1er. CONFERENCIA DE
REFUNDACION COMUNISTA ARGENTINA
14-15 de Noviembre 2003
Acto público 14 de Noviembre
Discurso de apertura del Secretario general
Queremos agradecer de manera sincera, honesta, la presencia de todos los compañeros de R.C. y particularmente la presencia de compañeros de otras fuerzas políticas, de los compañeros dirigentes de movimientos sociales y organismos de derechos humanos.
Porque la presencia física, hoy aquí de todos estos compañeros no hacen más que reafirmar la presencia, yo diría así, espiritual que esas organizaciones han tenido entre nosotros.
Porque a decir verdad, R. C. es una organización relativamente nueva, joven, aunque algunos que la componemos ya no somos tan jóvenes. Pero apenas tenemos tres años de existencia. En estos tres años de existencia muchos de nosotros hemos tenido que someternos, por decirlo de algún modo a una especie de lavado de cerebro, porque muchos de nosotros venimos de experiencias militantes anteriores con las cuales en distintos momentos decidimos romper, decidimos apartarnos, alejarnos porque entendimos que las fuerzas partidarias en que estábamos militando, más allá de nuestros esfuerzos, más allá de nuestra abnegación, como la de muchísimos otros compañeros, fuimos descubriendo y fuimos comprendiendo y fuimos entendiendo como parte de un proceso más profundo de la lucha de clases de nuestro pueblo, de las luchas de los pueblos de Latinoamérica, fuimos comprendiendo que no estábamos en el camino revolucionario.
Decidimos romper. Uno puede romper físicamente con una organización. El problema es romper ideológicamente, poder en una organización en un momento determinado asumir otra visión de los problemas, otra forma de análisis, otra forma de ver el propio desarrollo de la lucha de clases. Y en ese proceso, compañeros yo se lo tengo que decir honestamente, hemos aprendido muchísimo de otras organizaciones, de otros militantes, de otros compañeros. Por eso la presencia de Uds., hoy aquí nos alienta.
Hemos aprendido que las diferencias hay que procesarlas de otra manera entre los militantes revolucionarios, hemos aprendido de la honestidad, la abnegación y valentía de muchísimos otros compañeros. Hemos aprendido que el enemigo no está entre nosotros y que podemos y debemos luchar unidos, juntos con nuestras diferencias y en ese proceso, procesarlas. En ese sentido les queremos agradecer, con muchísima honestidad la presencia de Uds. y esperamos que se siga profundizando y avanzando.
Por supuesto, si podemos, si tenemos la capacidad, queremos ver si nosotros, también podemos ayudarlos a todos Uds. a aprender algo. Porque en esta ida y vuelta seguramente vamos a encontrar ese camino y para nosotros es de enorme importancia, porque nosotros estamos en pleno proceso conferencial, estamos haciendo un debate, un balance, una reflexión sobre todos estos tres años de lucha, Sobre estos tres años, con un esfuerzo enorme, yo diría titánico por llevar adelante lo que nosotros consideramos son los ejes centrales de R.C.
Estos ejes centrales nosotros los caracterizamos como, Revolución socialista en nuestro país; Revolución de los trabajadores, Revolución de los campesinos sin tierra, Revolución de los pueblos originarios, de los jóvenes, de los intelectuales comprometidos con la lucha de nuestra clase.
Nosotros defendemos y sostenemos, que lo que necesita nuestro país, es una revolución que socialice los medios de producción, que socialice la tierra, el agua, los ríos, las montañas, que socialice al ser humano, que nos socialice a cada uno de nosotros, es decir una revolución que nos haga ser más humanos a cada uno de nosotros.
Esa es la primera definición que tenemos desde R.C. y decimos, bueno esta revolución ¿Cómo se lleva adelante? ¿Cómo se produce?. La revolución Socialista, la experiencia mundial, la experiencia internacional de lucha de nuestra clase nos enseña que tiene una sola vía de materialización. No hay varias vías, hay una sola vía y es esa que defendían Lenin y el Che. La vía de la revolución inevitablemente más allá de nuestros deseos, más allá incluso de nuestros sentimientos va a ser con mucho dolor, va a ser con mucha sangre, va a ser una revolución que se va a librar en las ciudades, en las montañas, en las selvas. Es la revolución que se viene librando en América Latina. Es la Revolución, el camino de la revolución, que iniciaron nuestros compañeros de la década del 60 y del 70. Si en ese momento los compañeros que encararon ese camino fueron derrotados militar y políticamente no significa que la idea de la revolución, la necesidad objetiva de la revolución haya sido derrotada.
