pluma dorada.

 Pluma dorada llegó a la Tierra y entró en la casa de un hombre poderoso. Cuando éste la descubrió pensó que había sido un regalo de los cielos y que la utilizaría para demostrar a todos que era él el elegido.

La colocó en una cinta sobre su cabeza y la lució orgulloso.

Pero Pluma dorada, consciente de que un hombre que ya se creía poseedor de la verdad nunca la escucharía, partió.

El viento la llevó muy lejos a una tribu que vivía junto al mar. Cuando los hombres la descubrieron quedaron hechizados por su belleza y creyeron que quien la poseyera tendría su fuerza.

Ella trató de decirles por qué había descendido pero nadie la escuchaba.

Pluma dorada sabía que si un hombre no era capaz de creer en su propia fuerza tampoco nunca sería capaz de comprender los caminos que la fuerza utiliza. Una vez más se alejó.

Viajó por nuevos lugares y vio a muchas personas, y aunque todas tenían costumbres, normas y formas distintas, en el fondo todos eran iguales. Todos estaban perdidos y se movían de un lado a otro siguiendo unas formas de vida que otros hombres, tan ciegos como ellos, habían creado y que en realidad no sabían a donde les conducían.

Pluma dorada transmitía a la diosa Madre todo lo que veía, pero sentía tanto dolor que cada día se apagaba un poco más su radiante color.

Después de algún tiempo los hombres empezaron a dudar de su poder y empezaron a despreciar su belleza, hasta que la dejaron abandonada.

Pluma dorada pensó en regresar, pensó que no había cumplido su labor, que la Madre la había enviado para mostrar un camino pero que nadie la quería oír.

Cuando ya estaba decidida a partir tomó una decisión. No volvería hasta que cumpliese su labor.

Entonces, se dirigió a la Madre y le pidió que la convirtiera en mujer. Y así sucedió.

Dicen los ancianos que un día el Sol se ocultó y que una luz muy poderosa nació en la tierra. Desde entonces en muchos lugares se aparece una mujer de piel muy blanca y dorados cabellos, que desprende una luz tan atractiva que nadie, ni niños ni ancianos, ni hombres ni mujeres, pueden escapar de ella.

Dicen que ella les habla de un lugar distinto, un lugar donde los hombres no desconfían, no tienen temor, donde todo el mundo puede hacer realidad sus sueños, donde el Uno, el Todo, y las Partes están fundidas. Pero sobre todo donde cada uno se sueña cada día, se renueva y cambia.

Les dice que no hay nada que no se pueda cambiar, que hay limitaciones que están en cada uno pero que en realidad no les pertenecen y que cuando así lo crean, y cuando lo quieran, dejarán de existir.

Y les enseña a escuchar la voz, porque ella dice que todos tenemos una voz en nuestro interior que si la escuchamos nos dice lo que tenemos que hacer para vencer tanto egoísmo e individualismo y cogernos de la mano de la Unidad.

Porque el objetivo que hay detrás de todas las cosas es que el hombre sea un ser consciente, consciente de sus actos, de sus decisiones y de lo que todo ello implica.

Les dice que cuando el hombre sea consciente dejará de hacer daño a la tierra, dejará de estar prisionero de sus propias creaciones y comprenderá que en realidad hay que ver la vida como un gran viaje.

Y en este viaje no debemos tratar de poseer ni retener nada ni a nadie, porque todas las cosas y todas las personas son libres.

Y dice que cada uno debe buscar dentro de sí, debe preguntarse cuál es su verdad, en qué cree, qué quiere que sea su vida, por qué quiere luchar.

Y, aunque al principio no se tengan todas las respuestas, sí se debe actuar, porque en el movimiento, en los actos, en el día a día cotidiano, se escribe el libro de nuestra vida.

Y cada uno debe ser consecuente con uno mismo, y debe saber lo que quiere y debe actuar para que se haga realidad.

La mujer Pluma dorada sigue entre los hombres, no le importa el tiempo que tenga que esperar porque sabe que algún día el hombre empezará a preguntarse para qué está aquí, y entonces comprenderá que la vida es una gran escuela y el hombre un niño que tiene que aprender a vivir.

Autor Desconocido

 

 

  Espero les haya agradado esta

bellísima historia, que una vez mas

nos trata de enseñar el duro arte de vivir...

Un abrazo desde el Alma

~  Malevo ~

Buenos Aires - Argentina

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02-10-2004

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