


Estás...
En el suspiro del tiempo
que se pasea por mi alcoba
al caer el sol en los ocasos...
Estoy en tus sabanas crujientes
en la mano calida que roza tu vientre
noches bajo estrellas en
cielo azulado...

En el dintel de mi estancia
con tu sonrisa de alborada
al abrir mis ojos cada mañana...

En un beso despuntando el alba
en tu almohada suave, calida
en tus sueños y en tu fantasía...

En el agua tibia que acaricia mi piel,
en el aroma dulce de cada burbuja
y en la suave felpa que me recorre...

Estoy en tus muslos de seda
en aterciopelada voz susurrante
transparentes gotas recorriendo tus límites...

En la silla vacía que miro enfrente
el café humeante que me recuerda tu presencia.
en las noches frescas de nuestros encuentros...

Estoy en besos robados...
en mágicas tardes de amor insolente
en deliciosos momentos vividos...

Estás...
En cada detalle... en cada mirada...
poblándome tierno como un ruiseñor
mimándome dulce como picaflor...

Estoy, impregnando tus pupilas...
en la canción enamorada...
luz en la cerrada noche sin luna.

Estás en mis sueños y despertares,
en el canto del alba y el atardecer
al tomar la pluma y escribir tu nombre,
estás, como mi alma... eternamente en mi...

Estoy grabando tu nombre en piedra...
besando tu alma enamorada,
sorbiendo bocanadas de aire
viviendo en recuerdos de amor...
de ese amor, jamás olvidado...

Ninfa Duarte
&
Marcelo Romano



|