Si esta nueva generación de revolucionarios que se viene gestando en nuestro país tiene la capacidad, la inteligencia y la madurez, bueno compañeros, probablemente en esta nueva vuelta podamos triunfar. Y si no triunfamos habrá otras generaciones y otras generaciones hasta que la clase obrera, los que no tienen tierra, los que no tienen techo, los que no tienen trabajo, los que no tienen vivienda, los que se les niega la educación y la salud van a triunfar, de eso no tenemos dudas. Y decimos también que esa revolución socialista inevitablemente va a transitar un determinado camino. Necesita de instrumentos para su materialización y el instrumento central nosotros entendemos que es la necesidad de la construcción de un partido revolucionario que a nuestro criterio no existe en la argentina. Y el deber de cada uno de los revolucionarios es construir ese partido. Nosotros decimos que somos un destacamento, que aspiramos a aportar a la construcción de ese partido que tendrá que ser la confluencia, la combinación de compañeros que provenimos de distintas experiencias, de distintas organizaciones y visiones pero que nos vamos juntando, uniendo y que tendrá que madurar en un determinado momento en un partido de cuadros, partido de cuadros con capacidad de influenciar y dirigir a las masas, pero el partido de los revolucionarios tiene que ser de marxistas leninistas y por lo tanto un partido de cuadros. Un partido que aprenda a trabajar conspirativamente y que siendo un partido conspirativo se apoye y aprenda a trabajar en todas las organizaciones que desarrollen una labor abierta, legal, los sindicatos, los movimientos de desocupados, centros culturales, los movimientos estudiantiles, un partido de revolucionarios dispuesto a prepararse, a educarse para enfrentar la lucha en todos los terrenos. Y decimos que ese partido para que sea verdaderamente revolucionario tiene que tener una vinculación, una articulación con un movimiento de masas revolucionario porque un partido sin vínculos efectivos, reales con la masa no es un partido, es una secta, es un club de discutidores, un club de diagnosticadores.
Pero un partido con raíces en las masas, con raíces en la clase, con raíces entre los campesinos pobres, entre los pueblos originarios, ese partido va a tener la capacidad de dirigir a nuestro pueblo hacia la revolución. Esos son los cuatro ejes centrales que queremos balancear, aportar y queremos ver en que estado estamos en R. C. en la construcción de esa fuerza. Es decir Revolución Socialista, Vía de la revolución, Partido revolucionario, Unidad de los revolucionarios, Movimiento de masas revolucionario y el sujeto social de la revolución que a nuestro criterio es la clase obrera en toda su estructura social; ocupada y desocupada, son los campesinos sin tierra, los pueblos indígenas, los jóvenes y la intelectualidad vinculada a ello.
