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Conventillos de Valparaíso
Compromiso de restauración por parte de sus habitantes
Al encaminarse hacia el Cerro Cordillera, Pleno Barrio Puerto de Valparaíso, podemos encontrarnos frente a frente con la clásica Avenida Alemania y si nos adentramos aun más por los caminos porteños, llegaremos a la Calle Castillo, situándonos precisamente ante el conjunto habitacional la Población Unión Obrera, conventillo más antiguo de la ciudad, el cual además de su historia, se le ha catalogado como edificio histórico de la ciudad patrimonial. Si nos remontamos al pasado, la construcción fue donada por Juana Ross de Edwards e inaugurado por el Presidente Federico Errázuriz.
Al ingresar por una puerta tan antigua como el edificio en sí, se refleja inmediatamente la historia que ha pasado por sus instalaciones. Durante años en este lugar el hacinamiento ha sido el principal problema de la estructura. Pero en la actualidad este malestar tiende a la mejora, ya que los moradores de este edificio en estos momentos están realizando faenas de restauración del lugar ejecutando modificaciones, las cuales son reflejadas en ampliaciones de cada una de las habitaciones que alberga el edificio, aprovechando que los moradores de este ya no están habitando el inmueble, pero será por un tiempo breve, ya que se están realizando trabajos. En este lugar denominado conventillo o conjunto de viviendas sociales, encontramos vestigios del hacinamiento, precariedad, problemas de índoles higiénicas y urbanísticas en las cuales vivían varias personas.
Al llegar a la obra las personas quienes están en el interior del edificio, trabajadores muy gentiles invitan a visitar un pedazo de la historia de este puerto sufrido para demostrar que después de tantos años las autoridades se están preocupando del edificio, pese a no brindar el apoyo en un comienzo para que se generaran las remodelaciones, porque como los encargados señalaron que en un principio ellos fueron los que se encargaron y preocuparon de hacer la planificación, eventos para reunir el dinero, los mismos moradores tuvieron que lidiar con los problemas habituales que significa golpear las puertas y gestionar en su totalidad el proyecto para ser presentado ante entidades externas y las autoridades porteñas...
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