



Debajo de la noche, con un albor mezclado,
me perdí locamente entre tu espuma,
para vivir aflorando entre tu bruma,
para anudarme a tu encanto perfumado.

Y adosados en tu bosque y mi pradera,
con el extasis, de este amor hermoso,
escalando las montañas en su gozo,
delirando en tus pasiones... mi quimera.

Y posar, en la arena de tu cuerpo mi
sonrisa,
recorriendo las rutas, de oleajes y
desvelos,
caminando en los senderos de tus cielos,
con tu aroma... de primavera que suaviza.

Con tu piel, con tus ojos, con tu boca,
que manan ungiendo, tu natural maravilla,
que habitan los sueños de tu villa,
que te hacen ola... o te vuelven roca.

Voy andando, mirando como firme centinela,
con aromas de amor, que por ti esperan,
sumergiendo mis instintos que quisieran,
adentrarse, allí junto a tu mar y
carabela.

Debajo de la noche, entre lunas y
penumbra,
cuando asoma tu figura en mi descanso,
ingresando en mi ser como un remanso,
como Diosa ... con tu silueta que alumbra.

LAURA VICTORIA SOTO

CARLOS CAICEDO




|