Vamos a hacer nuestra conferencia, compañeros, en el marco de una situación política que yo no voy a abundar demasiado, pero que necesita de mucho debate y mucha reflexión para ver como podemos seguir adelante. Simplemente les voy a decir: analicemos el mundo en el que estamos viviendo, compañeros. ¿Hace cuanto?, hace 13 o 14 años la burguesía festejaba en medio de su borrachera la caída del muro de Berlín. Yo personalmente tengo grabada la imagen de este dirigente de la burguesía internacional, creo Wily Brant festejando con champagne sobre los escombros del muro de Berlín. ¿Cuánto hace que Fukuyama nos hablaba del fin de la historia? Y que ya no había más historia, de que había que olvidarse de la revolución, de que había que olvidarse de la lucha de clases, que ahora era el mercado, la libertad de empresa, el triunfo de Adams Smith sobre Carlos Marx. Nos decía que las revoluciones habían sido un desvío de la humanidad, que se corregían con la propia humanidad. Hace 13, 14 años, hace menos de eso. Fíjense ahora, después de ese periodo de tiempo la situación internacional de crisis ideológica, política y militar de parte de esa misma burguesía que nos había llegado a aplastar. Habían anunciado el nuevo orden mundial, que de eso no se volvía más hacia el socialismo, que las ideas habían desaparecido. Cuanto hace que la ofensiva política, e ideológica había desatado una ola de reacción en el plano internacional. Inclusive llevó a que muchos compañeros con historia de años de militancia, se quebraran, se desmoralizaran, intentasen otros caminos. ¿Cuánto hace que el "señor" Bush, proclamó la teoría de las guerras preventivas y se atribuyó el papel de poder bombardear, como el decía cualquier rincón oscuro del mundo en donde estuviesen en peligro los intereses y la seguridad de EEUU?. Fíjense en la primera prueba de la guerra preventiva, en Irak, el heroico pueblo de Irak, está cavando la tumba en donde va a ser sepultada la teoría de las guerras preventivas y el derecho de EEUU de bombardear cualquier rincón del mundo. Heroico pueblo de Irak, heroico pueblo vasco que en condiciones tremendas libra una lucha contra el gobierno fascista de Aznar, por su independencia, por su libertad, por su derecho a la autodeterminación. El pueblo palestino, heroico pueblo palestino. Hace trece o catorce años, la burguesía celebraba la caída del muro de Berlín, y ahora la propia burguesía tiene que levantar su propio muro en la frontera entre Israel y Palestina para evitar los ataques del pueblo Palestino. ¿Quién ha puesto en crisis esa política del imperialismo?,no lo puso el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, no la puso en crisis las diferencias con las burguesías Alemana y Francesas, los que pusieron en crisis a la política unilateral, de guerra fascista de EEUU, han sido los pueblos, han sido los trabajadores del mundo, los jóvenes del mundo, que han inundado las calles de todas las ciudades, primero contra la guerra y una vez que la guerra la desataron los yanquis, el pueblo de Irak los está sepultando y esa burguesía tan soberbia con su borrachera de triunfo no ve como hacer para retirarse de Irak. Allí está el fascista de Aznar, el fascista de Berlusconi contando los muertos, los cadáveres, en vez de estar contando los millones de dólares que pensaban sacar con el petróleo. En Irak nos atrevemos a decir, que el imperialismo yanqui va a salir derrotado, inevitablemente derrotado y eso será un aliento poderosísimo para los pueblos, porque nos está mostrando a todos que se puede y se debe luchar contra el imperialismo. Porque aquí nos quisieron vender las teorías de las correlaciones de fuerza, de la situación internacional, como que no se podía luchar y que por lo tanto había que adaptarse, y que había que practicar una política, en el mejor de los casos de reformas. Pero no una política de lucha revolucionaria que nos llevase a enfrentarlos.
Esto es de enorme importancia, porque muestra que comienza a producirse un viraje. Nosotros no decimos que el imperialismo y la burguesía ya están derrotados, no, todavía van a causar mucho dolor, todavía nos van a causar muchísimos sufrimientos, todavía van a golpear de una manera enorme a nuestra clase y a nuestros pueblos.
Pero el proceso ha comenzado a revertirse, los pueblos vuelven a hacer oír sus voces y los pueblos comienzan a levantarse contra la política del fascismo, de agresión, de saqueo de las riquezas naturales.
Y esto tiene enorme importancia para nuestra América Latina. Habría que preguntarle al "señor Bush", ¿ Qué piensa hacer ahora con el eje del mal?, ese famoso eje del mal en donde habría todo un fixture de guerra, primero Irak, luego Irán, Corea del Norte, Cuba. ¿Qué va a hacer ahora con eso. No estarán pensando en qué cada país que quieran intervenir militarmente se van a encontrar con la resistencia armada de los pueblos, como en Irak, y Afganistán?
¿ Qué va a pasar en esta América Latina que ha comenzado a revertir el proceso de sangre y muerte que el imperialismo impuso en la década del 70 ?. Esta América Latina, que vuelve a ponerse de pie y que en Colombia tiene a las gloriosas FARC-EP y al E.L.N. que luchan, a Cuba socialista, a Venezuela con su proceso de cambios y transformaciones, los levantamientos populares en Ecuador, en Bolivia, Argentina y Paraguay.
¿Cuál es la respuesta que estas burguesías latinoamericanas pueden darle al clamor de todos nuestros pueblos? ¿Cuál es la respuesta que las fuerzas políticas que representan distintas alternativas le van a brindar al pueblo?, es decir, América Latina ¿de que necesita; de un cambio de modelo o de un cambio de sistema?. Esta es la discusión compañeros. Cambio de modelo neoliberal a un modelo de capitalismo racional o liquidación del capitalismo, que avance en la dirección de la revolución socialista.
¿Cómo se van a resolver los problemas del hambre de millones de latinoamericanos, el analfabetismo y la falta de perspectiva para millones de jóvenes de nuestro continente?
¿Cómo se va a resolver el tema de la tierra, el trabajo, la vivienda y la salud en un continente, como éste lleno de riquezas? ¿Cómo se va a resolver el problema de poder acceder a una vivienda digna, a poder sentarnos en la mesa, comer con nuestros hijos, a poder curarnos, educarnos? Hace menos de 20 años dijeron, bueno llegó la democracia para Latino América, algunos le dijeron democracia con seguridad, otros democracia restringida, pero parecía ser y parece ser para muchos que la estación terminal de las luchas del pueblo es la democracia burguesa. No hay para muchos sectores otra democracia. La democracia obrera, la democracia popular, la democracia esa de las decisiones populares. Nosotros nos formulamos la siguiente pregunta América Latina ¿Qué necesita, reformas o Revolución?. ¿Democracia burguesa, que siempre esconde la dictadura de la burguesía? o ¿democracia obrera y popular, dictadura de los trabajadores y el pueblo, de la dictadura de la mayoría para aplastar a la minoría de usurpadores, de los que dominan los medios de producción, la tierra, los ríos, los lagos?
Ese es el dilema de América Latina y nosotros observamos con enorme alegría, con enorme satisfacción que nuestros pueblos se ponen de pie, avanzan en marcha. Que las luchas de nuestros pueblos, por ahora nos alcanzan para tumbar gobiernos. Hemos volteado tantos gobiernos en los últimos años que ya no nos acordamos de los tipos que tiramos abajo. Pero todavía no hemos hecho una acumulación de fuerza material, de fuerza política, de fuerza ideológica y de decisión para tumbarlos e imponer el gobierno nuestro. Nos pasó a nosotros el 19 y 20 de diciembre. Les acaba de pasar al pueblo de Bolivia, en esta ronda de luchas. Es decir los pueblos ponen los muertos, ponen el sacrificio, ponen la lucha, ponen las piedras y ponen los palos. Y esa experiencia nos hace comprender a todos que aparte de las piedras y los palos vamos a tener que poner algunas cosas más si queremos conquistar el gobierno de los trabajadores y el pueblo, entendemos que la alternativa para nosotros, la alternativa para los pobres, para los que trabajan y los que no tienen trabajo es esa.
Cometeríamos un enorme error si transformamos al socialismo en una palabra, en una consigna. El socialismo en América Latina, me parece que es un tema que tendríamos que discutir más entre los revolucionarios. No son solo transformaciones económicas, el socialismo es mucho más que eso. Las transformaciones económicas son la base sobre la cual vamos a ir construyendo una nueva sociedad. Pero no hay sociedad socialista sin hombre nuevo. No hay sociedad socialista si cada uno de nosotros no llevamos adelante lo que planteaba el Che, nos revolucionarizamos en la medida que luchamos por la revolución, si no somos mejores, más sensibles, si no somos más humanos cada uno de nosotros.
En América Latina el socialismo es inconcebible si no incorporamos a la cultura de las luchas obreras, la cultura de los pueblos originarios, la cultura de los pueblos originarios basados en el socialismo comunitario, con mas de 500años de resistencia Es inconcebible el socialismo si no incorporamos la cultura afroamericana, si no incorporamos el realismo mágico de nuestra literatura, la poesía, la música de América Latina. Así como es inconcebible el socialismo en América Latina. sin Martí, sin Sandino, sin Fidel, sin el Che. El socialismo en idioma Latinoamericano. Eso es lo que me parece que tenemos que precisar y manejar, es decir el socialismo que parta, que arranque y que se apoye en las luchas sociales de nuestros pueblos, que también se apoye en las más altas expresiones culturales de nuestros pueblos, en las mejores expresiones. La cultura de nuestro pueblo esta compuesta de la música, de la poesía, está compuesta del Cordobazo, del Rosariazo, esta compuesta de la lucha de los compañeros de la Patagonia, en los primeros años de nuestro siglo, de los muertos de los talleres de Vasena, del Bogotazo, del Caracazo, esta compuesta de la Revolución Cubana, de la Revolución Nicaragüense. Eso es el idioma socialista. Está claro que los elementos de vanguardia de nuestra clase van a tener que obligatoriamente aprender a incorporar y amalgamar todas estas cuestiones, para poder ser los dirigentes de todas esas capas, pueblos y sectores que componen nuestra realidad latinoamericana. Nuestra clase tendrá que promover líderes políticos y sociales de tal magnitud que les permita poder dirigir todo eso, es decir este bloque de fuerzas objetivamente necesita de la revolución para llevar adelante la satisfacción de sus necesidades. En este marco, el partido revolucionario, va a tener que aprender, vamos a tener que aprender a actuar. Esto es esencial y central para desarrollar una visión y una recuperación del sentido revolucionario del socialismo.
Arrancar de las raíces de nuestros pueblos, de nuestra realidad. Esto me parece esencial porque tenemos una situación extremadamente importante, llena de perspectivas. Hoy están los debates en cuanto ha como posicionarnos en torno al nuevo gobierno, hay compañeros que plantean que aquí a partir de las elecciones se cerró una etapa, un ciclo y por lo tanto hay que disponer las cosas de otra manera, las actitudes y las políticas, los planteos y las reivindicaciones. Nosotros decimos que no, lo que si decimos es que hubo un momento de recomposición táctica de la burguesía y que esta se pudo recomponer tácticamente porque desde el campo popular, desde la clase obrera, desde los sectores populares no tuvimos la capacidad de construir una alternativa distinta, de quebrarlos en el momento de la lucha y que por eso necesitamos hacer una profunda reflexión. Aquel ciclo que se abrió el 19 y 20, ese ciclo, toda su base material que determinó el levantamiento popular está intacta. Los desocupados siguen siendo millones. En nuestro país el 60% de la población estamos por debajo de la línea de pobreza, las escuelas siguen estando destruidas, la salud pública está colapsada. Estamos hablando de un país en donde se producen alimentos para 360 millones de personas y siguen muriendo nuestros niños por desnutrición. Los salarios están por el piso, el grado de explotación y expoliación de la clase es enorme. La base material no varió y va a seguir generando todas las luchas. Entonces el ciclo no se cerró.
Uno puede decir en el año 1976 la burguesía quiebra un ciclo de acumulación que venían haciendo las fuerzas populares. Esto ahora no es así, tenemos que procurar que esta vez la burguesía no vuelva a quebrar el ciclo. Pero no lo van a quebrar, si desde las fuerzas revolucionarias y el campo popular tenemos mayor claridad. Yo planteo esto porque aquí en nuestro país hay fuerzas, algunas de izquierda y algunas que se dicen marxistas que andan escribiendo por allí, que hoy un programa de reformas es un programa profundamente revolucionario, compañeros con los que queremos debatir fraternalmente, que nos dicen que hay que conformar un frente con la burguesía para llevar adelante la lucha antiimperialista. Nosotros decimos que el único frente posible en nuestro país es el frente antiimperialista, anticapitalista y por el socialismo. No desvinculamos la lucha antiimperialista de la lucha anticapitalista, porque inclusive, compañeros si vamos a ser marxistas tenemos que reconocer que el imperialismo es la etapa actual del capitalismo. Y por lo tanto no hay dos etapas en la lucha revolucionaria, una primera antiimperialista, y recién después otra anticapitalista. Por supuesto que aceptamos que hay algunas fracciones de la burguesía que por sus propios intereses puedan estar dispuestos a enfrentar en algunos planos al imperialismo.
Nosotros también queremos destruir al dominio de la burguesía porque estas burguesías latinoamericanas no son simples títeres del imperialismo yanqui. Estas burguesías de América Latina actúan con voluntad propia, actúan con decisión propia y si le abren las puertas al imperialismo yanqui, al inglés o al francés lo hacen porque es parte de sus negocios. ¿Quién entregó las empresas del Estado en nuestro país?, ¿Quién facilitó que actualmente el 76% de lo que se produce está en manos de empresas extranjeras, que ramas enteras de la economía, y la producción, como el petróleo, la industria automotriz estén en manos extranjeras en un l00%, las comunicaciones en un 90%?. Esto lo hizo la burguesía por voluntad propia y por propia convicción. Hay que trazar una clara línea demarcatoria entre los intereses de la clase obrera, los campesinos sin tierra, los pueblos originarios, los jóvenes de este lado, y de allá: la burguesía. El frente, la unidad es entre todos nosotros, pero es para confrontar y derrotar a la burguesía y al imperialismo. No queremos cambiar el modelo, queremos cambiar el sistema y señalamos esto teniendo plena conciencia de cómo actuaron las distintas clases y capas sociales a partir del 19 y 20 de diciembre en nuestra patria. Bueno, lo que quería la gran burguesía esta claro, pero como actuaron sectores de la dirigencia política de la pequeña burguesía, eso que llaman social democracia, acaso no actuaron contra los intereses de los trabajadores y el pueblo?. Estos sectores siempre reivindicaron la salida "institucional" frente a la salida revolucionaria que nosotros y otros compañeros impulsábamos, siempre reivindicaron un programa de reformas, de adecentamiento, de perfeccionamiento de la democracia burguesa
Necesitamos pensar con cabeza propia, desde nuestra clase, pensemos con cabeza propia desde nuestros intereses y ayudemos a trazar también esa línea demarcatoria entre ellos y nosotros.
A estos "progresistas" que piden reformas les preguntamos allí tienen las reformas, ¿para que sirven?, sirven históricamente para sacarles las castañas del fuego a la gran burguesía y aparecer ellos como un colchón entre los intereses de la gran burguesía y los intereses de los trabajadores. Es el papel que jugo históricamente la socialdemocracia en Europa, y lo están jugando, en América Latina ahora. Atención que no estoy diciendo que los trabajadores no tienen que hacer un esfuerzo para ganar una parte de la pequeña burguesía para este lado, hay que ganarlos bajo el convencimiento de que tienen que apoyar la revolución socialista, que si quieren aspirar a otra vida, que si quieren salvarse de la ruina a los que inevitablemente los empuja el capital, que los expropia, que si no son los bancos, son los grandes consorcios económicos, tienen que sumarse a la lucha de la clase obrera, contribuir a esa lucha, pero ganándose para las ideas de la revolución socialista y no pretendiendo ganar a la clase obrera para construir un "capitalismo serio y racional." Porque el capitalismo es hoy un sistema profundamente irracional, que destruye vidas, que arroja a la miseria mas atroz a millones de personas, que arruina el talento y las energías de nuestros niños y jóvenes, ¿cuántos posibles científicos, cuantos artistas y deportistas se pierden en este sistema social profundamente injusto? Los capitalistas, únicamente son serios y racionales para asegurarse sus ganancias, son serios y racionales con sus bolsillos.
Esa es la gran diferencia, debatamos compañeros, debatamos si es posible en América Latina que las llamadas burguesías nacionales tengan un programa de transformaciones profundas, debatamos si estas burguesías nacionales están dispuestas a nacionalizar los puertos, los FFCC, las empresas, a repartir la tierra. Un reformismo sin reformas es absolutamente inconcebible. Un reformismo como plantea Kirchner, que no hace ninguna reforma, ya prometió que no va a nacionalizar las empresas que fueron privatizadas, que no va a nacionalizar los bancos y todo lo demás, en definitiva para ellos, ese capitalismo "serio" consiste en que esta burguesía comprenda que a partir de las grandes luchas populares es necesario cambiar algo, para no perderlo todo. Yo les apuesto doble contra sencillo, compañeros, que en Bolivia, en el marco de las grandes luchas populares, también va a surgir una fracción de la burguesía que va a comenzar a "entender los problemas populares" y también van a prometer reformas.
Y es cierto, siempre ocurre que una parte del movimiento obrero y popular se ilusiona con las promesas de reformas, no termina de romper con la burguesía, y ante estas promesas retrocede por un tiempo en sus luchas, y también es cierto que en muchas organizaciones obreras y populares existen dirigentes que trabajan para la burguesía y alimentan dichas ilusiones y expectativas y fíjense que enorme favor le hacen a toda la burguesía, como la ayudan a dividir a los trabajadores y a los sectores populares, porque ahora desde el gobierno nos quieren dividir entre "duros" y "blandos" entre los que con distintos argumentos apoyan al gobierno y entre los que denunciamos el continuismo de las políticas económicas y sociales y seguimos alentando las luchas y las movilizaciones. Aquí, desde nuestro punto de vista, por un lado están los compañeros que luchan consecuentemente, que no bajan las banderas y por otro, los traidores que se pasan al bando de la burguesía. Esa es la única diferencia, esa es la única división.
Yo decía, que con el regreso a la democracia, nos quisieron vender a nosotros que las democracias estas eran por 1000 años y entonces parece ser que ese es el límite. Es cierto ese es el límite de la burguesía, que a lo máximo a que puede llegar es a la república democrática, representativa y parlamentaria, desde ese punto de vista es un sistema político y social que no puede pasar de allí. Ahora para nosotros, trabajadores y pueblo ese es el punto de partida para la democracia obrera y popular, esa democracia que se comenzó a insinuar en este país a través de las asambleas populares, las asambleas obreras, de las asambleas de los compañeros desocupados, de la discusión colectiva, de la toma de decisiones de forma colectivas , la democracia de los consejos, si queremos de los soviets, esa es nuestra democracia y esa bandera no se la vamos a regalar a la burguesía, y ahora que se aproxima el 19 y 20 , el 2ª aniversario tenemos que juntar fuerzas y acumular decisiones para ponerlas en el centro de la cuestión.
Porque los trabajadores, los pobres, los desocupados ¿no podemos levantar las banderas del socialismo, no podemos elevar nuestros reclamos económicos y sociales, concretos, y decir que luchamos por el socialismo?¿ Porque ellos pueden decir que quieren un capitalismo nacional, serio, racional? y nosotros no podemos decir que queremos el socialismo, que necesitamos el socialismo, que necesitamos que las fábricas, las tierras, los bancos, las escuelas, los sanatorios pertenezcan al pueblo, que todo sea para todos.
Porque ellos levantan sus consignas y nosotros no?
¿Cómo vamos a luchar por aquello que no podemos hablar?. Cuando me refiero a que no podemos hablar, estoy diciendo, no a que nos callamos la boca, pero lo que necesitamos es empezar a ponerlo en nuestras banderas, en nuestros programas a poner que nosotros luchamos por un gobierno de los trabajadores y que luchamos por la democracia obrera y popular. Ponerlo en las banderas de los movimientos sociales, en las banderas de las agrupaciones clasistas. Eso es lo que necesitamos
Necesitamos construir en el movimiento obrero una nueva central de trabajadores, una central de trabajadores, clasista, patriótica, internacionalista, que rompa con el predominio de esta burocracia traidora y vendida. Una central de trabajadores que sea el producto de la experiencia histórica de los trabajadores, que no sea un sello impuesto desde arriba, que sea parte de la discusión, de la reflexión. ¿Por qué tenemos que estar subordinados a esas burocracias traidoras?,¿ porque no tenemos una política propia?. Necesitamos unir, al movimiento de los trabajadores ocupados con los trabajadores desocupados, son la misma clase, es la clase en su distinta composición estructural. Porque algunos, ahora han inventado al piquetero como una nueva categoría social. Son compañeros de la clase a los que la burguesía pudo arrinconar y arrastrarlos a una determinada situación. Los programas tienen que ser programas comunes, aumento de salarios, revisión de la jornada laboral para crear nuevos puestos de trabajo, expropiación de las empresas, reparto de la tierra etc., ese es el programa que tenemos que empezar a levantar y en ese marco de clara delimitación de nuestros intereses con los de la burguesía ir construyendo, ir desarrollando, ir discutiendo la necesidad de construir el partido de los revolucionarios. Nosotros defendemos la idea de la necesidad de ese partido, lo defendemos frente a ideas que se han introducido y se han divulgado en el movimiento popular y nos preocupa de sobremanera la necesidad de crear mejores condiciones para enfrentar ese debate. El partido no es un invento que surge por fuera de la clase, más que surgir por fuera es parte de las luchas de la clase, lo que ocurre en el proceso de luchas, es que los pueblos se van dando diferentes niveles de organización. Acá no hay que contraponer artificialmente el movimiento, y el partido. Tenemos que construir movimiento de masas revolucionario y tenemos que construir partido revolucionario. No hay contraposición, si el movimiento de masas no se desarrolla fortalece y alimenta a su Partido y si a su vez el partido no desarrolla y no eleva a un plano superior la conciencia de millones de trabajadores no va a haber revolución. Construyamos partido y construyamos movimiento. Son niveles en todo caso distintos de organización, de reflexión, de discusión y de debate que se van dando las masas.
El socialismo es una ciencia y hay que estudiarla como tal, hay que estudiarla. Cuando yo me refería a partido de cuadros, partido marxista Leninista, al carácter del partido, eso implica que al ML hay que estudiarlo, estudiarlo como una ciencia en las luchas populares y encontrar allí la raíz que nos permita transformarlo en ideología política, en práctica. Entonces, compañeros estos son los temas que queremos discutir, que queremos plantearles a Uds., Estos son los temas que queremos discutir en nuestra propia conferencia, que queremos compartir con Uds., para que nos ayuden a la reflexión, porque tenemos tareas enormes que resolver, tenemos que resolver los problemas que padecemos todos, tenemos que resolver como castigamos a los genocidas de nuestros 30 mil desaparecidos, a los asesinos del 19 y 20 de diciembre, y yo digo como los castigamos porque el juicio ya se lo hicimos, y hemos demostrado hasta el hartazgo que son criminales y el castigo no se lo va a proporcionar la propia burguesía. La burguesía no castiga a su propio brazo armado.
La solidaridad con otros pueblos: tenemos que organizar un movimiento en solidaridad con el pueblo de Irak, es nuestra responsabilidad, ¿qué va a pasar si los yanquis tocan a Cuba, o entran a Colombia?, No solo hay que hacer marchas y suscribir declaraciones, es nuestra responsabilidad hacer que los yanquis sientan que cada metro cuadrado de América Latina es territorio enemigo. Por eso necesitamos, insisto, partido revolucionario, movimiento de masas revolucionario, teoría revolucionaria, estudio de esa teoría. Y en eso estamos en R.C. Esto es lo que queremos hacer en R.C., Honestamente, compañeros a veces sentimos que la tarea que nos hemos autoimpuesto excede nuestra fuerza y excede nuestra capacidad y entonces decimos que la Revolución es un acto colectivo, es un acto heroico de los pueblos, pero es también un acto colectivo de los revolucionarios Por eso vuelvo a repetir el profundo agradecimiento que sentimos por la presencia de Uds. por las opiniones que nos hacen llegar, por las críticas que nos formulan, cuando señalan nuestros defectos y debilidades. Se lo agradecemos, porque la única manera de avanzar revolucionariamente entre todos, es si tenemos la capacidad de comenzar a frotarnos los cerebros conjuntamente y podamos llevar la lucha de nuestro pueblo adelante
Vamos a realizar nuestra conferencia y estamos seguros que se reafirmaran estos ejes. Vamos a trabajar con un criterio crítico y profundamente autocrítico, hacia nuestro propio papel, hacia nuestras debilidades y cuando tengamos las conclusiones nos vamos a volver a encontrar y seguiremos discutiendo. Muchas Gracias.
¡¡VIVA LA REVOLUCION SOCIALISTA!!
¡¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!!